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El putero español: Quiénes son y qué buscan los clientes de prostitución
El putero español: Quiénes son y qué buscan los clientes de prostitución
El putero español: Quiénes son y qué buscan los clientes de prostitución
Libro electrónico244 páginas3 horas

El putero español: Quiénes son y qué buscan los clientes de prostitución

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Información de este libro electrónico

Este libro refleja los deseos, motivaciones, críticas…, es decir, la visión que tienen las mujeres en prostitución y los puteros acerca de una realidad tan compleja como es la prostitución. Por ejemplo, los hombres reconocen que buscan placer, diversión, relax, afecto, tetas grandes, amistad, sexo rápido y sin compromiso —“McSexo” se denomina— y de calidad. Pero la sociología va más allá de estas declaraciones: como “ciencia de la sospecha”, cuestiona que lo dicho sea cierto y por eso este libro parte del cuestionamiento de las razones manifestadas por los clientes para llegar a conocerlos y diferenciarlos bien. Y esto no resulta nada fácil, ya que entre los clientes de prostitución están representados todos los grupos de edad, ocupaciones y niveles de formación. Eso no es lo que los diferencia. Las autoras han logrado establecer una tipología de clientes que permite entender quiénes son, a quién buscan, qué demandan y, sobre todo, cómo piensan los clientes de prostitución en España. No podía faltar el análisis de la industria del sexo en nuestro país, con sus latifundios y minifundios, que mueve millones de euros y constituye un lobby empresarial potentísimo. En definitiva, este libro nos permite conocer de cerca cómo la prostitución ha adquirido una relevancia insospechada e impredecible en el contexto de liberalización sexual de la mujer; y cómo la explotación y precarización se ven cada vez más normales.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento2 jun 2021
ISBN9788413522623
El putero español: Quiénes son y qué buscan los clientes de prostitución
Autor

Silvia Pérez Freire

Licenciada en Sociología por la Universidad de A Coruña y ha sido profesora de Sociología en la Universidad de Vigo. Desde 2003 trabaja como socióloga e investigadora social en ONG vinculadas a la reivindicación de los derechos humanos de las mujeres y como consultora científica en varias universidades españolas, empresas sociales y administraciones públicas. Ha publicado anteriormente sobre la violencia de género y la trata de personas.

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    El putero español - Silvia Pérez Freire

    Índice

    PRÓLOGO

    CAPÍTULO 1. APROXIMÁNDONOS A LA INDUSTRIA DEL SEXO

    CAPÍTULO 2. LO QUE SE SABE SOBRE EL CLIENTE

    CAPÍTULO 3. MINIFUNDIOS Y LATIFUNDIOS DE LA INDUSTRIA DEL SEXO

    CAPÍTULO 4. MUJERES EN LA INDUSTRIA DEL SEXO

    CAPÍTULO 5. CÓMO SER UN HOMBRE

    CAPÍTULO 6. TIPOLOGÍA DE PUTEROS ESPAÑOLES

    CAPÍTULO 7. REFLEXIONES DE TÉCNICAS Y EXPERTAS

    A MODO DE CONCLUSIÓN

    ANEXO. PERFIL DE LOS CLIENTES ENTREVISTADOS

    BIBLIOGRAFÍA

    NOTAS

    1.png

    Águeda Gómez Suárez

    Doctora en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y profesora titular de Sociología; Ciencia Política y Administración, Filosofía y Filosofía Moral. Ha desarrollado una intensa labor de investigación en temas relacionados con la prostitución, los sistemas sexo/género, la diversidad y la etnicidad, que se reflejan en los numerosos libros y artículos que ha publicado.

    Silvia Pérez Freire

    Licenciada en Sociología por la Universidad de A Coruña y ha sido profesora de Sociología en la Universidad de Vigo. Desde 2003 trabaja como socióloga e investigadora social en ONG vinculadas a la reivindicación de los derechos humanos de las mujeres y como consultora científica en varias universidades españolas, empresas sociales y administraciones públicas. Ha publicado anteriormente sobre la violencia de género y la trata de personas.

