Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Un buen general: la ciencia del liderazgo
Un buen general: la ciencia del liderazgo
Un buen general: la ciencia del liderazgo
Libro electrónico504 páginas10 horas

Un buen general: la ciencia del liderazgo

Calificación: 5 de 5 estrellas

5/5

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

¿Sabías que la vida del hombre sobre la tierra es una guerra? Estamos en una guerra, lo elijamos o no. La Biblia dice que tu vida es una guerra. Así que, debes pelear una buena batalla y ganar la guerra. Este nuevo libro sobre artes militares es una lectura obligada para todos los líderes.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 jun 2018
ISBN9781641346016
Un buen general: la ciencia del liderazgo
Autor

Dag Heward-Mills

Bishop Dag Heward-Mills is a medical doctor by profession and the founder of the United Denominations Originating from the Lighthouse Group of Churches (UD-OLGC). The UD-OLGC comprises over three thousand churches pastored by seasoned ministers, groomed and trained in-house. Bishop Dag Heward-Mills oversees this charismatic group of denominations, which operates in over 90 different countries in Africa, Asia, Europe, the Caribbean, Australia, and North and South America. With a ministry spanning over thirty years, Dag Heward-Mills has authored several books with bestsellers including ‘The Art of Leadership’, ‘Loyalty and Disloyalty’, and ‘The Mega Church’. He is considered to be the largest publishing author in Africa, having had his books translated into over 52 languages with more than 40 million copies in print.

Relacionado con Un buen general

Libros electrónicos relacionados

Cristianismo para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Un buen general

Calificación: 5 de 5 estrellas
5/5

2 clasificaciones1 comentario

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

  • Calificación: 5 de 5 estrellas
    5/5
    Creo que todo líder debería leer este gran libro , y después aplicar todo lo que este gran hombre de DIOS enseña en el . Pastor Raul . Miami Florida .

Vista previa del libro

Un buen general - Dag Heward-Mills

Un buen general aprende sobre la guerra

… con justicia juzga y hace la guerra.

Apocalipsis 19:11 LBLA

La guerra implica muchas matanzas, mucha aflicción, tristeza y muerte. La guerra se conoce como una de las cosas más terribles que pueden sucederle a los hombres. Por consiguiente, la guerra raramente se asocia con Dios. ¿Cómo podría Dios involucrarse en una guerra? ¿Cómo podría Dios querer que la gente muera? ¿Quiere Dios matar personas? ¿Quiere Dios hacerle daño a la gente? ¡Por supuesto que no!

Dios no tiene semejantes planes malvados. Lo que provoca las guerras es el levantamiento de un enemigo que necesita ser aplastado. Dios libra guerras de manera justa, y aplasta a Sus enemigos. Nosotros por ser cristianos, tenemos un enemigo que necesita ser aplastado y golpeado. Por ser ministros del evangelio, tenemos más enemigos aún, y necesitamos saber cómo vencerlos, aplastarlos y aniquilarlos. Las Escrituras dicen: «con justicia Él juzga y hace guerra». Hay una manera divina de hacer la guerra. Hay una manera sabia de librar la guerra. Dios quiere librar la guerra a Su manera y con Su sabiduría.

Este libro se trata de cómo librar una guerra de una manera divina, espiritual y sabia. Cualquiera que piense que no estamos en guerra, carece de entendimiento. A Satanás le gustaría que tú pensaras que estamos viviendo en paz sometidos al Príncipe de Paz. A Satanás le gustaría que tú creyeras que no hay nada de qué preocuparse. Pero la Palabra de Dios deja bien claro que estamos en guerra. ¡La Palabra de Dios es muy clara en que tenemos que hacer una buena guerra y pelear una buena batalla!

Diez razones para aprender sobre la guerra

1. Jesucristo dirige los ejércitos del Cielo y hace guerra con justicia.

Muchas personas no hacen nada en el ministerio porque no quieren pelear. Si tú quieres seguir a Jesús, tienes que unirte a Su ejército y tienes que pelear.

