Ejercicios Parramón. Drapeados

Por Equipo Parramón Paidotribo

Con EJERCICIOS PARRAMÓN se ofrece al público una colección abierta de títulos destinados a la práctica del dibujo y la pintura. Cada volumen se dedica a un tema (paisaje, bodegón, figura, etc.) o a una técnica (óleo, acuarela, pastel, etc.), y presenta un conjunto de ejercicios variados, desarrollados por diferentes profesores.
La foto del modelo para pintar, una introducción a cada ejercicio, un cuadro de los distintos materiales que se necesitan para su desarrollo y una secuencia de fotografías comentadas de todo el proceso constituyen el esquema de cada motivo propuesto.
Una introducción sobre el asunto objeto de cada título y unos consejos prácticos sobre la materia que se presenta van a ser, sin duda, una de las mayores ayudas para la persona que quiera dominar el arte y la técnica de la pintura.

• Idioma: Español
• Editorial: Parramón Paidotribo
• Fecha de lanzamiento: 21 jun 2022
• ISBN: 9788434244085

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INTRODUCCIÓN

Pintar drapeados implica un conocimiento profundo del claroscuro, pues se trata de plasmar los distintos planos que se forman en la tela al adquirir ésta un volumen y recibir la luz de modo desigual en cada una de sus partes.

Históricamente, la representación de drapeados se remonta a los inicios de la pintura. El tema del desnudo ha resultado un mito en este arte, si bien en ocasiones la represión y la censura religiosa exigían cubrir el cuerpo con túnicas y ropajes. Esto originó verdaderas obras maestras basadas en los drapeados y los vestuarios, tanto sencillos como recargados, que presentaban los personajes cubiertos, independientemente de su contexto: religioso, mitológico o pagano.

Se trata de uno de los temas de estudio sobre luz y sombra más frecuentes desde la Antigüedad. Ya en la Edad Media, debido a la influencia que ejercía la Iglesia sobre el mundo del arte, se representaban imágenes de santos y otros personajes bíblicos envueltos en amplias túnicas, las cuales al caer sobre el cuerpo establecían curiosos claroscuros y pliegues diversos que daban a entender la actitud y los gestos de la figura que había debajo.

Las formas que establece una tela al plegarse dependen del hilo que la compone; algunas son muy rígidas y acartonadas, otras son suaves y viscosas como la seda o el raso. La naturaleza de una tela condiciona por entero el efecto del drapeado; la rigidez proporciona planos muy rectos y marcados, mientras que las telas suaves suelen caer en forma de ondas. La textura es también muy distinta según el tipo de tela: las hay mates como el terciopelo, que produce pocos contrastes de luz y sombra por su rugosidad; sedosas, que son verdaderos ejemplos de luz y destellos, pues brillan y forman reflejos debido a su superficie satinada, etcétera.

EJERCICIO 1

UNA SÁBANA CON CAÍDA

(carboncillo)

Un ejercicio sencillo para empezar a practicar con ropajes consiste en tender una sábana blanca y observar su caída y la distribución de sus pliegues. No hay ningún elemento interior, por lo