Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Terapia ocupacional y pragmatismo: Contribuciones teóricas para la práctica
Terapia ocupacional y pragmatismo: Contribuciones teóricas para la práctica
Terapia ocupacional y pragmatismo: Contribuciones teóricas para la práctica
Libro electrónico291 páginas4 horas

Terapia ocupacional y pragmatismo: Contribuciones teóricas para la práctica

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Históricamente la terapia ocupacional ha tenido dificultades para reconocerse como una disciplina académica y científica. Esto se ha generado, en parte, por un desconocimiento de sus bases epistemológicas y teóricas centrales y por la carencia de una reflexión crítica y constante sobre su práctica clínica y profesional. Es por ello que este libro propone "rescatar" algunas de esas bases teóricas que, pese a haber sustentado el desarrollo inicial de la disciplina, no han sido ampliamente reconocidas por la comunidad de terapeutas ocupacionales, como es el caso del pragmatismo clásico. Aunque existen algunas publicaciones en artículos anglosajones que han problematizado este aspecto, ninguna elabora una propuesta conceptual y teórica particular para terapeutas ocupacionales. Así, este libro recoge a los principales exponentes del pragmatismo clásico que han sido fundamentales para la edificación de la terapia ocupacional, y realiza un análisis de sus aportes iniciales y potenciales a la profesión. De esta manera, se presentan los aportes al conocimiento de William James, Charles Peirce, John Dewey y George Mead, los cuales pueden ser de utilidad tanto para estudiantes en formación como para terapeutas ocupacionales. Finalmente, este libro propone la comprensión del pragmatismo clásico como herramienta que permite identificar elementos epistemológicos que aportan al desarrollo, la investigación, la práctica y la comprensión de la terapia ocupacional en el día de hoy.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento4 ago 2022
ISBN9789561128477
Terapia ocupacional y pragmatismo: Contribuciones teóricas para la práctica

Relacionado con Terapia ocupacional y pragmatismo

Libros electrónicos relacionados

Psicología para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Terapia ocupacional y pragmatismo

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Terapia ocupacional y pragmatismo - Rodolfo Morrison Jara

    CAPÍTULO I

    ¿REFLEXIONES EPISTEMOLÓGICAS EN TERAPIA OCUPACIONAL?

    En este primer capítulo se exponen tres aspectos relevantes para la comprensión del espíritu del texto. Primero, se explicita qué sentido podrían tener la filosofía y la epistemología en la terapia ocupacional, con el objeto de dar un contexto general y una conceptualización atingente para la profesión. Segundo, se plantea un argumento respecto a la necesidad de reflexionar en torno a los fundamentos epistemológicos y filosóficos iniciales de la profesión, principalmente basado en los argumentos de Estelle Breines, y sobre cómo este ejercicio podría enriquecer el desarrollo y práctica de la disciplina. Y tercero, se rescata una propuesta de análisis, denominada filosofía de la ocupación humana, que podría operar como un marco delimitador respecto a las reflexiones epistemológicas de la terapia ocupacional¹.

    Una breve aproximación a la filosofía y a la epistemología: ¿son temas relevantes para la terapia ocupacional?

    La terapia ocupacional tiene la gran tarea de aprender de su historia

    E

    LIZABETH

    Y

    ERXA

    ²

    Dos de las más prestigiosas terapeutas ocupacionales de Estados Unidos han postulado la necesidad de revisar la historia disciplinar. Primero, Nedra Gillette (1973) realiza una invitación a mirar al pasado para reconocer la razón de la existencia de la terapia ocupacional. Y, dos décadas después, Elizabeth Yerxa (1992) propone algo similar, al referir que el y la terapeuta ocupacional deben aprender de la historia de la profesión para no perder el sentido de su práctica. ¿Por qué harían hincapié en esto? Ambas referencias implican remirar la historia para comprender los fundamentos disciplinares, ¿pero por qué esto sería necesario?, ¿es que la terapia ocupacional no posee claridad respecto a sus bases fundacionales?, ¿se vería afectado el desempeño profesional si se practica la disciplina sin tener claridad respecto a las teorías básicas que dieron cuerpo a la profesión? Al parecer, sí.

    Es por lo anterior que el rescate de la filosofía y la epistemología básica original de la terapia ocupacional podrá proveer de una base sólida de conocimientos que permitan ejercer la práctica profesional, teniendo claro conocimiento sobre los elementos constitutivos y, por ende, de los fines, de la disciplina.

    Pero, antes de profundizar en este argumento, es necesario realizar una breve propuesta de conceptualización sobre qué podemos entender con filosofía y epistemología, de manera que estudiantes de pregrado o sin formación en el tema comprendan a qué se hace referencia con estos conceptos. Lo anterior, ya que existen tantas definiciones de filosofía y epistemología como campos en los que se aplican, por lo que intentaré desarrollar un concepto pertinente y oportuno para la terapia ocupacional.

    Así, una vez delimitada esta posición se dará paso a un reflexionar sobre la pertinencia de estos elementos en la terapia ocupacional. Posteriormente, se plantea que una de las grandes problemáticas de la disciplina ha sido la carencia de reflexión sobre estas temáticas, lo que ha impactado en la manera de comprender la teoría y la práctica, considerándose aspectos separados del ejercicio profesional, pero que en realidad nunca lo han estado.