Y vi el cielo abierto, y he aquí, un caballo blanco; el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y CON JUSTICIA juzga y HACE LA GUERRA.

Sus ojos son una llama de fuego, y sobre su cabeza hay muchas diademas, y tiene un nombre escrito que nadie conoce sino El.

Y está vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo de Dios.

Y LOS EJÉRCITOS QUE ESTÁN EN LOS CIELOS, vestidos de lino fino, blanco y limpio, le seguían sobre caballos blancos.

De su boca sale una espada afilada para herir con ella a las naciones, y las regirá con vara de hierro; y El pisa el lagar del vino del furor de la ira de Dios Todopoderoso.

Apocalipsis 19:11-15 LBLA

2. Jesucristo es un cordero que hace la guerra.

El cordero tuvo una guerra con los diez reyes que se unieron contra Él, y los venció. Jesucristo es un cordero que hace la guerra. ¿No quieres tú ser como Jesús? ¡Si quieres ser como Jesús, debes aprender a pelear una guerra!

Los diez cuernos que has visto son diez reyes que todavía no han comenzado a reinar, pero que por una hora recibirán autoridad como reyes, junto con la bestia. Estos tienen un mismo propósito, que es poner su poder y autoridad a disposición de la bestia. LE HARÁN LA GUERRA AL CORDERO, pero el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes, y los que están con él son sus llamados, sus escogidos y sus fieles.

Apocalipsis 17:12-14 NVI

3. Dios adiestra nuestras manos para la batalla.

Dios quiere enseñarte a pelear en una batalla. Si crees, recibirás un adiestramiento sobrenatural y serás guiado para hacer la guerra.

Quien adiestra mis manos para la batalla,

Para entesar con mis brazos el arco de bronce.

Salmos 18:34

4. Se nos dan instrucciones para pelear la buena batalla.

En la Biblia hay una palabra clara que dice que debes pelear. ¡Dios te exhorta a pelear! Una buena batalla es buena batalla porque ganas. Una buena batalla es una batalla con un propósito.

PELEA LA BUENA BATALLA de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.

1 Timoteo 6:12

5. Se nos dan instrucciones para que militemos la buena milicia.

Lo que en realidad se nos dice es que seamos buenos para la milicia. Esta es una instrucción para todo ministro del evangelio. Timoteo fue uno de los primeros pastores en la historia de la iglesia, y se le dijo que fuera bueno para la milicia.

Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que conforme a las profecías que se hicieron antes en cuanto a ti, MILITES por ellas LA BUENA MILICIA;

1 Timoteo 1:18

6. El ministerio del Señor Jesús se describe como servicio militar.

El apóstol Pablo consideraba su ministerio como un servicio militar e hizo una pregunta importante. ¿Qué soldado presta servicio militar pagándose sus propios gastos?

¿QUÉ SOLDADO PRESTA SERVICIO MILITAR pagándose sus propios gastos? ¿Qué agricultor planta un viñedo y no come de sus uvas? ¿Qué pastor cuida un rebaño y no toma de la leche que ordeña?

1 Corintios 9:7 NVI

7. Pablo describió su vida y ministerio como una pelea.

Pablo peleaba constantemente. Si estás en el ministerio, ¡estás peleando! Si trabajas para Dios, ¡eres un guerrero! Te guste o no, estás en un combate por tu vida. Yo siempre he sentido que estoy peleando por mi vida.

Así que, yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera PELEO, no como quien golpea el aire,

1 Corintios 9:26

He peleado LA BUENA BATALLA, he acabado la carrera, he guardado la fe.

2 Timoteo 4:7

8. Se nos dan instrucciones para que tengamos armas para la milicia.

Pablo, un ministro de Dios, tenía armas con las cuales pelear su buena batalla. Si Pablo necesitaba armas, tú también las necesitarás.

Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque LAS ARMAS DE NUESTRA MILICIA no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas.

