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Satanás, ¡mi matrimonio no es tuyo!: Guía de la guerra espiritual para las parejas que están saliendo, comprometidas o casadas
Satanás, ¡mi matrimonio no es tuyo!: Guía de la guerra espiritual para las parejas que están saliendo, comprometidas o casadas
Satanás, ¡mi matrimonio no es tuyo!: Guía de la guerra espiritual para las parejas que están saliendo, comprometidas o casadas
Libro electrónico186 páginas3 horas

Satanás, ¡mi matrimonio no es tuyo!: Guía de la guerra espiritual para las parejas que están saliendo, comprometidas o casadas

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Información de este libro electrónico

Principios y declaraciones bíblicos para enfrentar al diablo y expulsar toda influencia maligna de sus relaciones.

La Consejera Familiar Cristiana Iris Delgado quiere que Satanás sepa que el matrimonio es un territorio que los cristianos pueden recuperar de la interferencia y el control demoníacos, y que nunca debe convertirse en territorio del diablo. Este libro revela lo que hace funcionar al matrimonio, y lo que lo destruye. Delgado aborda casi cincuenta cuestiones importantes del matrimonio desde la comprensión del pacto, las relaciones con los parientes políticos y los hijos, las conductas y tareas hogareñas, hasta los problemas más profundos de la intimidad, la integridad, las finanzas, la adicción al trabajo, los hábitos y la comunicación. Provee principios y declaraciones bíblicos para enfrentar al diablo y expulsar su influencia maligna. Incluye tópicos para reflexiones interactivas y un índice de palabras relevantes. Responde preguntas tales como:

 

·          ¿Quién pagará las cuentas y llevará el registro financiero?

·          ¿Cómo manejo una discusión?

·          ¿La casa de quién visitamos en las vacaciones?

·          ¿Cuáles son los secretos ocultos de cosas sin resolver que hay en mi vida?

·          ¿Cómo puede Dios ayudar cuando mi cónyuge no quiere ayuda?

·          ¿Cuáles son los malos hábitos secretos que podrian separarnos?

¡Este libro será un manual de tutoría del cual usted no querrá prescindir! Será útil para novios y para parejas comprometidas, así como también para matrimonios que desean eliminar la influencia de Satanás de su pareja y de sus vidas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento6 mar 2012
ISBN9781616385590
Satanás, ¡mi matrimonio no es tuyo!: Guía de la guerra espiritual para las parejas que están saliendo, comprometidas o casadas
Autor

Iris Delgado

Iris Delgado ha dedicado su vida al ministerio de restauración a la familia. Ella y su esposo, el Dr. John Delgado, ministran extensivamente alrededor del mundo. Iris obtuvo su Doctorado en Consejería Cristiana de Vision International University, California. Además de autora, Iris trabaja junto con su esposo y dos hijas, como (Academic Dean) de Vision International University of Florida, preparando líderes y laicos para el trabajo del Reino de Dios. Los Delgados llevan 40 años de casados y residen en Euless, Texas.

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    Definitivamente un libro cristiano de mucha ayuda para los matrimonios.

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Satanás, ¡mi matrimonio no es tuyo! - Iris Delgado

consejo.

CAPÍTULO UNO

EL MATRIMONIO DE HOY

¿Es su matrimonio lo suficientemente

fuerte como para resistir la actual

epidemia de divorcio?

Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla;

pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.

—HEBREOS 13:4

COMO BABY BOOMER [nacida después de la Segunda Guerra Mundial] que soy, recuerdo haber oído a muchos de mis amigos quejarse de las peleas y los abusos que enfrentaban en sus hogares. Mi mejor amiga me confesó que sus padres estaban demasiado ocupados para escuchar. Muchos de mis compañeros de secundaria expresaban sus temores de que sus padres se estaban divorciando. En mi casa había un temor constante y una extraña falta de libertad para expresar amor y disfrutar la vida. En vez de amor y compromiso, mi padre gobernó la casa con abuso y control, llevando a los hermanos a desarrollar odio y desprecio a una edad temprana. Por eso me prometí a la edad de dieciocho años que cuando me casara iba a ser diferente.

