Lo que los Serbios deben hacer para sobrevivir

Por Djordje Teofilovic

"Lo Que Los Serbios Deben Hacer Para Sobrevivir" es el libro escrito por Djordje Teofilovic.

 

Este describe las estrategias que Serbia y los serbios deben adoptar para sobrevivir y prosperar. El libro ofrece un enfoque único de las políticas públicas y detalla el impacto de estas políticas en la sociedad y los ministerios cruciales del gobierno serbio. El concepto fundamental del libro es la regulación que limita el servicio público a 8 años en la vida para la mayoría de las profesiones. El concepto aplicado en el caso de Serbia podría reproducirse fácilmente en cualquier país del mundo, haciendo que este libro sea verdaderamente único.

Finalmente, el libro describe soluciones para erradicar la corrupción, ofrece un modelo para la educación postsecundaria casi gratuita y proporciona una solución para un sistema judicial imparcial.

• Idioma: Español
• Editorial: Eleon Publishing
• Fecha de lanzamiento: 17 ago 2021
• ISBN: 9781777119683

Vista previa del libro

Lo que los Serbios deben hacer para sobrevivir

Toronto, 2021.

Copyright © 2020 por Eleon Publishing

Reservados todos los derechos. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, almacenada en una base de datos u otro sistema de recuperación, distribuida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio ahora existente o descubierto posteriormente, incluyendo fotocopiado, grabación u otros métodos electrónicos o mecánicos, sin la previa autorización escrita del publicante.

Traducción y autorización bajo licencia de Jovan D. Savic

Primera impresión Abril de 2020

ISBN:   978-1-7771196-8-3

Imagen de portada: FOTOCREO Michal Bednarek

Traducción:   William Estid Restrepo

Edición:  Stephanie Bene 

Distribuido en EE. UU. Y Canadá por: Eleon Publishing

Sobre el Autor

El autor de este libro es un serbio del común quién está cansado de escuchar comentarios, análisis y sugerencias sobre lo que es mejor para Serbia.

Después de ver numerosos debates políticos y de leer textos analíticos inagotables, finalmente me di cuenta de que todos eran conscientes de los problemas existentes, pero ninguno tenía una solución inmediata. Aquellos que ofrecían soluciones actuaban como si estuvieran en el poder, aunque nunca han estado en control para tomar decisiones. Ni estarán en el poder nunca, ni tendrán ninguna oportunidad de asumir una posición en la que puedan decidir algo. Todos ellos ofrecieron soluciones desde el punto de vista de, Si yo estuviera en el poder ahora, yo regularía..., establecería..., reemplazaría...¬, etc. A diferencia de la mayoría de ellos, yo ofrezco una idea, un concepto y pasos sobre cómo adquirir el poder y gobernar el país después de hacerlo.

Este sistema no está basado en ningún líder, sino en un enfoque en el cual los dignos avanzarían y trabajarían en beneficio del pueblo mientras que los incapaces serían eliminados.

Todo poder corrompe y esta solución evitaría que cualquiera que tenga algún poder se sienta demasiado cómodo y se vuelva corrupto. Esta solución rechazará cualquier posibilidad de apoderarse de autoridad y privilegios de por vida, y convertirá al gobierno en un verdadero servicio transitorio en el mejor interés del pueblo y del estado.

Introducción

Es un hecho que nosotros los serbios, debido a la combinación de nuestra propia estupidez, circunstancias históricas y políticas, nos hemos colocado en posición de arriesgar nuestra supervivencia biológica.

En los últimos quince años, he leído miles de artículos y sugerencias sobre cómo cambiar la situación a nuestro favor. Lamentablemente, no he leído una sola propuesta sobre cómo realizar cambios significativos. Nos faltan mecanismos que permitan que ese resurgimiento serbio continúe independientemente de quién esté en el poder, quién esté en el mostrador como funcionario, quién esté en la calle como oficial de policía, quién esté en la corte como juez y quién esté en el gobierno como ministro de finanzas, o ministro de agricultura o presidente.

Cada propuesta que he observado se basaba en las mejores intenciones de un individuo en particular, pero sin ningún plan de contingencia en caso de que dicho individuo abandonara la escena. Y esto es exactamente lo que necesitamos: un sistema que funcione después de que cada individuo abandone el sistema.

También traté de encontrar una solución que involucrara a personas de buena reputación que se unieran y ayudaran a la gente y al estado. Hace años, ideé un plan, definí los detalles y comencé a hablar con personas interesadas en un cambio social serio. Desafortunadamente, o afortunadamente, aunque esos individuos eran conocidos por el público, los que actuaban en los medios con mensajes claros, decisivos y razonables, rápidamente me di cuenta de que estas personas cuidadosamente seleccionadas no tenían la capacidad de iniciar o hacer nada simple, mucho menos de encontrar una solución a nuestros problemas de proporciones bíblicas. Todo el plan se me vino abajo como un castillo de naipes- confié en personas que no estaban a la altura de la tarea y del tiempo en el que vivían.

Aún así no dudo del patriotismo de la mayoría de ellos y su voluntad de luchar por Serbia, pero su capacidad para hacerlo es muy limitada, y casi insignificante. Muchos años después, me di cuenta de que algunos criticaban al gobierno anterior por su propio beneficio, no en beneficio de Serbia. Rápidamente aprovecharon el cambio de los partidos políticos en el poder y lograron sacar provecho de su papel en los ataques al gobierno anterior. Luego, desde la posición de allegados de las nuevas autoridades, comenzaron a elogiar las políticas del nuevo gobierno: movimientos que habían criticado duramente apenas unas semanas antes.

Si intentamos hacer que el sistema se base en personas, podemos esperar que las mismas personas causen su demolición. Hay muchos ejemplos. Cuando un hombre prometedor llega al poder, comienza a ejecutar lo contrario a lo que prometió antes de ser elegido. Quienes lo ayudaron a alcanzar el poder retienen el control sobre él, pero también toman el control de todo el país. Si una nación depende de una persona, el derrocamiento de esa persona destruye al gobierno y al estado.

En Occidente, esto ha sido resuelto de una manera un poco diferente.