2 Corintios 10:3-4

9. Se nos dan instrucciones para que seamos fuertes y nos aprovisionemos de armas.

¿Por qué tendríamos que estar armados si no fuéramos a tener una batalla? Estamos en guerra con principados, potestades, gobernadores de las tinieblas de este siglo. ¡Ciñe tus lomos y prepárate para una buena batalla, larga y difícil!

Por lo demás, hermanos míos, FORTALECEOS en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de TODA LA ARMADURA de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.

Porque no TENEMOS LUCHA contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.

Efesios 6:10-12

10. Hay guerra con el dragón, y nosotros somos parte de ella.

El dragón hace la guerra contra las personas que guardan los mandamientos de Dios. ¿Tú guardas los mandamientos de Dios? Si los guardas, entonces espera que un dragón te enfrente y pelee contigo.

Entonces EL DRAGÓN se llenó de ira contra la mujer; y se fue a HACER GUERRA contra el resto de la descendencia de ella, LOS QUE GUARDAN LOS MANDAMIENTOS DE DIOS y tienen el testimonio de Jesucristo.

Apocalipsis 12:17

CAPÍTULO 2

Un buen general evitará una pelea insensata

Pelea la buena batalla de la fe. . .

1 Timoteo 6:12

Un buen general es un guerrero entrenado y no peleará una batalla insensata. La Biblia nos enseña a presentar una buena batalla. Es algo bueno presentar la buena batalla de la fe. Pelear significa luchar por algo de manera vigorosa. Sin embargo, hay muchas batallas insensatas en las que una persona puede tomar parte. ¿Tú estás metido en una batalla insensata o en una buena batalla?

El general Paulus y la batalla insensata

En 1942, Adolfo Hitler, el líder de Alemania, invadió la Unión Soviética por segunda vez e intentó conquistar una ciudad importante llamada Stalingrado. Tanto Adolfo Hitler como Stalin (el líder de Rusia) eran comandantes fuertes, y al parecer se habían encontrado con la horma de su zapato en Stalingrado. Las fuerzas alemanas estaban bajo las órdenes del general Paulus.

Stalin emitió una orden a sus tropas que decía: «¡Ni un paso atrás!». Todos pelearán a morir. Esta orden dictaba que el comandante que permitiera la retirada sin permiso de sus superiores quedaba sujeto a un tribunal militar. La orden exigía que los soldados que se encontraran culpables fueran forzados a ingresar a los «batallones de castigo». Esto significa que eran enviados a las secciones más peligrosas de las líneas al frente. La orden también dictaba que los soldados rusos dispararan desde la retaguardia a las tropas que huían aterrorizadas. En los primeros dos meses después de emitida la orden, las unidades de bloqueo les dispararon a más de 1000 soldados, y más de 130,000 soldados fueron enviados a los batallones de castigo.

Y Hitler también les había prohibido a sus tropas que bajo ninguna circunstancia se retiraran. Debido a esto, la batalla se desplazó calle-por-calle y manzana-por-manzana hasta que la ciudad quedó transformada en una ciudad fantasma. Los alemanes lanzaban repetidos ataques aéreos que involucraron 1,000 aviones al mismo tiempo. Las tropas de ambos bandos se refugiaban en edificios bombardeados mientras que francotiradores rusos y alemanes se escondían en las ruinas para reconocer soldados enemigos.

El 24 de enero, el general Paulus solicitó permiso para rendirse. Le envió un mensaje a Adolfo Hitler: «Tropas sin municiones ni comida. Ya no es posible el mando efectivo; 18,000 heridos sin ninguna provisión ni vendajes ni medicinas. No tiene sentido proseguir con la defensa. Colapso inevitable. El ejército solicita permiso inmediato para rendirse a fin de salvar las vidas de las tropas restantes».