    Un breve concepto de filosofía y epistemología para la terapia ocupacional

    Puede comprenderse a la filosofía como el estudio y la reflexión de diferentes materias relacionadas con los seres humanos: desde la existencia propia, la mente, pasando por la verdad, el conocimiento, llegando a la belleza o la justicia, entre otras muchas posibilidades. Según señalaba Sócrates, correspondería a la búsqueda de respuestas que distinguen el universo del ser humano (Giannini, 2005).

    A pesar de que en sus inicios la filosofía involucraba de manera inexorable reflexiones vinculadas a la mitología y a la religión, logró distinguirse de estos campos por criticar el conocimiento en sí, no dando nada por supuesto o predefinido, cuestionando los fenómenos que daban cuenta de los mitos, ampliando, a la vez que diversificando, su campo de reflexión (Giannini, 2005). También se diferencia de la ciencia, a la que se la considera como una de sus ramificaciones (aunque por muchos años se entendían como parte de una misma disciplina), debido a sus métodos (De Azcárraga, 2003). La ciencia, entonces, difiere de la filosofía debido a que busca probar empíricamente una serie de postulados o tesis, o bien acercarse a verdades desconocidas pero bajo ciertos preceptos metodológicos, a saber cualitativos, cuantitativos o mixtos (Hernández, Fernández y Baptista, 2006).

    Por otro lado, la filosofía, al ser la madre de todas las disciplinas, presenta una dificultad para ser considerada de manera aislada. De hecho, se entiende que al ser parte de variadas actividades humanas, como la política, la ética y la misma ciencia, no es casualidad que grandes personas en dichos ámbitos sean destacadas en filosofía (Edelsztein, 2012; Rullmann y Schlegel, 2004). De este modo, debido a la diversidad de temas que trata, existen ramificaciones que buscan reflexionar sobre diferentes temáticas específicas. Por ejemplo, la metafísica se ocupa de estudiar las nociones que se tienen sobre el mundo, el ser, los objetos, el tiempo, etcétera. Es decir, se entiende como la Filosofía primera, al encargarse del análisis de conceptos abstractos, una filosofía que estudia lo que está más allá de lo físico (Najmanovich, 2010). Otro ejemplo es el de la ontología, que se distingue como una derivación más particular que busca comprender o analizar lo existente o lo que está entre nosotros, el ente y sus distintas manifestaciones (Lavelle, 1966); o la gnoseología, que estudia el origen y los límites del conocimiento humano. Así también, otra subcategoría muy relevante es la epistemología.

    Pero, antes de referirnos a ella, es importante señalar que no solo se denomina filosofía al estudio de algún problema relevante de la humanidad, sino también a sus respectivas respuestas y postulados (Najmanovich, 2010). Es así como podemos hablar de la filosofía de Platón o la filosofía de Hypatia; o bien de la filosofía pragmatista o de la filosofía de Jane Addams. Desde esta mirada, la filosofía reuniría una serie de postulados y principios que caracterizan de una manera particular una forma de pensar o de referir al mundo.

    Ahora bien, volviendo a la epistemología, es preciso señalar que surge de una distinción particular del conocimiento. Al existir diferentes tipos de conocimiento desde el sentido común, lo religioso, lo místico, hasta lo filosófico o científico, en la antigua Grecia se distinguió el conocimiento basado solo en la opinión –doxa–, de aquel reflexivo y focalizado en lo racional –episteme–(Najmanovich, 2010; Ortega, 2002). De este último deriva el concepto epistemología.

    La epistemología es una disciplina que estudia el conocimiento: ¿qué significa conocer?, ¿cuáles son sus límites? o ¿cuáles son las fuentes del conocimiento?, son preguntas que guían la reflexión en este campo (Bunge, 2004, 2005; Leff, 2004). Respecto a su etimología, proviene del vocablo griego episteme, que significa inteligencia, conocimiento, saber, y del vocablo logos, que significa estudio o ciencia; y, como se ha señalado, difiere del término doxa, que significa opinión, o un saber desde el sentido común, sin una reflexión crítica al respecto (Marcos, 2010).

    De esta manera, la epistemología surge de la necesidad de explicar el mundo, y se considera su punto de partida en la conformación de la polis en Grecia (entre los siglos

    VII

    y

    VI

    a. C.). Por ello, fue necesario desarrollar el arte de la oratoria en la conversación, perfeccionando las estrategias para argumentar dentro de la democracia³. Argumentar y discutir pasan a formar parte de las ocupaciones más relevantes de los ciudadanos griegos. De esta forma se desarrolló el logos, que corresponde a la razón, al discurso y, por ende, se estrechan las relaciones entre argumentos sólidos y la política (Ortega, 2002).

    Sin embargo, sucede que ni la razón ni los argumentos explicados de manera sencilla dan abasto en las arduas discusiones. Se hace necesario entonces desarrollar nuevas estrategias para convencer a los adversarios. De ahí que la retórica irrumpiese como el arte de emplear el discurso para convencer sobre algún argumento y fuese utilizada principalmente por los sofistas⁴ (Najmanovich,

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1