Antes de la fundación del mundo, Dios conocía el plan para tu vida. ¡Él tenía escrito tu destino! Él te dijo sí a todas Sus promesas: Sí te sanaré, sí te promocionaré, ¡sí te bendeciré! Por eso, no le temas a los “no”. Si Dios dice no, es porque no es el tiempo o porque tiene algo mejor. Para llegar al “sí” de la promesa, tienes que pasar por algunos “no” del proceso.

¡Dios siempre tiene un “sí” para tu vida! Tu próxima temporada será un “sí” contundente para recibir las promesas de Dios. Hoy debes renunciar al hábito de renunciar. ¡Conviértete en una persona que persevera hasta el final!

Intenta una vez más. Si tropezaste y no funcionó, sacúdete e inténtalo una vez más. ¡Busca el sí! ¡Lucha por él! Un “no” es una muestra de que estás más cerca de tu “sí”. ¡Sigue luchando por los sueños de Dios en ti! ¡No te rindas! ¡Persiste hasta ver el sueño cumplido!