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Replanteando la seguridad de las manos: Mitos, verdades y prácticas comprobadas
Replanteando la seguridad de las manos: Mitos, verdades y prácticas comprobadas
Replanteando la seguridad de las manos: Mitos, verdades y prácticas comprobadas
Libro electrónico354 páginas9 horas

Replanteando la seguridad de las manos: Mitos, verdades y prácticas comprobadas

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Información de este libro electrónico

Alrededor del mundo, las lesiones en las manos son el principal accidente industrial prevenible: en la manufactura, la construcción, la industria petrolera y cualquier otra industria que se te ocurra. Pero ¿qué funciona realmente para proteger las manos de los trabajadores? ¿Qué tipo de capacitación influye realmente en la gente? ¿Qué provoca que un trabajador actúe de manera segura (o no) en el momento? ¿Cuáles estadísticas son significativas y cuáles son inútiles? ¿Qué cambios en infraestructura y en EPP (equipo de protección personal) realmente rinden fruto? ¿Cómo influyen los asuntos culturales? ¿Qué han hecho otras empresas para reducir sus lesiones de manos en un 50%, e incluso un 90%?

En Replanteando la seguridad de las manos, el autor Joe Geng acude con las preguntas difíciles a grandes compañías, renombrados expertos en seguridad, gerentes de seguridad veteranos, psicólogos industriales, instructores independientes, diseñadores de guantes y trabajadores en la línea de producción. El resultado es un revelador e impactante manual capaz de cambiar perspectivas, modificar culturas empresariales, alterar actitudes de los trabajadores y, finalmente, promover una buena cultura de seguridad de manos.

Este libro es una lectura obligada para gerentes de seguridad y cualquiera que desee crear un lugar de trabajo mejor y más seguro.
IdiomaEspañol
EditorialBookBaby
Fecha de lanzamiento26 abr 2021
ISBN9781544520025
Replanteando la seguridad de las manos: Mitos, verdades y prácticas comprobadas

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    Vista previa del libro

    Replanteando la seguridad de las manos - Joe Geng

    FrontCoverSpanish.jpg

    REPLANTEANDO LA SEGURIDAD

    DE LAS MANOS

    Derechos reservados © 2019 Joe Geng

    Todos los derechos reservados.

    REPLANTEANDO LA SEGURIDAD DE LAS MANOS

    Mitos, verdades y prácticas comprobadas

    ISBN 978-1-5445-0625-8 Encuadernado tipo tapa dura

    978-1-5445-0626-5 Ebook

    Para mi padre, Frank Geng, cuyo trabajo y pasión

    era proteger las manos de los trabajadores.

    AGRADECIMIENTOS

    La creación de este libro no podría haber sido posible sin toda la investigación y las aportaciones de personas de toda la industria de la seguridad, y tengo que agradecer a muchos de ellos.

    Permítanme comenzar con los dedicados empleados de Superior Glove, quienes me han brindado tanto apoyo a lo largo de este proyecto y que trabajan todos los días para hacer que la gente esté más segura. Obtuve consejos invaluables de entrevistas específicas realizadas con un gran número de verdaderos expertos. Permítanme agradecerles por su gran cooperación y sabiduría: Marissa Afton, Syed Ahmed, Ken Ashfield, Louis Bevoc, Jennifer Boychuk, Jean Casey, Samuel Cunard, Ray Dibello, Dan Duffey, Derek Eversdyke, Chris Garrels, María González, Matthew Hallowell, Jamie Hermann, Michael Johannesson, Thomas Krause, Danielle Kretschmer, Angela Lambert, Lorell Leitze, Timothy Ludwig, Simon MacInnis, Dennis Mehas, John Morawetz, Mary Sue Mumma, Steve Patterson, Charles Piper, Justin Raymond, Steve Roberts, Justin Tripp y Chris Urbach.

    Permítanme dar un agradecimiento especial a mi muy dedicado y talentoso equipo en este libro, el cual incluye al editor, Marc Porter Zasada, y a la directora de la editorial, Ellie Cole. Los incansables consultores Delaney King, Lori Fleming y Nedra Weinreich invirtieron muchas horas intensas de pensamiento e investigación. La asistencia de investigación también fue proporcionada por los muy capaces Kristen Lightner y Chandra Lye. John Galvin y Caroline Bermudez hicieron un fabuloso trabajo realizando entrevistas.

