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INSPIRE: Historias de quienes han construido empresa en donde otros no veían oportunidades
INSPIRE: Historias de quienes han construido empresa en donde otros no veían oportunidades
INSPIRE: Historias de quienes han construido empresa en donde otros no veían oportunidades
Libro electrónico343 páginas3 horas

INSPIRE: Historias de quienes han construido empresa en donde otros no veían oportunidades

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INSPIRE es una publicación creada por y para los emprendedores con el objetivo de multiplicar el éxito de aquellos que han conseguido convertirse en líderes empresariales interesados en aportarle a otros sus experiencias y aprendizajes permitiendo que sus historias inspiradoras queden plasmadas en las páginas de este libro.
Invito a los lectores a disfrutar las apasionantes vivencias de los fundadores de las 10 empresas 100% Colombianas quienes en esta publicación comparten los logros alcanzados a lo largo de su trayectoria, sus retos, y aprendizajes. Así mismo, se describen los arquetipos de estos emprendedores y algunas reflexiones que permiten orientar la discusión para quienes quieren profundizar el análisis. Resultará apasionante para los lectores descubrir los sueños, miedos, dificultades, visión del presente, pasado y futuro de emprendedores hechos en Colombia.
IdiomaEspañol
EditorialENDEAVOR
Fecha de lanzamiento16 may 2016
ISBN9789585954618
INSPIRE: Historias de quienes han construido empresa en donde otros no veían oportunidades

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    INSPIRE - Endeavor Colombia

    BODYTECH

    C A P Í T U L O

    1

    ¹ Tasa Anual de Crecimiento Compuesto

    PERFIL DE LOS EMPRENDEDORES

    TRANSFORMADORES

    ARQUETIPOS DE EMPRENDEDORES

    Nicolás Loaiza

    - Arriesgado

    - Disciplinado

    - Ejecutor

    - Optimista

    - Soñador

    - Deportista de alto rendimiento

    Gigliola Aycardi

    - Generosa

    - Enfocada

    - Apasionada

    - Perseverante

    - Realista

    - Pragmática

    LÍNEA DE TIEMPO

    1998 • Fundación de la compañía y apertura de la primera sede en Bogotá

    2001 • Creación de Junta Directiva

    2002 • Apertura de primeras sedes fuera de Bogotá, en Cartagena y Medellín

    2008 • Conexión con BCG Extern de Endeavor para consolidar el plan estratégico de expansión

    Aporte Definición de plan de expansión regional

    Impacto Expansión a Perú y Chile.

    2009 • Proyecto de MBA mediante el programa de e-MBA de Endeavor

    Aporte Benchmark internacionaliza la industria

    2010 • Participación en curso de Columbia University Emprendedores competitivos para Latinoamérica

    Aporte Desarrollo de proyecto de retención de clientes

    2012 • Inversión de USD $40 millones por parte del fondo TEKA Capital

    2012 • Proyecto de MBA por medio del programa de e-MBA de Endeavor

    Aporte Creción del Studia Bodytech, escuela de capacitación interna

    2014 • Participación en curso de Harvard University para Emprendedores Endeavor Scaling up Program

    2014 • Reconocidos como Emprendedor del Año Máster por EY Colombia

    2015 • Proyecto de internacionalización

    2015 • Proyecto de TI

    Aporte Establecimiento de comité asesor para TI

    Impacto Definición de nuevo provedor de software

    2015 Ingreso a Junta Directiva Endeavor

    Impacto Retribución de Nicolás Loaiza al ecosistema de emprendimiento

    2016 • La empresa recibe inversión por parte de L Catterton

    El fondo Endeavor Catalyst coinvierte en Bodytech, siendo esta su primera inversión en Colombia

    CONTEXTO

    De acuerdo con el reporte global del International Health, Racquet y Sportsclub Asociation (IHRSA) de 2013, la industria del deporte en América Latina cuenta con más de 46.100 clubes y 14 millones de miembros, y representa ingresos por encima de los USD 5.000 millones anuales (Ablondi, 2013). Esto implica que a nivel mundial el mercado del deporte en América Latina agrupa el 30% de clubes, atiende al 10% de los clientes y recibe el 7% de los ingresos totales.

