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Queridos amigos y hermanos: Carlos Cox
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Libro electrónico301 páginas3 horas

Queridos amigos y hermanos: Carlos Cox

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El P. Carlos Cox inaugura la Serie Palabras al Aire, poniendo por escrito sus valiosos mensajes semanales televisivos. A través de ellos ilumina el quehacer cotidiano, nacional e internacional, desde la perspectiva de la Fe Práctica en la Divina Providencia.


Editorial Patris nació en 1982, hace 25 años. A lo largo de este tiempo ha publicado más de dos centenares de libros. Su línea editorial contempla todo lo relacionado con el desarrollo integral de la persona y la plasmación de una cultura marcada por la dignidad del hombre y los valores del Evangelio.

Gran parte de sus publicaciones proceden del P. José Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt o de autores inspirados en su pensamiento. Por cierto, también cuenta con publicaciones de otros autores que han encontrado acogida en esta Editorial.

De esta forma Editorial Patris no sólo ha querido poner a disposición de los miembros de la Obra de Schoenstatt un valioso aporte, sino que, al mismo tiempo, ha querido entregar a la Iglesia y a todos aquellos que buscan la verdad, una orientación válida en medio del cambio de época que vive la sociedad actual.
IdiomaEspañol
EditorialNueva Patris
Fecha de lanzamiento13 may 2014
ISBN9789562465809
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    Queridos amigos y hermanos - Carlos Cox

    DÍAZ

    1

    SÁBADO 29 DE NOVIEMBRE DE 2008

    Adviento

    Se abrió el tiempo de preparación a Navidad, a la Pascua –como le decimos en Chile–. En medio de calores, exámenes, graduaciones, fin de año, fiestas de personal, compra de regalos, se abre un tiempo especial, el tiempo de Adviento, que durante cuatro domingos nos prepara a la Navidad. Y siempre surge la inquietud: ¿Cómo y qué podemos hacer para que la Navidad tenga sentido, para que sea sea realmente un tiempo de Dios, un tiempo de paz, un tiempo de solidaridad?

    La clave, nuevamente, no está en lo externo, en lo que sucede fuera de nosotros, alrededor de nosotros, sino en lo que sucede en nosotros, dentro de nosotros.

    Adviento, como lo dice la palabra, es un tiempo dedicado a lo que está por venir y está marcado por nuestra actitud de esperar la llegada del Señor. Es un tiempo donde los cristianos volvemos a fijar la mirada y el corazón en el Dios con nosotros, en ese Jesús - Niño, en el Hijo de Dios que celebra que está por venir, para hacerse nuevamente presente con más fuerza entre nosotros.

    Este tiempo es similar al que vive una familia cuando espera la llegada de un niño; todo está lleno de anhelos y expectativas: ¿Cómo vendrá?, ¿cuándo vendrá?, ¿cómo será?

    La medida de nuestro anhelo y esperanza será la medida de la realización, de la plenitud de vida. Si lo que esperamos y anhelamos es pequeño: Tener tal o cual cosa… pasarlo un ratito bien…, que se solucione tal o cual problema, la alegría de la realización será leve o pasajera; por ejemplo si lo único que espero es un juguetito de plástico al romperse se acabará todo. Pero si mis anhelos, sueños y esperanzas son grandes habrá más plenitud, por ejemplo: recuperar una amistad perdida, un familiar lejano, compartir más cosas en familia, generar un mejor ambiente de trabajo, crecer en la cercanía con Dios…., la realización de éstos dará una nueva forma de vivir en plenitud.

    Anhelos y esperanzas grandes e imperecederas son las que tienen que ver con reconocer, cultivar y respetar a las personas –por que son un lugar donde Cristo vive y habita entre nosotros–. Ello se hace especialmente real en estos días donde Él quiere venir al pesebre de mi corazón. Los invito a vivir el adviento teniendo grandes anhelos para vivir una Navidad en la que experimenten una gran plenitud de vida.

    2

    VIERNES 2 DE DICIEMBRE DE 2005

    El pesebre

    Queridos amigos y hermanos:

    Lo más importante de estos días casi no tiene propaganda. Estamos llenos de propaganda electoral, calles, plazas, están inundados de afiches. La televisión y la radio nos llenan de avisos y mensajes. Además, por allí y por acá surgen arbolitos y viejitos de pascua que junto a la publicidad comercial de Navidad luchan por captar mucha atención.