    Por último, permítanme agradecer a mi maravillosa esposa Julie. A mis hijos Sebastián, Xavier y Alexander por su infinita paciencia y fe en mí y su apoyo a mi trabajo.

    INTRODUCCIÓN

    LOS TRES TIPOS DE COMPAÑÍAS

    Normalmente, es obvio.

    Al entrar al área de producción, casi siempre sé si estoy visitando una compañía de las mejores, de las peores o de las que están teniendo problemas para hacer que las cosas funcionen.

    Para mí, solo existen tres tipos de compañías. No importa si se dedican al ensamblaje de carros, al enlatado, a fabricar partes de motores a reacción, a refinar petróleo o a cortar láminas de metal.

    Visito estas compañías porque mi trabajo es ayudarlas a decidir qué tipo de guantes de trabajo comprar. Esta es una decisión vital, aunque normalmente difícil, que afectará directamente la seguridad de todo aquel que esté en el área de producción. Una decisión que puede salvar dedos, manos, sustentos de familias e incluso vidas.

    Cuando visito una compañía de las mejores en su rango, el área de producción está bien iluminada. Podrías incluso comer en el suelo. El equipo está impecable y se le ha dado buen mantenimiento. Siento una sensación de orden y veo todo etiquetado correctamente. Pizarras con objetivos de producción cuelgan junto a carteles de seguridad brillantes, detallados y en múltiples idiomas. El EPP (equipo de protección personal) evidentemente es novedoso y moderno, y todos en la planta lo utilizan.

    En las compañías de las mejores, los trabajadores se ven relajados y generalmente felices. Se acercan a charlar, dispuestos a participar y a responder mis preguntas.

    En las compañías de las mejores, los trabajadores se dan cuenta de que estoy ahí porque la administración en verdad se preocupa por su seguridad. Eso simplemente genera una conexión inmediata. Yo puedo preguntar sin problema alguno: ¿Te parecen adecuados estos guantes? y sé que obtendré una respuesta directa, como: Pues estos guantes no tienen agarre, así que nunca los uso, aunque sé que debería hacerlo.

    Y entonces es ahí donde buscamos una solución. Juntos, por supuesto.

    COMO ENTRAR EN UN TUGURIO

    Una compañía de las peores intentará evitar que ande paseándome por el área de producción. No quieren tener miradas indiscretas. No quieren recibir consejos sobre el mejor tipo de guantes para usar para un trabajo en particular. Solo quieren hablar del precio de dichos guantes.

    Si me las arreglo para llegar al área de producción, me siento como un extraño no deseado entrando a un tugurio. En este tipo de compañías, el área suele estar poco iluminada. Las herramientas están dispersas por todos lados. Es fácil encontrar virutas de metal ensuciando el piso. Es de esperarse ver aceite lubricante acumulándose bajo la maquinaria. Los trabajadores evitan hacer contacto visual, y fácilmente puedo imaginarlos haciendo este tipo de preguntas: ¿Acaso es este un nuevo sujeto de la administración que viene a traer más problemas?.

    Estos trabajadores no solo se ven desconfiados, también se les ve infelices. Resignados.

    En caso de que los trabajadores de empresas de las peores utilicen EPP, este suele ser barato y anticuado, y normalmente está sucio. Guantes viejos y seleccionados al azar, de cuero gastado y grasiento como el que se utiliza para manejar metal afilado, químicos corrosivos o sierras. Probablemente la compañía tenga una política oficial sobre el uso de equipo de protección, pero apenas se aplica o fomenta. Por lo tanto, veo a todos poniéndose el equipo de protección de mala gana cuando entro y avisando a los demás por el radio. Puedo verlos pensando: Es alguna estúpida inspección de seguridad, así que sigamos la corriente.

    En las compañías de las peores, las señalizaciones de seguridad son inexistentes o vagas. Dicen ¡Sé precavido!, pero adondequiera que voltee, veo pocas instancias de precaución.

    Adondequiera que voltee en las compañías de las peores, veo tragedias cercanas.

    INTENTANDO HACERLO BIEN

    El tercer tipo de compañía es más difícil de detectar, pero tal vez sea el tipo de compañía con la mayor probabilidad de usar este libro.

    Este es el tipo de compañía que tiene dificultades para que las cosas funcionen. El tipo de compañía que se preocupa, pero que no sabe cómo avanzar. Quieren desarrollar una verdadera cultura de seguridad, pero no saben cómo lograrlo.

