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¿Has Pensado Tú?
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Libro electrónico220 páginas1 hora

¿Has Pensado Tú?

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Información de este libro electrónico

Es un libro que trata de reconocer, que nosotros no nos hicimos a nosotros mismo. Que fuimos creados por un Dios maravilloso, quien nos hizo muy parecido a Él. Que todo lo que existe debajo de esta Vida Láctea, viene de las manos de nuestro Señor Jesucristo, nuestro Supremo Creador.

Que el hombre no puede crear nada nuevo. Simplemente combinar la materia existente en la naturaleza, como lo dijera el Sabio Salomón, inspirado por el Espíritu Santo. Que morimos: Como consecuencia del pecado heredado de nuestros primeros padres: Adam y Eva. Pero que tenemos la esperanza de la vida eterna, en la muerte y resurrección de nuestro señor Jesucristo, aceptándolo como nuestro salvador personal y nuestro amigo verdadero… que nadie puede salvarse así mismo, solo por la aceptación de la sangre derramada del supremo cordero… Cristo Jesús… somos los seres humanos salvados y perdonados con la Esperanza maravillosa de vivir con Él, por el resto sin fin de la alegre eternidad.

El autor
Manuel Leonor
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento26 mar 2019
ISBN9781506527970
¿Has Pensado Tú?
Autor

Manuel Leonor

Nacido en una de las isla tropicales caribeñas más hermosa y alegres del planeta: “Quisqueya”, llamada así, por sus originarios habitantes: los Tainos; pero que luego sería conocida universalmente como La Hispaniola, después del Hito Histórico del descubrimiento del Nuevo Mundo, por el visionario navegante genovés: Cristóbal Colon. Nace nuestro poeta en la perla del sur, Barahona, República Dominicana, un día 30 de octubre del año 1949. Hijo del también poeta y empresario don Manuel Altagracia Leonor y la señora Eumerquilea Mariano. Alfabetizado por la distinguida educadora Doña Altagracia Medina, Doña Kuka, madre de una pléyade de distinguidos profesionales Barahoneros. Sus estudios primarios los realizo en una escuela de la iglesia Adventista Central de Barahona. Sus estudios secundarios los realizo en el colegio Barney Morgan, donde finaliza sus estudios secundarios graduándose de Bachiller en Filosofía y Letras es de los primeros graduados de la universidad O & M en Santo Domingo de Guzmán en los años 70, en el are de mercadotecnia. Desde el 1976 reside en los Estados Unidos de América donde ha desarrollado su vida poética. Todos sus poemas son inéditos. Querido y apreciado lector, nunca es tarde para realizar tus sueños y tus metas. Mantente como un soldado en pie de guerra y combate, aun contra la vida misma, si esta te reta; contra aquellos que dudan de ti, contra aquellos que no quieren ver realizar tus metas. Somos hijos de Dios por medio de Jesucristo, por tanto dijo el gran Apóstol Pablo, “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Nunca desistas de tus sueños aunque te halles atrapado dentro de los tuneles grises de la agobiante duda. Aunque el horizonte se vea negro, sigue el camino de los triunfadores, porque tú, como criatura del Dios creador, eres un supremo ganador. Que la bendición del Padre, del Hijo, y del Espíritu sean contigo amigo lector. ¡Hoy y siempre!

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    ¿Has Pensado Tú? - Manuel Leonor

    Copyright © 2019 por Manuel Leonor.

    Número de Control de la Biblioteca del Congreso de EE. UU.:   2019901046

    ISBN:      Tapa Dura                     978-1-5065-2798-7

    Tapa Blanda                  978-1-5065-2799-4

                 Libro Electrónico        978-1-5065-2797-0

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no refle-jan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    Fecha de revisión: 20/03/2019

    Palibrio

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    650327

    ÍNDICE

    ¿Has pensado tú?

