Relaciones emocionalmente sanas - Día a día: Una jornada de 40 días para cambiar profundamente tus relaciones

Por Peter Scazzero

En este revolucionario libro devocional, Peter Scazzero reintroduce y desarrolla la antigua disciplina espiritual del Oficio Diario. La premisa básica es simple: los cristianos deben pausar intencionalmente dos veces al día para estar con Dios, de modo que la práctica de la presencia de Dios sea una realidad en sus vidas.

Con el mismo ritmo poderoso que el devocional Espiritualidad emocionalmente sana, cada día presenta dos oficios: mañana/mediodía y mediodía/noche, donde cada devocional reflexionará sobre temas de relaciones emocionalmente sanas, como clarificar las expectativas, escuchar con empatía y jugar limpio. Los lectores serán guiados a una práctica de transformación que profundizará su caminar diario con Jesús.

• Idioma: Español
• Editorial: Zondervan
• Fecha de lanzamiento: 26 may 2020
• ISBN: 9781400213009

Peter Scazzero

Scazzero is senior pastor of New Life Fellowship Church in Queens, New York. He formerly served as a staff member with InterVarsity Christian Fellowship.

Vista previa del libro

Tómale la temperatura a tu comunidad

OFICIOS DIARIOS

Primera semana

Una de las cosas más llenas de amor y que glorifican más a Dios en nuestras relaciones es hablar de manera sana y amorosa. De hecho, parte de la razón por la cual Dios nos da el don del habla es para que nos expresemos y alimentemos unas relaciones que den vida. Sin embargo, muchas veces nuestras relaciones se quedan estancadas o sufren porque no sabemos con claridad cómo hacer esto de una manera práctica.

Cuando usamos la habilidad llamada «Tómale la temperatura a la comunidad», usamos de forma intencional unas palabras en las que expresamos y alimentamos nuestras relaciones de maneras prácticas, como manifestar gratitud, hablar de nuestros sueños y esperanzas, y presentar con madurez nuestras quejas. Así damos nuestros primeros pasos en la integración del amor a Dios con un amor creciente por los demás y por nosotros mismos.

RECURSOS ADICIONALES

Los Oficios Diarios de todo este libro fueron escritos para usarlos con el Curso Relaciones emocionalmente sanas (ES). Cada semana se presentan las sesiones correspondientes del curso y el DVD como recursos adicionales.

•Relaciones emocionalmente sanas Guía de estudio, Sesión 1

•Relaciones emocionalmente sanas DVD, Sesión 1

OFICIO DEL DÍA PRIMERO MAÑANA/MEDIODÍA

Silencio y quietud ante Dios (2 minutos)

Lectura bíblica: Juan 15:4-5, 8-9, 12

Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí.

Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada. [. . .] Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos. Así como el Padre me ha amado a mí, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. [. . .] Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.

Devocional

Amar bien es la esencia de la verdadera espiritualidad. Esto nos exige que tengamos una conexión con Dios, con los demás y con nosotros mismos. Sin embargo, todo comienza con la respuesta que le demos a la invitación de Dios para practicar su presencia en nuestra vida diaria. Él entonces nos invita a «practicar la presencia de las demás personas» dentro de una conciencia de su propia presencia. No obstante, aprender a practicar su presencia no es una tarea sencilla.

Tal vez no haya mejor maestro para mostrarnos la manera de hacer esto que el Hermano Lorenzo, un oscuro monje carmelita que vivió en París en el siglo dieciocho. El Hermano Lorenzo decidió vivir con una conciencia constante de la presencia de Dios, de momento en momento. En realidad, él definía la oración simplemente como cultivar la conciencia del hecho de que Dios está presente.

Estas palabras del Hermano Lorenzo me han sido muy útiles a lo largo de los años, ayudándome a mantenerme en la presencia de Jesús cuando tengo cosas que me distraen:

Los tiempos en que estoy ocupado [. . .] no son diferentes a los momentos de oración, y en medio de los ruidos de la cocina, cuando varias personas me están llamando al mismo tiempo para cosas diferentes, poseo a Dios en una tranquilidad tan grande como si estuviera postrado de rodillas. [. . .]