Hitler rehusó dar permiso para la rendición de los alemanes diciendo que deberían mantenerse firmes hasta el último hombre. La negativa de Adolfo Hitler de dar permiso al general Paulus para que se rindiera, básicamente fue una instrucción para pelear una batalla insensata.

Pero el general Paulus no haría nada de eso. A pesar de que Hitler lo promovió a mariscal de campo, Paulus rehusó continuar con ese disparate. El 31 de enero de 1943, el general Paulus se rindió a pesar de las instrucciones de Adolfo Hitler de pelear una batalla insensata. Cuando la infantería rusa se acercó al cuartel general alemán en el sótano de un supermercado en ruinas, el mariscal de campo Paulus y sus oficiales de estado mayor sobrevivientes sencillamente salieron y se rindieron en silencio. Ignoraron por completo las órdenes de Hitler de pelear una batalla insensata hasta el último hombre.

De este modo, la Batalla de Stalingrado acabó con la negativa del general Paulus de continuar peleando una batalla insensata que no tenía sentido alguno. Después de la derrota de Stalingrado, un general Paulus amargado se volvió en contra de Hitler. Entonces colaboró con los rusos, formando un Comité Nacional por una Alemania Libre, e hizo transmisiones por radio desde Moscú, exhortando a las tropas alemanas a dejar de pelear por Hitler.

Mi lucha insensata

Hace años cuando estaba en la escuela, me involucré en una pelea con un acosador. Dos cosas pasaron después de la pelea. En primer lugar, pensé que yo había ganado la pelea o que había quedado empatado con mi oponente. Pero todos a mi alrededor se rieron de mí y dijeron que yo había perdido.

En segundo lugar, recibí un ojo morado a cambio de mis esfuerzos. Toda el área alrededor de mi ojo se puso morada y se quedó así durante casi una semana. Después de esa pelea, llegué a la conclusión de que no tenía sentido pelear semejantes peleas inútiles con personas inútiles y audiencia inútil ¡que no apreciaba mis habilidades para boxear y pelear la batalla!

Desde entonces, decidí pelear solamente buenas batallas por las que valiera la pena pelear. Pelearía solo por buenas causas y pelearía solo por cosas que dieran un buen resultado. Por eso en la actualidad no me involucro en los pleitos de la política y ni siquiera en pleitos por dinero. Aprendí a evitar peleas insensatas hace muchos años en la escuela. En la actualidad, he descubierto muchas buenas causas por las cuales pelear la batalla. La Palabra de Dios me ha mostrado muchas cosas buenas por las que vale la pena pelear. Por estas cosas vale la pena luchar y vale la pena esforzarse. Tú puedes o pelear por algo bueno o pelear por algo insensato. Muchas personas están involucradas en peleas insensatas.

CAPÍTULO 3

Un buen general peleará una buena batalla

Pelea la buena batalla de la fe…

1 Timoteo 6:12

Es importante identificar las buenas batallas de modo que no emprendas la retirada cuando te llegue el tiempo de pelear. A continuación hay una lista de batallas en las que deberías estar dispuesto a involucrarte. Prepárate para pelear porque eres cristiano. Prepárate para pelear aún más porque eres ministro del evangelio.

Dieciocho Buenas Batallas

1. Pelea para ser un cristiano fuerte.

La mayoría de los cristianos no están fortalecidos en el Señor. Se requiere de un gran esfuerzo para llegar a ser un creyente fuerte.

Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza.

Efesios 6:10

2. Pelea para ser guiado por el Espíritu y para estar en la voluntad de Dios.

Distinguir entre las diferentes voces que tratan de influir en nosotros es una lucha. Separar la voz de la carne de la voz de la mente y de la voz del Espíritu es una batalla. El lugar más importante en el cual vivir es en la voluntad de Dios. Muchas voces competirán por tu atención. Muchos demonios pelearán para sacarte del camino. Estar en la voluntad de Dios es una batalla real. En ocasiones, la voz de tu cónyuge o la voz de tu carne pueden ser tan fuertes que tendrás que reprenderla. ¿Estás dispuesto a pelear con tu amigo más cercano para que puedas estar en la voluntad de Dios?

