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Mujeres en tránsito: Viaje, identidad y escritura en Sudamérica (1830-1910)
Mujeres en tránsito: Viaje, identidad y escritura en Sudamérica (1830-1910)
Mujeres en tránsito: Viaje, identidad y escritura en Sudamérica (1830-1910)
Libro electrónico376 páginas6 horas

Mujeres en tránsito: Viaje, identidad y escritura en Sudamérica (1830-1910)

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Mujeres en transito examines in detail the insightful accounts of four prominent female writers who traveled to and from Latin America in the nineteenth century: the French Peruvian socialist and activist Flora Tristan (1803-44), the Argentines Juana Manuela Gorriti (1816-92), Eduarda Mansilla (1834-92), and the Peruvian Clorinda Matto de Turner (1852-1909). Each author traveled and wrote in different and significant moments in the history of the Latin American nations, and their texts touch upon the nature of hemispheric and European cross-cultural relations.

Mujeres en transito revises the limited consideration that women's travelogues have received within the Latin American literary tradition. It demonstrates how women's commentaries on their own and other nations speak to their own engagement in the project of modern citizenship. More importantly, the act of traveling often helps female authors challenge the strictly political, legal, and geographic conceptions of nationhood and national identity articulated in canonical texts. Their improved yet marginal position in society as women, their particular reasons to travel, and the personal and symbolic connections with more than one nation or culture lead these four women to articulate a "transnational imaginary" through which they revise the categories of gender, class, modernity, and cultural homogeneity that shaped nineteenth century Latin American societies.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento1 oct 2017
ISBN9781469635811
Mujeres en tránsito: Viaje, identidad y escritura en Sudamérica (1830-1910)
Autor

Vanesa Miseres

Vanesa Miseres es profesora asistente de literatura latinoamericana en University of Notre Dame.

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    Mujeres en tránsito - Vanesa Miseres

    UNIVERSITY OF NORTH CAROLINA AT CHAPEL HILL

    DEPARTMENT OF ROMANCE STUDIES

    NORTH CAROLINA STUDIES

    IN THE ROMANCE LANGUAGES AND LITERATURES

    Founder: URBAN TIGNER HOLMES

    Editor: FRANK A. DOMÍNGUEZ

    Distributed by:

    UNIVERSITY OF NORTH CAROLINA PRESS

    CHAPEL HILL

    North Carolina 27515-2288

    U.S.A.

    NORTH CAROLINA STUDIES IN THE ROMANCE LANGUAGES AND LITERATURES

    Number 311

    MUJERES EN TRÁNSITO: VIAJE, IDENTIDAD Y ESCRITURA EN SUDAMÉRICA (1830-1910)

    NORTH CAROLINA SERIES ON ROMANCE LANGUAGES AND LITERATURES

    EDITORIAL COMMITTEE

    Frank A. Domínguez, Editor-in-Chief

    Fred Clark

    Juan Carlos González Espitia

    Oswaldo Estrada

    Rosa Perelmuter

    Monica Rector

    EDITORIAL BOARDS

    French

    Francis Assaf

    Janet Beizer

    Kevin Brownlee

    Elisabeth Cardonne-Arlyck

    Linda Clemente

    William F. Edmiston

    Dominique Fisher

    Perry Gethner

    Stirling Haig

    Nancy Lane

    Peggy McCracken

    Warren Motte

    Marshall Olds

    François Rigolot

    Ruth Thomas

    Ronald W. Tobin

    Colette H. Winn

    Luso-Brazilian

    Severino Albuquerque

    Paul Dixon

    Earl E. Fitz

    José Ornelas

    Darlene Sadlier

    Ronald W. Sousa

    Jon M. Tolman

    Spanish & Spanish-American

    Debra Castillo

    Sara Castro-Klaren

    Cecelia J. Cavanaugh

    Stuart A. Day

    Malva E. Filer

    Candelas Gala

    Michael Gerli

    David T. Gies

    Roberto González Echevarría

    Alejandro Mejías-López

    Sylvia Molloy

    Óscar Montero

    Julio Ortega

    Janet Pérez

    José M. Regueiro

    Óscar Rivera-Rodas

    María Salgado

    Donald Shaw

    Margarita Zamora

    Italian

    Daniela Bini

    Antonio Illiano

    Ennio Rao

    Rebecca West

    MUJERES EN TRÁNSITO: VIAJE, IDENTIDAD Y ESCRITURA EN SUDAMÉRICA (1830-1910)