    Pienso en una planta de autopartes donde el gerente me lleva al área de producción y me muestra trabajadores cortando partes de metal. Tienen guantes con buena protección anticortes, pero están utilizando un fluido de corte que penetra en los guantes con el tiempo. Debido a que los guantes son toscos, normalmente se los quitan para manejar partes pequeñas, a pesar de los letreros que dicen: Siempre utiliza tus guantes. La exposición a largo plazo a fluidos de corte puede provocar serios problemas de salud, y el gerente está realmente preocupado por sus trabajadores.

    Y entonces él me dice: Así ha sido desde hace veinte años, pero no sé cómo solucionarlo.

    Pienso en una compañía de construcción que envía a cientos de trabajadores a distintas obras. Algunos trabajadores tienen una plática de seguridad antes de comenzar; otros, no. Algunos traen sus propios guantes, y algunos reciben guantes baratos que se les entregan cuando es necesario. Muchos se consideran muy duros o experimentados para seguir instrucciones formales de seguridad. Los novatos, queriendo encajar, normalmente siguen ese ejemplo.

    La compañía cuenta con un gerente de seguridad de tiempo completo, pero él me dijo lo siguiente: En verdad no sé qué hacer para que me hagan caso.

    En este tercer tipo de compañía, encuentras buenas prácticas aquí y allá, pero no en todos lados. Te encuentras con supervisores que dan pláticas de seguridad a sus equipos cada mañana y con supervisores que nunca han dado una plática de seguridad en sus vidas. Encuentras equipo peligroso etiquetado y bajo llave cuando no está siendo utilizado, pero está junto a otra clase de equipo peligroso que se ha dejado sin llave ni vigilancia mientras los operadores almuerzan. No hay un programa general que coordine la seguridad en toda la organización. No hay una evaluación sistemática de los peligros. No hay una medición de resultados.

    En las compañías de las mejores, estoy ahí porque la administración me ha preguntado: ¿Cómo podemos mejorar esto?.

    En las compañías de las peores, estoy ahí porque han preguntado: ¿Cómo podemos hacer esto más barato?.

    En las compañías del tercer tipo, la administración honestamente quiere saber: ¿Cómo podemos tomar el control de esta situación?.

    Escribí este libro para marcar una diferencia en los tres tipos de compañías. Porque en las tres, sin importar la actitud de la administración, las manos importan. Porque cada día, cada hora, alguien que intenta ganarse la vida se lesiona una mano. Huesos aplastados, pérdida de dedos, piel quemada o una mano entera desmembrada por algo que se pudo haber prevenido.

    CÓMO SURGIÓ ESTE LIBRO

    Al momento de redacción de estas palabras, la compañía de mi familia ha fabricado guantes de trabajo por 109 años.¹ Vendemos nuestros guantes a empresas que se dedican a fabricar autopartes para marcas como Honda, Toyota y General Motors. Abastecemos a compañías de petróleo y gas como Shell Oil, Nabors Drilling y Jacobs Engineering. Producimos guantes para grandes empresas de construcción como Bechtel, innovadoras empresas aeroespaciales como Bombardier y SpaceX, y grandes procesadores de alimentos como Tyson Foods.

    Por todo el mundo, nuestros representantes, equipos I+D y asesores de seguridad dedican su carrera a buscar maneras de mantener las manos seguras. Asisten a conferencias. Buscan nuevos materiales. Se sumergen en las estadísticas. Caminan por cada tipo de área de producción. Como resultado, fabricamos, y sin bromear, más de 1.000 tipos diferentes de guantes en más de 5.000 SKU.

    Este libro surge de la pasión y experiencia de todo nuestro equipo, de las lecciones que hemos aprendido de las mejores compañías, de los consejos que hemos buscado de aclamados expertos en seguridad y psicólogos del comportamiento, de reseñas de los mejores estudios académicos, de entrevistas con nuestros clientes más experimentados y de extensas pláticas con trabajadores, supervisores e instructores de seguridad independientes.

    En este libro, iremos más allá del ¿Qué tipos de guantes debo comprar?, hasta el ¿Qué provoca que alguien actúe con seguridad o no?. Discutiremos sesgos cognitivos y estadísticas ilegítimas. Hablaremos de cómo tratar efectivamente con superiores y subordinados. De lo que debe y no debe hacerse con la infraestructura. Pero en general, este libro estará guiado por esta simple pregunta:

    ¿Qué funciona realmente?