    Rosa María Verdugo Matés

    Doctora en Ciencias Económicas y Empresariales. Ha sido docente desde 1992 en la Universidad de Santiago de Compostela y actualmente es profesora contratada doctora en el departamento de Economía Aplicada. Sus investigaciones están centradas en las migraciones y sus últimas publicaciones han abordado el impacto en las economías receptoras de las remesas enviadas desde España, la actividad femenina en la Galicia de mediados del siglo XIX y los flujos migratorios entre Europa y África occidental.

    Águeda Gómez Suárez, Silvia Pérez Freire

    y Rosa María Verdugo Matés

    El putero español

    Quiénes son y qué buscan los clientes

    de prostitución en España

    La publicación de este libro ha sido posible gracias a la colaboración de la Concellería de Igualdade del Concello de Ourense y de la Unidade de Igualdade de la Universidad de Vigo.

    DiseñO de cubierta: Estudio Pérez-Enciso

    © Águeda Gómez Suárez, Silvia Pérez Freire

    y Rosa María Verdugo Matés, 2015

    © Los libros de la Catarata, 2015

    Fuencarral, 70

    28004 Madrid

    Tel. 91 532 05 04

    Fax. 91 532 43 34

    www.catarata.org

    El putero español.

    Quiénes son y qué buscan los clientes de prostitución

    isbne: 978-84-1352-262-3

    ISBN: 978-84-9097-003-4

    ISBN PDF: 978-84-9097-179-6

    DEPÓSITO LEGAL: M-8067-2015

    IBIC: JFMX

    este libro ha sido editado para ser distribuido. La intención de los editores es que sea utilizado lo más ampliamente posible, que sean adquiridos originales para permitir la edición de otros nuevos y que, de reproducir partes, se haga constar el título y la autoría.

    ¡¡¡Felicidades, están enriqueciendo a las mafias!!! Gracias a ustedes, miles de niñas y mujeres en este momento están secuestradas para que ustedes puedan ir a disfrutar como quieran. Las mafias las conseguirán de todos los tamaños, altas, bajas, rubias, blancas o morenas […]. ¡¡¡Por Dios!!! Son seres humanos, son niñas iguales a vuestras hijas. Madres iguales a vuestras madres. Hermanas, tías, abuelas.

    Declaraciones de una víctima de trata y prostitución (El País, 5 de mayo 2014)

    Las causas de la compra de sexo de pago es por el ego […]; el deseo de poder y la exaltación de uno mismo. En el espacio prostitucional ellos pueden elegir con quien, cosa que fuera de ahí no es así. Es el poder de comprar lo que quieres […]. Los clientes no sufren una falta de autoestima, sino que buscan un placer psicológico que prima sobre el sexual: ellos se estimulan solo con ver, con la posibilidad de seleccionar, de elegir. Es el placer psicológico del poder de la elección, de seleccionar, del sometimiento del otro, de la dominación…, y después viene el placer sexual […]. El cliente quiere oír: Eres el amante perfecto, contigo he disfrutado, necesitan alimentar su ego masculino, aunque sea por un minuto, quieren sentirse engañados con esa fantasía, esa ficción. Él no quiere oír: ¡Qué daño me haces!, Tienes un pene de mierd…, Qué rápido te corriste…. Paga por una vida irreal, dice: déjame sentirme engañado por un minuto […].

    María José Barahona, profesora de la Universidad Complutense, trabajadora social

    (Madrid, febrero 2012)

    Prólogo

    Este libro que tiene en sus manos presenta los resultados de la investigación del proyecto Consumo de prostitución en España: clientes y mujeres, financiado por el Instituto de la Mujer del Gobierno de España durante el período 2011-2013. Este libro pretende ser una aportación más al debate abierto existente en nuestro país sobre la temática de la prostitución. Se han rescatado las hipótesis de trabajos anteriores (Gómez y Pérez, 2009) que enfatizan el enfoque ideológico para explicar este fenómeno de consumo masivo en nuestra sociedad, entendiéndolo como un producto vinculado con una cultura sexual o sexualidad folk patriarcal (Soley-Beltrán, 2009) sexohegemónica en nuestro país, y que consideramos un exponente muy significativo de una cultura concreta, en el que la misoginia, la heteronormatividad y el androcentrismo son sus ejes fundamentales.

