Poco a poco una masa crítica sin una consciencia suficientemente despierta o en contacto con la verdad más orgánica, está llevando a cabo un cambio que aunque aparentemente tiene la mejor de las intenciones (o al menos una intención noble) nos está llevando en la dirección opuesta.
Esta masa crítica, sin saberlo, está siendo manipulada por el nuevo capitalismo verde y con ello me refiero a la creciente nueva tendencia vegana y, con ella, todas las tendencias sociales que aparentemente fueron nuestras causas 40 años atrás y que hoy se rifan, se prostituyen y se retroalimentan creando confusión de género, familia, comida, política, salud, paz, clima, medio ambiente y un largo etc.
Además esta tendencia considera comida las nuevas hamburguesas Beyond Meat, creadas en un laboratorio, así como una serie de sustancias desnaturalizadas… imitación de la comida cárnica y láctea, polvos con súper poderes y toda una serie de comestibles virtuales, alimentos transgénicos (propiedad de Monsanto). Se trata pues de una sociedad sin referentes ni valores que, a los ojos maquiavélicos de globalistas es una sociedad fácilmente o totalmente manipulable.
Está claro que todos los cada vez mayores apoyos en la comunicación, que hormiguean por doquier y que además son propiedad de los mismos tienen un único propósito: la confusión libertina necesaria para conseguir seguidores ciegos. Quien controla la prensa controla el mensaje, la información tiene dueño y lo han hecho de manera brillante.
Hemos dejado atrás la era de la sabiduría, con información profunda, reflexiva y con debate, donde se podía disertar y estar a favor o en oposición a lo establecido. En la época de la sabiduría, la experiencia vivida, contrastada con los hechos, nos llevó al discernimiento, al sentido común y la lógica aplastante. Al menos tú eras tú y tus ideas, y luchabas por