Tantos géneros de voces, por ejemplo, hay en el mundo, y nada hay mudo;

1 Corintios 14:10 RVA

3. Pelea para ser espiritual y no carnal. Ser una persona espiritual es una batalla.

Es más natural seguir las inclinaciones de tu carne. Es más natural comer, dormir, descansar y tener relaciones sexuales que abstenerse de estas cosas. Toda tu vida, pelearás por ser una persona espiritual. Ser una persona que ora también es una gran batalla. Levantarse temprano y pasar tiempo con Dios no es natural. Se necesita la gracia de Dios y el poder de Dios para entrar en el ámbito de la espiritualidad.

Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.

Romanos 8:6

4. Pelea por los frutos del Espíritu. Pelea para vivir con amor.

Llevar frutos de amor, gozo y paz es una lucha. Es más natural estar enojado, amargado y descontento. Tendrás que pelear contra tu misma naturaleza para llevar los frutos de amor, gozo y paz.

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Gálatas 5:22-23

5. Pelea para participar en el ministerio.

Una de las batallas más grandes es la batalla para empezar a trabajar en el ministerio. Esta será una de tus batallas más grandes. Es bastante antinatural dejar una buena profesión secular por el sacerdocio. Si estás dispuesto a seguir a Dios y quieres una buena batalla, entonces prueba la batalla de participar en el ministerio del Señor Jesucristo.

Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios.

Lucas 9:59-60

6. Pelea para permanecer en tu llamado.

Una vez que ingresas al ministerio, quedarte en el curso correcto del ministerio es una lucha. Algunos misioneros jóvenes tuvieron que conseguir un empleo y convertirse en pastores laicos de modo que pudieran financiarse a sí mismos en el campo misionero. En poco tiempo, sus corazones se habían desviado del ministerio real hacia los negocios seculares. Cuando estás en el ministerio, es fácil resbalar y escurrirte de tu verdadero llamado. Cuando Dios bendice tu ministerio y tienes una iglesia grande, es fácil convertirte en un predicador de tonterías. Cuando tienes una iglesia grande, es posible que consideres las verdades básicas de la Palabra de Dios como algo demasiado básico para predicar. Es probable que tengas que pelear una buena batalla para evitar convertirte en un orador motivacional.

…porque DEMAS ME HA DESAMPARADO, AMANDO ESTE MUNDO, y se ha ido a Tesalónica. Crescente fue a Galacia, y Tito a Dalmacia.

2 Timoteo 4:10

7. Pelea para asociarte con grandes hombres de Dios.

No es fácil lograr acercarte a los hombres de Dios. Yo he tratado de estar cerca de varias personas, pero no siempre he tenido éxito. Se necesitan años de pelear, relacionarte, dejarte conducir y ser humilde para estar cerca de personas ungidas. La mayoría de las personas no están preparadas para esta batalla. La mayoría de las personas renuncian a tratar de asociarse con hombres de Dios cuando se dan cuenta de que tienen que pelear para estar cerca, y también para mantener una relación estrecha. No es fácil estar asociado. Eliseo tuvo que pelear para estar cerca de Elías. Fue una pelea que ganó. ¿Estás tú dispuesto a pelear por la unción?

Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal.

2 Reyes 2:1

Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que NO TE DEJARÉ. Descendieron, pues, a Bet-el.

2 Reyes 2:2

Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que NO TE DEJARÉ. Vinieron, pues, a Jericó.

2 Reyes 2:4

Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que NO TE DEJARÉ. Fueron, pues, ambos.

2 Reyes 2:6

8. Pelea para atrapar la unción.

Atrapar la unción es una batalla. Por eso Elías le dijo a Eliseo: «Cosa difícil has pedido». Efectivamente atrapar la unción y volverte una persona ungida es cosa difícil. Si tú no estás preparado para una batalla, no puedes tener la unción. Los que están dispuestos a pelear la batalla por la unción son dignos de la unción.

Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí.

El le dijo: COSA DIFÍCIL HAS PEDIDO. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así; mas si no, no.

2 Reyes 2:9-10

9. Pelea para encontrar un buen compañero para tu vida.

Encontrar un cónyuge es una batalla. Ruth tuvo una dura batalla para obtener la atención de Booz. Permanecer casado también es una batalla. La mayoría de los animales no tienen un solo compañero. Nuestro instinto animal nos hace propensos a tener múltiples compañeros. Debes pelear la batalla para evitar que te conviertas en una persona con múltiples compañeros.

Descendió, pues, a la era, e hizo todo lo que su suegra le había mandado. Y cuando Booz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó.

Ruth 3:6-7

10. Lucha para prosperar. La prosperidad no llega con facilidad.

Tendrás que luchar para prosperar. Las riquezas están ocultas en lugares secretos. Los tesoros están ocultos en lugares oscuros. Sin una lucha, nunca descubrirás las riquezas que hay en todo el mundo. Los hombres flemáticos, lentos y perezosos no se vuelven ricos fácilmente. Esto ocurre porque se necesita una dura batalla para hacer que la tierra dé su fruto. Tienes que luchar para asistir a la escuela. Tienes que luchar para pasar tus exámenes. Tienes que luchar para conseguir un buen empleo. Luego tienes que luchar para que te promuevan. Una vez más, tienes que luchar para emplear tu dinero con sabiduría.

Porque al que tiene, se le dará; y al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.

Marcos 4:25

11. Lucha para edificar una casa. Tienes que luchar para edificar una casa.

La mayoría de la gente no es dueña de una casa, y nunca serán dueños de una casa. Convertirse en el dueño de una casa es una lucha, pero vale la pena luchar para llegar a ser el dueño de una casa.

Con sabiduría se edificará la casa,

Y con prudencia se afirmará;

Proverbios 24:3

12. Pelea para vivir mucho tiempo y servir al Señor durante mucho tiempo.

Tener buena salud, permanecer vivo y servir al Señor durante muchos años es una lucha.

Y ellos le hablaron diciendo: Si tú fueres hoy siervo de este pueblo y lo sirvieres, y respondiéndoles buenas palabras les hablares, ELLOS TE SERVIRÁN PARA SIEMPRE.

1 Reyes 12:7

13. Pelea contra los aspectos negativos de tu temperamento.

Tu temperamento flemático, tu temperamento colérico, tu temperamento melancólico y tu temperamento sanguíneo, todos tienen aspectos negativos.

La lentitud y la monotonía del temperamento de un flemático combatirán tu habilidad de lograr cualquier cosa en el ministerio. La lentitud y monotonía de tu temperamento harán que no quieras moverte ni pelear. Te hará propenso a la pobreza.

Las libertades de un sanguíneo te conducirán a la desorganización, a la confusión y al pecado de la carne.

El mal humor y la depresión de un melancólico destruirán las relaciones y pondrán desánimo en el ambiente. La melancolía ocasionará que seas sentencioso y te deshagas de las personas cuando cometan el más mínimo error.

La maldad, agudeza y rudeza de un colérico destruirán tus relaciones. Las decisiones rápidas de un colérico pueden llevarlo a la rebelión. El ajetreo y las actividades de un colérico le impedirán pasar tiempo con Dios.

¡Es una batalla negarte a ti mismo lo que tiendes a hacer de manera natural! He descubierto que para muchas personas esta es la batalla más difícil: la batalla de negarse a uno mismo. Pelea la buena batalla para hacer a un lado la naturaleza humana que heredaste.

Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Marcos 8:34

14. Pelea contra tu masculinidad o tu femineidad.

Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; NO HAY VARÓN NI MUJER; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús.

