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UF2018 - Manejo y mantenimiento de equipos de aplicación de fitosanitarios
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Libro electrónico872 páginas6 horas

UF2018 - Manejo y mantenimiento de equipos de aplicación de fitosanitarios

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La finalidad de esta Unidad Formativa es enseñar a manejar los equipos de aplicación de productos fitosanitarios para su distribución de manera homogénea y a realizar el mantenimiento de los equipos de aplicación de fertilizantes y productos fitosanitarios.

Para ello, se estudiarán los productos fitosanitarios, la selección de los equipos para su aplicación, su mantenimiento, la preparación y el manejo de dichos equipos y la aplicación de la normativa de seguridad y de protección medioambiental.

Tema 1. Productos fitosanitarios.
1.1 Clasificación y características de los productos fitosanitarios o plaguicidas.
1.2 Distribución de productos fitosanitarios por pulverización.
1.3 Reparto del producto distribuido.
1.4 Actuaciones básicas de emergencia. Intoxicación de las personas (primeros auxilios). Contaminación ambiental (puntual y difusa).

Tema 2. Selección de los equipos de aplicación de fitosanitarios.
2.1 Demanda de potencia de los equipos de aplicación de fitosanitarios.
2.2 Componentes básicos de un pulverizador.
2.3 Equipos de pulverización.
2.4 Otros equipos para aplicación de fitosanitarios.
2.5 Distribución de productos fitosanitarios en forma líquida.
2.6 Distribución de productos fitosanitarios de otros equipos de aplicación de fitosanitarios (no pulverizadores).

Tema 3. Mantenimiento de los equipos de aplicación de fitosanitarios.
3.1 Libro de instrucciones del equipo. Descripción y mantenimiento.
3.2 Fungibles, residuos, herramientas y maquinaria de taller de uso en el mantenimiento los equipos de aplicación de fitosanitarios.
3.3 Mantenimiento de los elementos estructurales (engrases, ajustes, aprietes, entre otros).
3.4 Mantenimiento (comprobación, ajustes, sustitución) de los elementos de regulación y control (manómetros, válvulas, entre otros).
3.5 Mantenimiento (comprobación, ajustes, limpieza, sustitución) de los elementos de trabajo (boquillas de pulverización, filtros, ventilador, entre otros).
3.6 Mantenimiento (deterioros y averías) de los elementos oleohidráulicos y neumáticos de los equipos, en su caso (cilindros, motores y latiguillos oleohidráulicos, sistemas neumáticos, ruedas neumáticas, entre otros).
3.7 Mantenimiento básico específico (procedimiento y métodos) de diferentes equipos de aplicación de fitosanitarios (pulverizadores hidráulicos, pulverizadores hidroneumáticos, otros pulverizadores, otro equipos de aplicación de fitosanitarios..
3.8 Limpieza programada de los circuitos de líquido en los pulverizadores: Al inicio de la campaña de tratamientos. Al finalizar una aplicación. Al cambiar de producto fitosanitario. Al finalizar la campaña de tratamientos.
3.9 Libro de control del mantenimiento de los equipos de aplicación de fitosanitarios.

Tema 4. Preparación y manejo de los equipos de aplicación de fitosanitarios.
4.1 Libro de instrucciones del equipo. Preparación y manejo.
4.2 Regulaciones en las máquinas de accionamiento y tracción, en su caso, que utilizan los equipos de aplicación de fitosanitarios (p.e. lastrado delantero).
4.3 Regulación de los equipos de pulverización utilizados en la aplicación de fitosanitarios (técnicas y procedimientos).
4.4 Regulación de otros equipos de aplicación de fitosanitarios.
4.5 Conexión y regulación del enganche (de un punto, tripuntal).
4.6 Acoplamiento del eje de la tdf de la máquina accionamiento y tracción y el equipo de aplicación de fitosanitarios que requiere accionamiento de la tdf.
4.7 Conexión de los actuadores oleohidráulicos (cilindros y/o motores) del equipo de distribución de fitosanitarios, desde la máquina de accionamiento y tracción, si los incorpora.
4.8 Elección de las condiciones de funcionamiento en las máquinas de accionamiento y tracción.
4.9 Manejo y evaluación del trabajo con los equipos de aplicación de fitosanitarios.