    VANESA MISERES

    CHAPEL HILL

    NORTH CAROLINA STUDIES IN THE ROMANCE LANGUAGES AND LITERATURES

    U.N.C. DEPARTMENT OF ROMANCE STUDIES

    2017

    Library of Congress Cataloging-in-Publication Data

    Names: Miseres, Vanesa, author

    Title: Mujeres en tránsito: viaje, identidad y escritura en Sudamérica (1830-1910) / Vanesa Miseres.

    Description: Chapel Hill : U.N.C. Department of Romance Studies, 2017. | Series: North Carolina studies in the Romance languages and literatures; no. 311 | Includes bibliographical references and index.

    Identifiers: LCCN 2017014097 (print) | LCCN 2017019902 (ebook) | ISBN 9781469635804 | ISBN 9781469635804 (hardcover)

    Subjects: LCSH: Latin American literature—Women authors—History and criticism. | Women authors, Latin American—Biography. | Tristan, Flora, 1803-1844—Criticism and interpretation. | Gorriti, Juana Manuela, 1816-1892—Criticism and interpretation. | Mansilla de García, Eduarda, 1838-1892—Criticism and interpretation. | Matto de Turner, Clorinda, 1852-1909—Criticism and interpretation.

    Classification: LCC PQ7551.5 (ebook) | LCC PQ7551.5 .M57 2017 (print) | DDC 863/ .5099287—dc23

    LC record available at https://lccn.loc.gov/2017014097

    Cover image: Reproducción de Camilo Mori La viajera (1928), Museo Nacional de Bellas Artes, Santiago, Chile

    © 2017. Department of Romance Studies. The University of North Carolina at Chapel Hill.

    ISBN 978-1-4696-3580-4

    Printed with the collaboration of Artes Gráficas Soler www.graficas-soler.com

    A Juan e Isabella, compañía eterna de todos mis viajes.

    Si el espacio es infinito estamos en cualquier punto del espacio.

    Si el tiempo es infinito estamos en cualquier punto del tiempo.

    Jorge Luis Borges, El libro de arena.

    AGRADECIMIENTOS

    Este libro fue escrito en múltiples recorridos que, al igual que los relatos de viaje que aquí estudio, ayudaron a conectarme con personas y espacios nuevos y a encontrar nuevos lazos con los ya conocidos. Desde Argentina, mi lugar de partida y de constante regreso, ha sido fundamental el apoyo de mi familia, que no dudó en mi proyecto personal y académico en tiempos en los que dudábamos de todo lo demás . . . Silvia, Noelia, Hernán, ¡gracias infinitas! Agradezco también a Rubén Chababo, Analía Costa y sobre todo, a Mónica Bernabé, por haber también confiado y apoyado mis primeros pasos en el viaje que transformó mi vida para siempre. A las nuevas colegas y amigas por dialogar y apostar al trabajo en red: María Vicens, Norma Alloatti, Paula Caldo, Graciela Batticuore. En Perú, donde descubrí mi tercer hogar, a Marcel Velázquez, Laura Liendo, Miguel Vargas Yábar, Francesca Denegri y César Salas Guerrero, por su recibimiento, apoyo y asistencia bibliográfica en todo momento. En Estados Unidos, la guía firme y constante de Cathy L. Jrade durante mis días en la Universidad de Vanderbilt y en cada nueva etapa de mi trabajo. Agradezco asimismo la orientación, lectura y apoyo de Carlos Jáuregui, Benigno Trigo y al resto de los profesores del departamento de español y portugués. A mis colegas en la Universidad de Notre Dame por brindarme su guía y confianza. A Sebastián Díaz-Duhalde y Rocío del Águila por su amistad y por el intercambio sostenido.

