¡Qué dulce Presencia de Dios hoy en nuestro servicio de milagros!

Este año el enemigo ha querido atacar el pueblo de Dios. La Biblia dice que nuestra lucha no es contra carne ni sangre, sino contra huestes espirituales de maldad. Lo que quiere decir, que como hijos de Dios estaremos expuestos a constantes dardos del enemigo. Pero gracias a Dios, el Señor nos dejó su armadura para protegernos y vencerlo.

Hay siete fuerzas espirituales con las que debemos batallar en este tiempo: engaño, seducción, pesadez, rechazo, distracción, burla y ceguera espiritual. Y para vencerlo, debemos reconocerlo y creer que la unción de Dios pudre y rompe todo yugo, opresión y esclavitud. Si tú eres justo por la Sangre de Jesús y practicas la justicia, debes resistir al enemigo. Jesús murió para traer libertad a tu vida y hoy, por el poder de Su Nombre, declaramos libertad total sobre ti.

Qué bendición orar y ungir a las familias de nuestra congregación. Creemos que estos próximos meses se apertura una nueva dimensión de descanso, alegría y sobreabundancia. ¡Recíbelo por el poder del Nombre de Jesús!