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Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García
Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García
Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García
Libro electrónico277 páginas3 horas

Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García

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En Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García, se explicita el compromiso de la autora con la mujer y en contra de atavismos y ataduras que la subyugan.
El padre, Tomás, un médico adinerado de origen ecuatoguineano, se carga de intenso fanatismo e intransigencia que proyecta en su prole. Un paranoico que se encarna en el Santo Tomás de Aquino más alejado de Aristóteles y recreado a su servicio. Su madre, Teresa, una española asentada en Guinea Ecuatorial que se sumerge hasta la destrucción en las religiones animistas del lugar autoformando un sincretismo ad usum propio.
La autora, Guillermina Mekuy, en este ambiente lleva al lector entre la reflexión y la información. Entre los dislates dramáticos de unos padres subyugados por la religión que les abrasa y domina y que tratan de imponer a sus tres hijas hasta las últimas consecuencias: la esclavitud, la renuncia a vivir, a serse.
Tras este cuadro, la autora, con habilidad e intensidad, con dominio literario y pulso narrativo, logra conducir e introducir al lector en una tarea lectora plena de inquietud y arrebato hasta el desenlace. Estamos ante un gran relato, ejecutado con maestría y que atrapa al lector entre conflictos religiosos, culturales, familiares e individuales. Un relato con metástasis y mestizajes, pleno de sentimientos y elucubrador de los hondones humanos, capaz de alcanzar los ínferos. Y en esta tarea con osadía y destreza, se itera, nos adentra la autora para ensalzar la libertad, para condenar las cadenas.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento6 sept 2019
ISBN9788494577062
Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García

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    Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García - Guillermina Mekuy

    Guillermina Mekuy

    Las hijas de

    Tomás Ondó y Teresa García

    A

    Primera edición: Santillana Ediciones Generales, abril de 2008

    Segunda edición: Grupo Sueño Joven, S.L. septiembre, 2019

    @2019, Guillermina Mekuy Mba Obono

    @Grupo Sueño Joven, SL

    Paseo de la Castellana 123, 6ºB Esca-Izda, 28046 Madrid Teléfono oficina: 91 138 62 46

    Email: mk@editorialmk.com

    Quedan prohibidos, dentro de los límites establecidos en la Ley y bajo apercibimiento legalmente previstos, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, ya sea electrónico o mecánico, el tratamiento informático, el alquiler o cualquier otra forma de cesión de la obra sin la autorización previa y por escrito de los titulares del copyright.

    Printed in Spain – Impreso en España,

    ISBN: 978-84-945770-6-2

    Depósito legal: M-19151-2019

    Maquetación: ©Jesús García

    Ilustración de cubierta: ©Sergio Galarza

    Índice

    Prólogo ..........................................................................................................11

    I. Las vírgenes ..............................................................................................19

    II. Las cruces y el domingo de purificación .........................................27

    III. El sacramento del fuego .....................................................................35

    IV. El final de la danza ..............................................................................43

    V. Nuestra vida en España ........................................................................49

    VI. El convento ............................................................................................59

    VII. Las lágrimas de María Lourdes ........................................................67

    VIII. Las amantes del Espíritu Santo ......................................................75

    IX. La cuestión de Dios ..............................................................................83

    X. La confesión de sexo .............................................................................89

    XI. La fuga ....................................................................................................97

    XII. Sangre, látigos y arrepentimiento ................................................105

    XIII. Los conjuros y los cantos a la joven sirena ..............................115

    XIV. Las palabras de Santo Tomás .......................................................125

    XV. El camino de perfección .................................................................133

    XVI. Las ceremonias de iniciación ......................................................141

    XVII. La novia de Eros decide aportar ...............................................149

    XVIII. La Virgen y María Inmaculada ................................................157

    XIX. La novia de mi hermana mayor ...................................................167

    XX. Los juegos peligrosos ......................................................................175

    XXI. De la subasta a la Universidad ....................................................183

    XXII. Cartas a una santa libre ................................................................191

    XXIII. Tiempo de amar, tiempo de aprender ....................................201

    XXIV. El amor al que no abrí la puerta ................................................209

    XXV. Mis dos países .................................................................................215

    XXVI. La gran hechicera blanca ..........................................................233

    XXVII. El peso de la justicia ...................................................................239

    XXVIII.La pasión de María Lourdes ....................................................247

    XXIX. El secreto de Teresa García y Tomás Ondó ...........................255

    XXX. La respuesta de Teresa de Tomás ..............................................265

    XXXI. El silencio de Tomás ....................................................................273

    A esa gente valiente que hizo posible la libertad que disfrutamos hoy en día….

