Jugar con fuego santo/ Playing With Holy Fire: Un llamado de atención a la iglesia pentecostal-carismática

Por Michael L. Brown

Es tiempo de limpiar la casa. 

A lo largo de los últimos más de cien años, la Iglesia pentecostal-carismática ha sido testigo de conversiones milagrosas.  Desde el Avivamiento de la Calle Azusa que comenzó em 1906, el movimiento ha crecido para traer más personas a Jesús que cualquier otro movimiento en la historia.  Mientras que el secularismo sigue al alza en la sociedad actual, en muchos lugares del mundo la iglesia sigue experimentando crecimiento gracias a los cristianos pentecostales-carismáticos.

Pero la Iglesia pentecostal-carismática también se ve afligida por la inmoralidad sexual, la corrupción financiera, el error doctrinal, la excentricidad personal, la ingenuidad espiritual, el abuso profético y más.  Em muchas maneras, el estado de la Iglesia pentecostal-carismática de hoy no es muy distinto del de la Iglesia de Corinto hace tantos años.  Y para empeorar las cosas, pentecostales y carismáticos cubren estos asuntos bajo el manto de la libertad en el Espíritu Santo.

Michael Brown hace sonar un llamado de atención a la iglesia y aborda algunos de los problemas más evidentes; desde las palabras proféticas poco precisas que oscurecen las profecías verdaderas, hasta los ministerios que utilizan técnicas de mercadotecnia envueltas en ropaje bíblico con el fin de manipular a los creyentes para que les den dinero.  Brown nos muestra por qué debemos limpiar la casa para que la Iglesia pueda crecer, florecer y cumplir con los propósitos del Reino de Dios. 

• Idioma: Español
• Editorial: Casa Creación
• Fecha de lanzamiento: 22 may 2018
• ISBN: 9781629993881

Vista previa del libro

SANAR]

Capítulo uno

¡EL ESPÍRITU SE ESTÁ MOVIENDO PODEROSAMENTE!

EL 16 DE julio de 1999 la revista Life produjo un libro ilustrado llamado The Life Millennium: The 100 Most Important Events and People of the Past 1,000 Years [El milenio Life: Los 100 eventos y personas más importantes de los últimos 1,000 años], editado por Robert Friedman.¹ Producir una obra así requirió un equipo de cientos de eruditos y expertos, algunos especializados en historia, arte e incluso otros en tecnología. ¡Qué difícil habrá sido seleccionar los cien eventos y personas más importantes de los últimos mil años! Estamos hablando de cosas como la llegada de Colón a América, el primer hombre en pisar la luna, el bombardeo de Hiroshima y Nagasaki, la invención de la electricidad; todos ellos eventos trascendentales de alcance e impacto masivo.

Por eso es de lo más extraordinario que el número sesenta y ocho de la lista haya sido el Avivamiento de la Calle Azusa, que comenzó en 1906 y a partir de dónde el movimiento pentecostal moderno se esparció a lo largo del planeta. ¡Sí, la Calle Azusa! Este evento —un derramamiento espiritual, no una guerra o un avance tecnológico o el nacimiento o muerte de un líder mundial— logró aparecer en la lista de los cien sucesos y personas principales de los últimos mil años. Esto es altamente significativo.

¡Quién habría podido creer que esas reuniones relativamente pequeñas en la Misión de la Calle Azusa, a las que normalmente asistían solo unas cien personas al mismo tiempo, habrían tenido un efecto tan global, que finalmente impactó a más de mil millones de personas!² ¡Quien se podría haber imaginado que estos servicios del evangelio del Espíritu Santo, realizados en lo que había sido un establo, descrito en ese tiempo como una «choza tambaleante»,³ sería clasificada antes de cosas como el descubrimiento de la anatomía por medio de la disección (número sesenta y nueve) y el nacimiento del movimiento ambiental moderno (número setenta) en trascendencia mundial! ¡Quién habría concebido que este movimiento de avivamiento, dirigido por un predicador negro iletrado que estaba ciego de un ojo y que era hijo de esclavos liberados, literalmente sacudiría al mundo!

