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Magna. Dirige el rumbo de tus emociones
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Libro electrónico129 páginas1 hora

Magna. Dirige el rumbo de tus emociones

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Al leer este libro comprenderás que tú no eres la única mujer que sufre, que todas sufrimos. que la diferencia está en lo que haces con tu dolor.

La clave es no rendirte o dejar que las emociones dirijan tu vida. Si realmente tomas el control de lo que sientes y no te dejas guiar al azar, tendrás el éxito que buscas.


IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento19 ene 2023
ISBN9789083252728
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    Magna. Dirige el rumbo de tus emociones - Elizabeth Vlijt

    Agradecimientos

    Antes de agradecer a cualquier persona, quiero reconocer que si puedo hacer algo bueno no es por mí misma, sino porque Dios en su misericordia ha puesto sus ojos sobre mí, ha depositado su gracia, su amor y una semilla de vida que puede ser transmitida por medio de este libro.

    Gracias Jesús por haberte encontrado conmigo aquella tarde para darme vida y salvarme.

    Quiero agradecer a mi esposo el hombre que amo. Él siempre me ha animado a que escriba aun cuando he pasado momentos difíciles como escritora. Él ha sido más que un apoyo para mí; y yo sé que si no fuera por él yo no hubiera llegado hasta donde he llegado.

    Gracias mi amor por hacerme entender que sí se puede creer en los sueños.

    Quiero agradecer a todos aquellos que de una manera u otra han colaborado para que este proyecto llegara a su cumplimiento. No puedo mencionar nombres porque este papel no bastaría para ponerlos, pero mis amigos saben quiénes son al igual que mis colaboradores.

    Gracias amigos por todo.

    Y por último quiero agradecer a Neftalí y Abigail mis hijos, ellos son la razón de que siempre me sienta una mujer bendecida con la maravillosa familia que Dios me ha dado.

    Prólogo

    Desde antes de empezar a leer este libro ya había sido una bendición para mi vida. Quizás te preguntarás ¿Por qué? La razón es que no había pasado mucho tiempo de que asistiera a unas reuniones especiales de mujeres donde Elizabeth compartía en dichas reuniones parte del libro.

    En esas reuniones mi vida fue tremendamente bendecida y continuó así al leer el libro.

    Lo que más me impactó del libro fue la forma en que los personajes de la Biblia cobran vida. En el libro son presentados de una forma real.

    Muchas veces leemos la Biblia y vemos diferentes personajes en ella, pero olvidamos que cada uno de estos personajes tuvo una vida, no lejos de parecerse a la nuestra hoy.

    En Magna, dirige el rumbo de tus emociones vemos que cada mujer es presentada desde un punto de vista humano: como la vida de María Magdalena, Liz, Iris, Joaida y otros personajes más del libro.

    Estos son vivencias de mujeres que se acoplan perfectamente con nuestra actualidad.

    Un caso especial para mí fue el de Sofia y Josefa, pues me tocó hasta el alma y me hizo ver como muchas veces nosotros somos indiferentes con el dolor ajeno.

    Pensé que tal vez no nos identificaremos con el personaje principal de este libro, pero quizás nos identificaremos con algunos de los personajes secundarios.

    Cada parte del libro es muy completa y nos ayudará a examinarnos a nosotras mismas, a ser más sinceras con nuestro yo interior, a saber, que hay alguien que nos conoce tal y como somos y que está dispuesto a sanar nuestro corazón, no importa cuán profunda sea la herida que haya en él.

    En la parte final del libro Elizabeth comparte una revelación de Dios de la condición de la mujer, pero también la interpretación y cómo puedes obtener la victoria en tu vida.

    Para mí este libro fue y es aún de bendición para mi vida como deseo que sea para la tuya.

    Pastora Pilar Job

    Prefacio

    Como mujeres tenemos un regalo de la vida, sentimos y somos seres hermosamente sentimentales y emocionales.

    Este regalo hay que saber dominarlo y guiarlo a un final seguro. Si nos dejamos guiar por nuestras emociones o nuestras hormonas no llegaremos al destino deseado.

    El objetivo al escribir todas estas historias fascinantes es que tú llegues a comprender algunas de las emociones que nos hacen sufrir y en ocasiones perder el norte de nuestras vidas.

    Al leer este libro podrás salir adelante aún con estos sentimientos. Comprenderás que tú no eres la única mujer que sufre que todas sufrimos, que la diferencia está en lo que haces con tu dolor.