    El libro se divide en siete capítulos. El capítulo 1, titulado Aproximándonos a la industria del sexo, se inicia con una introducción a la temática, seguidamente se caracteriza la industria del sexo en nuestro país y finalmente se explica por qué analizamos la prostitución desde la perspectiva del cliente. En el capítulo 2, Lo que se sabe sobre el ‘cliente’, se abordan los antecedentes a nivel nacional e internacional sobre las investigaciones en torno a la temática de los clientes de sexo de pago. En el capítulo 3, denominado, Mini­­fundios y latifundios de la industria del sexo, se describe el trabajo de campo realizado en cada una de las comunidades autónomas estudiadas (Andalucía, Aragón, Castilla y León, Cataluña, Valencia, Galicia, Madrid, País Vasco y Principado de Asturias) y que se han organizado en función del perfil minifundista o latifundista de su industria sexual. En el capítulo 4, Mujeres en la industria del sexo, por una parte, se abordan las características de la industria del sexo entendida como contexto estructurante del fenómeno social del consumo de sexo de pago y, por otra parte, se analiza el papel de uno de los protagonistas de este fenómeno social masivo: las mujeres en prostitución. El capítulo 5, Cómo ser un hombre, introduce el estudio de las masculinidades desde diferentes perspectivas. El capítulo 6, Tipología de puteros españoles, es el epicentro de este libro: el estudio de los clientes y de las tipologías derivadas de las narraciones elaboradas por ellos en relación a los frames o narrativos de sus discursos. En el capítulo 7, Reflexiones de técnicas y expertas, se analizan las diferentes posturas políticas en torno a esta temática de otros actores implicados en la misma, como los expertos del mundo académico y las propias ONG que conforman la sociedad civil, tratando los consensos y conflictos en el seno de organismos públicos y no gubernamentales. Finalmente, en A modo de conclusión, se exponen las principales conclusiones y recomendaciones derivadas de la investigación realizada.

    Capítulo 1

    Aproximándonos a la industria del sexo

    La industria del sexo llama a los hombres a usar a las mujeres como objetos con agujeros donde clavar penes y dedos mientras ellas se disocian para sobrevivir emocionalmente.

    Jeffreys (2002)

    El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua (edición XXII) define prostitución como: actividad a la que se dedica quien mantiene relaciones sexuales con otras personas, a cambio de dinero. Sin embargo, el historiador Francisco Vázquez García hace referencia a la indefinición de lo que él denomina actividad prostitucional, aclarando: El hecho de que ciertas conductas sexuales en nuestra sociedad sean caracterizadas como actos de prostitución no depende de estas conductas en sí mismas, sino del modo de percepción y definición social de las mismas. Estas definiciones no son invariables, cambian de una sociedad a otra, de un periodo a otro (Vázquez, 1998).

    Dada la complejidad del propio concepto de prostitución y las dificultades metodológicas para su cuantificación, es difícil proporcionar cifras unívocas que nos ayuden a conocer la magnitud real del fenómeno. Según un informe de las Naciones Unidas del año 2000 (ONU, 2000), cerca de cuatro millones de personas se prostituyen cada año en el mundo, generando la industria del sexo unos siete billones de dólares anuales a nivel mundial, cantidad que probablemente haya aumentado en la última década. A nivel mundial, dos terceras partes de las ganancias provenientes del trabajo forzoso son generadas por la explotación sexual forzosa, una cifra que se estima en alrededor de 99.000 millones de dólares anuales (OIT, 2014: 5). Estos datos sitúan a la industria del sexo en el tercer negocio más lucrativo del mundo, tras el tráfico de armas y el tráfico de drogas.