Tema 5. Aplicación de la normativa de seguridad y de protección medioambiental en el manejo y mantenimiento de los equipos de aplicación de fitosanitarios.
5.1 Seguridad y salud de las personas.
5.2 Norm
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento14 ene 2019
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    UF2018 - Manejo y mantenimiento de equipos de aplicación de fitosanitarios - Moises Sánchez Gabriel Esteban

    1.1. Clasificación y características de los productos fitosanitarios o plaguicidas

    1.1.1. Agentes de control u objetivo de la aplicación (herbicidas, insecticidas, fungicidas, entre otros)

    1.1.2. Peligrosidad de los plaguicidas (toxicidad para las personas, contaminación del medio ambiente, residuos)

    1.1.3. Presentación comercial (sólidos para diluir en agua, líquidos para diluir en agua, polvo para espolvoreo, gránulos para aplicación directa, entre otros)

    1.1.4. Composición e información del producto comercial (materia activa, excipientes, dosificación, utilidad, compatibilidad de mezclas, peligrosidad para las personas y el medio ambiente)

    1.1.5. Gestión y manejo de plaguicidas (transporte, almacenamiento, distribución)

    1.1.6. Productos distribuidos (pulverización, espolvoreo, reparto gránulos)

    1.2. Distribución de productos fitosanitarios por pulverización

    1.2.1. Preparación del producto (concentración del producto comercial en el agua de dilución, cantidad de producto comercial a aplicar por hectárea)

    1.2.2. Poblaciones de gotas formadas por pulverización (caracterización)

    1.2.3. Tipos de pulverización (hidráulica o por presión, neumática, otros)

    1.2.4. Transporte de las gotas formadas hasta el objetivo (gravedad, neumático, otros)

    1.3. Reparto del producto distribuido

    1.3.1. Volumen o dosis de aplicación (l/ha ó kg/ha)

    1.3.2. Superficie objetivo o de aplicación (suelo, hojas, otras superficies)

    1.3.3. Homogeneidad de reparto sobre las superficies (direcciones de avance y perpendicular al avance)

    1.3.4. Nivel de cobertura del producto (impactos sobre la superficie)

    1.4. Actuaciones básicas de emergencia. Intoxicación de las personas (primeros auxilios). Contaminación ambiental (puntual y difusa)

    Clasificación y características de los productos fitosanitarios o plaguicidas

    El uso de fitosanitarios en la actualidad se ha convertido en una herramienta fundamental para asegurar que un cultivo esté libre de plagas y enfermedades o bien conseguir que se encuentren por debajo de unos umbrales de tolerancia.

    No nos olvidemos de que los fitosanitarios están considerados como sustancias peligrosas y para que un producto pueda salir al mercado debe haber pasado una serie de medidas de seguridad controladas a través del ROPO Registro Oficial de Productores y Operadores. Una vez autorizada la materia activa la persona que decida utilizarlos debe tener presente algunos principios como: estar en disposición del carnet de manipulador de productos fitosanitarios, utilizar únicamente los fitosanitarios autorizados por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, correcto transporte y almacenamiento, calibración de los equipos de aplicación fitosanitaria, gestión de envases vacios, etc.….. Todas estas medidas son obligatorias para llevar a cabo un uso correcto de los plaguicidas.

    Los fitosanitarios se pueden clasificar de numerosas formas entre las que destacan: el grupo químico, el comportamiento en la planta, el modo de acción sobre el parasito.

    Según el grupo químico, podemos distinguir:

    Insecticidas naturales: sustancias de origen vegetal. Esquema.

    Podemos encontrar los siguientes grupos (6 celdas):

    Insecticidas inorgánicos: carecen de átomos de carbono, destacan el azufre, sus derivados como el polisulfuro de cal o el polisulfuro de bario y el permanganato potásico.

    En la imagen se observa el color característico del permanganato potásico.

    Aceites minerales: obtenidos a partir de aceites derivados del petróleo u otros. Podemos distinguir:

    Compuestos órgano-fosforados: Derivados del ácido fosfórico. Pueden actuar por contacto, destacan materias activas como los clorpirifos, fosmet, metidation, aunque también se pueden encontrar en forma sistémica como por ejemplo el dimetoato.

    Insecticidas microbiológicos: Un ejemplo es el bacillus thuringiensis, una bacteria la cual es capaz de vivir en la planta sin causarla ningún problema sin embargo cuando el insecto la muerde muere. Hay diferentes variedades de bacillus thuringiensis como la variedad Israelensis contra larvas, la variedad Kurstaki contra mariposas o la variedad Tenebrionis contra el taladro.

    Dentro de este grupo destacar a un hongo entomopatógeno conocido como beauveria bassiana el cual provoca la enfermedad de la muscardina creando una especie de algodón en las extremidades de los insectos.

    Enfermedad de la muscardina.

    Insecticidas biotécnicos.