    No qué podría funcionar. No qué debería funcionar. No qué cree la gente que funciona. Sino qué estrategias, políticas, procesos, actitudes, formaciones y decisiones funcionan realmente para reducir o erradicar lesiones en las manos para los trabajadores en el mundo real: personas que operan estampadoras. Operadores de torno. Operarios de martillo neumático. Soldadores. Gente que maneja ácidos. Trabajadores del hincado de pilotes.

    Aquellas personas cuyas manos representan el sustento y construyen nuestro mundo.

    ESTADÍSTICAS PARA REFLEXIONAR

    Puede que te sorprenda que, en Estados Unidos, las lesiones en espacios de trabajo cuestan más que todos los cánceres juntos. Eso es un estimado anual de 250 mil millones de dólares. La mano es la parte más comúnmente lesionada de la parte superior del cuerpo,² con alrededor de 170.000 lesiones industriales anuales.³ Cada lesión les cuesta a las compañías alrededor de 10.200 dólares en compensación laboral,⁴ junto con cinco días de trabajo perdido según la OSHA. Haz las cuentas.⁵

    En promedio, la OSHA estima un retorno de 4 a 6 dólares por cada dólar invertido en seguridad… cuando en verdad se hace esta inversión.⁶ ⁷

    Estas cifras, por supuesto, representan solo los costos para las compañías y los fondos de seguro. No toman en cuenta a las personas que ya no pueden trabajar después de perder una mano, o que desarrollan discapacidades de por vida por haber absorbido químicos en su piel, o que no pueden abotonarse la camisa después de haber perdido algunos dedos.

    En 2015, uno de los mayores procesadores de aves de corral en Estados Unidos reportó diecisiete amputaciones de mano.⁸ Eso es más de una por mes. Esas son diecisiete personas reales que quedaron lisiadas de por vida, en solo un año. En pocas palabras, perdieron una mano.

    QUIÉN DEBERÍA LEER ESTE LIBRO

    Este libro es principalmente para gerentes de seguridad en compañías de cualquier tamaño; desde un humilde taller de máquinas en un pueblo pequeño hasta una planta de GM en Michigan o una plataforma petrolera en el Mar del Norte.

    Es para gerentes de seguridad que no quieren leer cientos de estudios académicos, pero que quieren tener cero lesiones, o que ya han leído un montón de textos, pero que no creen que exista tal cosa como tener cero lesiones.

    Es para gerentes de seguridad que se prepararon para el puesto, o para aquellos que fueron lanzados a él porque nadie alzó la mano en la junta o ni mostró interés en desarrollar un plan.

    Pero en realidad, este libro es para cualquier tipo de gerente que se preocupe y se sienta responsable de los trabajadores en la manufactura, construcción, minería, procesamiento de alimentos, salud, petróleo y gas, mantenimiento de caminos, mantenimiento de servicios públicos, transporte o cualquier otro ambiente peligroso.

    Es para cualquier gerente que haya visto fracasar iniciativas de seguridad anteriores. Para cualquier gerente que quiera ver cómo otros corrigieron sus errores.

    Para cualquier miembro de un comité de seguridad que realmente quiera hacer que las cosas ocurran.

    Para cualquier gerente intermedio que quiera cambiar la actitud de sus superiores.

    Para cualquier director general que quiera cambiar la actitud de su consejo, colegas, gerentes intermedios y equipos de trabajo.

    De hecho, este libro es para cualquiera que quiera levantarse y decir: Oye, no debemos dar por sentados cortes, aplastamientos, laceraciones y quemaduras. No son solo parte del trabajo. No son solo parte de la rutina en esta compañía. No debemos aceptar ningún índice natural de lesiones. Se está lesionando gente que no debería lesionarse. Porque sí, sí se puede hacer algo al respecto. Muchas compañías han descubierto cómo reducir o erradicar estos tipos de lesiones. Veamos qué hicieron y mejoremos este lugar.

    YENDO MÁS ALLÁ DE LA FRUSTRACIÓN

    Por supuesto, tal vez hayas hecho ese discurso en el pasado, y crees que lo intentaste de la mejor manera, y tu tasa de lesiones en las manos siguió sin bajar, o no pudiste conseguir financiamiento, o nadie pareció escuchar. Quizá estés en ese punto en donde uno piensa: Simplemente no sé qué hacer.