    Pero lo más importante no tiene casi propaganda así como no la tuvo en su época. Preocupados el censo que pidió el emperador de la época, César Augusto, casi nadie se fijó ni le dio importancia a esa mujer embarazada que caminaba custodiada por un noble varón; nadie le abrió sus puertas cuando ya venía la hora de dar a luz y, sin embargo, ese fue el acontecimiento más importante de la historia de la humanidad: Dios vino a vivir y habitar entre nosotros a través del nacimiento de Cristo Jesús.

    Para que este regalo vuelva a suceder en ustedes los invito a ir lentamente colocando un pesebre en tu casa; puede ser sencillo, de yeso o cartón, pero es tu pesebre donde junto a los tuyos prepararás Navidad colocando al centro del hogar a Jesús, María y José para luego tener todos los días al menos cinco minutos de oración y meditación diciendo: ¡Ven Señor Jesús!

    Así en medio de tanta propaganda, ellos te ayudarán a descubrir y a tener un momento de cielo y de paz en medio de tanta agitación.

    3

    VIERNES 19 DE DICIEMBRE DE 2003

    ¡El mejor regalo!

    ¡Cuánto ajetreo por los regalos! ¡Cuánta angustia, porque no tengo cómo pagarlos y me endeudo por un buen tiempo! ¡Cuánta paz perdemos en estos días! Cuando el mejor regalo es decirle a todos los que pueda: Te quiero.

    Sí, ¡ese es realmente el regalo de los regalos que celebramos en Navidad! Jesús, el Hijo de Dios; el Emmanuel, el Dios con nosotros nos dice: Yo los amo tanto que quiero vivir en medio de ustedes. Los veo solos, angustiados, confundidos, perdidos y por eso quiero venir a la tierra, convivir con ustedes y demostrarles día a día, con mi vida de carne y hueso, que solo el amor vence la soledad, la confusión, el resentimiento, la angustia… todo aquello que hace que la vida sea tan dolorosa. Y se los demostraré a través de mis palabras, pero en especial por medio de mis obras. Ese es el gran regalo de Navidad: Dios vive y habita por amor en medio nuestro.

    Por eso el mejor regalo es decirle a muchos: Te quiero

    Decirle te quiero a los que veo todos los días en la casa, en el trabajo, en el vecindario y para quienes mis palabras han sido de críticas y de regaño.

    Decirle te quiero a los que me lo han dicho a mí, pero a quienes yo no se los he dicho por falta de tiempo, de deferencia o por vergüenza.

    Decirle te quiero a muchos que veo a lo lejos: Niños, pordioseros, cesantes, enfermos… etc. Navidad es una ocasión privilegiada de regalarles algo del amor y cercanía de Dios a ellos.

    Decirle sobre todo te quiero y te perdono a los que ya se han alejado de mí; a los que me cuesta decírselo, a los que me han herido y ofendido… sabiendo que esa palabra y gesto puede reparar los puentes destruidos y podrá pronto circular vida por ellos.

    No te angusties tanto, no corras tanto, no te endeudes tanto, el mejor regalo es decirle te quiero a todos los que están al lado tuyo.

    En este espíritu, ¡Feliz Navidad!

    4

    VIERNES 22 DE DICIEMBRE 2006

    Lo inesperado - esperado

    Queridos hermanos y amigos:

    Esta Navidad, casi les puedo asegurar que las va a pasar algo inesperado. Así le pasó al posadero cuando llegaron María y José a pedir alojamiento. Sin duda lo pilló de improviso y les dijo: ¡Aquí no hay lugar para ustedes!

    Así le pasó a quien al ver a María y José necesitados y desvalidos los llevaron a esa cueva maloliente que ellos conocían en el campo y donde pastaban sus animalitos y les dijeron: Quédense aquí. Este lugar al menos los cobijará del frío, del viento y nosotros los cuidaremos.