Mis propios hijos, etiquetados como Generación X, nacidos en la década de los setenta del siglo pasado podrían haber sido víctimas de mi propia crianza. En lugar de eso elegí un camino distinto, uno que llevara a mi familia a la unidad. Es muy conocido el hecho de que muchos de los padres de la Generación X desafiamos nuestra naturaleza al darlo todo, para proporcionarles a nuestros hijos todo lo que no tuvimos, no importa cuán grande fuese el sacrificio, incluido el divorcio. Si dejamos que nuestro matrimonio termine en un amargo divorcio, estamos permitiendo que esa maldición divisoria continúe afectando cada generación.

Los miembros de la generación de hoy creen que están en una onda diferente, una ola de salvar a sus hijos de experimentar las angustias de sus propios padres. Pero eso tiene un gran precio ya que descuidan el enriquecimiento de la relación íntima con su pareja y no la protegen. Sí, los niños están mejor educados, alimentados, vestidos y amados, pero a un gran costo, lo cual veremos manifestado en nuestra próxima generación. Muchos padres darán una mirada al pasado y verán sus relaciones rotas causando dolor a sus hijos, dolor que ellos pudieron evitar.

Los matrimonios de hoy están tratando de evitar el divorcio por el bien de sus hijos, pero no el de sus cónyuges. Lamentablemente, cuando el nido quede vacío, solo habrá dos extraños preguntándose qué salió mal. Al pasar a través de las puertas cerradas de muchos hogares de hoy, incluso cristianos, esto es lo que pudiéramos encontrar:

• Falta de compromiso

• Crisis… miedo… depresión

• Falta de orden… permisividad

• Críticas… vergüenza… condena

• Matrimonios insatisfechos… egoísmo

• Infidelidad… engaño… divorcio

• Crisis financiera

• Auge de las madres solteras

• Adolescentes embarazadas

• Obsesión con el yo y las posesiones

• Sensualidad… locura por cambiar de imagen

• Hijos rebeldes, sin supervisión

• Pornografía cibernética y la consiguiente adicción sexual

• Abuso de menores… incesto

• Relaciones bisexuales

• Problemas mentales… deseos insaciables

• Falta de comunicación y afecto

Sí, todos estos síntomas son diferentes así como las tragedias que enfrenta nuestra sociedad hoy. El matrimonio está bajo asalto. Nuestros hijos están en riesgo. Los medios de comunicación confirman cada día la caída en picada de los valores familiares. Nadie se escapa del ataque.

Mi intención al escribir este libro, especialmente para parejas jóvenes, tiene un objetivo triple:

• Cuidar y mantener

• Prevenir

• Rescatar

Si usted aplica estos principios y la consejería a cualquier etapa de su matrimonio actual, le aseguro que será eficaz y poderoso para edificarlo y lograr un cambio.

VALORES DÉBILES

Una encuesta nacional realizada por la empresa Gallup muestra que aun cuando los estadounidenses todavía se aferran a algunos valores morales tradicionales, han aprobado los comportamientos inmorales que buscan la autosatisfacción.¹

La palabra autosatisfacción me llamó la atención. La necesidad de autogratificación puede impedir que un individuo se percate de las necesidades de otras personas, especialmente las de sus seres queridos. Muchos matrimonios están sufriendo debido a la falta de satisfacción y mutuo amor apasionado. Cuando un cristiano se vuelve tibio en su caminar con Dios, todo lo demás se entibia, y la indiferencia comienza a instalarse (Apocalipsis 3:16).

Durante nuestras conferencias y seminarios cristianos sobre matrimonio, los altares se llenan de parejas pidiendo la intervención divina para sus hogares. Cuando ofrecemos orar por los niños con problemas las manos se levantan por todas partes. En todas partes hay crisis, caos, aflicción, abuso, inestabilidad, falta de oración, falta de respeto, rebeldía, insatisfacción, infidelidad, divorcios frívolos y así sucesivamente. En su territorio y en el mío.

Un día, en el sur de Florida, estaba sentada en la sección de comidas de un mercado público, de esos cerrados donde todo es nuevo y con aire acondicionado. Cuando miré alrededor y vi las personas comprando y comiendo, observé muchas parejas de ancianos —en su mayoría judíos—, hablando, riendo y cargando cosas; muchos disfrutaban de sus knishes de papa y sus panes con salchichas kosher. Mientras reflexionaba en ello, me pregunté: ¿Qué distingue a estas parejas de otras que conocemos y encontramos cada día?

