Po/éticas afectivas: Apuntes para una re-educación sentimental
Por Vir Cano
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Po/éticas afectivas - Vir Cano
Po/éticas afectivas
Po/éticas afectivas
Apuntes para una re-educación sentimental
Vir Cano
©2022, RCP S.A.
©2022, Vir Cano
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna, ni por ningún medio, ya sea eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopias, sin permiso previo del editor y/o autor.
ISBN 978-950-556-877-2
Hecho el depósito que marca la ley 11.723
Diseño y diagramación del interior y de tapa: Pablo Alarcón | Cerúleo
Fotografía de Sebastián Freire
Primera edición en formato digital: junio de 2022
Versión: 1.0
Digitalización: Proyecto 451
Índice
Notas para el desconcierto
A modo de palabras introductorias
1. Ponete pill@, Somos muchxs
El niño enamorado y la niña promiscua
El silencio interrumpido
Besos lesbianos y eróticas fugitivas
Huellas textuales
2. Error 404 Machos not found
Recortes corporales
Pasiones viriles
Bellas masculinidades
Huellas textuales
3. Necesitamos construir una alegría que no sea heteronormativa
Des/amores invisibles
Afecciones post-pandémicas
Placer y dolor
Amor y peligro
Huellas textuales
4. Desconfiá de quien no se conmueve
La melancolía de los números
Duelos colectivos y cicatrices compartidas
La muerte de la enredadera
Huellas textuales
Tartamudeos para sobre-vivir y morir en este mundo
Epílogo. Testimoniar lo (im)propio, por Catalina Trebisacce
Fuentes
Agradecimientos
a mis amigas,
por el amor.
a mi enredadera,
por la inspiración.
Notas para el desconcierto
En este texto se encontrarán diseminadas múltiples y variadas declinaciones que harán uso itinerante de la a
, la e
, la x
, la @
y la #
. El uso mixturado y no reglado del género escritural es, a expensas de la incomodidad de muchxs lectores, una manera de cortocircuitar la normatividad gramatical, de llamar la atención sobre los modos inventivos de intervenir en las políticas del lenguaje. Romper con el uso del genérico-masculino que asedia a una parte importante de las producciones teórico-textuales, especialmente las académicas, es un ejercicio cotidiano y colectivo del que se hace eco este libro, a la vez que intenta contribuir a la proliferación promiscua y huidiza de los modos de nombrarnos y de producir relatos.
Si este uso prolífico y desprolijo de la gramática molesta, obstaculiza, ralentiza o interrumpe la lectura fluida del texto, es porque se han alterado o suspendido las expectativas narrativas de le lectore. La incomodidad, lejos de ser algo a rehuir, puede ser una experiencia desde la que pensar, tensar, inquietar, sospechar, señalar y atender a algo que de otro modo pasaría inadvertido. Que cueste leer estas declinaciones, que no se sepa bien qué quieren decir o por qué fluctúan sin norma aparente, es parte de la práctica y la propuesta de desandar los modos lingüísticos (y existenciales) aprendidos. De re-inventarnos en los textos, en las palabras y en las narraciones.
En todo caso, las x
, las @
, las a
y las demás marcas-lingüísticas que se diseminan en estos escritos se presentan como las encarnaciones textuales de una escritura que no pretende hablar por todos
, o desde cualquier o ninguna parte. Estas marcaciones inscriben las huellas de la singularidad im/propia de quien escribe, y se hacen eco —más no representante— de otrxs y otres sin los cuales no podría siquiera empezar a decir, pensar, narrar, dudar, fantasear. Tod#s tenemos mucho que desaprender y que reinventar, porque hay allí, en los pliegues de nuestro presente y en el por-venir, mil pequeñas lenguas contorsionando-se, ensayando otros modos de narrarnos y de fantasearnos a nosotrxs mismxs. Espero que este texto se sume a estos esfuerzos y anime el ardor de otras narraciones y otros mundos, más plurales, más fluidos, más hospitalarios, más fugitivos, más inaprensibles.
A modo de palabras introductorias
"Los discursos filosóficos hegemónicos no se contaminan con la carne, la transpiración, el semen, la menstruación, la saliva, la mierda, las lágrimas. Esa parte de la identidad de los autores se esconde. Una autobiografía, en cambio, habilita a explorar recintos secretos de una misma y a hacerlos públicos. (...)
Ahora bien, ¿por qué hablo? Tal vez porque los espectros me pesaban demasi
ado y no podía seguir sosteniéndolos sola, necesitaba compartirlos. También porque considero que mis vivencias pueden tener resonancia en otros seres. Si se produce la comunicación, algo se transforma. Hacer público lo íntimo, si bien tiene sus imprecisos peligros, alivia cargas".
ESTHER DIAZ, FILÓSOFA PUNK. UNA MEMORIA.
"Demoler los afectos es, entonces,
cambiar la lógica de la acción."
CECILIA MACÓN, DESAFIAR EL SENTIR.
FEMINISMOS, HISTORIA Y REBELIÓN.
A continuación, presento a lxs lectores, un diario filosófico, una serie de ensayos basados en la re-creación teórico ficcional de la propia vida, unas memorias dispersas, especies de heréticas y contaminadas reflexiones de unx filósofx, garabatos conceptuales que buscan pensar y movilizar la ampliación de nuestros afectos y las redes de precariedad compartida que se tejen en torno a (y a través de) ellos. Ningún recorrido vital, ninguna cicatriz y ninguna alegría es igual a la otra; aun así, hay nudos comunes en nuestras experiencias y biografías que nos permiten cartografiar mapas para tramar estrategias colectivas y provisorias con las que inventar torsiones sentimentales en las imperantes políticas erótico-afectivas.
Lo personal es político
, venimos repitiendo desde hace años, llamándonos a una revisión individual y colectiva de nuestras prácticas cotidianas, de los modos de afectarnos y relacionarnos con lxs otrxs, de entablar vínculos sexuales, afectivos, económicos, intelectuales, de cuidados, amistosos, políticos… y en eso estamos. No diría que con paso firme, ni lineal, pero sí a tropezones y balbuceos. Repensar nuestra educación afectiva y sexual constituye una pieza clave si queremos desandar, minimizar, alterar o incluso solo anestesiar algunas de las heridas y las cicatrices que nos atraviesan y que no queremos ni tenemos por qué negar. Convivir hospitalariamente con las propias contradicciones y tensiones es fundamental a la hora de atender a la complejidad que anida en cada unx de nosotrxs, es también quizás la manera de ser cuidadosxs y amorosxs con unx mismx y con lxs demás.
Puede ser ingrato tener que vivir en un mundo cuyo orden de cosas jamás nadie nos consultó y cuyo sostenimiento, sin embargo, requiere de nuestra participación cotidiana, de nuestra labor activa y minuciosa, aunque no por ello reflexiva o consciente. Por ello, nos urge des-precarizarnos afectiva y políticamente, quitarnos algo de los miedos, de las miopías, de las constricciones y de las mezquindades que han sido estratégicamente instaladas para (y en) cada unx de nosotrxs. Por eso no es menor la tarea de atender a esos detalles y pequeños movimientos existenciales que —junto a las instituciones y los grandes dispositivos de poder-saber-placer-dolor— sostienen o disputan, refuerzan u horadan, rigidizan o distienden las maneras disponibles de ser —y estar— en el mundo.
Este trabajo sobre nosotres mismes supone no sólo el desafío de ampliar nuestra imaginación amorosa, erótica y política, sino también el duro y contradictorio ejercicio de revisar nuestras biografías y recorridos vitales. Aprender una ética que no imponga valores universales a les otres, pero que tampoco asuma que