    Pueden ser sustancias naturales o sintéticas, por ejemplo:

    Productos de origen microbiológico: Como por ejemplo la abamectina.

    Piretroides. Son obtenidos a partir de las piretrinas modificándolas químicamente obteniendo una nueva fórmula más eficaz, estos ya no se pueden usar en agricultura ecológica puesto que se trata de insecticidas de síntesis química. Destacan el bifentrin para la lucha de hormigas, el cipermetrin, el deltametrin utilizado para moscas.

    Carbamatos: Derivados del ácido carbámico tienen gran persistencia. Una de sus ventajas es que suelen ser específicos permitiendo luchar únicamente contra la plaga sin interferir ni dañar a los insectos considerados como enemigos naturales (tijeretas, mariquitas a partir de cinco puntos, mantis religiosas). Ejemplos de materias activas: aldicarb, pirimicarb.

    Acaricidas específicos: Destacan la abamectina, el tetradifon, amitraz, piridaben destinados contra ácaros y arañas.

    Biorracionales: Derivados de la urea, por ejemplo el diuron.

    Insecticidas-acaricidas: Tienen mayor eficacia contra insectos aunque también luchan contra ácaros. Suelen pertenecer al grupo de los órgano fosforados por ejemplo el aldicarb.

    Compuestos cúpricos: Se trata de un plaguicida bacteriostático no bactericida, esto significa que se utilizara siempre de forma preventiva ya que su función es la de crear una capa protectora en la planta evitando que entren enfermedades como pueden ser virus o bacterias. Como recomendación se aconseja mezclar con fungicidas orgánicos. Podemos distinguir:

    Oxicloruro de cobre.

    Caldo bordelés: Obtenido por la mezcla de lechada de cal con sulfato de cobre. Es recomendable no excederse con el caldo a la hora de aplicar el producto ya que puede crear quemaduras en las hojas.

    Óxido cuproso.

    Compuestos minerales: Destaca el azufre pudiéndolo encontrar en forma mojadle y en polvo como es la flor de azufre y el azufre sincronizado... Dentro de los compuestos minerales también destacan el polisulfuro de calcio y bario.

    Compuestos orgánicos: Podemos distinguir:

    Organomercúricos: Normalmente usados como cicatrizantes des pues de podar, usar de forma preventiva

    Ditiocarbamatos: Como por ejemplo el maneb, tirzam, ziram, mancoceb, etc.…

    Según su comportamiento en la planta.

    Podemos distinguir:

    Según la vida de entrada del plaguicida al patógeno:

    Por contacto: Para que surta efecto debe existir un contacto directo entre el fitosanitario y el agente patógeno.

    Por inhalación. Se basa en impedir que el patógeno pueda respirar.

    Ingestión: Para que surta efecto el patógeno debe comerse la materia activa.

    Mixtos: El fitosanitario actúa por combinación de alguna de las tres formas descritas anteriormente.

    Agentes de control u objetivo de la aplicación (herbicidas, insecticidas, fungicidas, entre otros)

    Importante

    Debemos tener claro cuál es el agente patógeno al que nos estamos enfrentando pues este será el factor que determine una forma de lucha u otra, es decir, si es tamos luchando contra el repilo un tipo de hongo tendremos que utilizar una materia activa eficaz contra hongos un fungicida, también nos va a condicionar el momento optimo de la aplicación, así como la maquinaria adecuada para realizar el tratamiento, puesto que luchamos contra un hongo necesitaremos llegar a todas las partes del cultivo es decir el tamaño de gota deberá se pequeño pues nos interesara tener muchos impactos por hoja, esto se conseguirá mediante una atomización o nebulización, por el contrario si luchamos contra una coniza una mala hierba no necesitaríamos ser tan precisos con el tamaño de gota y nos valdría con una pulverización.

    Vamos a distinguir a los agentes en dos grandes grupos, agentes biológicos y agentes no biológicos:

    Agentes biológicos o bióticos:

    Insectos: Su cuerpo se divide en cabeza, tórax y abdomen. Tienen aproximadamente 1 millón de especies, la mayoría de ellas terrestres.

    Partes de un insecto.

    Según su aparato bucal los podemos clasificar como: masticadores como la langosta, chupadores como la mosca y lamedores como las abejas.

    Según su reproducción: Suele ser sexual y ovípara, aunque también puede ser mediante partenogénesis o hermafroditismo.

    Ciclo del insecto: De huevo pasa a larva, de larva a pupa, de pupa a adulto y de adulto a huevo.

    Metamorfosis, se puede distinguir las siguientes sin metamorfosis, metamorfosis sencilla y metamorfosis completa.