    Este proyecto pudo avanzar significativamente con el financiamiento de una Moreau Postdoctoral Fellowship en la Universidad de Notre Dame y su publicación ha sido posible gracias a la subvención del Institute for Scholarship in the Liberal Arts también de Notre Dame. En la última etapa de preparación del manuscrito, quiero agradecer a los dos lectores anónimos de la editorial y el trabajo de Hilal Jamal en la preparación del índice.

    Finalmente, dedico este libro a la memoria de mi padre, Pedro Miseres, que me enseñó a encontrar en los libros el mejor de los viajes posibles.

    ÍNDICE

    INTRODUCCIÓN

    CAPÍTULO 1: Paria y patria itinerantes: Flora Tristán en el Perú

    CAPÍTULO 2: Un Grand Tour local: Los viajes de Juana Manuela Gorriti

    CAPÍTULO 3: Fronteras entre Norte y Sur: Recuerdos de viaje de Eduarda Mansilla

    CAPÍTULO 4: Rediseñando el mapa europeo: Clorinda Matto de Turner y su Viaje de Recreo

    CONCLUSIONES: Líneas de fuga en torno al viaje femenino

    BIBLIOGRAFÍA

    ÍNDICE ANALÍTICO

    LISTA DE ILUSTRACIONES

    FIGURA 1. Retrato de Flora Tristán. Bibliothèque Nationale de France, Cabinet des Estampes. Imagen de la Bibliothèque Nationale de France 37

    FIGURA 2. Soldado y rabona. Paul Marcoy. Voyage de l’Océan Pacifique à l’Océan Atlantique, a travers l’Amérique du Sud. Le Tour du monde. Paris: Hachette, 1869. Department of Special Collections of the Hesburgh Libraries of Notre Dame 60

    FIGURA 3. Retrato de La Mariscala reproducido por Juan B. Lastres. Una neurosis célebre. El extraño caso de La Mariscala Francisca Zubiaga Bernales de Gamarra. Lima: Empresa Periodística S.A., 1945. Biblioteca Nacional del Perú 66

    FIGURA 4. Limeña con saya y manto. Manuel Atanasio Fuentes. Lima: apuntes históricos, descriptivos, estadísticos y de costumbres. París: Librería de Firmin Didot, 1867, p. 102. Department of Special Collections of the Hesburgh Libraries of Notre Dame 72

    FIGURA 5. Juana Manuela Gorriti. Fotografía de T. del Castillo tomada de la primera edición de Veladas literarias de Lima (1876-1877). Tomo primero. Buenos Aires: Imprenta Europea, 1892. Department of Special Collections of the Hesburgh Libraries of Notre Dame 79

    FIGURA 6. Eduarda Mansilla en Nueva York. Fotografía tomada por Frederick F. Gutekunst, fotógrafo de la Guerra de Secesión, en 1861. Colección privada de Manuel Rafael García-Mansilla 127

    FIGURA 7. Retrato de Clorinda Matto de Turner realizado por el dibujante Evaristo San Cristóval y publicado en El Perú ilustrado (1887) 1.22, p. 1. Department of Special Collections of the Hesburgh Libraries of Notre Dame 176

    INTRODUCCIÓN

    Etonnants voyageurs! quelles nobles histoires

    Nous lisons dans vos yeux profonds comme les mers!

    Montrez-nous les écrins de vos riches mémoires,

    Ces bijoux merveilleux, faits d’astres et d’éthers.

    Nous voulons voyager sans vapeur et sans voile!

    Faites, pour égayer l’ennui de nos prisons,

    Passer sur nos esprits, tendus comme une toile,

    Vos souvenirs avec leurs cadres d’horizons.

    Dites, qu’avez-vous vu?

    Charles Baudelaire, Le Voyage.