El artículo en el libro de la revista Life dice:

1906. PENTECOSTALISMO. La llama del pentecostalismo fue encendida por primera vez cuando Charles Fox Parham afirmó en 1901 que hablar en lenguas era una señal del bautismo en el Espíritu Santo. Podría haberse quedado en eso si no fuera por William Joseph Seymour, un predicador negro que estaba escuchando a Parham a través de una puerta abierta de su Escuela Bíblica de Houston. Pronto Seymour se dirigió a Los Ángeles, donde su propio bautismo en el Espíritu en 1906 le trajo muchos seguidores entusiastas. Fundó una misión en una iglesia abandonada en la calle Azusa, y en menos de dos años, su ministerio multicultural había enviado misioneros a 25 países [ . . . ] Hoy [1998], alrededor de quinientos millones de personas se llaman a sí mismas pentecostales o carismáticas, y los pentecostales superan en número a los anglicanos, bautistas, luteranos y presbiterianos combinados.⁴

En 1906, en ese edificio desvencijado con ese pequeño grupo de creyentes, ¡quién se podría haber imaginado todo esto!

La importancia del movimiento pentecostal moderno también llamó la atención de Oxford University Press, una de las editoriales académicas más respetadas del mundo. Por ello, el segundo volumen de su nueva serie más importante, Oxford Studies in World Christianity [Estudios de Oxford en Cristianismo Mundial], llamado To the Ends of the Earth: Pentecostalism and the Transformation of World Christianity [Hasta lo último de la tierra: el pentecostalismo y la transformación del mundo].⁵ Esto es algo que no se puede ignorar.

Según el editor de la serie, Lamin Sanneh:

En 1950, alrededor de 80% de los cristianos del mundo vivían en el hemisferio norte: en Europa y América del Norte. Para 2005 la amplia mayoría de los cristianos viven en el hemisferio sur en Asia, África y América Latina. En 1900 al inicio del gobierno colonial solo había menos de 9 millones de cristianos en África, de los cuales la gran mayoría eran ortodoxos etíopes o coptos. En 1960 al final del periodo colonial, la cantidad de cristianos había incrementado a alrededor de 60 millones, con católicos y protestantes constituyendo unos 50 millones y los otros 10 millones divididos entre las iglesias etíope ortodoxa y copta. Para 2005, la población cristiana en África había incrementado a aproximadamente 393 millones, que es justo debajo del 50% de la población africana.⁶

Mucho de este crecimiento extraordinario se le pude atribuir directamente al derramamiento pentecostal-carismático, ya que el Espíritu se está moviendo poderosamente sobre la Tierra y una cosecha masiva de almas está siendo recogida. Esto es causa de regocijo, adoración y asombro. El mundo jamás había visto algo así.

Allan Heaton Anderson comienza su libro To the Ends of the Earth [Hasta lo último de la Tierra] afirmando:

El pentecostalismo ha experimentado un crecimiento asombroso a partir de sus humildes orígenes: de un puñado de personas al principio del siglo veinte a unos quinientos millones de adherentes al fin del siglo. Hay muchas razones, pero probablemente la más importantes es que es fundamentalmente una religión trasnacional misionera, policéntrica que va «hasta lo último de la Tierra». La experiencia del Espíritu y la creencia en la evangelización del mundo son las marcas características del pentecostalismo y los pentecostales creen que han sido llamados para ser testigos de Jesucristo hasta los confines del globo en obediencia a la comisión de Cristo. Y han sido extraordinariamente exitosos. Han contribuido enormemente con el cambio hacia el sur del centro de gravedad del cristianismo y brindan un argumento poderoso en contra de la inevitabilidad de la secularización.⁷

Anderson entonces cita al respetado historiador Philip Jenkins, quien «especula que las iglesias pentecostales e independientes pronto representarán un segmento todavía más grande del cristianismo global, y simplemente serán con toda probabilidad una mayoría, dando como resultado que el pentecostalismo sea quizá el movimiento social más exitoso del siglo pasado».⁸ Deténgase un momento y lea esas palabras nuevamente. El impacto del derramamiento pentecostal es masivo.

Lo que hace esto todavía más sorprendente es el hecho de que los primeros pentecostales eran objeto de burla, ridiculizados y rechazados. ¿Quién podría tomar en serio a un montón de inadaptados espirituales? En palabras del Rev. R. J. Burdette, quien vivió en la época del Avivamiento de la Calle Azusa:

Con respecto a las nuevas religiones, más allá de la cuenta de un hombre ocupado, vienen y van; especialmente en Los Ángeles. Vienen con el estruendo de trompetas fuera de tono y de armonía, pero tocadas poderosamente con todo el poder de los pulmones humanos o inhumanos; brillan con resplandor fosforescente, en una manera extraña, como la del azufre y con un color más o menos manchado; distraen la atmósfera espeluznante con una jerga desconcertante de lenguas balbuceantes de todos los niveles: secas, hervidas y empapadas; vociferan y saltan y danzan y ruedan en una amalgama de superstición africana vudú y locura caucásica, y pasarán como las pesadillas de histeria que son.⁹

Sí, la locura al estilo Azusa pronto desaparecerá, es simplemente otro ejemplo de estas «pesadillas de histeria».