Al meditar y saborear mi último bocado de knish, me dirigí a mi marido y le dije: Cariño, creo que lo que distingue a estas parejas de muchos otras que conocemos, cuyos matrimonios están en crisis, es su sistema de valores.

Él estuvo de acuerdo conmigo y añadió: La mayoría de ellos tienen un saludable temor del Señor. Fueron criados memorizando las Escrituras, orando y siguiendo tradiciones bíblicas específicas que han impactado sus vidas, así como las de sus hijos y nietos.

Creo que nuestro sistema de valores morales se ha deteriorado y continúa desmejorando a un ritmo alarmante. Nuestros valores determinarán el destino de nuestro futuro, la fuerza de nuestros matrimonios y los valores que nuestros hijos respetarán y heredarán.

La moderna familia de hoy desafía todo lo que la Biblia enseña sobre el amor, la honra y el respeto a la alianza conyugal.

La familia tradicional se consideraba antes como una pareja casada, padres de dos hijos, dueños de un perro y una cerca blanca. Sin embargo, el aumento de la familia moderna, formada por padre o madre solteros, parejas viviendo juntas o incluso los padres más ancianos que se han ido a vivir con sus hijos adultos, muestra que la definición de familia está cambiando; y con ella, la forma en que las familias pasan su tiempo libre.²

SATANÁS PERSIGUE SUS VOTOS

El diseño y propósito de Dios para el matrimonio fue que el hombre y la mujer tuvieran una unión duradera y satisfactoria para nutrir y criar una descendencia sana. Dios estableció el matrimonio como la única institución para nutrir a la familia antes de que el pecado existiera. A fin de encargarse del asunto de la soledad, Dios creó a la mujer para que fuera ayuda y compañía para el hombre (Génesis 2:18), así como para procrear y evitar la fornicación (Génesis 1:28; 1 Corintios 7:1-2).

El matrimonio es el más sagrado de todos los votos o juramentos que un hombre y una mujer pueden llegar a hacer. No es como una promesa que puede ser olvidada o rota. Cuando una pareja hace este voto ante Dios y ante testigos, acuerda un compromiso sagrado y un pacto hasta que la muerte nos separe, no hasta que el divorcio nos separe. Los votos permanecen intactos, aun cuando el matrimonio esté lleno de problemas; demasiados matrimonios viven en guerra, a causa de todo el bagaje que traen y que se niegan a entregar a Jesús. Satanás persigue los votos matrimoniales de usted. Como no puede romper los votos, trabaja diligentemente sembrando discordia y conflicto hasta que consiga romperlo.

Demasiadas parejas simplemente abandonan sus votos. La bendición de Dios está sobre aquellos que aun jurando en daño suyo, no por eso cambia (Salmos 15:4). Millones de personas que se divorcian cada año en nuestra sociedad están, literalmente, abandonando su compromiso, pero tendrán que responder ante Dios. Muchísimas parejas se han casado tontamente, careciendo de sabiduría, haciendo promesas que no son capaces de mantener. Dios está en el negocio de sanar y reparar las cosas que están rotas y en mal estado. El depósito de Dios para la provisión y la bendición es para todos aquellos que se atrevan a buscar sanidad y mantener sus votos.

El pensamiento actual es que mantener un matrimonio para toda la vida es imposible. La realización personal y la gratificación están explotando los deseos de muchas parejas jóvenes de hoy, por lo que se niegan a soportar un poco de sufrimiento en sus relaciones. En el momento en que un problema difícil se presenta, ya están fuera de la puerta. Satanás está muy ocupado elaborando planes siniestros contra el sagrado vínculo del matrimonio.

Habiendo sido criada en Nueva York, me entristeció, como sé que lo hizo a millones de cristianos, leer el siguiente artículo, titulado El estado ataca al matrimonio.