    La clave es no rendirte o dejar que las emociones dirijan tu vida. Si realmente tomas el control de lo que sientes y no te dejas guiar al azar, tendrás el éxito que buscas.

    Este libro estará dividido en tres partes.

    En la primera parte analizaremos las emociones, tomaremos un personaje que es principal. Este personaje es María magdalena. Veremos cómo las emociones engañan y confunden. Como ellas hacen que nos equivoquemos, en la forma de ver las cosas.

    En la segunda parte veremos sentimientos que perturban el alma. Veremos cómo diferentes mujeres que sufrían por distintas razones, encontraron respuestas a sus vidas, aunque no todas tuvieron un final feliz, ya que eso depende de la decisión que ellas tomaron en la vida.

    En la tercera parte analizaremos un sueño que Dios me dio y su interpretación. También veremos algunos puntos para aprender a manejar el fracaso.

    Primera parte:

    Las emociones nos engañan.

    En esta primera parte analizaremos cómo los sentimientos que sentimos, muchas veces son traicioneros y nos engañan, nos hacen sentir equivocadamente.

    Esta sección se la dedicaremos a un solo personaje. Este personaje es María Magdalena.

    Sí, las emociones nos engañan, nos ciegan y no nos dejan ver la situación como Dios quiere que la veamos.

    Capítulo 1

    A pesar de que seamos fuertes frente a las circunstancias que nos son adversas, no podremos controlar lo que sucede en nuestras vidas, pero si podemos seguir adelante a pesar de nuestro dolor y la incertidumbre de lo que estemos pasando en nuestro momento difícil.

    El dolor, el llanto y la pérdida.

    Lo que había pasado, era lo mejor para María Magdalena, pero su dolor no la dejaba entender.

    En su mente carnal solo podía recordar las últimas escenas de la cruz.

    Su voz no era la misma pensaba ella. Ella tenía en su mente el rostro ensangrentado de su maestro, los clavos, la multitud quien lo acusaba y aquel grito de sed que Jesús había hecho mientras colgaba de la cruz.

    Resonaba en su mente turbada, aquel grito de sed de su maestro.

    Ella se sentía culpable de no haber podido hacer nada por él.

    Tenía en su cabeza la imagen de un Cristo derrotado, un maestro vencido y condenado por su mismo pueblo.

    Fue un acontecimiento que ella nunca se esperaba de su maestro a quien ella tanto amaba.

    Ella había visto como su señor se desangraba por los latigazos.

    Había sufrido con él.

    Magdalena se sentía desecha, turbada y aunque su cuerpo estaba cansado, ya que los últimos tres días no había dormido, ella no quería irse a la casa como las demás ya habían hecho. Ella estaba frente al sepulcro buscando una respuesta que no encontraba y que según ella encontraría.

    Ella no comprendía por qué él se había dejado matar, si él tenía el poder sobre la muerte.

    Él tenía el poder decía ella entre sollozos a Salomé quien trataba de convencerla de que se fueran a casa. me quedaré vete, que quiero estar sola fueron las palabras de Magdalena a su amiga Salomé.

    Su cuerpo estaba caliente, sus ropas aún tenían manchas de sangres del día de la crucifixión. Sus ojos estaban caídos, su pelo estaba despeinado y caía sobre su rostro, y su mirada se perdía frente al sepulcro buscando una respuesta.

    Magdalena quería estar sola con su dolor. No quería ver a nadie, ni estar con el grupo. Solo quería llorar y tratar de comprender lo que le había pasado.

    ¿Por qué, por qué? decía ella ¿qué voy a hacer ahora? ¿A dónde iré? ¿Por qué tuvo que morir?"

    Capítulo 2

    Un alma que está turbada y cansada tiende a olvidar cosas.

    No te concentres en lo grande de tu dolor sino en lo que sí puedes hacer para seguir adelante. Trata de recordar dentro de ti lo bueno que te ha pasado y lo que has superado para llegar a donde estás. Solo siguiendo hacia delante podrás romper el círculo de tu dolor.

    El círculo del dolor.

    Ella tenía tantas preguntas sin respuestas, y su dolor era tan grande que había olvidado que Jesús era Dios, que él tenía el poder de levantarse de la tumba, como él mismo, ya en algunas ocasiones, había dicho. Ella no podía recordarlo, ni siquiera porque los ángeles se lo habían recordado.

    Su dolor superaba las respuestas, que Dios había enviado, para calmarla.

    Dios había movido la piedra con la intención, de que tanto ella, como las demás

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