    Así también le pasó a María. ¡Cuándo se iba a imaginar que su hijo iba a nacer tan lejos de su hogar, del lugar de su seguridad! ¡Cuándo iba a pensar que lo haría en una cueva hedionda! ¡Cuándo soñó que la visitarían hombres sabios del lejano oriente!

    Así es la vida –todos esperaban al Mesías –al Redentor– al Dios con nosotros. Pero cuando vino los sorprendió a todos. Fue, sin duda, algo inesperado aunque en el fondo lo esperaban. Yo casi les puedo asegurar que algo similar les está por pasar. Todos tenemos pensado cómo y con quién pasar la Navidad. Tal vez hemos decorado la casa con el pesebre y el árbol; hemos preparado una cena y hemos decidido a qué misa vamos a ir, y de repente va suceder lo que menos hemos planificado y pensado. Tal vez una visita sorpresa, un inconveniente de último momento, una llamada inesperada, cambiará nuestros planes. Este es el momento de detenernos, de mirar al Niño Jesús que está junto su Madre y dar ese sí que hace que Él venga a hacerse presente en medio nuestro.

    Ese es el mejor regalo de Navidad: Estar atentos a esa sorpresiva e inesperada visita del Niño Jesús quien nos quiere regalar, traer paz, amor y alegría.

    María, quien jamás dejó de sorprenderse y decir que sí a lo que Dios le pedía para acompañar y cuidar a su Hijo, te regale un corazón atento y dócil a la visita inesperada que Dios te regalará en esta Navidad

    5

    VIERNES 26 DE DICIEMBRE DE 2008

    Cuna y cruz

    En un precioso pueblito llamado Colmar, ubicado en Alsacia, Francia, en las cercanía de la Selva Negra, está el famoso y precioso cuadro de Matthias Grünewald, pintor alemán, llamado Concierto de ángeles y Natividad.

    En él aparece un precioso parque, con árboles, prados y flores y en medio de este paisaje idílico, está la Virgen con el niño Jesús… y al fondo, en la puerta por la que se sale de este paradisíaco lugar hay tallada una cruz.

    Estos signos nos dice que la cuna y la cruz pertenecen al camino, a la vida de Jesús y están también en nuestra vidas.

    Y eso es verdad, en medio de lo bonito de este tiempo de Navidad, del ambiente de encuentro, de compartir, de generosidad, especialmente con los niños, con los más desposeídos…, muchas veces hay un trago amargo…, hay algo que no permite que la alegría sea tan plena…, que la felicidad sea absoluta. Por eso cuando uno reza el rosario, el acontecimiento del nacimiento de Jesús en el establo de Belén pertenece a los misterios gozosos, pero no a los gloriosos…, hay que pasar por los misterios dolorosos para llegar a los gloriosos.

    ¿Qué significa esto? Significa que la llegada del Dios con nosotros, invita y exige a desprendernos de nosotros mismos, de buscarnos a nosotros mismos al grado de la cruz, de dar la vida por los demás, para que venzamos la resistencia del pecado, esa fuerza de gravedad negativa que hace que yo no haga lo que quiero, sino que muchas veces hago lo que no quiero como sabiamente lo expresa San Pablo en su carta a los Romanos capítulo 7, para que podamos experimentar la gloria.

    Si en estos días de Navidad has tenido un trago amargo que ello no te amargue, sino que recuerda que es una invitación de Dios a un mayor grado de entrega y generosidad y si atraviesas esa puerta que tiene una cruz, como lo muestra el cuadro de Grünewald, experimentarás ya, algo de gloria.

    ¡Qué con Cristo su hijo, te bendiga y acompañe la Virgen María en ese camino!

    6

    VIERNES 26 DE DICIEMBRE DE 2003

    Asesinato en Navidad

    Asesinato en Navidad parece el título de una novela criminal, sin embargo, es una realidad que celebramos todos los años en medio del tiempo navideño.

    Con un enorme realismo la Iglesia Católica celebra el día 26 de diciembre, en medio del tiempo de Navidad que está marcado por la paz, el amor, el espíritu de familia, el jugar de los niños inocentes, la fiesta del primer mártir cristiano: San Esteban, diácono, que fue apedreado en las puertas de Jerusalén por proclamar a Jesús vivo y resucitado, como nos lo relata el capítulo 7 de los Hechos de los Apóstoles.