    Brasil, México, Argentina, Colombia y Chile son los países latinoamericanos con mayor presencia en la industria, agrupando la cifra más elevada de clubes, clientes e ingresos de la región. Si bien Colombia se encuentra entre los primeros cinco lugares en términos de participación en el mercado, presenta una tasa de penetración baja respecto a los demás países de la lista. Mientras que Brasil, México, Argentina y Chile exhiben tasas de penetración que varían entre 2,4% y 5,7%, en Colombia esta cifra apenas alcanza el 1% y se ubica por debajo del promedio de Latinoamérica que es 1,7% (Ablondi, 2013).

    En Colombia, la cadena de gimnasios más grande de la industria es el Club Médico Deportivo Bodytech. Fundado en 1998 por Nicolás Loaiza y Gigliola Aycardi, hoy atiende a más de 250.000 clientes, emplea alrededor de 4.200 personas y está posicionado en Colombia con 75 sedes distribuidas en más de 14 ciudades. Además, tiene presencia en otros dos países de la región: Perú y Chile. La entrada al mercado peruano la hizo con la ayuda del fondo de inversión SEAF y actualmente opera 18 sedes en tal país. En el caso chileno, contó con la inyección de recursos de Teka Capital y una alianza estratégica con Sportline, la principal cadena de gimnasios de dicho país. Hoy en día Bodytech posee el 70% de las acciones de dicha compañía y gerencia 48 sedes en Chile. Como resultado de su trayectoria empresarial, en el 2014 Nicolás y Gigliola recibieron de manos de la consultora estadounidense Ernst & Young (EY), el premio Emprendedor Máster del Año en Colombia, y fueron nominados en la categoría Emprendedor del Año en 2015.

    Finalmente, en marzo de 2016 Bodytech recibió fondos de L Catterton con el objetivo de acelerar el crecimiento en América Latina, ingresar a bolsa y consolidarse como la cadena de gimnasios más grande de la región. La inversión de 150.000 millones de pesos por parte del nuevo socio capitalista, permitirá abrir 60 gimnasios nuevos durante los próximos tres años, una oferta que les brindará a más personas la posibilidad de mejorar su salud y bienestar a través de programas de entrenamiento diseñados por expertos en deporte, fisioterapia y nutrición. Bodytech constituye la primera inversión de L Catterton en América Latina y figura como un complemento ideal para el portafolio actual del fondo, que está orientado hacia la salud y el bienestar.

    ² Porcentaje de clientes potenciales que efectivamente consumen un producto o servicio.

    10% DE INSPIRACIÓN, 90% DE TRANSPIRACIÓN

    LA FORTUNA DE EMPRENDER POR CONVICCIÓN

    Bogotá, calle 63 con carrera séptima, los ventanales del local del Bodytech dejan ver desde la calle a hombres y mujeres haciendo ejercicio desde las cuatro de la mañana hasta las 12 de la noche. Un escenario apenas posible gracias a Gigliola y Nicolás, dos emprendedores que por convicción crearon Bodytech como una oportunidad de darle solución a sus propias necesidades: Nicolás la de tener un lugar de fácil acceso en donde entrenar, y Gigliola la de embarcarse en una actividad en la que fuera ella quien pusiera las reglas y el ritmo de trabajo. Ambos, ambiciosos, contaron con la fortuna de arrancar sin necesidad y la aprovecharon para convertir una idea, en un concepto líder de salud y bienestar en Latinoamérica.