    Ácaros. Su cuerpo se divide en cefalotórax y abdomen. No tienen alas, suelen medir entre 0,1 a 10 mm, en fase larvaria tiene 3 patas y en fase adulta 4 pares.

    Fases de desarrollo: de huevo pasa a larva, de larva a ninfa, de ninfa a adulto y de adulto a huevo. En cuanto a la forma de alimentarse pueden ser fitófagos, parásitos, depredadores, polenófagos, micófagos y saprófagos. La reproducción puede ser ovípara, por partenogénesis y sexual.

    Nematodos: Son gusanos con una longitud entre 0,3-5 mm, según su forma de alimentación son fitófagos, saprófagos, depredadores, parásitos. Pueden habitar en agua, tierra y materia orgánica.

    Estados de desarrollo: de huevo pasa a larva, de larva a adulto y de adulto a huevo.

    Hongos. Pertenecen al reino fungí, son heterótrofos por lo que tienen que obtener los hidratos de carbono de otros seres vivos, están formados por hifas, estas a su vez dan lugar al micelio.

    Bacterias. Pertenecen al reino procariota, de tamaño aproximado a una micra, pocas especies son fitopatógenas éntrelas que destacan las pseudomonas, xanthomonas, erwinia, agrobacterium etc.….

    No pueden traspasar la epidermis de las plantas por lo que necesitan de un vector o una herida para poder penetrar.

    Virus. Son parásitos obligados, en la actualidad es muy difícil luchar contra ellos de forma preventiva por lo que en la mayoría de los casos se combatirá al vector que lo transporta, utilizando semillas o material de propagación sano.

    Caracoles y babosas.

    Ratas, ratones y topillos.

    Aves.

    Malas hierbas. Se considera mala hierba a cualquier planta que compite de forma directa por recursos como son la luz, el espacio útil, el agua con el cultivo principal. Para combatir de forma eficiente debemos tener claro cuál es el momento optimo de aplicar el fitosanitario pudiendo ser en pre-siembra, pre-emergencia y pos emergencia procurando que nunca supere el estado de ahijamiento, pues se volvería muy resistente y sería más difícil de controlar.

    En la lucha contra malas hierbas se distinguen dos grupos, el de hoja ancha o dicotiledóneas (estramonio, jaramago, malva) y el de hoja estrecha o monocotiledoneas (alpiste, avena loca, cañota, juncia, heno, bromo, poa, lolium).

    Agentes no biológicos o abióticos.

    También conocidas como enfermedades fisiológicas o fisiopatías, están provocadas por perturbaciones de origen físico, químico o mecánico. Podemos distinguir:

    Falta o exceso de luz.

    Carencia o exceso de nutrientes.

    Agentes meteorológicos: viento huracanado, heladas, pedrisco, inundaciones, exceso de calor.

    Acidez o alcalinidad del terreno.

    Fitotoxicidad por mal uso de fitosanitarios.

    Dependiendo del agente al que nos enfrentemos vamos a utilizar un fitosanitario determinado:

    Peligrosidad de los plaguicidas (toxicidad para las personas, contaminación del medio ambiente, residuos)

    El objetivo principal de un fitosanitario es la protección de los cultivos y de la cosecha que se va a obtener de estos, sin embargo su uso lleva implícito una serie de riesgos para la agricultura, para la salud y el medio ambiente como son:

    Riesgos para la agricultura:

    La aparición de resistencia se basa en el uso indiscriminado de plaguicidas dirigido contra plagas de tal manera que estas se vuelven inmunes, de tal manera que cada vez se necesita más porcentaje de materia activa para obtener los mismos resultados.

    Eliminación de enemigos naturales, lo que provoca un desequilibrio en el ecosistema del lugar dando lugar a la posibilidad de aparición de nuevas plagas.

    Desconfianza de mercados ante la alerta de alimentos no inocuos para la salud.

    Fitotoxicidad: consecuencia del mal uso del plaguicida causando síntomas diferentes a los resultados obtenidos de las pruebas antes de sacar el producto ha mercado como puede ser daños en el cultivo como manchas, quemaduras, defoliaciones o incluso la muerte de la planta.

    Riesgos para el medio ambiente.

    Uno de los grandes afectados del uso irresponsable es el medio ambiente, las poblaciones de animales, vegetales, microorganismos pueden sufrir modificaciones metabólicas y fisiológicas y en el peor de los casos la muerte.

