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Platón Para Principantes: Vinda, Pensamiento Y Obra Del Gran Filósofo
Platón Para Principantes: Vinda, Pensamiento Y Obra Del Gran Filósofo
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Libro electrónico94 páginas1 hora

Platón Para Principantes: Vinda, Pensamiento Y Obra Del Gran Filósofo

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La serie ”Encuentros Filosóficos” pretende presentar al público no especializado la vida, el pensamiento y las obras de los más grandes filósofos de la historia. Los temas se tratan con un lenguaje sencillo pero riguroso, básicamente apto para cualquier persona. El objetivo es brindar al lector las herramientas cognitivas esenciales para comprender los rasgos fundamentales de las obras del autor en cuestión, así como las reflexiones producidas sobre los autores que le sucedieron. En este número presentaremos el pensamiento de Platón: la teoría de las ideas, las teorías políticas, el conocimiento, la dialéctica, el arte, la retórica, el amor y algunos de sus mitos más famosos, como el de la caverna y el de el carro alado.
IdiomaEspañol
EditorialTektime
Fecha de lanzamiento18 mar 2022
ISBN9788835436584
Platón Para Principantes: Vinda, Pensamiento Y Obra Del Gran Filósofo

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    Platón Para Principantes - ENRICO VALENTE

    1. INTRODUCCIÓN

    Presentar a Platón, y sobre todo conseguir hacerlo de forma concisa, es una tarea cuanto menos difícil, porque en él reconocemos al que probablemente fue el filósofo más importante e influyente de la antigüedad. Sus ideas y teorías serían los temas que tendrían que tratar prácticamente todos los pensadores que vinieron después. Y lo harán para criticarlo, para superarlo, para exaltarlo, para validar sus propias ideas o para criticar las de los demás. Por ello, ningún estudioso que quiera emprender el largo viaje de la historia de la filosofía puede ignorar su pensamiento.

    Para entender a Platón desde el punto de vista filosófico, debemos partir de dos importantes premisas. La primera es que su pensamiento se caracteriza por una intención básica, una necesidad imperiosa, es decir, el deseo de eliminar todo rastro del relativismo tan querido por los sofistas, que, al negar cualquier punto de vista estable de las cosas, impedía la certeza del conocimiento y del lenguaje y delegaba en la ley del más fuerte la tarea de establecer lo que era verdadero y lo que era falso, lo que era correcto y lo que, en cambio, era incorrecto. Platón tiene el mérito de haber inaugurado el concepto de alma racional que, al regularse sobre el principio de no contradicción, fija la univocidad de los significados, sustrayéndolos a esa oscilación de sentido expresada por un lenguaje simbólico que dificulta el desarrollo del pensamiento estructurado, un discurso articulado en definiciones estables y universales, un lenguaje que pretende eliminar toda ambigüedad, todo riesgo de malentendido e incomprensión. Por eso aún hoy decimos que Platón es el padre de la gramática y el fundador de la metafísica y del pensamiento filosófico occidental.

    La segunda premisa es que no podemos ignorar el marco histórico en el que se configura su pensamiento. Estamos hablando de la profunda crisis política y cultural que afectó a los años de su juventud. La derrota de Atenas en la Guerra del Peloponeso, la nefasta experiencia del experimento aristocrático de los Treinta Tiranos, la vuelta a una democracia que pronto resultó tan decepcionante que se manchó con la sangre de Sócrates. Una decadencia sociopolítica, pero no exclusivamente, pues para Platón la crisis afecta también al hombre en su totalidad: en sus aspectos culturales, en sus valores, en su ser ciudadano. Una vez adquirida esta espeluznante conciencia, el filósofo ateniense dirigirá todos sus esfuerzos a intentar desencadenar una profunda renovación ética del hombre en nombre de la virtud, la justicia y el bien común, en definitiva, lo que propondrá es una reforma global de la existencia humana.

    El platonismo tiene, pues, una pretensión totalizadora. Platón no pretende dar una respuesta a cuestiones individuales, a campos individuales de la vida y del conocimiento, como han hecho todos los filósofos que le han precedido. No hay rama del conocimiento que no esté contemplada en su filosofía. Platón se ocupa de cuestiones filosóficas y también religiosas, éticas, políticas, lingüísticas y artísticas. Su filosofía elabora teorías en todos los campos, en el del conocimiento, en el de la ética, la política, el arte, el cosmos, etc. A pesar de ello, la política sigue siendo el principal objetivo, la mayor exigencia de su filosofía. La búsqueda del bien colectivo es el objetivo de todos sus esfuerzos. Para Platón, la injusticia nunca terminará hasta que los filósofos dirijan el Estado. Este es el núcleo de sus teorías políticas. Por eso criticará cualquier otra forma de gobierno, la tiranía, la timocracia e incluso la democracia, que han demostrado ser, a sus ojos, totalmente inadecuadas para establecer un estado justo.

    Un hombre nuevo para una política nueva, una política nueva para un hombre nuevo. Este podría ser su lema y el objetivo de su filosofía. Por ello, Platón pondrá su genio al servicio de la comunidad durante toda su vida. Su mayor obra maestra, el diálogo de la República, se convirtió en la primera obra de la antigüedad en la que se crea un proyecto de estado ideal y utópico. Pero, a pesar de sus loables intenciones, nunca encontraría a nadie dispuesto a poner a prueba sus teorías sobre el Estado y el declive de las polis griegas resultaría dramáticamente imparable.

    2. LA VIDA

    En su Cronología, Apolodoro de Atenas fijó la fecha de nacimiento de Platón en la 88ª Olimpiada, en el séptimo día del mes Targellón, es decir, a finales de mayo del 428 a.C.

    Platón nació en Atenas de padres aristócratas: su padre, Aristóteles, le impuso el nombre de su abuelo Aristocles (aunque según el propio Diógenes Laërtius existe una leyenda sobre su nacimiento que dice que el filósofo era en realidad hijo del dios Apolo). Fue su profesor de gimnasia el que le llamó en broma Platón (del griego πλατύς, platýs, que significa ancho o amplio), dada la anchura de sus hombros. De hecho, Platón practicaba el pancracio, una especie de lucha y boxeo combinados. Según otros, el nombre se debía a la anchura de su frente.

    Desde muy joven, Platón se distinguió por su agudo intelecto y su prodigiosa memoria. Su formación, al menos al principio, fue principalmente artística. Estudió música, pintura y literatura, destacando sobre todo en la composición poética y dramática. Ya en su juventud entró en contacto con la filosofía, como demuestra el hecho de que tuviera a Cratylus entre sus maestros (él mismo alumno de Heráclito, a quien dedicó un diálogo).

    Su encuentro con Sócrates fue fundamental y tuvo una influencia decisiva en su pensamiento. Platón se mantuvo fiel a su maestro durante toda su vida, hasta el punto de que se convirtió en el único punto de referencia para los filósofos (su devoción era tal que en muchos de sus escritos la figura del maestro estaba casi idealizada). Toda su producción, lejos de componerse en un sistema, pretendía ser una continua interpretación en profundidad de la especulación filosófica del maestro (podemos decir, pues, que si Sócrates plantó la semilla, Platón cuidó e hizo crecer la planta).

    Sin embargo, Sócrates, tras el paréntesis del gobierno oligárquico y pro-espartano de los Treinta Tiranos, fue acusado por el nuevo gobierno demócrata de impiedad (se decía que había inventado nuevos dioses) y de corrupción de la juventud y condenado a muerte en el año 399 a.C. (en la Apología de Sócrates el estudiante describió el juicio del maestro, pronunció su defensa, denunció la falsedad de

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