    El 28 de febrero de 2016, mientras terminaba de editar estas páginas, Marina Menegazzo y María José Coni, dos jóvenes argentinas de 21 y 22 años que se encontraban de vacaciones en Ecuador, fueron halladas muertas en Montañita, un pequeño pueblo de costa ubicado a unos 180 kilómetros de Guayaquil y muy frecuentado por turistas extranjeros. A principios de este año, las jóvenes habían salido de Mendoza, Argentina, con el objetivo de hacer un recorrido que las llevaría a Santiago de Chile, Lima y Machu Picchu en Perú, y varios lugares de Ecuador. La versión oficial de los hechos, que al día de hoy es objetada por los familiares de las víctimas y por los defensores de los acusados, indica que en Ecuador las chicas se habrían quedado sin dinero y abandonado el hostal en donde se alojaban. Ese mismo día, habrían conocido a dos hombres que les ofrecieron alojamiento en la casa de uno de ellos. Esos mismos hombres acabaron asesinándolas y confesando el crimen días después.

    Además de lo trágico de estas dos muertes y de las dudas en torno a cómo sucedieron los hechos, la noticia desató un gran debate en los medios de comunicación y las redes sociales sobre el tema central de este libro: las mujeres que viajan. Y que viajan solas. Muchos de los canales de televisión y periódicos recalcaron esta particularidad, Marina y María José iban solas. De repente todas las miradas parecían posarse en las víctimas. Poco importaba saber quiénes habían sido los asesinos, qué antecedentes tenían, qué redes delictivas se encontraban detrás. La audiencia y los comunicadores estaban ávidos por conocer ¿qué hacían las jóvenes en este lugar conocido por su vida nocturna llena de excesos? ¿Por qué no llamaron a sus familias si no tenían dinero? ¿Por qué aceptaron la invitación de dos desconocidos? ¿Siempre eran así de confiadas? ¿Eran buenas chicas? Preguntas que parecían querer buscar en la vida de estas mujeres el grado de merecimiento o responsabilidad en sus propias muertes. No faltó tampoco quien culpara a los padres, por irresponsables, por permitir a sus hijas salir de casa sin mayores explicaciones. Una funcionaria del Ministerio de Turismo de Ecuador llegó inclusive a afirmar que a Marina y a María José tarde o temprano les iba a pasar algo, porque habían elegido una forma de viajar (como mochileras) poco apropiada e insegura para dos mujeres. Si hubieran... si no hubieran... las infinitas conjeturas desencadenaron indefectiblemente en la prescripción: es mejor prevenir, no salir, no experimentar lo nuevo y evitar lo desconocido. Sobre todo siendo dos mujeres solas. ¿Solas? Marina y María José no estaban solas, estaban juntas, eran dos. Habían planificado su viaje, su itinerario, se costeaban sus propios gastos. Tenían planes, querían viajar y conocer el continente, la América profunda a su modo. Pero su modo no se condice con una sociedad que tradicionalmente ha vulnerabilizado el lugar de la mujer y le ha advertido incesantemente sobre los peligros de abandonar el espacio restringido pero seguro (en una construcción de la seguridad totalmente arbitraria) del hogar.

    Siguiendo de cerca las discusiones en torno al caso de Marina y María José, pude volver sobre los motivos que impulsaron la escritura de Mujeres en tránsito y comprobar que no han sido fortuitos ni mi interés ni mi elección por estudiar la escritura de mujeres que viajan en el siglo XIX, un período marcado fuertemente por la discusión en torno al rol de la mujer, en el marco de la constitución de la figura del ciudadano de las nuevas naciones independientes de Latinoamérica. En definitiva, mi trabajo había comenzado con un viaje. Había sido yo misma una joven viajera que se enfrentaba por primera vez en su vida a un nuevo país, a una nueva lengua y, en ese contexto, iniciaba un nuevo proyecto de investigación. En pleno siglo XXI, yo también había podido confirmar, en cada momento en que sentía que mi soledad podía ser una provocación para el peligro, en cada persona que me preguntaba por qué viajaba sola o me advertía sobre los posibles riesgos de hacerlo, que el viajar seguía siendo una cosa de hombres.

