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Dios No Le Creo, Dio, Ni Dejó Libre Albedrío a Nadie Para Obedecerle
Dios No Le Creo, Dio, Ni Dejó Libre Albedrío a Nadie Para Obedecerle
Dios No Le Creo, Dio, Ni Dejó Libre Albedrío a Nadie Para Obedecerle
Libro electrónico210 páginas2 horas

Dios No Le Creo, Dio, Ni Dejó Libre Albedrío a Nadie Para Obedecerle

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Información de este libro electrónico

Sólo a Dios debemos obedecer para salvarnos

¿Sabes qué significa Libre albedrío?
¿Sabes quién lo creo y dónde fue creado?
¿Sabes por qué Dios le cambio el nombre a Lucero?
¿Conoces los nombres del enemigo?
¿Entiendes qué es ser sabio en su propia opinión?
¿Tienes conocimiento de qué es tomar la libertad como pretexto para hacer lo malo?
¿Sabes cuál es la Ley Real?
¿Sabes cuál es la Ley de la Libertad?
¿Conoces la Religión Pura y sin Mácula delante de Dios?
¿Sabes que hay dos padres en el mundo?
¿Sabes quién es tu padre?

El hecho que no creas, no cambia la verdad ni el curso de las cosas, sus consecuencias y el final de los incrédulos. El no creer te lleva sólo al lago de fuego.

Pero los creyentes reinarán con Cristo eternamente y para siempre.

- Dios manda a que le obedezcamos para que nos salvemos. ¡No a escoger obedecerle!
- El enemigo te manda a desobedecer, para que te pierdas.
- Y tú escoges desobedecer para satisfacer la carne.

Estos y otros puntos más están en este libro para enseñarnos a obedecer a Dios.
IdiomaEspañol
EditorialPalibrio
Fecha de lanzamiento1 sept 2018
ISBN9781463386009
Dios No Le Creo, Dio, Ni Dejó Libre Albedrío a Nadie Para Obedecerle

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    Vista previa del libro

    Dios No Le Creo, Dio, Ni Dejó Libre Albedrío a Nadie Para Obedecerle - Marcia Mosquera Matayoshi

    Copyright © 2018 por Marcia Mosquera Matayoshi.

    ISBN:                   Tapa Blanda                     978-1-4633-8599-6

                                 Libro Electrónico             978-1-4633-8600-9

    Todos los derechos reservados. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida o transmitida de cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación, o por cualquier sistema de almacenamiento y recuperación, sin permiso escrito del propietario del copyright.

    Las opiniones expresadas en este trabajo son exclusivas del autor y no reflejan necesariamente las opiniones del editor. La editorial se exime de cualquier responsabilidad derivada de las mismas.

    El texto Bíblico ha sido tomado de la versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina; © renovado 1988 Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso. Reina-Valera 1960™ es una marca registrada de la American Bible Society, y puede ser usada solamente bajo licencia.

    Fecha de revisión: 09/27/2018

    Palibrio LLC

    1663 Liberty Drive

    Suite 200

    Bloomington, IN 47403

    Objetivo y Propósito de éste libro:

    - Enseñarnos a seguir a Cristo.

    - Aprender a dejarnos guiar por el Espíritu Santo de Dios.

    - Y ayudarnos a vivir para Dios.

    Si pecaste, te equivocaste, te caíste, te perdiste, te confundiste, o retrocediste ¡yo lo hice también!

    Pero aquí estoy. Luchando todos los días para evitar pecar, y tratando día a día hacer la voluntad de mi Padre y Dios. Por eso, cuando peco, tengo que pedirle perdón a Dios y comprometerme a no cometer ese pecado más, porque si no, mi pecado no fue perdonado. ¡Nadie engaña a Dios!

    Cuando Dios perdona, olvida las ofensas/delitos/pecados, y ya no se acuerda más de ellos.

    Esos pecados que me han sido perdonados, no pueden ser usados en mi contra, porque Mi Padre y Dios ya me; perdonó, echó en lo profundo del mar esos pecados y se olvidó de ellos.

    Miqueas 7:18-19

    18   ¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia.

    19   El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados.Isaías 44:22

    22   Yo deshice como una nube tus rebeliones, y como niebla tus pecados; vuélvete a mí, porque yo te redimí.

    Mas, sin embargo, si vuelvo a cometer ese mismo pecado, seré reincidente, porque cometí ese pecado; una y otra, y otra, vez … y esos pecados serán pruebas en mi contra en el juicio final.

    Jeremías 15:6

    6   Tú me dejaste, dice Jehová; te volviste atrás; por tanto, yo extenderé sobre ti mi mano y te destruiré; estoy cansado de arrepentirme.

    Esta es una batalla diaria que tenemos que ganar.

    Sé que mi tratar y esforzarme en obedecerle, le agrada, y mi obediencia lo hace reír. Haz tú lo mismo y te irá bien.