    Señor, con ojos eternos

    A mi padre

    A ti es a quien canto

    Abnegación

    Agradecimiento

    Alguien me preguntó

    Amén, Salvador mío

    Amor para el mundo

    Simiente prometida

    Ante un mundo tenaz

    ¿A qué me trajo Dios al mundo?

    Bendiga el Creador

    Bondad de Dios

    Brindis de gratitud

    Castellano mío

    Con perfección y amor

    Conoce el Evangelio

    ¡Constructor Infinito!

    Cosas tan humanas

    Creador y Salvador

    Cruzando la vía láctea

    Cuando niegas

    Cumpliendo tu misión

    David

    De eternidad a eternidad

    Definición de la Biblia

    Déjame que te cante

    Decision

    Dios, mi Dios

    El alba de tu presencia

    El amor de Dios I

    El amor de Dios II

    El cristiano

    El milagro de la conversión

    ¿En quién…?

    Encuentro

    Es un préstamo

    Esperanza

    De acuerdo a tus propósitos

    Esto es una guerra

    Gracias, mi Creador

    Grandiosa realidad

    Hay un ser especial

    ¡Hombre soy!

    Hoy canto para ti

    Hoy es el día

    Instrumento vivencial

    La invitación

    La obra maestra

    Las huellas del Creador

    Me levantó el Señor

    Mío es el reto

    Mirando al aquilón de la esperanza

    Multiplica tu amor

    Nada nuevo

    Nadie habla como tú

    ¿No es ya lo suficiente?

    Originales

    Perfecta trilogía

    Perfecta vida

    Plegaria

    Misterios del amor

    Me alegra

    La alegría

    Gotas de amor

    ¿Por qué temer?

    Por el camino de la eternidad

    Porque tú vives, mi Señor

    ¡Qué mundo tan perfecto!

    ¿Qué necesita el hombre?

    Qué bueno es haber nacido

    ¿Qué más evidencia…?

    ¿Quién puede superarte?

    ¿Quién soy?

    Recuerdo al Maestro

    Reflexión

    Solo en Jesús

    Somos sombras

    Tú eres el que reina (Soneto)

    Píntame la vida (Soneto)

    Soplo fugaz

    Su Palabra

    Tan profunda Mente

    Te conoce

    Tu verdad

    Tu perdón

    Tu presencia

    Tu primogénito

    Un amigo

    Un poema, Rey inmenso, he de cantarte

    Ven, Señor Jesús

    Y solo el Omnisciente

    ¿Y cómo no amarte?

    ¿Has pensado tú?

    ¿Has pensado tú, hombre que navegas

    Por la privilegiada ruta de los vivos,

    En la mayor y más grandiosa obra de ingeniería?

    ¿No te has preguntado alguna vez

    Por qué al mar bravío,

    recibiendo las amigables aguas de los ríos

    Que cual serpientes gigantescas se deslizan

    Por sus lechos escarpados,

    Aún estas no lo han podido saturar?

    ¿Lo has analizado con alma y corazón, amigo mío?

    La facultad que tiene el agua

    De tomar la forma del envase

    En que se encuentra… evaporarse

    Y elevarse

    A los espacios siderales una y mil veces

    Y volver a deleitarnos con sus gotas de rocío…

    ¿Quién dio límite a la mar

    Para mantenerse obedeciendo a sus fronteras?

    Que me lo digan los que defienden

    Las teorías inventadas por los hombres.

    Dímelo, tú amigo mío: ¿cómo pueden

    Los planetas con su peso extraordinario

    estar colgados de la nada?

    ¿Quién los dotó de sus magnéticas fuerzas

    para mantener el equilibrio de sus leyes?

    ¿Cómo puede influir la bella luna que admiramos

    sobre toda semilla que sembramos

    En la sonriente superficie de la tierra

    Si se encuentra a una distancia extraordinaria?

    Analiza, hombre pensante,

    Esas sencillas cosas que te digo

    Y pon tu corazón y tu conciencia.

    ¿Por qué nada nuevo hay bajo el sol?