    En Le Voyage, el poema citado en el epígrafe, Charles Baudelaire retoma el topos clásico del contar o mostrar cosas antes jamás vistas como un rechazo o reacción frente a los lugares comunes de las narraciones épicas (Curtius 85-86). Baudelaire reproduce esta idea con el mismo objetivo, señalar la necesidad humana por encontrar siempre un nuevo horizonte sobre el cual proyectar los deseos, la imaginación y la curiosidad propios. El viaje es, para el poeta, una vía de construcción de miradas e imágenes del Otro y de uno mismo, en la medida en que la confrontación con lo nuevo y lo diverso impulsa a reflexionar constantemente no sólo sobre aquello que se presenta como diferente, sino también sobre la propia identidad, que se define entonces en ese desplazamiento y contraste. Ahora bien, pensando este motivo literario desde la vigencia de la intimidación hacia la mujer que viaja, es forzoso preguntarse ¿cómo puede una mujer reapropiarse del mismo topos frente a una tradición que aún le advierte (y le confirma) sobre las negativas consecuencias de lanzarse a la aventura de conocer, contar e inventar (todo viaje contiene una ficción) algo nuevo? O ¿qué estrategias debe ésta adoptar para poder contribuir, desde la marginalidad que señala al género femenino, a la formación de una experiencia individual que es a la vez local y universal, y que está basada en el acto de salir de la casa y de contar en primera persona lo experimentado? Estos interrogantes están presentes en la escritura de cada una de las cuatro viajeras que conforman el corpus textual de Mujeres en tránsito.

    El viaje y la escritura sobre éste tuvo un particular protagonismo en el contexto post-independentista de Sudamérica. La necesidad de definir al territorio nacional de manera estable tras el período de las luchas por la independencia, adquirió una intensa carga simbólica que fue engendrada y transmitida por los intelectuales, políticos y escritores de este período, quienes operaron como productores de bienes culturales en la literatura y la prensa y ostentaron importantes cargos políticos. Mujeres en tránsito: viaje, identidad y escritura en Sudamérica (1830-1910) parte de la incidencia que los relatos de viaje (extranjeros y locales) tuvieron en esta formación discursiva de las sociedades sudamericanas, para analizar los modos en los que la escritura femenina se relaciona con este género literario y con ese interés que se percibe en la narrativa de viajes de la región por la definición y debate de las identidades nacionales. Así como las naciones que visitan o de las que provienes están en vías de conformación, en el paso de un modelo (la estructura colonial) a otro (la consolidación del Estado-nación), las mujeres aquí estudiadas también se mostrarán en tránsito, conformando su propia identidad y voz autoral desde un imaginario transnacional que guarda concordancia con este período de transformación en la historia sudamericana.

    Contrariamente al relato de viaje escrito por autores masculinos, los textos de mujeres han sido, generalmente, trivializados como producción menor dentro de la historia literaria latinoamericana (Agosín 19). Las cuatro viajeras que componen este estudio, Flora Tristán (1803-1844), Juana Manuela Gorriti (1816-1892), Eduarda Mansilla (1834-1892) y Clorinda Matto de Turner (1852-1909), obligan, sin embargo, a reubicar esta producción dentro del contexto decimonónico y asignarles un lugar prominente en el campo cultural de la época. Como viajeras por Sudamérica, Estados Unidos y Europa, cada una de estas mujeres reflexiona sobre temas como la nacionalidad, las fronteras regionales y culturales entre los países sudamericanos, las diferencias de estos con Europa y los Estados Unidos, el lugar de Latinoamérica en el mundo moderno y el rol de la mujer en estas discusiones.

    La selección de viajeras propuesta da cuenta de los cambios que el viaje provoca en las perspectivas y visiones de mundo de cada autora en diferentes períodos claves de la historia del siglo XIX y sus debates en torno a los modelos (políticos, económicos, culturales) que debían adoptar las recientemente formadas naciones sudamericanas. Los años que van desde 1833–momento en el que Flora Tristán llega a Perú–hasta 1909–año de la publicación de Viaje de recreo de Clorinda Matto de Turner–organizan cronológicamente la serie de relatos y permiten observar de cerca algunas de las transformaciones históricas más importantes de Sudamérica. Flora Tristán es testigo del militarismo de la república peruana de la década de 1830; Juana Manuela Gorriti retrata vívidamente tanto el enfrentamiento entre unitarios y federales en Argentina como el espacio nacional modernizado con el que se encuentra a finales de siglo en Salta, su provincia natal; Eduarda Mansilla da testimonio de la consolidación de una nación aristocrática y porteña (a la que pertenece) en el marco de su visita a los Estados Unidos, país descrito como nueva potencia y amenaza para la América latina, mientras que Clorinda Matto debate la modernidad sudamericana durante la primera década del siglo XX y su relación con el mundo y valores europeos.