Un periódico secular publicó este reporte titulado «Rodando en el piso de la iglesia de Smale», burlándose de esas reuniones pentecostales tempranas:

Murmurando una jerga ininteligible, hombres y mujeres rodaban en el piso, chillando a todo el volumen de su voz en ocasiones y nuevamente pronunciando aullidos semejantes a los de animales en dolor. Era una Babel de sonido. Los hombres y las mujeres se abrazaban entre sí en la orgía fanática [ . . . ] De pronto se levantó [una joven hermosa y bien vestida] y comenzó a cacarear como gallina. Caminó hacia adelante y hacia atrás del grupo, estrujándose las manos y cacareando algo que nadie podía interpretar. El líder explicó que estaba hablando el dialecto de una tribu Hindú [sic]. Dijo que pronto saldría a la India para enseñarles el evangelio a los nativos.¹⁰

Otros periódicos comenzaron a burlarse de las manifestaciones de la calle Azusa. Los argumentos de las notas informativas incluían: «Sociedad Protectora derribará a los saltadores»; «Blancos y negros se mezclan en frenesí religioso»; «Escenas de mal gusto en la Iglesia de la Calle Azusa»; «La manera en que un trompo santo entiende la religión»; «Los pateadores santos bautizan a 138»: «Las reuniones de los trompos santos rayan en disturbio»; y: «Dones de lenguas hacen estragos entre iglesias». En una ocasión se dice que después del bautismo en la playa, un hombre «laceró tanto su cuello con sus propias uñas mientras se encontraba en un espasmo violento que sangró bastante. Cuando fue llevado cargado al balneario la arena estaba teñida de sangre».¹¹

Es probable que algunos de estos reportes hayan sido completamente falsos, mientras que otros fueron grandemente exagerados. Pero no hay duda de que el derramamiento era altamente poco usual, así como lejos de ser perfecto, por lo que fue fácil para los críticos arremeter y atacar, tal y como también lo han hecho con cada movimiento de avivamiento en la historia de la iglesia.¹² Pero fue a partir de estos inicios humildes, desfavorables e incluso desastrosos que el movimiento ha crecido y ha traído más personas al Reino de Dios que ningún otro movimiento en la historia del mundo. Como señala Anderson:

Los datos y cifras sobre el crecimiento de cualquier movimiento religioso son notoriamente difíciles de encontrar; sin embargo, las estadísticas sobre el crecimiento del pencostalismo son citadas con exultación, especialmente por los pentecostales tradicionales. Los citados con más frecuencia son los de Barrett y Johnson, que calculan que el pentecostalismo tenía unos 614 millones de adherentes en 2010, un cuarto de la población cristiana mundial, lo cual ellos proyectaban podría incrementar a casi 800 millones para 2025. Esta cifra fue colocada en solamente 67 millones en 1970, y este enorme incremento ha coincidido con el zenit de la secularización europea.¹³

El Espíritu se está moviendo poderosamente en la Tierra y yo soy testigo ocular de este gran derramamiento, habiendo ministrado alrededor del mundo en más de 150 viajes al extranjero y habiendo trabajado con algunos de los principales líderes carismáticos en los Estados Unidos y las naciones.

Al mismo tiempo, hay problemas graves en nuestro movimiento, a causa de los cuales ha entrado mucha contaminación entre nuestras filas, junto con escándalos morales desenfrenados y una letanía de errores doctrinales. Sin duda, mucho de esto es el resultado del rápido crecimiento del movimiento, ya que una cantidad sin precedente de almas han sido salvas en un periodo extremadamente breve, dando como resultado muchos nuevos conversos, muchos líderes mal preparados y mucha inmadurez. Y es verdad que los avivamientos y los movimientos de avivamiento pueden ser bastante desordenados con toda la emoción y agitación y manifestaciones y respuestas. Siempre habrá una mezcla de la carne y el Espíritu, sin mencionar algunas falsificaciones satánicas, a lo largo del camino.

Pero este no es el momento de presentar excusas. Este es el tiempo de crecer y limpiar la casa. Como Jesús dijo: « . . . a todo aquel a quien se haya dado mucho, mucho se le demandará . . . » (Lucas 12:48). Con toda seguridad se nos ha dado mucho.