Gálatas 3:28

Si eres hombre, encontrarás difícil permanecer con una compañera. Pero debes luchar contra esta tendencia masculina e ingeniártelas para permanecer con una sola persona. Para un hombre, ser fiel es una batalla. ¡Pero esta batalla debe ganarse! La masculinidad de una persona también se expresa por medio del deseo sexual. El deseo sexual intensificado puede conducirte a la pornografía, masturbación, fornicación y adulterio. Si no luchas para negarte a ti mismo, tendrás graves problemas en el ministerio.

De igual manera, las mujeres se encontrarán llenas de temores, celos y acusaciones. Debes atenuar tu femineidad para que esta no cancele tu ministerio.

Es importante controlar tu masculinidad o femineidad hasta que no haya diferencia, seas hombre o mujer.

15. Pelea contra los estereotipos tribales y nacionales.

Uno de ellos, su propio profeta, dijo: LOS CRETENSES, SIEMPRE MENTIROSOS, malas bestias, glotones ociosos. Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe.

Tito 1:12-13

Toda tribu, familia o nación tiene sus tendencias. En Ghana, los ashanti son famosos por ciertas cosas y los ewé son igualmente famosos por otra serie de cosas. Cuando participas en el ministerio, debes luchar para que no seas «demasiado ewé» o «demasiado ashanti» en tu presentación. Si te encuentras con que eres lo uno o lo otro, esto afectará tu habilidad de dar fruto en el otro grupo. Algunos pastores son tan nacionalistas que no pueden extenderse a otros países. Muchos estadounidenses son tan estadounidenses que están confinados en Estados Unidos y son incapaces de ministrar en el resto del mundo. Solo cinco por ciento del mundo viene de Estados Unidos, y muchos ministros del evangelio estadounidenses están ahora limitados a ministrar a cinco por ciento del mundo. Para nuestro asombro, este cinco por ciento también tiene el noventa por ciento de los ministros del evangelio.

Los nigerianos han fundado muchas iglesias grandes. Los nigerianos también tienen reputación de ciertas cosas. Si eres ministro nigeriano, debes hacer esfuerzos para distanciarte de cualquier estereotipo negativo. Vale la pena luchar para ser más cristiano que cualquier otra cosa.

Los países de habla francesa se destacan por ciertas prácticas. Es importante que te alejes de cualquier estereotipo negativo. ¡Debes ser más cristiano que una persona que habla francés!

16. Presenta batalla contra los estereotipos de color de piel.

…y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos. Dijo más: Bendito por Jehová mi Dios sea Sem, Y sea Canaán su siervo. Engrandezca Dios a Jafet, Y habite en las tiendas de Sem,

Y sea Canaán su siervo.

Génesis 9:25-27

¡Las personas negras se destacan por su falta de desarrollo, pobreza, aspecto andrajoso, suciedad, confusión, desorganización e inhabilidad para prosperar! ¡Las personas blancas se destacan por su amor al dinero, falta de relaciones, homosexualidad, divorcio, matrimonios gay, ateísmo, tabaquismo, alcoholismo y elevadas tasas de suicidio!

Lamentablemente, estos estereotipos son patrones reales contra los que necesitamos pelear. Si eres blanco o negro, pelea para desvincularte de estos estereotipos. Guarda tu distancia de cualquiera de estos estereotipos. Adquiere las características de un cristiano en lugar de las características de un hombre negro o de un hombre blanco. ¡Esta es una buena batalla que vale la pena pelear!

17. Presenta batalla contra las pasiones.

Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.

2 Timoteo 2:22

La pasión es un fuego que poco a poco quema tu santidad y te aleja de tu espiritualidad. Por eso Pablo dijo que es mejor casarse que estarse quemando. Si tú te estás quemando, estás experimentando algo que no es bueno. Tus deseos sexuales están ligados a tu espiritualidad. La sexualidad es sobrenatural porque es una influencia casi fuera de lo normal en un ser humano. Quemarse por el deseo sexual es algo negativo y te aleja de tu espiritualidad. Debes pelear contra las pasiones con todo tu corazón y con todas tus fuerzas.