    La elección de estas cuatro autoras por sobre el amplio número de mujeres que registraron sus experiencias de viaje hacia y desde Sudamérica en el siglo XIX, responde también a mi interés por mostrar la heterogeneidad de la categoría de viajera. Aunque comparten una clara perspectiva de género enfocada en el rol de la mujer en la sociedad decimonónica, Flora Tristán, Juana Manuela Gorriti, Eduarda Mansilla y Clorinda Matto viajan y escriben siguiendo diferentes modelos, condicionadas además por su clase social, la región geográfica de la que provienen, el destino de sus viajes y el contexto familiar, histórico y cultural que las atraviesa. La decisión de dedicar a cada una de ellas un capítulo en particular, busca contribuir a una mayor comprensión de esta diversidad y de los distintos perfiles de viajera que cada una encarna dentro de las posibilidades que el viaje y la escritura le permiten en momentos específicos de la historia. Nacida en Francia, Flora Tristán viaja a Perú por razones personales y económicas (reclamar la herencia paterna) y construye en su texto una imagen de viajera paria y peregrina; Juana Manuela Gorriti revaloriza el viaje por el interior del territorio sudamericano al ficcionalizar la historia de una mujer fugitiva y narrar tiempo después su propio regreso a Salta luego de un largo exilio político; Eduarda Mansilla viaja a Estados Unidos tras una prolongada estadía en Francia como acompañante de su esposo diplomático; y Clorinda Matto de Turner, peruana exiliada en Argentina, se traslada a Europa como enviada oficial del gobierno argentino.

    Como se deduce de esta serie de viajeras, mi estudio se concentra específicamente en Perú y Argentina y en las opiniones que cada mujer expresa sobre la situación de ambas naciones en su relación y contacto con otros territorios como Europa o los Estados Unidos. Al igual que la temática de la mujer en viaje, el enfoque regional no es un resultado azaroso de mi investigación. Por un lado, parte de la motivación personal de haber nacido y haberme criado en la Argentina, experiencia que sin dudas ha permeado mis primeras percepciones del resto de las culturas con las que he interactuado al iniciar una nueva etapa de mi vida en el extranjero. Me interesaba establecer un vínculo entre las vivencias personales y los registros literarios sobre cómo nos relacionamos con nuestros países y culturas de origen cuando viajamos o vivimos en el extranjero, de qué manera la experiencia del viaje da forma y fija nuestra percepción de la propia cultura, nuestra nación y de nosotros mismos, cómo estos discursos, prácticas y ficciones del desplazamiento reflejan la transformación individual que sufre el viajero y en qué grado el género (ser viajero o viajera) es un condicionante de estas miradas.

    En ese recorrido histórico por las autoras decimonónicas cuyas vidas y obras literarias habían sido marcadas por la experiencia del viaje, las relaciones de la Argentina con Perú fueron cobrando una presencia e importancia inevitable. Ambas naciones habían sido polos centrales en la administración colonial (el Virreinato del Perú y el del Río de la Plata), conformaron una zona privilegiada para el tránsito de viajeros extranjeros y el contacto entre éstos y los locales y compartieron un mismo proceso de independencia bajo la gesta libertadora del General José de San Martín. En términos literarios y educativos, los dos países coincidieron en la incorporación de la literatura de viajes al debate sobre la identidad nacional y en la reflexión y aplicación de políticas concretas para la instrucción y formación intelectual de la mujer. Para mediados del siglo XIX, con diferentes y encontradas opiniones al respecto, Argentina y Perú habían presenciado el surgimiento de dos de los grupos de mujeres intelectuales más importantes del sur del continente. De la mano del trabajo periodístico y editorial de escritoras como Juana Manuela Gorriti y Clorinda Matto de Turner, estos países establecieron vínculos transnacionales entre mujeres que resultaron en el desarrollo de una cultura intelectual femenina de gran impacto en las letras del Perú, la Argentina y toda Sudamérica.¹

