Orillas del Sar

Por Rosalía de Castro

Fragmento de la obra

Orillas del Sar
I
A través del follaje perenne
que oír deja rumores extraños,
y entre un mar de ondulante verdura,
amorosa mansión de los pájaros,
desde mis ventanas veo
el templo que quise tanto.
El templo que tanto quise…,
pues no sé decir ya si le quiero,
que en el rudo vaivén que sin tregua
se agitan mis pensamientos,
dudo si el rencor adusto
vive unido al amor en mi pecho.
II
Otra vez, tras la lucha que rinde
y la incertidumbre amarga
del viajero que errante no sabe
dónde dormirá mañana,
en sus lares primitivos
halla un breve descanso mi alma.
Algo tiene este blando reposo
de sombrío y de halagüeño,
cual lo tiene, en la noche callada,
de un ser amado el recuerdo,
que de negras traiciones y dichas
inmensas, nos habla a un tiempo.
Ya no lloro…, y no obstante, agobiado
y afligido mi espíritu, apenas
de su cárcel estrecha y sombría
osa dejar las tinieblas
para bañarse en las ondas
de luz que el espacio llenan.
Cual si en suelo extranjero me hallase,
tímida y hosca, contemplo
desde lejos los bosques y alturas
y los floridos senderos
donde en cada rincón me aguardaba
la esperanza sonriendo.

• Idioma: Español
• Editorial: Linkgua ediciones
• Fecha de lanzamiento: 9 jul 2014
• ISBN: 9788499533643

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Créditos

Título original: Orillas del Sar.

© 2019, Red ediciones S.L.

e-mail: [e-mail]

Diseño de cubierta: Michel Mallard

ISBN rústica: 978-84-9816-807-5.

ISBN ebook: 978-84-9953-364-3.

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos, www.cedro.org) si necesita fotocopiar, escanear o hacer copias digitales de algún fragmento de esta obra.

Sumario

Créditos 4

Presentación 13

La vida 13

Orillas del Sar 15

I 15

II 15

III 16

IV 17

V 18

VI 19

VII 19

Los unos altísimos 21

Era apacible el día 22

Una luciérnaga entre el musgo brilla 24

Adivínase el dulce y perfumado 26

Candente está la atmósfera 27

Un manso río, una vereda estrecha 29

Detente un punto, pensamiento inquieto 30

Moría el Sol, y las marchitas hojas 31

Del rumor cadencioso de la onda 32

Margarita 33

I 33

II 33

III 34

Sedientas las arenas, en la playa 36

Los tristes 37

I 37

II 37

III 37

IV 38

V 38

VI 39

VII 39

Los robles 41

I 41

II 41

III 42

IV 44

Alma que vas huyendo de ti misma 46

Cuando recuerdo del ancho bosque 47

Del antiguo camino a lo largo 48

Ya duermen en su tumba las pasiones 49

Creyó que era eterno tu reino en el alma 50

Ya siente que te extingues en su seno 51

No subas tan alto, pensamiento loco 52

¡Jamás lo olvidaré...! De asombro llena 53

Unos con la calumnia le mancharon 58

I 58

II 58

En su cárcel de espinos y rosas 59

Ya no mana la fuente, se agotó el manantial 60

Cenicientas las aguas, los desnudos 61

Era la última noche 63

I 63

II 63

¡Volved! 65

I 65

II 65

Camino blanco, viejo camino 67

Aún parece que asoman, tras del Miranda altivo 68

Cerrado capullo de pálidas tintas 69

En sus ojos rasgados y azules 70

Fue cielo de su espíritu, fue sueño de sus sueños 71

Te amo... ¿por qué me odias? 72

Nada me importa, blanca o negra mariposa 73

Muda la Luna y como siempre pálida 74

Nos dicen que se adoran la aurora y el crepúsculo 75

Una sombra tristísima, indefinible y vaga 76

Las canciones que oyó la niña 77

La canción que oyó en sueños el viejo 79

Su ciega y loca fantasía corrió arrastrada por el vértigo 80

I 80

II 80

III 80

En el alma llevaba un pensamiento 81

Cuando en las nubes hay tormenta 82

Desbórdanse los ríos si engrosan su corriente 83

Busca y anhela el sosiego... 84

Aturde la confusa gritería 85

Cuando sopla el Norte duro 86

De la vida entre el múltiple conjunto de los seres 87

Quisiera, hermosa mía 88

I 88

II 89

III 89

IV 90

V 90

VI 91

En mi pequeño huerto 94

I 94

II 94

Todas las campanas con eco pausado 95

Siente unas lástimas 96

De la noche en el vago silencio 97

A la sombra te sientas de las desnudas rocas 98

En los ecos del órgano o en el rumor del viento 101

I 101

II 101

Santa Escolástica 102

I 102

II 102

III 104

IV 105

Dicen que no hablan las plantas,

ni las fuentes, ni los pájaros 108

Cada vez que recuerda tanto oprobio 109

Recuerda el trinar del ave 110

Del mar azul las transparentes olas 111

Si medito en tu eterna grandeza 112

Los que a través de sus lágrimas 113

I 113

II 114

III 114

IV 115

V 116

VI 116

Mientras el hielo las cubre 118

Pensaban que estaba ocioso 119

Brillaban en la altura cual moribundas chispas 120

Son los corazones de algunas criaturas 121

Al oír las canciones 122

Vosotros que del cielo que forjasteis 123

A la Luna 124

I 124

II 124

III 125

IV 126

Yo en mi lecho de abrojos 127

Con ese orgullo de la honrada y triste 128

Viéndome perseguido por la alondra 130

De repente los ecos divinos 131

Si al festín de los dioses llegas tarde 132

La palabra y la idea... Hay un abismo 133

Los muertos van de prisa 134

A sus plantas se agitan los hombres 135

Era en abril, y de la nieve al peso 136

Prodigando sonrisas 137

Las campanas 138

En la altura los cuervos graznaban 139

Ansia que ardiente crece 140

Aunque mi cuerpo se hiela 141

A las rubias envidias 142

De este mundo en la comedia 143

Triste loco de atar el que ama menos 144

Justicia de los hombres, yo te busco 145

Sed de amores tenía, y dejaste 146

Sintiéndose acabar con el estío 147

Una cuerda tirante guarda mi seno 148

¡No! No ha nacido para amar, sin duda 149

Al caer despeñado en la hondura 150

Desde los cuatro puntos cardinales 151

Aún otra amarga gota en el mar sin orillas 152

En incesante encarnizada lucha 153

Glorias hay que deslumbran, cual deslumbra 154

¡Oh, gloria!, deidad vana cual todas las deidades 155

Libros a la carta 157

Presentación

La vida

Rosalía de Castro (1837-1885). España.

Nació en Santiago de Compostela, hija de padres desconocidos. En su infancia demostró buenas actitudes para el arte.

Se casó con Manuel Martínez