Paisaje intersticial: vacíos y ruinas en el arte, la arquitectura y la ciudad

Por Alejandro José Peimbert Duarte

Este libro reúne una serie de textos en los que abordan dos nociones; el paisaje y lo intersticial. El abordaje que se procura parte de una búsqueda teórica alrededor de la arquitectura y el urbanismo, cuestionando los derroteros que se han trazado para darle sentido a nuestro quehacer ante los vacíos y las ruinas en la ciudad. Esta explo

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial UABC
• Fecha de lanzamiento: 3 ago 2021
• ISBN: 9786076077054

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Índice

Prólogo

Primera parte Aproximaciones

Segunda parte El paisaje intersticial de Mexicali

Bibliografía

Legales

Universidad Autónoma de Baja California

Alejandro José Peimbert Duarte

Paisaje intersticial:

vacíos y ruinas en el arte, la arquitectura y la ciudad

Selección Anual para el Libro Universitario

Prólogo

El presente libro reúne una serie de textos en los que se abordan dos nociones que en la última década han cobrado una dimensión renovada dentro de los estudios urbanos: el paisaje y lo intersticial. El abordaje que se procura parte de una búsqueda teórica alrededor de la arquitectura y el urbanismo, mediante el cuestionamiento de los derroteros que se han trazado para dar sentido al quehacer de arquitectos y urbanistas ante los vacíos y las ruinas de las ciudades. Esta exploración pretende desafiar algunos lindes y acercarse a otros ámbitos como las artes plásticas o el cine. En la aproximación teórica se intenta colocar —entre líneas— algunas inquietudes de corte epistemológico a fin de invitar a que, desde la arquitectura, nos preguntemos qué hacer con el vacío y cómo aprender a apreciar la ruina contemporánea.

Para las ciudades de nuestros días será justo dejar evidencia de esas grietas que también conforman su paisaje, las ruinas no son, necesariamente, algo desechable. Esto resulta contrario a lo que nos hemos acostumbrado, que es borrar las cicatrices que dan cuenta de nuestras fallas y a llenar muchos vacíos.

La tesis primordial de este libro es valorar los otros potenciales que posee lo intersticial: como pausa en el horizonte, como espacio libre y para la libertad, como lugar de la incertidumbre y como vestigio que nos dice cómo crece la ciudad. Desde la arquitectura, lo intersticial, el vacío y las ruinas han tenido casi siempre la vocación de desaparecer. Si bien la tarea del proyectar arquitectónico suele estar atenta al contexto histórico y de ello resultan proyectos respetuosos del patrimonio edificado o de aquellas construcciones que con su forma u ornamento rinden homenaje a determinados hechos, en las ciudades hay estructuras que van tejiendo otras historias; algunas se siguen escribiendo y por ello se sujetan a la transición de seguir en pie, de quedar como derribo o dejar de ser.

El propósito es dirigir la mirada hacia este tipo de lugares, induciendo a que el diseño arquitectónico y urbano se mantenga atento al ritmo incesante del crecimiento y a los residuos que se han quedado o a la energía que seguimos perdiendo. La arquitectura no necesita partir de cero cuando se enfrenta con preexistencias dejadas por la devastación: un viejo galerón en medio del denso tejido urbano, una infraestructura en desuso que es abandonada por las autoridades, un gran baldío al margen de zonas de intenso desarrollo o un modesto edificio derruido por algún desastre natural o antropogénico.

El motor de esta obra lo han alimentado distintas andanzas, muchas de ellas acumuladas al residir en Mexicali, tierra a la que ha solido llamarse inhóspita. Por un lado, está la mudanza desde una de las ciudades más grandes del mundo hacia esta capital bajacaliforniana, desértica, plana, porosa, abierta y joven, pero con muchos escombros en su haber. También está mi formación como arquitecto; la inclinación hacia los aspectos teóricos que atañen a la disciplina fue motivada por un grupo de profesores y condiscípulos. Por otro lado, está el desempeño profesional que me permitió un acercamiento a la problemática urbana de esta localidad.