    Teniendo a Perú y a Argentina como naciones de origen y destino de las viajeras incluidas, sin embargo, este trabajo no plantea una mirada exclusiva ni excluyente de estas dos regiones. En la voz de las viajeras, Mujeres en tránsito incorpora asimismo cuestiones que vinculan al relato de viaje con la formación de la identidad de toda Sudamérica tales como las luchas por la independencia, los conflictos para establecer un Estado ordenador de la nación, la definición de una modernidad continental o la construcción de un perfil espiritual americano frente al avance de las corrientes y naciones materialistas como los Estados Unidos y algunos países de Europa. ¿Qué ha definido a la caracterización europea sobre Sudamérica? ¿Cuál ha sido la mirada latinoamericana sobre Europa? ¿Cómo se relacionan las mujeres con estos imaginarios? ¿Cómo ubicar al viaje por el interior de Sudamérica dentro de la tradición viajera criolla? ¿Por qué y de qué manera surge el interés por los Estados Unidos y los viajes hacia dicha nación? A partir de la perspectiva transnacional que cada viajera desarrolla y que encuentro distintiva de esta serie de mujeres y relatos, se van dilucidando respuestas a las preguntas que dan forma a este estudio, el primero en incluir la narración de viajes hacia, a través y desde Sudamérica a Estados Unidos y a Europa–los dos destinos más populares del viajero criollo decimonónico. Mujeres en tránsito se construye así como un entramado complejo que abarca alguno de los aspectos más relevantes sobre la mujer, la escritura y el viaje en el siglo XIX sudamericano.

    MAPAS CRÍTICOS: LECTURAS SOBRE EL VIAJE EN LA CULTURA Y LA LITERATURA LATINOAMERICANAS

    En las últimas dos décadas, el viaje se ha convertido en un tema de análisis predilecto entre las humanidades y las ciencias sociales. Como lo explican Peter Hulme y Tim Youngs en su introducción a The Cambridge Companion to Travel Writing, disciplinas como la literatura, la historia, la geografía o la antropología han dejado de mirar a la literatura de viajes con desdén para encontrar en este género discursivo diversas representaciones del contraste entre culturas y la existencia de modos atípicos de enunciación de la subjetividad en la escritura (1). Al realizar un recorrido por la crítica, la historia y algunos de los textos representativos de la tradición latinoamericana, se hace notoria la gran influencia que la literatura de viajes europea ha tenido en el surgimiento y desarrollo de la literatura y cultura decimonónica sudamericana. Los relatos locales retoman los recorridos geográficos anteriores y reproducen la mirada del viajero del Viejo Continente desde un espacio complejo en el que el modelo europeo coexiste con la experiencia periférica de pertenecer a una cultura que hasta entonces había sido sólo objeto de las miradas ajenas (Torre, Los relatos de viajeros 519). En cada rol y momento en el que se produce el desplazamiento y la escritura, los relatos de viaje se gestan a partir de un entramado textual y empírico de voces propias y ajenas que dan forma (y variación) a la identidad latinoamericana.

    En general, el relato de viaje dentro de Sudamérica ha sido analizado como herramienta discursiva a través de la cual el sujeto europeo y, más tarde, el sector dominante criollo intentan aprehender, delimitar y clasificar el territorio. En Imperial Eyes, uno de los es -tudios más citados sobre la presencia de la literatura de viajes en la tradición latinoamericana e imprescindible para mi propia lectura, Mary Louise Pratt se refiere a los viajes de los siglos XVIII y XIX como los responsables de provocar una reinvención de América. Desde el objetivo cientificista/económico que caracterizó a las expedicio -nes de este período, influenciados por la Ilustración y la historia natural, los viajeros revisitaron la imagen de América como territorio natural, salvaje y paradisíaco construida durante la conquista y privilegiaron su interés por medir, clasificar y decodificar el territorio de acuerdo a los intereses expansionistas de Europa (Torre, Los relatos de viajeros 518-19).