    En el caso español, en un informe del año 2007, elaborado por la Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer y de la Igualdad de Oportunidades del Congreso de los Diputados del Gobierno de España, se indica que existen unas 300.000 mujeres que ejercen la prostitución en el territorio español, siendo la abrumadora mayoría pobres, inmigrantes e indocumentadas, mientras que casi la totalidad de los clientes, el 99,7%, son hombres. Además, en ese informe se estima que el negocio de la prostitución en España generaría unos 18.000 millones de euros anuales y el gasto de los españoles en prostitución se situaría en los 50 millones de euros al día. Evidentemente, este elevado gasto en servicios de prostitución está asociado a un también elevado número de consumidores; tal y como se desprende de otra encuesta publicada en el año 2006, el porcentaje de varones españoles que demandaron servicios sexuales en el último año se sitúa en el 11%, porcentaje muy superior al registrado en otros países europeos como Portugal (2,4-5,4%), Grecia (5,3%), Alemania (4,8%), Suiza (3,4-3,7%), Holanda (2,8%), Italia (1,7-2%), Reino Unido (1-2%), Noruega (1,8%) o Francia (0,7-1,1%) (Carael et al., 2006, en Gómez y Pérez, 2013).

    Desde el 22 de septiembre de 2014, el Instituto Nacional de Esta­­dística (INE) presentará su estimación del producto interior bruto (PIB) que incluirá el impacto de la economía informal en España. Existe cierta incertidumbre sobre cómo se calculará el impacto de la prostitución y las drogas en la economía, pues no existen datos oficiales (El País, 12 de junio de 2014). Esta decisión ha sido muy cuestionada desde diferentes organizaciones de derechos humanos y desde la Comisión de Igualdad del Congreso de los Diputados pues no cumple con la norma que rige toda actividad incluida en el PIB utilizada por Eurostat: ser un intercambio libre, pues tanto la policía como las representantes políticas barajan cifras similares y aseguran que el 90% de las mujeres que ejercen la prostitución en nuestro país, lo hacen obligadas (El País, 8 de julio de 2014)¹.

    El libro que tiene en sus manos, pretende contribuir al debate en torno al fenómeno de la prostitución en nuestro país, aportando el análisis de un aspecto de esta realidad que no ha sido suficientemente tratado: los demandantes de prostitución o clientes². En este libro se ha querido trasladar el núcleo de atención a la ideología sexual hegemónica entre los hombres que consumen sexo de pago y saber qué piensan sobre la prostitución, por qué consumen sexo de pago y cuáles son los modelos sexo/género que poseen como referente principal.

    Es importante señalar que este estudio parte de la convicción de que la prostitución actualmente es un fenómeno generizado, es decir, totalmente atravesado por el género, y desde esta perspectiva se debe analizar. Efectivamente, es un hecho que la gran mayoría de las personas que se prostituyen son mujeres, y la gran mayoría de los demandantes de prostitución son hombres. Por ello, en las sociedades occidentales contemporáneas, el consumo masivo de servicios de prostitución por parte de la población masculina es uno de los indicadores más significativos de una forma de entender, vivir y sentir la sexualidad, de vislumbrar la norma reguladora de los afectos y la sexualidad de nuestro momento histórico, entendida en su sentido más amplio. La prostitución aparece como un elemento más de la industria del ocio en un momento de banalización de la sexualidad y de hipervaloración del placer, frente a otros momentos históricos en los que era entendida de otra manera (Han, 2014).

    El contraste que se produce entre la banalización del consumo de sexo de pago en muchos clientes de estos servicios, frente al dramatismo de la situación de un gran número de mujeres en prostitución, invita a la reflexión ética en torno a este fenómeno social en el que la perspectiva de gé­­nero no se puede obviar. ¿Por qué la inmensa mayoría de los consumidores de prostitución son hombres? Y, ¿por qué son mayoritariamente mujeres las que se prostituyen? Quien consume prostitución, ¿consume sexo de calidad? ¿Son las mujeres en prostitución unas expertas sexuales? In­­vestigaciones como El hombre en cuestión: el proceso de devenir cliente de la prostitución del sociólogo francés-argelino Saïd Bouamama (2004) concluyen que muchos clientes admiten haber tenido experiencias poco satisfactorias o frustrantes respecto a los servicios ofrecidos por la industria sexual. Si esto es así, deberíamos preguntarnos qué quieren comprar los hombres cuando compran sexo de pago. En las entrevistas a clientes que hemos realizado para esta investigación, estos hombres reconocen explícitamente que buscan placer, cuerpos femeninos espectaculares, sexo rápido y sin compromiso, sexo de una profesional, diversión, relax, diversión con los amigos, afecto, tetas grandes, amistad, etc. La sociología como ciencia de la sospecha cuestiona que lo dicho sea cierto y por eso en este trabajo se parte del cuestionamiento de las razones manifestadas por los clientes.