    Las explotaciones que se encuentran cerca de embalses, cauces, puntos de captación de agua ya sea superficial o subterránea deberán cumplir con la normativa como por ejemplo respetando las bandas mínimas de seguridad para masas de agua superficiales, 5 metros para tratamientos con productos fitosanitarios, 25 metros para operaciones de regulación y comprobación de equipos de tratamiento, 50 metros en puntos de extracción de agua para consumo humano.

    El aire puede quedar temporalmente contaminado sobre todo en explotaciones donde se realice tratamientos de nebulización o atomización, tened en cuenta que la principal causa de intoxicación es por inhalación del producto, Cuando la aplicación se realice bajo lonas ambientales es obligatorio el uso de aparatos detectores, según el artículo 10.3.5 de la Reglamentación Técnico-Sanitaria (Real Decreto 3349/83), por si hay fugas de los plaguicidas utilizados.

    Riesgos para las personas:

    Toda persona que esté en contacto con los plaguicidas, ya sea de forma directa mediante transporte, almacenamiento o uso está expuesta a riesgos o aquellas que estén de forma indirecta ya sea mediante el consumo de productos tratados con plaguicidas están expuestos a riesgo sobre su salud. Así pues podemos distinguir dos poblaciones expuesta a riesgos:

    Población laboral: entraña a todas las personas encargadas en la producción, transporte, almacenamiento, distribución y aplicación de los fitosanitarios.

    Población no laboral: Incluye a los trabajadores que manipulan el cultivo una vez tratado con el fitosanitario, a las personas que se relacionan en el entorno laboral de la población laboral y a los consumidores de alimentos tratados con plaguicidas.

    Deberán tener mayor cuidado la población femenina que se encuentre en:

    Gestación: El periodo de mayor riesgo es en el primer trimestre de gestación y los daños pueden ir desde complicaciones en el desarrollo embrionario, de órganos, del sistema nervioso hasta el aborto del feto.

    Lactancia: La intoxicación se produce por la leche materna una vez la ingiere el bebe.

    Principales factores fisiológicos de las personas condicionados por el uso de fitosanitarios:

    Sexo: Puede provocar alteraciones en la regulación de hormonas sexuales, siendo la pubertad una de las etapas de mayor peligrosidad.

    Edad: Existe una controversia sobre la influencia de los plaguicidas sobre la edad, al parecer son los niños y los ancianos los que son más sensibles a posibles intoxicaciones, o problemas relacionados con el sistema nervioso.

    Especie: Dependiendo del producto utilizado se ocasionan riesgos para determinadas especies animales, por lo tanto la ley obliga a utilizar el fitosanitario menos dañino y de la forma más selectiva posible evitando ocasionar riesgos para el resto de especies.

    Peso: Es erróneo pensar que existe una relación directa entre la materia activa y el peso, en el caso de individuos de diferentes especies por ejemplo el DDT es más para animales de mayor peso por ejemplo un caballo y animales de menor peso por ejemplo un pollo, en el caso de la misma especie algunos estudios demuestran que a mayor peso mayor debe ser el porcentaje de materia activa para provocar el mismo efecto dañino, aunque también es verdad que este porcentaje apenas varía.

    Dieta: Existe una relación entre los alimentos consumidos y la sustancia tóxica, dando lugar a reacciones químicas diferentes.

    Como ya hemos mencionado algunos fitosanitarios se consideran como sustancia peligrosas según el Real Decreto 255/2003, y por lo tanto se pueden clasificar atendiendo a sus propiedades físico-químicas, a los efectos sobre la salud y sobre el medio ambiente:

    Según propiedades físico-químicas el Real Decreto 255/2003 los define como:

    Según efectos sobre la salud:

    Según la peligrosidad al medio ambiente:

    Presentación comercial (sólidos para diluir en agua, líquidos para diluir en agua, polvo para espolvoreo, gránulos para aplicación directa, entre otros)

    Sabías que...

    El resultado final de un plaguicida se debe a una formula, elaborada por el comercial en la cual interviene un porcentaje determinado de materia activa, materia inerte, coadyuvantes y aditivos, dependiendo de la cantidad que lleve de cada sustancia se van a obtener unos plaguicidas más concentrados o menos, por ejemplo, cuando hablamos del glifosato lo podemos encontrar en el mercado con unos porcentajes del 16% o glifosato del 40 %, ese porcentaje hace referencia a la cantidad de materia activa que hay del 100% del producto, por lo tanto aun siendo la misma materia activa necesitaremos menos producto para luchar en la misma superficie de terreno con un glifosato del 40% que con uno del 16%.

    Atendiendo a su formulación podemos distinguir las siguientes presentaciones comerciales:

    Forma solida.