    Durante el tiempo en que las viajeras de Mujeres en tránsito se encuentran escribiendo sus relatos, este testimonio europeo sobre América comienza a permearse cada vez más entre los discursos locales. Roberto González Echevarría, por ejemplo, ha señalado que el sector letrado criollo, en su necesidad de autoformarse como ciudadano de una posible nación, se vale de los parámetros europeos que formaron parte de su educación (Myth and Archive 151) para evaluar y medir las aptitudes de distintas regiones (conveniencia geográfica, riquezas económicas, desarrollo cultural) para su incorpo -ración al terreno patrio. Lo mismo señala Julio Ramos cuando analiza el relato del viaje a Europa como un tipo de discurso y práctica social que, a pesar de haber resultado invisible por su carácter heterogéneo para las esferas institucionales de la literatura, había conformado uno de los modelos retóricos y narrativos fundamentales de las proliferantes reflexiones sobre las nuevas naciones (Desencuentros 145). De esta manera, América comienza a ser pensada por las primeras generaciones criollas bajo lo que Adolfo Prieto, en su análisis de la influencia de Humboldt y los mencionados viajeros ingleses en la literatura argentina, llama la sombra tutelar de la racionalidad europea (165). Los escritores fundacionales de la literatura nacional–Prieto se enfoca en Esteban Echeverría, Sarmiento y Alberdi–interpolan descripciones e imágenes del paisaje local tal como quedó registrado en esta serie de textos extranjeros, de manera tal que su obra será el resultado de un entramado de citas, un palimpsesto en el que el registro viajero deja una significativa huella.²

    En el caso de Perú, otra región integrante del mapa viajero de este trabajo, la literatura de viaje del siglo XIX es un corpus que no ha sido suficientemente abordado por la crítica. Uno de los estudios que puede destacarse, sin embargo, es el de Pablo Macera. En La imagen francesa del Perú, el historiador también aborda la importancia de los relatos de viaje para forjar motivos narrativos asociados con el territorio andino como los de la naturaleza, el indio y las costumbres (57).³ Estuardo Núñez en Viajes y viajeros extranjeros por el Perú ha señalado que la difusión progresiva de los textos de viajeros dentro del círculo letrado peruano ha contribuido a un proceso gradual de entendimiento de esta literatura y de su impactoen las letras nacionales. La proyección de los relatos de viajeros extranjeros en el Perú es, por ejemplo, claramente visible en el de -sarrollo y auge del costumbrismo literario y visual. La obra de escritores costumbristas como Manuel Atanasio Fuentes o la creación artística del pintor Pancho Fierro, entre otros, presentan claros paralelos y conexiones con las descripciones previamente realizadas por aquellos viajeros que visitaban frecuentemente el territorio peruano desde finales del siglo XVIII tales como los franceses Max Radiguet, Paul Marcoy o el pintor alemán Johann Moritz Rugendas.⁴

    Los discursos latinoamericanos dominantes no sólo adoptan la mirada europea para el análisis de la situación local. Una creciente línea de estudios críticos ha señalado también la importancia literaria y política de los relatos escritos por los viajeros criollos en y sobre el extranjero. El viajero criollo del siglo XIX era el representante de una elite reducida que podía viajar en su rol como intelectual o funcionario de la nación. En particular el viaje a Europa, que luego se alterna con las visitas a los Estados Unidos, forja imágenes y reproduce gestos de los latinoamericanos que se expresan y modifican de acuerdo a la relación de éstos con el Viejo Continente y la nueva potencia americana. Sin dudas, el caso más influyente en la crítica es el de David Viñas, quien propuso una clasificación del viaje y de los viajeros criollos decimonónicos que, para el caso argentino, ha sido central para el estudio de las etapas y el desarrollo del relato de viajes y la literatura nacional en general.⁵ Las intervenciones críticas de Beatriz Colombi (Viaje intelectual) y Jacinto Fombona (La Europa necesaria) continuaron la línea de análisis de Viñas expandiéndola a otras naciones latinoamericanas e incorporando nuevas expresiones y períodos al estudio de la literatura de viajes escrita por autores locales en Europa y/o los Estados Unidos.⁶ En

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