    La prostitución es una construcción simbólica y social que coincide con los intereses políticos y económicos de la ideología hegemónica. No siempre se ejerce con violencia física, pero siempre resulta un imperativo patriarcal y produce violencia simbólica contra las mujeres. Los hombres buscan sexo en la prostitución, pero no solo sexo, sino también reafirmar su ser masculino, confirmar su masculinidad (Gimeno, 2012). Este fenómeno social de consumo masivo de prostitución deriva de una forma concreta de entender el ser mujer y el ser hombre que, en relación a la culminación de una identidad masculina sexuada, se traduce en la figura de un varón que ya no ensalza los valores tradicionales relacionados con la paternidad responsable o con el rol de protector y proveedor de la familia, sino que la virilidad se construye a través de una compulsiva vida sexual de la que se presume delante del grupo de pares masculinos, pues el espacio prostitucional es, finalmente, un espacio de sociabilidad masculina.

    ¿Por qué analizamos la prostitución desde la perspectiva del cliente?

    Existe una extensa literatura sobre prostitución centrada en las personas que ofrecen servicios sexuales, siendo muy inferior la que trata sobre los clientes de la misma. Se ha estimado que alrededor del 1% de los estudios e investigaciones sobre prostitución tienen como objetivo a los clientes que solicitan sexo de pago (Perkins, 1991, en Meneses, 2010). Sin embargo, el cliente es central en el estudio de la prostitución, pues sin él no existiría esta actividad (Atchison et al., 1998, en Meneses, 2010) y, numéricamente, la demanda masculina es mucho mayor que la oferta.

    Efectivamente, el abordaje cuantitativo de la temática de los clientes es escaso. En el año 1998, Hubert, Bajos y Sandfort publicaron el libro Sexual Behavior and HIV/AIDS in Europe [comportamiento sexual y VIH/SIDA en Europa], el estudio europeo más exhaustivo realizado hasta ese momento sobre hábitos sexuales y sanitarios del continente. En ese trabajo se elabora una comparativa entre once países europeos a partir de una muestra superior a las 80.000 entrevistas. Sin embargo, debemos señalar que la comparativa que se ofrece no es homogénea: la muestra francesa y la británica estaban en torno a los 20.000 encuestados, mientras que en los otros países se situaba entre los 1.000 y los 5.000. A pesar de que el análisis no es representativo, sí que es un buen indicador de la situación del fenómeno. Los datos de esa publicación señalan que España era el país europeo que tenía el mayor porcentaje de hombres que había pagado por servicios de sexo en el año de la realización del estudio —casi un 10%—, siendo también el país con el mayor porcentaje de hombres que había mantenido relaciones sexuales comerciales en algún momento de su vida —casi un 40%—.

    En el ámbito español, en el año 2003 el INE elaboró la Encuesta de Salud y Hábitos Sexuales 2003 (INE, 2004). La muestra estaba constituida por 13.600 personas con edades comprendidas entre los 18 y los 49 años residentes en el territorio español. En esa encuesta se aporta información relativa a las conductas sexuales y el consumo de prostitución (como la frecuencia con la que los hombres tienen relaciones sexuales comerciales) y se perfilan las principales características de los clientes de la prostitución. Posteriormente, en el año 2008 el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) elaboró la Encuesta nacional de salud sexual (2009) a partir de una muestra de 9.850 hombres y mujeres mayores de 18 años residentes en el territorio español. Comparando los datos del CIS con los del INE podemos comprobar que el porcentaje de

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