    Polvo para espolvoreo (DP): El producto se utiliza seco, tal y como se presenta en el envase. Según el tamaño de las partículas existen diferentes rangos.

    Polvo mojable (WP). El producto no forma una autentica disolución con el agua ya que este con el paso del tiempo acaba por depositarse en el fondo, por lo que es muy recomendable agitar bien en el recipiente antes de echarlo en la cuba, y una vez en esta se pondrán en funcionamiento los agitadores.

    Polvo soluble (SP). Se disuelven con el agua, formando una única solución.

    Granulado (GR). Son mezclas secas con un tamaño de las partículas superior al de los polvos.

    Granulado dispersable en agua (WG): Son gránulos de tamaño superior al de los polvos que se dispersan en el agua.

    Bolsas hidrosolubles. El producto es en polvo o en granulo contenido en una bolsa la cual se puede introducir directamente en la cuba y forma un autentica disolución con el agua.

    Tabletas o cápsulas. Dependiendo del producto se puede mezclar con el agua o quemar.

    Forma líquida.

    Concentrado soluble (SL). También conocidos como floables, obtenidos de la trituración del material en suspensión en un líquido, son similares a los concentrados emulsionados por lo que el agitador de la cuba debe estar en continuo funcionamiento.

    Liquido emulsionable (LE). Se suelen mezclar con agua o aceite formando una solución de aspecto lechoso, que con el paso del tiempo tiende a separarse, suelen tener grandes porcentajes de materia activa.

    Suspensión concentrada (SC). Mezcla de partículas de polvo con un liquido dando lugar a un producto pastoso.

    Liquido autoemulsionable (LA): El producto se mezcla con el agua para formar una suspensión.

    Forma gaseosa.

    Aerosoles: Combinación de sprays con un solvente liquido.

    Fumigantes: Son gases tóxicos que actúan mediante absorción o inhalación. Se suelen utilizar en tratamiento de estancias o suelos. Suelen ser peligrosos y algunos requieren el empleo de operarios con el carne de fumigantes, ya que se deben utilizar en estructuras previamente hermetizadas.

    Composición e información del producto comercial (materia activa, excipientes, dosificación, utilidad, compatibilidad de mezclas, peligrosidad para las personas y el medio ambiente)

    La ley 43/2002 define un producto fitosanitario como las sustancias activas y los preparados que contengan una o más sustancias activas presentados en la forma en que se ofrecen para su distribución a los usuarios, destinados a proteger los vegetales o productos vegetales contra las plagas o evitar la acción de éstas, mejorar la conservación de los productos vegetales, destruir los vegetales indeseables o partes de vegetales, o influir en el proceso vital de los mismos de forma distinta a como actúan los nutrientes.

    Como ya hemos mencionado cualquier producto que sale al mercado debe estar inscrito en el ROPO, y podremos comprobar que la materia activa está autorizada a través de las listas de sustancias activas publicadas por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en el apartado de sanidad vegetal, medios de defensa fitosanitaria.

    Cualquier fitosanitario puede estar compuesto por:

    Materia activa (m.a): Es la parte del producto destinada a matar o controlar la plaga, se define como sustancias, microorganimos que ejercen una acción contra elementos dañinos en vegetales.

    Por ejemplo: dimetoato, imidacloprid, spinosad, fosmet, dodina, mancoceb, maneb, caolín, lamda cihalotrin, beauveria bassiana.

    Concentración: Indica el parte de materia activa en la composición, puede ser en:

    Tanto por cien (%).

    Tanto por mil (‰)

    Partes por millón (ppm).

    Estado: Indica el estado físico de la materia activa en origen y como se disgrega se puede expresar en:

    Peso/volumen (p/v).

    Peso /peso (p/p).

    Volumen/volumen (v/v).

    Materia inerte: Por lo general son ingredientes neutros, cuyo objetivo es mejorar el reparto y la dosificación de la materia activa. Ejemplo: disolventes.

    Adyuvantes o coadyuvantes: Modifican las propiedades físicas o químicas de la materia activa, ayudando a que el producto sea más eficaz. Por ejemplo: mojantes, anticongelante, estabilizantes, adhesivos, dispersantes.

    Aditivos. No modifican las propiedades físicas ni químicas de la materia activa, su función en la mayoría de los casos es que el producto cumpla con la normativa. Muchos plaguicidas son incoloros, o de olor agradable, para evitar esto se les añaden sustancias como colorantes, irritantes, repulsivos con el objeto de evitar posibles accidentes. Es una exigencia la tinción de semillas tratadas, cebos o formulaciones que puedan confundirlos con alimentos, algunos fumigantes se les añaden repelentes olorosos que permitan detectar su presencia ante una posible fuga.