    Bueno, el objetivo principal de este libro es que superes la frustración natural de ser gerente de seguridad. Quiero lograrlo ayudándote a entender la psicología y la cultura de seguridad subyacente. Eso significa que no voy a evitar preguntas como:

    ¿Por qué la gente no sigue las reglas?

    ¿Por qué no vio la señal junto a la maldita máquina?

    ¿Por qué estos sujetos no bajan la protección sobre la cuchilla antes de pasar la madera por ella? ¿No es eso algo tan obvio?

    ¿Por qué nadie utiliza guantes mientras maneja láminas de metal? ¿Acaso son imbéciles?

    ¿Cómo puedo hacer que esta gente cambie?

    ¿Cómo puedo hacer cambiar a una compañía entera?

    ¿Cómo puedo conseguir dinero suficiente para capacitaciones?

    ¿Cómo puedo hacer que al director general le importe?

    Esto implica sumergirse en la psicología tanto de trabajadores como de gerentes. Significa ir más allá del sentido común para ver los bloques cognitivos que impiden la seguridad en todos los niveles de la organización.

    De hecho, hay un capítulo entero dedicado a la misteriosa psicología de la seguridad.

    HACERLO BIEN, UNA Y OTRA VEZ

    Hay un tema que recorre este libro y no es atractivo, pero es fundamental. Así que mejor lo pongo sobre la mesa.

    Ese tema es la consistencia.

    Al hablar con gente de todas las industrias, descubrí que las prácticas de seguridad eran todo menos consistentes. En un complejo de manejo de metales lo hacen de una forma. En el complejo de al lado lo hacen de otra forma. Esta máquina tiene sistemas de seguridad de todo tipo, y la máquina de al lado tiene engranes a la vista. Un supervisor hace que todos utilicen guantes, y el otro supervisor cree que los guantes son molestos para trabajar. Alguien ordena guantes nuevos y buenos, y seis meses después, alguien más vuelve a ordenar guantes baratos y malos.

    No me digas que las normas del Gobierno crean consistencia, porque no pueden y no lo hacen. Las normas gubernamentales solo son apuestas de mesa; lo que importa es cómo se juega. Solo quienes están ahí preocupándose —y preocupándose por años y años— pueden crear estándares y una cultura que conduzca a la verdadera seguridad.

    INCONSISTENCIAS CONSISTENTES

    La capacitación es probablemente el factor menos consistente de todos.

    Un vicepresidente (VP) comienza una gran iniciativa de capacitación de seguridad y el siguiente la tira a la basura. Jim realiza la capacitación de esta manera y Jane la realiza de esta otra. Carl nunca ha realizado una capacitación de seguridad, pero se le asigna la tarea porque sabe cómo hacer el trabajo. Desafortunadamente, Carl no entiende realmente por qué alguien se lastimaría haciendo lo que él hace, siempre y cuando no sean imbéciles. Pete tiene la tarea de capacitar, pero no cree realmente que se pueda capacitar a alguien para estar seguro: Oye, si sus mamás no les enseñaron a cuidarse, no hay nada que yo pueda hacer por ellos.

    Como resultado, el nuevo empleado recibe un montón de diapositivas, y el siguiente no recibe más que una palmadita de buena suerte en la espalda.

    Hay un motivo por el que gran parte de este libro lo ocupa el capítulo de la capacitación. Mucha de la capacitación sobre el cuidado de las manos no funciona. Profundizaremos en las razones y las formas de hacerlo bien.

    Las ruedas

    Luego está el problema de reinventar la rueda.

    Desgraciadamente, las lecciones aprendidas en la industria a menudo no se comparten. Como resultado, incluso los gerentes de seguridad que se apasionan por su trabajo suelen verse obligados a reinventar la rueda cuando se trata de capacitación y participación del personal; esto pese a los procesos probados y comprobados ya existentes —quizás en la competencia, o quizás en otra planta propiedad de la misma empresa— a la espera de ser aprovechados.

    Los incendios

    Luego está el problema de apagar incendios en lugar de mirar el panorama general.

    Incluso los gerentes de seguridad que se despiertan a las 3 a.m. preocupados por las manos de sus trabajadores suelen concentrarse solo en el último desastre, como, por ejemplo, esos peligrosos engranes que le prensaron el dedo a alguien la semana pasada. No dan un paso atrás para ver todas las posibles amenazas en el área de trabajo y así desarrollar un enfoque repetitivo para resolverlos.

