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Los cuentos del baúl: Historias de misterio, suspenso y algo más…
Los cuentos del baúl: Historias de misterio, suspenso y algo más…
Los cuentos del baúl: Historias de misterio, suspenso y algo más…
Libro electrónico45 páginas47 minutos

Los cuentos del baúl: Historias de misterio, suspenso y algo más…

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Los cuentos del baúl te invitan a conocer historias de misterio, suspenso y algo más:
"El señor Mario" es el primer cuento donde cuatro cazadores se enfrentan a un peligroso sendero donde todo podría cambiar al conocer a un extraño hombre.
En "El campamento", un grupo de amigos del colegio se van de excursión y sucede algo que cambiará sus vidas para siempre.
También encontrarás la historia de una mujer pobre que encuentra a una bebé y pronto su suerte comenzará a cambiar: "¿Hija del dios o del diablo?".
El último cuento se llama "El crimen perfecto": dos detectives investigan el crimen de una maestra para luego sumarles más casos que los llevan a un posible sospechoso ¿podrán encontrar al asesino?
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento30 ago 2021
ISBN9789878492162
Los cuentos del baúl: Historias de misterio, suspenso y algo más…

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    Los cuentos del baúl - Dana Elisa Tronqui

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    LOS CUENTOS DEL BAÚL

    Historias de misterio, suspenso y algo más…

    Dana Tronqui

    No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, ni su tratamiento informático, ni la transmisión de ninguna forma o por cualquier medio, ya sea electrónico, mecánico, por fotocopia, por registro u otros métodos, sin el permiso previo y por escrito del editor.

    ISBN 978-987-8492-11-7

    Queda hecho el depósito que marca la Ley 11.723.

    Impreso en Argentina.

    El señor Mario

    Del otro lado de un pequeño bosque, se encontraba un valle de igual tamaño con un río. Se vislumbraban diminutas casas hechas de ramas y barro y ninguna tenía puertas o ventanas. Solo una era mucho más grande, se levantaba al pie de una colina, con dos ventanales y una imponente puerta.

    En uno de los extremos, al costado del camino principal, pastaba un viejo caballo amarrado a un carro.

    Cerca de la laguna, se escucharon voces, risotadas que se acercaban. Cuatro hombres aparecieron cargados de presas, conejos, patos, caranchos, entre otros. Buena había sido la jornada, por eso estaban tan alegres.

    Uno de los mayores era Tiburcio, padre de Bianco, de unos veinte años, que lo seguía de cerca desde atrás. El otro mayor era Valentín, gran amigo de Tiburcio y, por último, Anastasio, de veinticinco.

    Llegaron al carro, y entre risas, anécdotas y bromas acomodaron la preciosa carga. De pronto Bianco se quedó inmóvil, con la mirada fija hacia delante.

    —Eh, Bianco, ¿qué pasa? —Le preguntó su padre, mientras seguía acomodando.

    El chico solo movía el brazo lentamente y señalaba. Todos miraron hacia donde apuntaba, en el medio del camino, a unos diez metros de ellos. Un carpincho enorme como jamás habían visto parecía observarlos moviendo solo su nariz de tanto en tanto. Todos quedaron inmóviles hasta que Tiburcio hizo señas a Anastasio que, muy sigilosamente, tomó el arma que tenía a su lado y empezó a prepararse.

    Tiburcio dirigió miradas y señas que sus compañeros comprendieron de inmediato. Entonces, con Valentín y Bianco caminaron hacia el carpincho, abriéndose en abanico para rodearlo lentamente, mientras que Anastasio preparaba su arma. Cerca estaban los tres, Anastasio ya tenía un disparo certero, cuando el carpincho, como un soplido, saltó y corrió a internarse en uno de los senderos del bosque.

    Rápido, Tiburcio dio órdenes. Anastasio se quedó en el carro y los otros tres se internaron en el sendero tras el carpincho. Uno a uno fueron desapareciendo.

    A medida que avanzaban, el sendero se tornaba cada vez más siniestro y oscuro. Pronto perdieron de vista al animal. La tarde caía y estaban cansados y sedientos, querían volver. Se lamentaban de haber perdido semejante presa. De repente, Bianco señaló un punto en el bosque. Un destello de luz

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