    Debido a la composición química de los plaguicidas existen ciertas sustancias que no se pueden mezclar puesto que alterarían sus propiedades obteniendo resultados indeseados. Algunas de las incompatibilidades más frecuentes son:

    Aceites con: azufre, dinocap, dodina, endosulfan, polisulfuros.

    Azufre con: aceites, productos alcalinos.

    Dinocap con: aceites, dodina.

    Endosulfan con: aceites.

    Polisulfuros con: aceites.

    Bacillus thuringiensis: No mezclar con otros productos.

    Las siguientes materias activas pueden presentar algún tipo de fitotoxicidad:

    Acetato: en dosis altas en algunas variedades de melocotonero.

    Clorpirifos: algunas variedades de vid.

    Dicofol: algunas variedades de rosal y berenjenas.

    Dimetoato: naranjo amargo, frutales de hueso y florales.

    Dinocap: vid a temperaturas elevadas.

    Fention: algunas variedades de cerezo.

    Flubenzimina: plantones de algunas variedades de melocotonero.

    Mancozeb: peral «blanquilla» en manzano Golden no aplicar hasta 6 semanas después de la floración.

    Metidation: algunas variedades de melocotoneros.

    Metiram, propineb, maneb, folpet: peral «blanquilla».

    Ziram: algunas variedades de melocotonero, albaricoquero y peral.

    Los fitosanitarios se pueden nombrar de tres maneras:

    Nombre científico. Según la formulación y nomenclatura química del compuesto químico del fitosanitario.

    Nombre común. Es el nombre de la materia activa, es el más sencillo y coloquial por lo que es el que normalmente se utiliza ya que para todos es el mismo.

    Nombre comercial. Nombre que el fabricante da a sus productos.

    Ejemplo:

    Nombre científico: N-fosfonometilglicina.

    Nombre común: Glifosato.

    Nombre comercial: Glifos, Glyfostine, Recsar.

    El etiquetado del envase está regulado por el Real Decreto 2163/1994 donde se especifica los datos y condiciones de las etiquetas.

    Así pues según la ley exige que deberán contener los siguientes datos de manera clara, legible e indeleble, redactados en la lengua oficial del Estado:

    El nombre comercial o denominación del producto fitosanitario.

    El nombre y dirección del titular de la autorización y el número de Registro de la autorización del producto fitosanitario, y si fuera diferente, el nombre y dirección de la persona responsable del envasado y etiquetado finales, o del etiquetado final, del producto fitosanitario que se encuentre en el mercado.

    El nombre y cantidad de cada sustancia activa.

    El contenido neto en producto fitosanitario expresado en unidades legales de medida.

    El número del lote de la preparación, o una indicación que permita identificarlo.

    Las indicaciones exigidas, con arreglo a la fabricación, comercialización, utilización y las indicaciones relativas a primeros auxilios.

    La indicación de la naturaleza de los riesgos especiales para las personas, los animales o el medio ambiente, en forma de frases normalizadas seleccionadas adecuadamente entre las que se determinen.

    Las precauciones que hayan de adoptarse para la protección de las personas, de los animales o del medio ambiente, en forma de frases normalizadas seleccionadas adecuadamente entre las que se determinen.

    El tipo de acción del producto fitosanitario (por ejemplo, insecticida regulador de crecimiento, herbicida, etc.).

    El tipo de preparado (polvo mojable, liquido emulsionable, etc.).

    Los usos para los que se ha autorizado el producto fitosanitario y las condiciones agrícolas, fitosanitarias y medioambientales específicas en las que el producto puede ser utilizado, o en las que, por el contrario no debe ser utilizado.

    Los modos de empleo y la dosificación, expresada en unidades métricas, para cada uno de los usos autorizados.

    Cuando se necesario, el intervalo de seguridad que haya que respetar para cada uso entre la aplicación y la siembra o la plantación del cultivo que se desee proteger; la siembra o la plantación de cultivos sucesivos; el acceso de personas o animales al cultivo después del tratamiento ; la cosecha; el uso o el consumo.

    Indicaciones sobre la posible fitotoxicidad, la sensibilidad varietal y cualquier otro efecto secundario desfavorable, directo o indirecto, sobre plantas o productos de origen vegetal, así como los intervalos que haya que observar entre la aplicación y la siembra o plantación de el cultivo que se trate.

    La frase: Léanse las instrucciones adjuntas antes de utilizar el producto, en el caso de que se adjunte un prospecto adicional, tal como establece el apartado siguiente.

