No es una perogrullada el afirmar que lo más importante de este libro es el hecho de su existencia misma.
En efecto, son innumerables las ocasiones en las que se habla de la cultura mexicana del siglo XX sin mencionar siquiera a la arquitectura. La aberración no puede ser mayor: la arquitectura no es sólo la más conspicua de las artes, aquella de la que nadie puede sustraerse; no es sólo, tampoco, la que conforma con mayor claridad uno