Me he dedicado a perseverar solo en su santa presencia [. . .] lo que yo podría llamar una presencia real de Dios, o para decirlo mejor, una conversación habitual, silenciosa y secreta del alma con Dios.⁷

Jesús lo dijo de forma muy sencilla: si permanecemos en él, permitiendo que él nos abrace, su vida va a fluir desde nosotros hasta los demás. En cambio, si decidimos no permanecer en él, tendremos poco que ofrecerles a los demás, si es que acaso tenemos algo.

Pregunta para reflexionar

¿Cuándo vas a poder apartar cada día un momento, sin interrupciones, para comenzar a cultivar una conciencia de la presencia de Dios?

Oración

Señor, me es muy fácil ir pasando los días sin recordarte, ni pensar en ti. Y me es más fácil aún pasar por alto tu belleza, presente en las personas que me rodean. Te ruego que cambies las formas tan insanas de relacionarme que se hallan tan profundamente enraizadas en mí. Moldéame para que sea alguien que les ofrezca tu ternura y tu bondad a las personas con las que entre en contacto en este día. En el nombre de Jesús, amén.

Termina en silencio (2 minutos)

OFICIO DEL DÍA PRIMERO MEDIODÍA/NOCHE

Silencio y quietud ante Dios (2 minutos)

Lectura bíblica: Romanos 7:18b-21, 24-25

Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero. Y, si hago lo que no quiero, ya no soy yo quien lo hace, sino el pecado que habita en mí.

Así que descubro esta ley: que, cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal. [. . .] ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal? ¡Gracias a Dios por medio de Jesucristo nuestro Señor!

Devocional

Jean Vanier es el fundador de L’Arche, una red internacional formada por ciento cuarenta y siete comunidades en treinta y cinco países para personas con discapacidades mentales y físicas. Mientras visitaba Francia en 1963, Vanier tuvo su primer encuentro con hombres que vivían en hospitales psiquiátricos patrocinados por el gobierno, y pronto comprendió que eran «las personas más oprimidas del planeta». La primera comunidad de L’Arche comenzó unos pocos meses después, cuando él invitó a dos hombres, Raphael Simi y Philippe Seux, a dejar su institución para ir a vivir con él en una pequeña población situada al norte de París. Su comprensión acerca de nuestra tarea y lo difícil que es amar bien es poderosa:

Vivir con hombres y mujeres con discapacidades mentales me ha ayudado a descubrir lo que significa vivir en comunión con alguien. Estar en comunión significa estar con alguien [. . .] aceptando a las personas tal como son, con todas sus limitaciones y sus sufrimientos internos, pero también con sus dones y su belleza [. . .] ver la belleza que hay dentro de todo el dolor. Amar a alguien no es en primer lugar hacer cosas por él, sino revelarle su belleza y su valor, decirle por medio de nuestra actitud: «Eres hermoso. Eres importante. Yo confío en ti. Puedes confiar en ti mismo. [. . .]».

No me fue fácil llegar a esa comunión. [. . .] Cuando comencé a vivir con personas como Raphael y Philip, comencé a ver la dureza de mi propio corazón. [. . .] Raphael y los demás solo estaban clamando por amistad y yo no acababa de saber de qué manera responderles a causa de las otras fuerzas que llevaba dentro, las cuales tiraban de mí para que subiera por la escalera. [. . .] Ellos me han estado enseñando que detrás de mi necesidad de ganar se encuentran mis propios temores y angustias, el temor a ser devaluado o echado a un lado, el temor a abrir mi corazón y ser vulnerable, o el temor a sentirme desvalido ante los otros que sufren; se encuentran el sufrimiento y el quebranto de mi propio corazón.

Descubrí algo a lo cual nunca me había tenido que enfrentar antes: que dentro de mi propio corazón había unas inmensas fuerzas de tinieblas y