    Ingeniero civil de la Universidad de Los Andes, hijo de emprendedores y apasionado por el deporte, Nicolás Loaiza trabajó y paralelamente estudió su pregrado en la ciudad de Bogotá. Se graduó y adquirió experiencia laboral en el sector de la construcción, fundó una empresa de uniformes y reunió dinero suficiente para inscribirse a la Universidad de Los Andes a gozarse un MBA en la década de los 90. Durante el pregrado; el estudio, el trabajo y la necesidad de encontrar recursos para colaborar con la crianza de su primer hijo, no le permitieron disfrutar de la universidad como a los demás jóvenes de su generación. Sin embargo, en todo juego largo hay desquite, y el momento de gozarse el aprendizaje llegó con la maestría que le daría varias herramientas para ser un emprendedor exitoso. Nicolás siempre ha pensado que la vida tiene que tener un balance, no todo es formación académica y cerebral, y así como tiene tiempo para echar números y encontrar rentabilidad en los negocios, tiene tiempo para la salud y el bienestar que vienen con el ejercicio.

    En ese mismo periodo de tiempo, impulsada por el deseo de aprender algo que le permitiera dejar de trabajar para alguien más y tener más tiempo libre y horarios flexibles, Gigliola Aycardi también ingresaba a la maestría en los Andes. Ingeniera Industrial de la Universidad Javeriana, esta mujer interesada en el deporte, el bienestar y las dietas saludables ya había trabajado, entre otras cosas, como directora administrativa y financiera en una firma de servicios de noticias, pero se aburría en cada cargo antes de cumplir el primer año. Motivada por la posibilidad de tener su propia empresa, ingresó a la Universidad de los Andes a hacer el MBA y allí conoció a Nicolás Loaiza, quien sería su novio, socio y amigo en el proyecto que ella bautizó Bodytech. Inicialmente no tuvo un mentor en términos de emprendimiento, y si bien se aventuró en ese medio con el fin de contar con más tiempo libre y no tener jefes que le dijeran qué hacer, acabó trabajando más de tiempo completo y teniendo no uno sino más de 250.000 jefes que son los clientes.

    Las características personales de ambos emprendedores se suman en una lluvia de ideas y proyectos que progresan o fracasan alrededor de una relación de confianza que los mantiene unidos en todos los escenarios. Gigliola le expresa a Nicolás las cosas que el resto del mundo no es capaz de decirle, y cree que, si Bodytech sobrevivió a un noviazgo que no funcionó, puede sobrevivir a las crisis, los contratiempos y los competidores que vengan.

    SUEÑOS QUE ATERRIZAN EN UN PAPEL, Y DESPEGAN HACIA LA REALIDAD

    En el último año del MBA, la pareja se reunió para hacer la tesis, un trabajo en el que se concretó la idea de un gimnasio como proyecto empresarial. Bodytech se construyó como un escenario que ofrecería servicios asociados a la consecución de la excelencia en el deporte, la belleza y la salud. Nicolás y Gigliola decidieron no encasillarse en el tema de la belleza y el fitness, sino extender la visión de su negocio a la salud y el wellness, un concepto bajo el cual la gente entrena con el fin de sentirse y no únicamente verse mejor. Esta nueva noción del ejercicio venía cobrando fuerza en el ámbito internacional desde la década de los 70 y se estaba convirtiendo en una tendencia mundial. Los gimnasios en los Estados Unidos ya contaban con equipos, entrenadores y clases que brindaban a los clientes un servicio integral que iba más allá del aumento de la masa muscular. Además de atender las nuevas perspectivas de la industria deportiva, Nicolás y Gigliola vieron en el wellness la forma de apalancar la sostenibilidad del negocio en el largo plazo, pues si bien el concepto de belleza cambia, el de salud y bienestar se mantiene constante.

    Una vez lo sueños aterrizaron en el papel como tesis de maestría, la tarea fue hacerlos despegar con rumbo a la realidad. Graduados del MBA en el año 1996, Nicolás y Gigliola empezaron a trabajar en la forma de ejecutar el negocio e iniciaron su proceso de emprendimiento. Contaron carros en las avenidas para determinar la vía de mayor circulación sobre la cual poner el local, contactaron compañías en el exterior para dotar su gimnasio de máquinas de calidad y alto rendimiento, y conversaron con los clientes de un restaurante que administraban en ese momento acerca de sus preferencias y razones para asistir o no a un gimnasio.