    Instrucciones para una eliminación segura del producto fitosanitario y de sus envases.

    La fecha de caducidad en condiciones normales de almacenamiento, cuando el periodo de conservación del producto se inferior a dos años.

    Si el envase es de dimensiones reducidas, los datos de modos de empleo, dosificación, el intervalo de seguridad (plazo de seguridad) e indicaciones sobre posibles fitotoxicidades pueden aparecer en un prospecto aparte.

    Se deberá indicar en la etiqueta si el suministro del producto fitosanitario y su utilización están restringidos a ciertas categorías de usuarios.

    Las etiquetas no podrán incluir indicaciones tales como no tóxico, inocuo y otras similares. No obstante en la etiqueta se podrá reseñar que el producto fitosanitario puede utilizarse en época de actividad de las abejas, o de otras especies, contra las que no esté dirigido el tratamiento, o durante la floración de la cosecha y malas hierbas, o indicaciones análogas que tengan por objeto proteger las abejas y otras especies útiles, siempre que la autorización se refiera explícitamente a la utilización del producto durante los períodos de presencia de las mismas y suponga un riesgo mínimo para ellas.

    La superficie y dimensiones de la parte de la etiqueta deberá ajustarse a:

    Envase inferior o igual a 3 litros, al menos un formato de 52 mm por 74 mm.

    Envases superiores a 3 litros e inferiores o iguales a 50 litros, al menos un formato de 74 mm por 105 mm.

    Envases superiores a 50 litros e inferiores o iguales a 500 litros, al menos un formato de 105 mm por 148 mm.

    Envases superiores a 500 litros, al menos un formato de 148 mm por 210 mm.

    Cada símbolo, o pictograma, deberá ocupar al menos un décimo de la superficie mínima de la parte de la etiqueta.

    También estarán impresos en negro sobre fondo amarillo-anaranjado la simbología y pictogramas de riesgos.

    En la ficha de seguridad aparecerán las características y peculiaridades del fitosanitario como son:

    Datos identificativos: el fabricante, producto, suministrador y teléfono de emergencias.

    Datos sobre riesgos y peligrosidad: Toxicidad, estabilidad, reactividad y los posibles riesgos en caso de intoxicación.

    Datos sobre el comportamiento y características: uso adecuado, manipulación, almacenamiento y eliminación del envase vacío.

    La diferencia de la ficha de seguridad y la etiqueta está en que en la ficha de seguridad aparecen datos referentes a la estabilidad y reactividad del producto.

    Gestión y manejo de plaguicidas (transporte, almacenamiento, distribución)

    Una vez adquirido el producto, se deberá transportar al almacén de la explotación, esta responsabilidad recae íntegramente sobre el transportista. Para poder transportar por carretera fitosanitarios se ha de cumplir con la normativa ADR agreement on dangerous godos by road, que significa acuerdo de transporte de mercancías peligrosas por carretera.

    Recuerda

    Los conductores deben tener la formación y el certificado ante la Dirección General de Trasportes, conocer las particularidades de cada tipo de carga a llevar y los protocolos en caso de emergencias.

    Muchos piensan que con el carnet de manipulador de productos fitosanitarios se puede transportar plaguicidas sin embargo no es así, únicamente este sirve para poder adquirirlos y posteriormente realizar la aplicación, para poder transportarlos hace falta el carne de transporte de mercancías peligrosas, sin embargo existen tres tipos de exenciones dirigidas a los agricultores de tal manera que estarán exentos de tener el carne de trasporte de mercancías peligrosas siempre y cuando cumplan las siguientes exenciones:

    Exención total. Cuando el agricultor realiza una actividad sin ánimo de lucro. Ejemplo: una huerta familiar.

    Exención total por cantidades limitadas (LQ). Únicamente aplicable cuando se transporta un único producto. Para saber si podemos transportar el fitosanitario debemos tener en cuenta la lista de mercancía peligros publicadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Coordinación, dentro de esta buscaremos la materia activa en concreto y nos fijaremos en el grupo de embalaje que tiene la sustancia. Una vez comprobado el grupo de embalaje tendremos en cuenta el siguiente esquema.

    Ejemplo: Imaginemos que queremos transportar Fosfato Ácido de Butilo, lo primero buscamos el grupo de embalaje en la lista de mercancías peligrosas y vemos que pertenece al grupo de embalaje III por lo tanto podemos transportar un máximo de 1000 kg o 1000 L en cada viaje.

    Exención parcial. Podemos cumplirla siempre y cuando

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