Después de un estancamiento de varios días, el Senado de Nueva York votó… para legalizar el matrimonio del mismo sexo en el estado… Pero, donde el matrimonio del mismo sexo se reconoce, la ciudadanía ha sido silenciada. Las siete jurisdicciones que tienen matrimonio del mismo sexo en los libros comparten un tema común: A los ciudadanos no se les ha dado voz en la materia. En cambio, los tribunales y los funcionarios electos se han declarado efectivamente árbitros primeros y finales, imponiendo una definición más amplia del matrimonio a millones de personas y, de ese modo, martillar el propio fundamento de nuestra sociedad. Se le dice a la gente que el gobierno sabe mejor lo que hay que hacer. El futuro del matrimonio debería ser decidido por las personas. Ninguno que valora el plan de Dios para la sexualidad como solo entre un hombre y una mujer dentro de los lazos del matrimonio debe sentarse mientras los legisladores estatales y federales tratan de convencer para la causa y ampliar esta sagrada institución. De lo contrario, pronto podríamos ver la marca registrada del arcoíris homosexual de costa a costa. Y el Mes del orgullo lesbiano, gay, bisexual y transexual adquirirá todo un nuevo significado.³

EPIDEMIA DE MATRIMONIOS INFELICES

La declinación de los valores morales en este país ha dado lugar a una epidemia de matrimonios infelices e insatisfechos y de niños inestables. Esta nación ha sancionado y alentado divorcios no culposos y matrimonios del mismo sexo. Los cristianos simplemente miran hacia el otro lado. Hemos permitido que los impíos dicten lo que podemos y no podemos decir. Hemos permitido que la programación y el entretenimiento sensual invadan nuestros hogares. Hemos permitido que nuestras jóvenes se hagan abortos. Que la oración sea sacada de nuestras escuelas. Que la falta de oración se cuele entre nosotros, reemplazándola con nuestro disfrute de los medios de comunicación social. Esta lista podría ser interminable.

Usted puede decir: "¡Nosotros no hemos permitido eso!" ¡Pero nuestra pasividad lo permitió! Todos nos sentamos, nos reclinamos y permitimos que un pequeño porcentaje de osados defensores y activistas poseídos por el demonio aplasten nuestro sistema de creencias y los principios de Dios para un matrimonio saludable, exitoso y feliz. Una vez más, todos los niños están en riesgo, lo que significa que nuestras futuras generaciones de parejas casadas también lo están. Casi puedo sentir las lágrimas de Dios rodando por mi rostro.

Para serle honrada, tenemos que orar por una reforma espiritual en nuestras propias vidas. Necesitamos la intervención de Dios o vamos a ser atropellados por nuestros enemigos. Solo los que estén firmes sobre el fundamento sólido de Dios serán capaces de superar la embestida de la infiltración y el pecado absoluto que invade cada fibra de nuestra sociedad.

CUIDADO CON LAS PEQUEÑAS ZORRAS

Si usted está casada y es feliz, refuerce su vida personal prestando atención a las zorras pequeñas que vienen a robar su felicidad.

Permanezca anclado en Jesucristo, nuestro Salvador, y edifíquese en su fe. Preste atención especial a su vida espiritual y haga oraciones poderosas de guerra espiritual. Estamos en un conflicto. Nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra entidades demoníacas que están constantemente en busca de una puerta abierta para entrar y comenzar su obra destructora. Si su matrimonio es saludable y sólido, invierta algo de tiempo en otra pareja joven y enséñeles lo que usted practica y sabe.

No se duerma. Declare con valentía: ¡Satanás, mi matrimonio no es tuyo!, ¡Satanás, mis hijos no son tuyos!, ¡Satanás, no puedes quitarme lo que me pertenece! No se limite a dar un paseo por la tierra de la-la-la. Debemos hollar los malos espíritus que vienen a robar nuestros bienes y nuestra fe. Hollar es un término bélico. Significa pisotear, caminar sobre, aplastar y marchar. Para ser eficaz, ¡usted se tiene que poner sus guantes espirituales!

Usted no puede permanecer pasiva en su caminar espiritual diario. Para conquistar algo difícil, usted tiene que atacar al enemigo antes de que él le entable pelea. Pisotee y aplaste al mal con la Palabra de Dios y con sus oraciones. Dios hará el resto. Tenemos que hacer lo que Dios espera de nosotros para amar, obedecer y creer que va a pelear nuestras batallas. Entonces nos capacitará para hacer las cosas imposibles. Solo entonces podrá usted tener su pastel y comérselo también.

David no podía matar a Goliat con una piedra pequeña, pero con la ayuda de Dios, ¡lo hizo! Los discípulos no podían alimentar a cinco mil personas con el almuerzo de un niño consistente en pescado y pan, ¡pero lo hicieron! Por sí mismo, Jonás no podía escapar de las entrañas del pez, pero

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