    Tratemos de hacer feliz a Dios, y evitemos hacer llorar a Nuestro Señor Jesucristo, porque Él sufre cuando pecamos. Pero ríe cuando obedecemos al Padre.

    Perdónenme cualquier error ortográfico, o de cualquier índole en la escritura, mas ¡no por el contenido porque el mensaje es dado Dios!

    Oración:

    Señor ayude a todos los lectores a entender y comprender Su mensaje, para que puedan creer, sigan a Cristo, sean obedientes a Usted y se salven. Amén.

    INTRODUCCION:

    Por mucho tiempo, me encerraba en la recámara o en el baño de la casa, y lloraba sin cesar.

    El sentimiento que me invadía era muy doloroso, grande y profundo, tanto que sentía como si algo me quemaba por dentro.

    Lloraba tanto, pero tanto, hasta quedar agotada, porque mi mente, alma y todo mi ser, rechazaban el libre albedrío sobre mí.

    Hablaba con Dios, y le decía:

    Padre, yo no quiero ese libre albedrío que Usted me da, y se lo devuelvo, porque yo no quiero hacer lo que yo quiera, yo no quiero escoger qué hacer, yo solo quiero obedecerle.

    Siempre le pedía que tomara todo dominio y control sobre mí, y que me manejara como a un títere en Sus Manos porque Él no se equivoca, pero yo sí.

    Hasta que un día, en las clases que Él me da, Mi Padre y Dios me habla al corazón y me dice:

    Tú no tienes libre albedrío para escoger Obedecerme, pues, Yo no lo creé, ni te lo he dado.

    No tienes libre albedrío para escoger qué ley obedecer, desobedeciendo otras leyes.

    Tampoco tienes libre albedrío para escoger qué camino seguir, porque desde el principio les he dicho qué deben y no deben hacer, y cómo se llega hasta Mí. Les envié el camino en carne, y ese camino es Mi Hijo Amado. Síguele y llegarás a Mí.

    JUAN 14:1;6

    1   No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.

    6   Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.

    Llamé a dos de mis hermanas asustada y les comuniqué lo que El Señor me dijo.

    Una de ellas creyó de inmediato, pero la otra dudó.

    Entonces le dije: Padre, necesito saber más, porque muchos dudarán al igual que ella, y otros no creerán, porque por muchos años nos han estado enseñado, que Usted nos dio, y nos dejó libre albedrío para escoger qué hacer, que ley obedecer y a quien seguir.

    8/21/2012

    Este día antes de acostarme a dormir, le pedí al Señor en oración, que me permitiera saber más sobre este tema, para poder explicarlo.

    Esa madrugada, agosto 22 del 2012 a las 2:37 A.M., fui despertada y recordé, que el Señor me trasladó en sueño, a un monte donde Nuestro Señor Jesucristo enseñaba, para el tiempo en que Juan el Bautista estaba preso, y había mucha gente presente, y ¡yo me encontraba allí!

    Predica de Nuestro Señor Jesucristo:

    Dijo entonces el Maestro Jesús:

    En el principio creó Dios los cielos y la tierra:

    Al terminar, vio Dios que todo era bueno, hasta el árbol del bien y del mal, el cual fue creado con un propósito. Porque todo lo que el Padre crea, lo crea bueno y perfecto para lo que ha sido creado. Y el Padre no le da a nadie lo que no ha creado para él.

    Pero después de terminar la creación, le fue ordenado a todo el ejército de los cielos y de la tierra:

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    El Maestro explica: Antes que Lucero desobedeciera, Mi Padre le advierte a Adán y a Eva cómo vivir en el Huerto del Edén, y los bendice.

    Ellos vivían muy felices en el Huerto del Edén, porque Dios les había dado todo el Edén para disfrutarlo, dominando toda especia de animal, y comiendo de todo árbol del Huerto, que les mandó comer.

    Pero en todo, había instrucciones a obedecer e indicación-ley-prohibición a seguir, la cual ellos no podían infringir.

    Les dio cuatro instrucciones, y una indicación:

    Instrucciones:

    1. Fructificad y multiplicaos;

    2. llenad la tierra, y sojuzgadla,

    3. Y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.

    4. De todo árbol del huerto podéis comer.

    Indicación:

    1. mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

    Pero en los cielos, no pasó mucho tiempo cuando Lucero, se enalteció y empezó a envidiar el Trono del Padre.

    En ese momento él, se rebela y desobedece a Dios, porque decidió hacer lo que él quería, y no lo que le fue mandado hacer. Eso es, libre albedrío, y es allí donde lo crea.

    El Maestro explica: Al dragón se le unió un grupo de rebeldes igual que él, los cuales lo acompañaron en el enfrentamiento en los cielos.