    Pero no basta eso. El relato nos cuenta que uno de los cómplices de este asesinato en Navidad fue San Pablo, el futuro gran apóstol, que en ese tiempo se ensañaba con los cristianos.

    ¿Por qué, entonces, se celebra el asesinato en medio de la Navidad? Para que nunca nos olvidemos que el dolor –incluso la muerte en tiempo de Navidad– es la posibilidad del inicio, del comienzo de una vida más plena, más eterna y no un castigo ni el fin. La muerte de San Esteban fue el inicio de su vida eterna en el cielo. Es el comienzo de esta vida sin final que nos trae Jesús, cuyo gran anhelo es que crezca en nuestro interior el hijo de Dios que en cada uno habita. Jesús quiere ver madurar la semilla del bien, de la bondad, del perdón que Dios sembró en el alma de cada uno nosotros y que hizo posible que un hombre como Saulo, quien fue cómplice de un asesinato, se transformara en uno de los hombres más grande y en un gran santo de nuestra historia.

    ¡Viva el dolor o la muerte en Navidad si ésta es ocasión de cambios, de conversión, de que crezca el hijo de Dios que cada uno de nosotros lleva en su corazón!

    7

    SÁBADO 27 DE DICIEMBRE DE 2008

    El gran amigo de Jesús

    A San Juan evangelista, el gran amigo de Jesús, se lo celebra cada 27 de diciembre. Siendo ya un jovencito se encariñó con el Señor Jesús quizás como nadie y, tal vez esa fue una de las razones por las cuales Jesús lo encargó a su madre bajo la cruz cuando le dijo: Mujer, ahí tienes a tu hijo (Jn 19,26) y, a su vez, él recibió el más hermosos de los encargos cuando Jesús ya agonizante, desangrándose y ahogándose le dice: Ahí tienes a tu Madre (Jn 19,27). Pero ese encargo no fue sólo un encargo filial en el sentido de cuida de mi madre, porque ella se queda sola, sino que también le quiso decir: Así como Ella me acompañó y colaboró en mi vida para que yo desplegara el pan y la tarea que Dios me pidió, que Ella te acompañe ahora y colabore con todos los otros Cristos, con todos los otros hijos de Dios que vendrán, para que desarrollen su vida en la cercanía de Dios y así tengan una vida en plenitud.

    Recogiendo esta invitación al gran amigo de Jesús, al discípulo amado, en el año 2008 en Maipú, hemos hecho nuestro ese llamado de Jesús para nuestra Patria, diciendo Chile, ahí tienes a tu Madre. Ello significa que Él nos habla a nosotros ahora y nos dice a nosotros sus hijos cercanos y queridos: Yo les confío a mi Madre para que Ella siga actuando con ustedes y así pueda crecer lo de mí que hay en cada uno de ustedes.

    Sin duda este es el mejor regalo de Navidad que podemos recibir. Cristo Jesús nos regala nada menos que a su madre para que nos acompañe y ayude a crecer y madurar como buenos hijos de Dios.

    Y, sin duda, la mejor forma es llevarla a la casa y cuidar de tener una bonita y buena relación con Ella. En este sentido es bueno tener una imagen de Cristo y de María y al comenzar cada día ponernos frente a ellas encomendándoles el día que se inicia y al irnos a acostar agradecerles por el día que termina.

    ¡Qué en este año que se inicia pronto Chile y tú reciban este regalo del Señor para tener una vida en plenitud!

    ¡Gracias Señor por decirnos:

    CHILE, ¡AHÍ TIENES A TU MADRE!

    8

    VIERNES 31 DE DICIEMBRE DE 2004

    Nuestro día de Acción de Gracias

    Para muchos el 31 de diciembre es un día neutro, medio muerto, en el que se trabaja medio día y en el que nos preparamos a la gran fiesta y celebración del Año Nuevo.

    Para nosotros los cristianos tiene sin duda otro color; es nuestro gran día de Acción de Gracias.

    Durante casi 10 años viví en México y me asombró cómo ellos celebran este último día del año. Casi todas las iglesias, capillas y santuarios están abiertos todo el día y tienen el Santísimo expuesto, se toca música suave y se rezan oraciones para dar gracias por el año que

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