    Eso dijo Salomón con toda autoridad,

    Y por la edad del ser humano así será

    Mientras pise firme la cara sonriente del planeta.

    Nada nuevo podrá el hombre crear:

    Perfecto fue hecho todo en gran manera

    Al salir de las manos del Creador.

    Por eso tiene celos nacidos de su vano orgullo

    El hombre y trata de tapar el vasto sol

    Con el simple pulgar derecho de su mano.

    Mientras el reloj del tiempo exista,

    Será criatura dependiente

    Del invisible oxígeno vivificante

    Que se mueve inquieto por la vida;

    De la luz del sol que lo sostiene

    Calentándole el alma y la existencia;

    Del agua misteriosa y juguetona

    Cuyas gotas están todas contadas,

    Y no ha faltado hasta la fecha una,

    Aunque sus ríos hayan tomado vacaciones.

    Hay que estar más que ciegos

    Para no admirar tantas bellezas

    Que despuntan por todas las esquinas del planeta.

    No te das cuenta… ¿qué más quieres?,

    Porque no hay ciego mayor que aquel que se niegue a ver

    Con los ojos del corazón y el alma el orden de los mundos

    Que Dios, nuestro Creador, logró establecer para nosotros.

    Hay que estar más que ciegos

    Para no asombrarnos de la disciplina de los amigos átomos:

    Cómo navegan los protones y los neutrones

    En su apasionante y misterioso

    Universo de energía.

    ¿Quiénes inventaron esas leyes

    Que gobiernan en esos elementos

    No manipulados por el hombre?

    El hombre… Sí… el hombre…

    Bien conoce sus limitaciones

    Al no poder crear ni una simple hoja

    Del más minúsculo de los árboles.

    Solo puede combinar las materias existentes

    En sus mezclas infinitas de laboratorio.

    El bípedo pensante es limitado,

    Por la elección aquella que todos conocemos;

    Por eso surge su terrible envidia,

    Porque naturalmente no es agradecido.

    Cuando chocamos con el tren del dolor,

    La muerte y las enfermedades terminales,

    Allí nos damos cuenta

    De que somos frágiles criaturas

    Por el terrible pecado limitadas.

    ¡Ay! El orgullo… cual una seda frágil,

    Muchas veces nos quita la visión,

    Nos engaña y nos ciega,

    Haciéndonos ingratos; nos pervierte.

    Llega aun nuestro Creador a arrepentirse

    De haber puesto al hombre aquí sobre la Tierra.

    Así quiere luego levantar su propio trono

    En el ego robusto de nuestros corazones.

    ¿Se pudo formar un orden armonioso

    De lo más vil del caos y el desorden?

    Somos criaturas sumamente inteligentes.

    En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

    Muéstrame tu flamante teoría

    Y te mostraré mi contundente realidad:

    El puente de San Francisco

    En la hermana California,

    El gran Golden Estate.

    ¿Se pudo haber hecho solo?

    ¿No hubo mentes pensantes

    Que todo aquello planeó

    Para que se levantara?

    Te hablo de cosas pequeñas que el hombre

    Puede ingeniar

    Pero, de las que hizo Dios,

    ¿Por qué tiene que dudar?

    Derrumbaron las torres

    En la ciudad de New York…

    Se ingeniaron ya proyectos

    Para a ellas superar.

    Sintió el hombre la ilusión

    De algún día poder volar:

    Observó al águila fiera

    Y a ella quiso imitar.

    ¿Logró el hombre remontar

    Adonde el águila nunca

    Jamás con las alas propias

    Y en sus intentos de vuelos

    Se asomara en su volar?

    Pasaron bastantes siglos

    Desde que Adán la nombró: Águila

    Generaciones vinieron…

    Generaciones pasaron…

    Coleccionó experimentos.

    Grandes teorías se inventaron,

    Hasta que un día su gran turno llegó,

    Y sorprendió al mundo entero.

    La gran noticia se dio:

    El hombre, en su águila mecánica,

    En la hermosa

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