Como afirmaré en alguna otra parte de este libro, los mejores hombres y mujeres de Dios que he conocido en este planeta son pentecostales y carismáticos: hombres y mujeres de la más alta integridad, hombres y mujeres de fe y oración, hombres y mujeres con un carácter santo, hombres y mujeres devotos a la Palabra, hombres y mujeres de valentía y amor y sacrificio. No hay carencia de líderes santos y creyentes santos en nuestro movimiento. Pero también no hay carencia de líderes abusivos (e incluso completos charlatanes) así como creyentes extraños, y es para abordar estos problemas que he escrito este libro.

Pero no he escrito este libro como el policía de Dios o como juez y jurado sobre su pueblo. Ni Dios lo quiera. En lugar de ello, he escrito estas páginas con un profundo sentido de carga y duelo sobre las vidas lastimadas a causa de errores no corregidos en nuestro medio, y con dolor por causa de la afrenta que ha sido para el nombre de nuestro Señor. Comparto su celo santo por su novia —en una minúscula medida, por supuesto, en comparación con su pasión— sabiendo cuán profundamente Él ama a su pueblo y lo mucho que aprecia su fe sincera y sencilla. Pero debe haber discernimiento con esa fe, para evitar que muchas vidas naufraguen.

Que un despertar fresco se extienda a través de nuestras iglesias; un despertar de madurez y estabilidad, un despertar digno del nombre del Señor, un despertar digno del Espíritu. ¡Adelante!

Capítulo dos

¿POR QUÉ SOMOS TAN INGENUOS?

UN FUERTE CRÍTICO del movimiento carismático me reenvió una serie de correos electrónicos un día, todos ellos enviados por un líder carismático, y todos ellos, bastante obvio, diseñados para recaudar fondos. Uno de los correos electrónicos presentaba «la poderosa, palabra profética del Señor que fue dada específicamente para USTED», seguida por este ruego:

Que su cosecha milagrosa comience en este mismo momento por medio de sembrar una semilla de fe. ¡Cuando usted siembra una semilla, se puede convertir en una fuerza sobrenatural y traerle milagros!

¡Sí, este mensaje de correo electrónico masivo contiene una palabra personal, específica para usted, y si usted nos da su dinero, obtendrá su milagro!¹

Otro correo electrónico se enfocaba en los donativos para Pascua:

¡Viene la semilla de la resurrección! Esta es una época del año en la que vemos más milagros y bendiciones derramadas que en ningún otro momento; ¡y yo quiero que usted reciba la promesa SIETE VECES MÁS!

¡Así es! Si usted da en este momento, obtendrá siete veces más de lo normal.

Entonces venía un correo electrónico de seguimiento con un mensaje urgente y oportuno:

Si no obtuvo la oportunidad de sembrar su ofrenda de Pascua: ¡la extensión de la fecha límite está a punto de terminar! Por favor, siembre ahora; colóquese en la posición de recibir las siete unciones de la Pascua.

¿Qué tipo de basura es esta? ¿Hay una extensión de la fecha límite sobre su ofrenda y está a punto de terminar? ¿Quién exactamente estableció la fecha límite y luego la extendió? ¿Y dónde enseña la Escritura que hay «siete unciones de Pascua», sin mencionar que estén relacionadas con las finanzas? Estas cosas no solo traen crítica al evangelio; también lastiman a los creyentes sinceros, muchos de los cuales responden a estas solicitudes de dinero. (Créame en esto: si estos correos electrónicos y cartas no estuvieran generando dinero, no los estaría recibiendo en su bandeja de entrada o en su buzón).

La pregunta real es: ¿Por qué los ministros carismáticos tienen un monopolio virtual de este mercado de manipulación? La respuesta, lamentablemente, es que nosotros los carismáticos somos muy ingenuos. No puedo imaginar a muchos no carismáticos siendo embaucados por este tipo de manipulación espiritual obvia.

Por pura curiosidad, me inscribí para recibir correo electrónico de un profeta que era conocido por utilizar su don con fines mercenarios. Como era de esperarse recibí correos electrónicos como este anunciando: «¡La fecha de canjear su cheque viene en camino! (Se requiere respuesta

Comentarios para Jugar con fuego santo/ Playing With Holy Fire

[Bryan · Calificación: 5 de 5 estrellas]

Buen libro que merece la pena leer hasta el final.