    FRACASAR EVIDENTEMENTE NO ES UNA MOTIVACIÓN, PERO TAMPOCO PUEDE SER UN MIEDO, PUES ASÍ COMO UN EMPRENDEDOR NO ACTÚA CON EL FRACASO COMO OBJETIVO, TAMPOCO SE FRENA POR EL TEMOR AL MISMO

    Conseguir el local fue un desafío importante, pues Gigliola y Nicolás debían guerrear por los mismos espacios amplios y visibles en los que bancos, supermercados y entidades de salud estaban interesados. Sin embargo, a pesar de las pujas por el local, el reto más grande que afrontaron fue la financiación para abrir la primera sede. El capital necesario para iniciar el proyecto era de 400 millones de pesos… y unos 20 años de trabajo para recuperarlos. El 50% de ese dinero provino de Nicolás y Gigliola. Ambos vendieron sus carros, reunieron sus ahorros y contaron con el apoyo de la madre de Gigliola, quien confió en la iniciativa e hipotecó su casa para contribuir al capital. Pero ganarse la confianza del sector financiero no fue tan fácil como aceptar la colaboración de la madre de Gigliola. La otra mitad del capital para iniciar el proyecto debía provenir de préstamos, pero la crisis financiera colombiana de 1998-1999 y el aumento en la percepción del riesgo de crédito hicieron que pocos inversionistas estuvieran interesados en el proyecto Bodytech.

    Cuando las esperanzas se agotaban y empezaba a parecer que en Colombia uno tiene que demostrar que no necesita la plata para que se la presten, Nicolás y Gigliola acudieron al Fondo Nacional de Garantías (FNG), una entidad que le facilita a las pequeñas y medianas empresas el acceso al crédito mediante el otorgamiento de garantías. Confiados en que en el peor de los escenarios cada uno de los socios se quedaría con una caminadora, los encargados del FNG creyeron en la idea y les otorgaron el aval que necesitaban. Esto les facilitó el desembolso del crédito por parte de tres entidades: el Banco Caja Social, el Banco Ganadero y Finamérica.

    No obstante, el costo real del emprendimiento excedió los 400 millones de pesos. Por un lado, circunstancias coyunturales como la devaluación del peso encarecieron la importación del equipo proveniente de Estados Unidos, y por otro, escenarios adversos como el robo de un monto de dinero elevaron los costos, tanto monetarios como emocionales del proyecto. En particular, Nicolás y Gigliola recuerdan el día en que les robaron un sobregiro de diez millones de pesos en efectivo que habían retirado para pagarles a los obreros de la primera sede. Era tarde y Gigliola había sacado el dinero del banco para entregarlo al día siguiente, pero cuando llegó al local en construcción, unos ladrones la atacaron, se llevaron la plata, y con ella una parte de su entusiasmo por el gimnasio.

    El impacto de este evento sobrepasó el ámbito financiero y afectó el estado emocional de Gigliola, quien llegó a cuestionarse si todo lo que estaba atravesando valía la pena, y si no sería mejor renunciar y tirar la toalla. Afortunadamente para todos los clientes y empleados de Bodytech, cuando Gigliola tira la toalla, Nicolás está ahí para recogerla, y viceversa. Apoyados el uno en el otro, lamentaron la pérdida pero no se dejaron abatir. Incluso con un costo superior al estimado y unas cuantas toallas caídas, los emprendedores se apalancaron en proveedores y sobregiros bancarios, y continuaron sobre la marcha.