La primera forma de pelear contra las pasiones es evitando adquirir ciertos apetitos. Una vez que hayas adquirido el gusto por ciertas cosas sexuales, es más difícil controlarlas.

En segundo lugar, si ya adquiriste el gusto por ciertas cosas sexuales como pornografía, masturbación y homosexualidad, tienes que orar contra esto durante el resto de tu vida.

Lo tercero que tienes que hacer para pelear contra las pasiones es darle una salida a tu sexualidad. Esta salida puede presentarse en el matrimonio, donde podrás tener relaciones sexuales con regularidad. Lamentablemente, es posible que incluso en el matrimonio no se le pueda garantizar una salida a tu sexualidad si tienes una mala esposa. Cualquiera que sea el caso, tendrás que pelear contra esas pasiones por el resto de tu vida.

18. Pelea para ser fructífero.

Porque si estas cosas están en vosotros, y abundan, no os dejarán estar ociosos ni sin fruto en cuanto al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.

2 Pedro 1.8

La batalla contra la infertilidad espiritual es prolongada y difícil. Implica galvanizar muchas cualidades escondidas y enderezar tu vida a medida que sirves al Señor. Observarás que ser fructífero está conectado con diligencia, fe, piedad, templanza, conocimiento, virtud y paciencia. Todas estas son cualidades espirituales que no parecen estar ligadas a ser fructíferos. ¡Pero lo están! Son los verdaderos determinantes de los frutos que da tu productividad. Durante toda tu vida, librarás una batalla a favor de la diligencia, la templanza, la fe, el conocimiento, la benevolencia fraternal y la caridad.

Es una buena batalla que vale la pena pelear porque es una batalla para ser fructífero.

CAPÍTULO 4

Acostúmbrate al ambiente de guerra

Porque toda batalla de quien pelea es con estruendo, y con revolcamiento de vestidura en sangre; mas ésta será con quema, y tragamiento de fuego.

Isaías 9:5 JBS

Estamos en la última batalla por las almas de los hombres. Si no nos acostumbramos al ambiente de la batalla, nunca funcionaremos apropiadamente. Escucha lo que dice la Biblia: Toda batalla de quien pelea es con estruendo, y con revolcamiento de vestidura en sangre, y será con quema y tragamiento de fuego. Este no es un ambiente tranquilo de paz, armonía y gozo.

El ambiente de guerra es de peligro, riesgo, confusión, desconcierto, desorientación, estrés, tensión, desdicha, temor, muerte, aflicción, dolor, desilusión y embates. Dios nos está usando para difundir Su Palabra y combatir los engaños y las falsas ilusiones que están llevando a las masas al infierno. Tenemos un enemigo que no está contento con que el reino de Dios avance. Tan pronto como Jesús entró en escena, el diablo lo atacó repetidas veces. Jesucristo vivió en un ambiente de guerra. El diablo nunca estuvo lejos. A Jesús lo atacó un espíritu de homicidio que quería eliminarlo antes de que pudiera progresar; fue atacado en el desierto mientras ayunaba y oraba; fue atacado por medio de los fariseos, y finalmente fue atacado por medio de Judas Iscariote.

El ambiente del ministerio es un ambiente de guerra

Una vez que atiendes el gran llamado de Dios, estás entrando precisamente en la última batalla del reino de Dios. Jesús murió en la cruz y esto comenzó una impresionante campaña para salvar a este mundo de un diablo muy malvado, y de sus ángeles. El diablo es aquella serpiente antigua que ha engañado a este mundo durante muchos años.

El verdadero ministerio es una guerra. El ambiente del verdadero ministerio es una atmósfera de guerra. ¿Cómo es el ambiente de guerra? ¿Es un ambiente de tranquilidad, calma y paz? ¡De ninguna manera! Si lo que estás

¿Disfrutas la vista previa?
Página 1 de 1