    Pero todo pensamiento es oído por el Padre, y todo plan es conocido por Dios.

    APOCALIPSIS 12:7-9

    7.   Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles;

    8.   pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.

    9.   Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él.

    El Maestro sigue explicando: El diablo fue arrojado a la tierra, porque en la tierra estaba el castigo por su pecado, y le queda muy poco tiempo, y descendió con gran ira.

    APOCALIPSIS 12:12

    12.   Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay de los moradores de la tierra y del mar! porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo.

    Después de caer a la tierra enojado, tuvo envidia de los seres en la tierra, al ver todo lo que poseían en el Edén, y quiso destruirlos, y dijo: Que en la tierra tendría su trono, que en ella establecería su reino y los seres de la tierra serían quienes le adoraran.

    APOCALIPSIS 2:13 primera parte

    13   Yo conozco tus obras, y dónde moras, donde está el trono de Satanás;

    Satanás no sabía cuál era el castigo por su desobediencia en los cielos.

    Empieza a vigilar a Adán y a Eva por envidia, para hacerlos caer de la gracia del Padre, pero ¡no encontraba cómo!

    Satanás no sabía qué Dios les había dicho a ellos, porque él no estaba en la tierra, ni en el Edén cuando Dios habló con ellos.

    Satanás sólo sabe lo que le dicen y sale de sus bocas, si se encuentra cerca de ustedes, así sabrá cuál es vuestra debilidad, y es allí por donde los atacará.

    II DE CORINTIOS 11:3-4

    3   Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.

    4   Porque si viene alguno predicando a otro Jesús que el que os hemos predicado, o si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, u otro evangelio que el que habéis

    aceptado, bien lo toleráis;

    El Maestro continúa diciendo: He venido a mostrarles el camino al Padre, y sólo hay un camino al Padre. Pero muchos escogen su propio camino, otros siguen a hombres, y muchísimos siguen los caminos del diablo, y no hay otro camino para llegar al Padre sino es por Mí.

    El Maestro dice:

    El Padre no manda a nadie a pecar.

    Nadie tiene permiso de parte de Dios para pecar.

    El Maestro Jesús termina diciendo: Satanás no descansa. No descansen ustedes de obedecer al Padre, ni de orar y ayunar.

    Velad y orad porque la hora está cerca. No desmayéis.

    UNA SOLA COSA MANDA EL PADRE, Y ES OBEDECERLE, para que reciban todo lo que sí creó para ustedes.

    Obedezcan las leyes de Mi Padre, y Él les dará la corona de la vida.

    Efesios 3:2-9

    2   si es que habéis oído de la administración de la gracia de Dios que me fue dada para con vosotros;

    3   que por revelación me fue declarado el misterio, como antes lo he escrito brevemente,

    4   leyendo lo cual podéis entender cuál sea mi conocimiento en el misterio de Cristo,

    5   misterio que en otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu:

    6   que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio,

    7   del cual yo fui hecho ministro por el don de la gracia de Dios que me ha sido dada según la operación de su poder.

    8   A mí, que soy menos que el más pequeño de todos los santos, me fue dada esta gracia de anuncia entre los gentiles el evangelio de las inescrutables riquezas de Cristo,

    9   y de aclarar a todos cual sea la dispensación del misterio escondido desde los siglos en Dios, que creó todas las cosas;

    Ahora veremos la unión de la Predica del Señor Jesucristo, a una clase que mi Padre y Dios me dio.

    Todo lo de fondo celeste, es la predica del Señor Jesús, lo demás es la clase que Mi Padre y Dios me dio con versículos que sustentan Su Palabra.

    Pero antes de empezar, Dios mi Padre, nos enseña el significado con sílabas de la palabra albedrío.

    AL-BE-DRI-O:

    • Al: yo me mando.

    • Be: veo lo que quiero, como quiero. No como debo verlo, ni como es en realidad.

    • Drí: modo o manera de hacer lo que quiero, como quiero y me place. ¡Me convenga o no!

    • O: Yo soy primero que todos. Ante todo yo, por eso hago lo que quiero y me ubico de primero.

    Si podemos observar, en la palabra albedrío sólo hay una persona que importa, y es el practicante del libre albedrío.

    Mi Padre, no trabaja así, pues con Él hay un orden en el cual el yo es último.

    - Primer lugar en mi vida y en todo: Dios.

    - Segundo lugar: el prójimo/ hermano.

    - Tercer lugar: Tú, el practicante de la obediencia. El prudente. Yo.

    Dijo entonces el Maestro Jesús:

    En el principio creó Dios los cielos y la tierra:

    GÉNESIS 1:11; 2:9; 1:12; 1:20-22; 1:24-26; 2:7; 2:15; 2:19-20; 2:18; 2:21-22; 1:27; 2:23; 3:20; 1:28-30; 2:16-17; 1:31; 2:1

    1:11 

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