    Dos años después del surgimiento de la idea, Bodytech se materializó el 9 de febrero de 1998 con la apertura de la primera sede en el cruce de la carrera séptima con la calle 63 en Chapinero (Bogotá, Colombia). El escenario más favorable contaba con la afiliación de 1.000 personas en los primeros seis meses, pero las expectativas se superaron con creces al recibir 1.800 afiliaciones en el primer mes. Los riesgos y sobregiros estaban dando frutos, y los años necesarios para recuperar la inversión inicial dejaron de ser tan numerosos. Desde el inicio, estos dos ingenieros desarrollaron su gimnasio sobre cuatro ejes que, hasta el día de hoy, los han llevado por el camino del éxito: el bienestar y desarrollo del equipo, la rentabilidad y el valor de la compañía, el crecimiento regional sostenible, y el acompañamiento del sueño y la salud del cliente.

    EL FRACASO: NO ES MIEDO NI MOTIVACIÓN, PERO SÍ UNA BUENA LECCIÓN

    El primer local le dejó lecciones importantes a los emprendedores, una de las más relevantes, que la rentabilidad del negocio crece en función del espacio. El éxito de la primera sede llevó a Nicolás y Gigliola a abrir una segunda en Cedritos en el 2000 y una tercera en Colina en 2001, gimnasios que contaron, respectivamente, con 2.500 y 2.800 afiliados nuevos. Bodytech prosperó rápidamente y en el año 2002 se extendió más allá de las fronteras de la capital colombiana, con nuevas sedes en Cartagena y Medellín. El crecimiento a nivel nacional era tal, que Nicolás y Gigliola decidieron salir a otros países y ofrecer nuevos productos, pero no todo fue tan bien recibido.

    Fracasar evidentemente no es una motivación, pero tampoco puede ser un miedo, pues así como un emprendedor no actúa con el fracaso como objetivo, tampoco se frena por el temor al mismo. De acuerdo con Winston Churchil, el éxito es aprender a ir de un fracaso a otro sin perder el entusiasmo, y Nicolás y Gigliola son expertos en esto, pues en su proceso de emprendimiento han debido superar una que otra derrota apremiante.

    LA VIDA TIENE QUE TENER UN BALANCE, NO TODO ES FORMACIÓN ACADÉMICA Y CEREBRAL

    Para comenzar su expansión en términos de servicios, en 2002 lanzaron el proyecto Bodytech Kids, un gimnasio que buscaba brindar el espacio para que clientes con hijos pudieran mantener sus rutinas de ejercicio involucrando a sus niños en ellas. Con la misma metodología y los mismos cálculos hechos para arrancar el negocio en 1998, abrieron ocho sedes del nuevo proyecto… todas debieron ser cerradas dado el fracaso de la idea. ¿El error? No considerar la diferencia de horario entre padres e hijos. A las cinco de la mañana y a las nueve de la noche, cuando los adultos tienen tiempo para ir al gimnasio, los niños duermen o se preparan para empezar un nuevo día que no incluye entre su rutina asistir a un gimnasio en compañía de sus padres. Los emprendedores les apostaron entonces a modelos de negocio paralelos al gimnasio, como los spas y las vitaminas. Ninguno de los dos proyectos funcionó, y de nuevo, hubo que pasar de uno a otro sin perder el entusiasmo.

    En 2008 la empresa decidió salir del territorio nacional e inaugurar nuevas sedes en Perú. Inicialmente la apertura fue delegada a un gerente con altas capacidades administrativas, comerciales y de gestión. Pese a sus condiciones y perfil, el proyecto no estaba dando los resultados esperados. Por esta razón, y teniendo en cuenta que el éxito consiste en pasar de un fracaso a otro sin caer en la desdicha, Nicolás y Gigliola decidieron que para establecerse en otro país, debía ser alguno de ellos, y no un tercero, el encargado de la ejecución. Con la asesoría de la organización Endeavor en el planteamiento de un plan de expansión regional y un golpe de fe de que las cosas iban a funcionar, Gigliola se trasladó a Perú. Dejó a

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