La tesis presentada para obtener el grado maestro en arquitectura por la Universidad Nacional Autónoma de México, alimentó los contenidos, la esencia y la postura que asumo en este trabajo; ver con cierta distancia a Mexicali contribuyó para desaprender ciertas cosas sobre esta geografía y descubrir otras. Finalmente, este libro es deudor de la constante exposición de ideas en torno al paisaje, entre colegas y alumnos; en esta alma máter o en otros espacios; en el momento en que estas líneas eran incipientes o cuando la réplica les demandó más soporte.

Las aproximaciones iniciales alrededor del vacío y de la ruina se encuentran concentradas en la primera sección del libro. En el capítulo primero presento una revisión de conceptos que, aun emergiendo de distintas trincheras del conocimiento, tienen en común una renovada preocupación en torno al vacío y a las ruinas. El siguiente capítulo incluye una revisión breve sobre algunas obras de arte contemporáneo cuyo discurso apela a una perspectiva diferente para considerar los desechos o los espacios abandonados de la ciudad. Esta primera sección concluye con un contacto entre el paisaje intersticial y el cine, en particular, a través del trabajo del cineasta alemán, Wim Wenders.

La segunda parte del libro está conformada por tres textos que se ocupan del caso de Mexicali. Este aterrizaje trata diferentes sitios y comprende al paisaje como algo que es intervenido con posibilidades de transformación distintas a las convencionales y que van de la crítica hacia el proyecto. Esta sección tiene el objetivo de poner a prueba algunas teorías y métodos expresados en los capítulos iniciales.

Tomo el caso de Mexicali partiendo de dos situaciones que resultan relevantes para el campo de lo urbano-arquitectónico: por un lado, se trata de una ciudad asociada con el modelo de urbe fronteriza del norte de México, su morfología está un tanto relacionada con las ciudades inscritas en el llamado Sun Belty, si bien se ha escrito una buena cantidad de investigaciones en torno a lo urbano en la frontera, son ciudades como Tijuana, Ciudad Juárez o Piedras Negras las que han permanecido en el foco de atención de los estudios sobre la ciudad. La capital bajacaliforniana es un territorio con muchas posibilidades de indagación que potencia nuevas interpretaciones sobre las ciudades en la frontera norte de México. La segunda situación es que Mexicali es la más joven de las ciudades intermedias del país y —con todo ello— su área urbana tiene un porcentaje nada despreciable de intersticios. Este escenario demanda estudios sobre la ciudad ligados a la planeación y al ordenamiento territorial y trabajos orientados al paisaje urbano, pero también que los estudios culturales urbanos formulen nuevas preguntas sobre el crecimiento de las ciudades donde quedan muchos vacíos, sobre la historia de sus residuos y la transformación que la arquitectura, la planificación y el diseño urbano provocan sobre lo intersticial.

Los casos que aquí se estudian motivan a que el lector local reconozca su entorno, se sensibilice con él y lo invite a descubrir nuevas experiencias urbanas. Así también, para quienes no conocen esta capital, este libro puede considerarse una suerte de atlas en el cual arquitectos, urbanistas, artistas, etnógrafos urbanos, paisajistas o cualquier interesado en los intersticios de la ciudad hallen en lo ancho y lo largo de Mexicali nuevos espacios para imaginar y establecer analogías con otros contextos o, incluso, con otras ciudades.

En el apartado Recuperar las ruinas: prospectiva del paisaje post-industrial y otros espacios residuales de Mexicali se ofrece un panorama general en el que se asoma el paisaje intersticial de Mexicali como unidad proyectiva al esbozar posibles rumbos para intervenir la ciudad. Los dos últimos textos pueden leerse como ejercicios reactivos ante los modos convencionales de diseñar o reconvertir el espacio; en cada uno se analizan dos lugares de esta ciudad con condiciones opuestas, pero cuyo punto de contacto está en el trabajo sobre lo residual: una infraestructura abandonada que se observa como un hueco en el tejido urbano y un parque cuyos espacios libres se van llenando de edificaciones y otras estructuras.

Cada capítulo del libro puede leerse de forma independiente, aunque el inicial sirve como plataforma que introduce y amalgama todos los textos. Es importante mencionar que la mayoría de las imágenes que acompañan las siguientes líneas son parte de un dilatado,