Lecciones que no aprendí

Por Cristian García Hansen

Antes de nada, quiero que sepas que esto no es una historia de chico conoce a chica. Lo que vas a leer a continuación son historias que nunca llegaron a ser más que eso. Cada una de ellas no tiene nada que ver con la anterior y cualquier parecido con la realidad puede ser pura coincidencia. Sobre todo, por ti.

• Idioma: Español
• Editorial: Universo de Letras
• Fecha de lanzamiento: 2 sept 2022
• ISBN: 9788419390035

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Como en una montaña rusa

Dicen que la vida es una montaña rusa. Y ojalá sea así. Subidas y bajadas con poco control y, sobre todo, con destino final. En cambio, otros viven en una noria dando vueltas sobre su eje en una misma dirección. Un bucle infinito.

Lo siento por ti si estás leyendo esto y te gustan las norias. Tienen su encanto, nadie lo niega, pero es incomparable. Girar sin parar, aunque con buenas vistas, no se puede comparar con lo que te hace sentir una montaña rusa; cosquillas en el estómago, el corazón a punto de salirse, cuando no sabes si lo que tienes dentro es miedo, entusiasmo o todo a la vez. El vértigo, el riesgo, o tocas el cielo con la punta de los dedos, o te das la hostia de tu vida.

No sabemos si reír, llorar o todo a la vez. Esas sensaciones las hemos vivido todos: nuestra primera cita, ese primer beso o aquel roce intencionado acompañado de una sonrisa nerviosa.

Dicen que la vida es una montaña rusa y ojalá sea así, pero ten en cuenta que esos cambios de ritmo se traducen en lecciones. Puede que a veces llegue a marear, pero ¿no crees que la adrenalina sentida al borde del precipicio merece la pena? Ya te contesto yo: «Siempre merece la pena atreverse».

Pasa página

«Pasa página», te dicen, como si no fueras cada palabra escrita. Hice lo que me aconsejaron. Sin dejarme ni un solo punto del guion no escrito sobre cómo olvidarte. Al fin y al cabo, todos tenemos experiencias e intentamos aconsejar de la mejor manera a quien queremos. ¿Sabes qué es lo que pasa? Que eres única y te he perdido. Y, por desgracia, no hay manera de hacer que vuelvas.

Pero déjame contarte algo: anoche salí con mis amigos. Volvía a mi ciudad tras varios meses en Madrid y conocí unas chicas. Te imaginarás por dónde van los tiros. Te busco en cada una de ellas. Siempre cedo con la esperanza de hacerte desaparecer