    Guillermina Mekuy

    Nota de la presente edición

    Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García, fue publicada en el año 2008 por la Editorial Santillana, S.L. con su sello SUMA DE LETRAS, con el título las tres vírgenes de santo tomas. Una novela valiente e imaginativa, con un final cargado de emoción y mensaje, que ahora se vuelve a reeditar en una segunda versión, respetando el contenido de la primera. Su autora, Guillermina Mekuy, es, sin duda, una de las más importantes escritoras africanas del momento y en los últimos años ha sido, entre otras cosas, Ministra de Cultura de Guinea Ecuatorial. En estos momentos su polifacética actividad como escritora, artista y empresaria, así como su defensa del papel de la mujer en la sociedad, pone de nuevo a esta sorprendente e impac-tante novela de absoluta actualidad, razón por la que se ha decidido su relanzamiento.

    Prólogo

    o

    Rogelio Blanco Martinez

    Fanatismo. Sincretismo. Superstición y animismo. Aventura. Enfrentamiento pater-no-filial. África (Guinea Ecuatorial). España (Madrid). Cinismo. Erotismo. Lucha por la identidad y la libertad. Horror vacui.

    Estos y otros, si en la abundancia de detalles se entrara, podrían ser los descripto-res existentes en Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García, segunda novela de Guillermina Mekuy, editada en 2008, tras El llanto de la perra (2005) y previa a Tres almas para un corazón (2011). Hasta la fecha son las tres creaciones narrativas editas de la joven novelista ecuatoguineana, quien, en 2005, sorprendió en el panorama literario en es-pañol con una atrevida novela y no decepcionó con las dos siguientes. Se reeditan las dos primeras y los lectores demandamos una cuarta, si las tareas y compromisos de la autora lo permiten; no obstante, después de las tres creaciones señaladas los lectores de literatura de confluencias culturales o mestiza reclamamos la continuidad, máxime cuando se ejercita con maestría.

    Previo a centrarme en el prólogo de la novela objeto de reedición he de decir que existe un hilo conductor en las tres creaciones: la brega de la mujer por lograr su identidad y su libertad, para salir de un hábitat domado y domesticado, para ser poseedora de su vida y propietaria de su historia, para aprender a decir su propia palabra.

    Doy título a este prólogo con el nombre de la reina de las Amazonas, Pentesilea, cantada por Homero en la Guerra de Troya y abatida por el más afamado y fiero de los guerreros, Aquiles, quien no pudo dejar de prendarse de su víctima. La víctima, Pentesilea, acudió a luchar de modo valiente en defensa de la ciudad asediada, Troya, tras la muerte de su héroe, Héctor. Pentesilea, junto a sus compañeras, se compromete en la lucha para romper el cerco de la ciudad a fin de sacar la vida fuera de las murallas.

    Selecciono a este personaje ya que es una constante en las novelas de Mekuy la presencia de las mujeres-lucha que se comprometen en pro de la vida. Pentesilea, según Homero, oidor de sus últimas palabras, murió exclamando: ¡Ay! ¡Quiero vivir!.

    Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García, y una vez más, se explicita el compromiso de la autora con la mujer y en contra de atavismos y ataduras que la subyugan. Al lado de una intensa y concentrada narración, unos padres y sus tres hijas, como personajes centrales, sin olvidar que al modo shakesperiano los personajes secundarios dan clímax a la novela y no dejan de señalar su impronta, van creciendo y tomando ampli-tud como protagonistas; si bien la autora, y con acierto, elige a la hermana intermedia, Fátima, como personaje central y narradora de lo que acontece.

    El padre, un médico acomodado de origen ecuatoguineano, se carga de intenso fanatismo e intransigencia que proyecta en su prole. Un paranoico que se encarna en el Santo Tomás de Aquino más alejado de Aristóteles y recreado a su servicio. Desde un torturante catolicismo se ciñe a las lectura únicas obviando la crítica que el de Aquinas

    lanzaba al caso en frase latigante: Timeo hominem unius libri. Este personaje crece y se expresa en las primeras páginas y decrece lentamente, al igual que el de su esposa, Teresa, una española asentada en Guinea que se sumerge hasta la destrucción en las religiones animistas del lugar autoformando un sincretismo ad usum propio.

    La autora, Guillermina Mekuy, en este ambiente lleva al lector entre la reflexión y la información. Entre los dislates dramáticos de unos padres subyugados por la religión que les abrasa y domina y que tratan de imponer a sus hijas hasta las últimas consecuencias: la esclavitud, la renuncia a vivir, a serse; lo contrario que Pentesilea.