    LAS COSAS A LARGO PLAZO

    Para abordar estos problemas, este libro se ocupará de mucho más que la mecánica del cuidado de las manos. Veremos cómo crear procesos seguros para las manos a nivel organizacional y cómo involucrar a los trabajadores en la planificación de la seguridad.

    Nos resulte atractivo o no, veremos cómo crear consistencia. Eso implica capítulos sobre evaluación de riesgos, sobre cómo llevar estadísticas y sobre la creación de una cultura empresarial significativa en torno a la seguridad. Todo desarrollado con expertos que estuvieron allí.

    En otras palabras: no solo tácticas fáciles a corto plazo, sino estrategias duras a largo plazo.

    Estrategias probadas.

    CÓMO TE CAMBIARÁ ESTE LIBRO

    En definitiva, quiero que este libro te cambie. Quiero que cambie la manera en la que abordas la seguridad; particularmente la de las manos, pero toda la seguridad. Quiero que te dé la confianza para entenderla completamente y luego replantear todo el tema en tu empresa.

    Con ese fin, este libro intenta ofrecerte todas las herramientas clave en un pequeño volumen. Hay una intención de armarte con datos críticos, hechos psicológicos esenciales, casos de estudio y metodologías probadas para hacer una diferencia real en las vidas de tus trabajadores.

    Cuando hayas terminado de trabajar con este libro, deberías poder ver inmediatamente cómo mejorar enormemente la seguridad de las manos en el área de trabajo, sin importar la industria ni tus conocimientos previos.

    Por lo tanto, deberías ser capaz de crear tu propio plan realista y accionable. Un plan que evite los peligros comunes de los innumerables planes de seguridad que cuestan dinero, tiempo y energía, pero que fracasan a la hora de alcanzar un progreso real. En el sitio web de apoyo de este libro, www.rethinkinghandsafety.com, podrás encontrar una lista de control que te será de ayuda.

    QUÉ NO HAY EN ESTE LIBRO

    Dicho esto, no estás sosteniendo una enciclopedia. Aquí hay algunas cosas que están fuera de nuestro alcance:

    No encontrarás en estas páginas instrucciones sobre primeros auxilios o normas específicas para informar sobre lesiones, ya que esos temas están cubiertos en otros lugares y pueden ser muy específicos dependiendo de tu industria.

    No encontrarás mucha discusión sobre normas del Gobierno o requisitos gubernamentales para informes. De nuevo, solo son apuestas de mesa, particulares de tu industria, que están bien cubiertas en otros lugares.

    Hablo mucho de cómo capacitar sobre seguridad de las manos, pero no presento un programa de capacitación sobre seguridad de las manos. Los planes deben trazarse a la medida, pero te señalaré los recursos que puedes descargar.

    De hecho, en el sitio web www.rethinkinghandsafety.com encontrarás muchos recursos vinculados, incluyendo formularios de evaluación de peligros, planes de estudio e información sobre selección de guantes.

    DOS INSPIRACIONES

    Si has tomado este pequeño tomo y lo has leído hasta aquí, eso significa que tienes la oportunidad de hacer mucho bien en el mundo. Tienes la oportunidad de salvar la mano del ser humano, junto con su sustento y posiblemente su vida.

    De hecho, ya que tienes la oportunidad de prevenir desastres antes de que ocurran, tu oportunidad para hacer el bien es mayor que la que se la da a un cirujano habilidoso o a la beneficencia altruista.

    A lo largo de este libro, estaré citando a dos hombres que me inspiraron a través de los años. El primero es Paul O’Neill, exdirector general de Alcoa, quien revolucionó completamente la seguridad en toda su organización mundial y, al mismo tiempo, hizo que Alcoa tuviera mucho más éxito.

    En su primera presentación a los inversionistas, O’Neill sorprendió al mundo financiero y provocó que sus acciones se hundieran brevemente al decir: Si quieren saber cómo me va, miren mis registros de seguridad. No la rentabilidad, no las ventas, sino los registros de seguridad. No escatimen en la seguridad, dijo O’Neill a sus gerentes. Solo háganlo. Al principio creyeron que estaba loco, pero luego se dieron cuenta de que estaba en lo cierto. Te contaré toda la historia más tarde.

    El segundo es David White, vicepresidente por diez años de la cadena de suministro global de Campbell’s Soup, quien redujo la tasa de lesiones con tiempo perdido en un 90% y cambió la manera en que la industria piensa

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