100 cartas personales

Por Juan Sebastián González

La correspondencia particular o personal es aquella que comprende desde invitaciones y felicitaciones hasta cartas de agradecimiento, reclamaciones, etc. Son muchas las situaciones de la vida cotidiana en las que podemos vernos en la necesidad de escribir una carta de este tipo, y qué mejor que disponer de un buen número de modelos diferentes para que el trabajo nos resulte sencillo, el efecto sea el deseado y se cumplan con creces nuestras expectativas. Este libro recoge 100 modelos, y le resultará imprescindible tenerlo siempre a mano.

• Idioma: Español
• Editorial: Parkstone International
• Fecha de lanzamiento: 30 dic 2020
• ISBN: 9781646998241

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Introducción

Las cartas de carácter personal, o correspondencia particular o privada, como su nombre bien indica, son las que circulan entre familiares, amigos o conocidos, o entre particulares y empresas e instituciones, y acostumbran a versar sobre asuntos privados.

Hasta hace relativamente poco tiempo, las cartas o comunicaciones privadas se escribían siempre a mano. Sin embargo, el uso del ordenador se ha hecho cada vez más popular y cada día son más las personas que escriben sus cartas íntimas con este medio. Otras, no obstante, encuentran sumamente frío el uso del ordenador y prefieren continuar escribiendo a mano sus comunicaciones. Para ello, es necesario tener buena letra, fácilmente legible.

Respecto a las diferentes partes de las que consta una carta, aquí sólo daremos unas pequeñas pinceladas al respecto:

• Las cartas personales se empiezan con la fecha, escrita en la esquina superior derecha y, a continuación, se coloca el nombre del destinatario y la población donde reside. En las cartas familiares o de mucha intimidad suele suprimirse el nombre del destinatario y la población.

• El saludo, que viene a continuación, admite muchísimas variaciones. Puede ir desde un «Distinguido señor» hasta «Mi querido Pedro», pasando por todo un abanico de posibilidades intermedias, según el grado de amistad o de familiaridad que exista entre el que escribe y el que ha de recibir la carta.

• El cuerpo de la carta suele dividirse en párrafos y utiliza mucho el punto y aparte. Ambas medidas facilitan la lectura y la comprensión.

• En la despedida, al igual que en el saludo, debe utilizarse una fórmula que esté acorde con el grado de amistad, parentesco, familiaridad o la clase de relaciones que exista con la persona a quien se