    Tras este cuadro, la autora, con habilidad e intensidad, con dominio literario y pulso narrativo, logra conducir e introducir al lector en una tarea lectora plena de inquietud y arrebato hasta el desenlace. Guillermina Mekuy logra la pretensión proclamada por los clásicos al caso: ducere et educere narrativos.

    Las hijas de Tomás Ondó y Teresa García se muestran, según van alcanzando la juventud, como pentesileas pero con diferentes modos de lucha. La brega, se itera, de los personajes femeninos de Mekuy es una constante. Son personajes jóvenes, plenos de vida y ansias vitales, que se expresan con la lozanía propia de su edad y que la autora los aviva con rigor literario en los hilos de su telar creativo dándoles la ambienta-ción adecuada dentro de los extremos que elige, pero bien manejados, logran persona-lidad e identificación a la vez que los envuelve de sensibilidad, de complejos erotismos, de cierta perversión y abundante frescura. Caracteres que dan un tono exótico aupado tras telones de fondo próximos a la autora, Guinea Ecuatorial y España, que pervive en todas sus obras. Estas elecciones son una muestra de compromiso, ajeno a la renuncia, de Guillermina, que si bien nace en Bata (1982), se educa desde pronta infancia en Madrid, de ahí que tales escenarios se mantienen como tablas para la ejecución del papel de las protagonistas. Son los espacios en los que se colocan el person (máscara) para actuar, para diseñar sus viadas. Vidas que entre infancias perdidas, pasiones desatadas,

    -tanto en esta novela como en Tres almas para un corazón-, pudieran confundir al lector. Una lectura fácil bien pudiera llevarle a detenerse entre los apasionamientos, en irracionalidades o erotismos vacuos; mas no, son mujeres inconformistas que luchan para salir de los prejuicios y cadenas ancestralmente impuestas. Y toda lucha, sea contra estereotipos o prejuicios, contra arquetipos o fantasmas implica dolor, llanto y desencuentros para, en el caso de esta novela, terminar con el triunfo del amor; si bien, en el caso de Eldania (El llanto de la perra) la autora pone en boca de uno de los personajes: El deseo es lo único que siempre es sincero. El amor suele ser una mentira.

    Las tres novelas conocidas de Mekuy navegan a ritmo ágil y descarnado. No da tregua al lector. Le fuerzan a reflexionar (educere) mientras mezcla el ritmo sosegado del arpa y el trepidante del tam-tam. No permiten la impasividad. Entre calles urbanas

    y sendas selváticas el lector, de la mano de la autora (ducere), ha de abrir trochas y caminar por veredas intrincadas para descubrir el alma de los personajes, sobre todo los femeninos, para averiguar sus mensajes y la teleología con la que desean imprimir para sus vidas.

    La teoría de los arquetipos y roles sociales de Jung para las mujeres lleva a J. Shi-noda Bolen a fijar tres grupos: -las diosas vírgenes, -las diosas vulnerables, –las diosas transformadoras. Las primeras se caracterizan por el desarrollo de su autonomía, las segundas por la dependencia y vinculación, las terceras aspiran más a la relación que a la fijación de una permanencia. Las hijas de Santo Tomás y de Teresa se excluyen del segundo modelo y deambulan entre la pretendida autonomía y las relaciones, pues no son asociales, más sin dependencias. Esta autonomía y sociabilidad no eluden cierto cinismo y cándidos egoísmos. Quizá precisan de estas alteraciones que, lejos de mora-lizarlas, las precisan para asirse, para izarse del fango en que habitan, una casa familiar destruida o una institución religiosa macilenta.

    No es fácil, o se necesita pulso y habilidad narrativas, -pues siendo ésta la segunda novela de la autora, no me atrevo a decir oficio-, y, sobre todo, capacidad para en intrincada selva de sincretismos y fanatismos, de morbos e intolerancias, poder conducir narrativamente a las tres vírgenes desde la infancia a la juventud, desde la absoluta dependencia y vida programada hasta la capacidad, desde la autonomía, de empren-der y tomar cada una, y por separado, el ritmo de sus vidas. La autora lo consigue con destreza y sin rebajar la intensidad mediante diálogos oportunos y el relato de la protagonista principal, Fátima; mediante el recurso epistolar u otros apropiados y sorprendentes que confieren y legan una novela con criterio narrativo y poético, erótica y exótica, todo un canto al ansia y sed de libertad de la mujer que pelea contra modelos castrantes, aquí la religión. La miseria religiosa es, por una parte,-escribió C. Marx en Introducción a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel-, la expresión de la miseria real y, por otra, la protesta contra la miseria real. La religión es el suspiro de la creatura agobiada, el estado del alma de un mundo desalmado, porque es el espíritu de los estados de almas carentes de espíritu. Tras este texto breve que conviene reflexionar lanza la manida frase: La religión es el opio del pueblo. El texto continúa invocando la necesidad de sobreponerse a la ilusión y propone la urgencia de realizar crítica a la religión si cerca y oculta el valla de lágrimas para que desde la crítica el hombre no soporte las sombrías y desnudas cadenas, sino que se desembarace de ellas y broten flores vivas; o sea la libertad y el diseño propio de cada biografía.

    Luchando responden finalmente las tres vírgenes. Responden con vigor al entramado y enmascaramiento tediosos de vidas atrapadas y predestinadas, ab ovo gemino, por sus procreadores. Tantum religio potuit saudare malorum, afirma Lucrecio en De

    rerum natura. Aquí, tras el fanatismo y sincretismo católico-animista, sucede el logro de la alienación que desemboca en la formación de una familia enferma y a la que el amor libera mientras que las tres hijas logran su independencia, su vida.

    El hogar de Teresa y de Tomás, los padres, respondía a la proclama de Tales: Todo está lleno de dioses. Si el lar familiar está plenamente ocupado por seres capacitados de omninidad, no queda espacio o lugar para las personas y sus cosas. Tal ocupación panteica precipita el desalojo del ser humano que necesita aire, vida. Las tres vírgenes, Inmaculada, Fátima y Lourdes, que comparten el nombre previo de María, destinadas al sacrificio vital a los dioses, un destino paternalmente previsto y nunca consultado a las afectadas, en tal espacio añoran, en un primer momento, el edénico de Evinayong en Guinea Ecuatorial. Su país de origen pesa en el recuerdo como paraí-

    so perdido o infancia alejada. En un segundo momento y ya adolescentes, los ritos de paso se precipitan en Madrid, selva urbana y escasamente natural y nada virginal, pero provocadora de atrevimientos y desobediencias, de rupturas y anillos de cadenas, de goznes de puertas obstinadamente fijadas.

    La autora, aún joven y con escaso recorrido literario cuando elaboró esta obra, se atrevió, dando muestras de madurez narrativa, con un texto ajustado al caso, expo-niendo carga emocional en un relato nada fácil de conducir y de resolver, que logra exi-tosamente y sin artificios; lo hace creíble a pesar de la dureza de los materiales al uso: ocultaciones y cinismo, entre purificaciones y exorcismos, animismos y sincretismos, con símbolos y sugerencias, y sin renunciar a su origen (Guinea) que comparte con su segunda patria (España). Un ejemplo de patrias necesarias y amadas que se suman sin riesgo para convertirse, en el caso de Mekuy, en espacio propio, en matria creadora.

    Las patrias nos señalan y fijan en un mapa, pero la matria nos sustantiva y nutre. Guillermina logra, de este modo, su matria, su espacio en el que hace vivir sus creaturas y, el gran éxito, sin violentar a ninguna de las dos patrias. Un logro de mestizaje cultural.

    Mi padre era, en realidad, pese a ser negro, más blanco que mi madre, y ella, a pesar del claro color de su piel, más negra que Tomás, pero la relatora de este texto, Fátima, es personaje que sobrevive y quema etapas hasta encontrarse en una construc-ción desafiante, más en una automoribundia que en autobiografía, pero se sobrepone entre tanta doblez vital: doble moral, doble religión, doble patria, doble país, doble amor y dos hermanas muy diferentes. Vive entre pliegues pero logra su territorio y tras larga peregrinatio y respectiva catarsis, se enfrenta a fariseísmos y posturas esper-pénticas, en una palabra, sobrevive entre vaivenes y ciénagas, entre dos psicópatas, sus padres. Cuando Fátima logra romper tanta cadena grita: ¡Qué pronto transcurre el tiempo cuando cada minuto pasa en libertad!. A su manera las tres hermanas vírgenes consiguen adueñarse de sus vidas frente a las disposiciones paternas fanáticas. Esta

    libertad alcanzada es de cuerpo y de alma y frente a quienes consideran que la carne ahora es recipiente imperfecto al que se debe flagelar.

    Las tres novelas editadas de Guillermina Mekuy las recorre un viento fresco que las hace ágiles de lectura, más poseen un entramado complejo y diferente. Poseen tesis y respuestas. Suspende y acción. Son mestizaje de almas

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