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Alcanzar el Éxito en la Escuela
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Alcanzar el Éxito en la Escuela
Libro electrónico96 páginas1 hora

Alcanzar el Éxito en la Escuela

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  Descripción del libro:

¿Sabías que como padre puedes realmente hacer la diferencia entre el éxito y el fracaso escolar de tu hijo?  Si tus hijos tienen dificultades en la escuela elemental o primaria, puedes ayudarlos a adquirir las habilidades básicas esenciales para la lectura, escritura, ortografía, matemáticas y proceso científico.
 

En los últimos 30 años, Karen Campbell y Katrina Kahler (ambas maestras con mucha experiencia y asesoras en crianza de los hijos) han ayudado a cientos de padres que deseaban ayudar a sus hijos, pero no sabían cómo.   Este libro electrónico te dará las estrategias y las actividades que sin duda harán la diferencia en el aprendizaje de tu hijo y en su educación futura.


Este es el Libro 6 de una serie de libros dedicados a cómo ayudar a tu hijo, no solo académicamente, sino también con habilidades personales y sociales, educación temprana de bebés, comunicación con tu hijo, educación sobre pubertad, (sin toda la información sexual pesada que los niños pequeños no necesitan saber), cómo hacer y mantener amigos, cómo cambiar el comportamiento de tu hijo hoy y cómo criar un niño seguro, positivo, fuerte y enfocado.

Karen y Katrina tienen como objetivo compartir sus conocimientos y experiencias con padres en todo el mundo.  Desean enseñarles cómo ayudar a sus hijos a alcanzar su máximo potencial y llevar una vida feliz y exitosa.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento4 dic 2018
ISBN9781507105511
Alcanzar el Éxito en la Escuela
Autor

Karen Campbell

Karen Campbell is a graduate of Glasgow University's renowned Creative Writing Masters, and author ofThe Twilight Time, After the Fire, Shadowplay, Proof of Life and, most recently, This Is Where I Am, which was a BBC Radio 4 Book at Bedtime. A former police officer, and council PR, Karen Campbell won the Best New Scottish Writer Award in 2009. She lives in Galloway, Scotland. www.karencampbell.co.uk

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    Alcanzar el Éxito en la Escuela - Karen Campbell

    Alcanzar el Éxito en la Escuela

    Ayuda a tu Hijo de Primaria en Lectura, Ortografía, Escritura y Matemáticas

    Karen Campbell y Katrina Kahler

    Traducido por Laura Coloma

    Índice

    Introducción

    Preparación para la escuela/ Organizándose para empezar la escuela

    Ser organizado con las tareas

    Lectura: enseña a tu hijo a ser mejor lector

    Cómo ayudar a tu hijo a ser mejor escritor

    Ayuda a tu hijo a mejorar la ortografía

    Actividades para involucrar a tu hijo en matemáticas

    La habilidad matemática esencial que deben tener los niños antes de empezar la secundaria

    Cómo enseñar a tu hijo a decir la hora

    Cómo enseñar a tu hijo a entender el método científico

    Cómo ayudar a tu hijo a sobrellevar el estrés de los exámenes

    Cómo llevarse bien con el maestro de tu hijo

    Preparándose para el año escolar

    ¡Mala caligrafía!

    Los varones y la educación– Cómo ayudar a tu hijo

    Motivar al niño prodigio

    Conclusión

    Introducción

    El mayor regalo que tú, como padre, puedes dar a tu hijo es el don de la autoconfianza y la seguridad.  Mientras que el error más grande que puedes cometer es desanimarlo, decirle que probablemente no será exitoso y criticarlo.

    Queremos contarte la historia de un pequeño de 7 años llamado Dan (este no es su verdadero nombre).  Llegó a nuestra clase con una mala actitud.  Nos dijo que odiaba la escuela, odiaba a sus maestros, odiaba a los niños de su clase y odiaba al director.  Nos dijo que era tonto y que nunca aprendería a leer o a hacer matemáticas y que lo mejor era que dejáramos de intentarlo.  Insistimos, le enseñamos generosidad y lo hicimos sentir querido y respetado.  Al mismo tiempo que su actitud hacia nosotros cambiaba, también lo hacía su comportamiento y sus compañeros empezaron a jugar con él y a dejarlo jugar con ellos en el descanso del almuerzo.

    A Dan no le gustaba recibir atención especial.  No le gustaba distinguirse de los demás.  Así que tuvimos que ser cuidadosos al elogiarlo discretamente y no señalarlo para recibir ayuda extra del personal de apoyo o de los padres.  Poco a poco empezó a leer.  Estaba por lo menos 2 años atrasado, pero estaba leyendo.

    Un viernes por la tarde nos pidió, en voz baja, libros de lectura para llevar a su casa y poder practicar.  Quería enseñarle a su mamá lo que había mejorado.  No podíamos esperar a que terminara el fin de semana para ver su dulce sonrisa.  Por fin llegó el lunes y Dan llegó tarde a clases, tenía el ceño fruncido y se veía realmente enojado.  Caminó hacia el librero y tiró los libros encima.  Después se sentó, sacó su libro, agarró su regla y la rompió por la mitad.  Evidentemente algo malo pasaba.

    Cuando comenzamos a trabajar en grupo lo llevamos a un lado y le preguntamos cómo había estado su fin de semana.  Simplemente gruñó y dijo, Mal.  En el primer descanso lo llamamos aparte y le preguntamos qué fue lo malo de su fin de semana.  Nos contó que el viernes en la noche intentó leer los libros a su mamá y ella le dijo que leía muy mal, que debió haber sido capaz de leer libros para bebés en preescolar y que estaba muy ocupada para escucharlo.

    Dan nos partió el corazón.  Todos nuestros esfuerzos para levantar su autoestima fueron derribados en una conversación de dos minutos con su mamá.  Le dijimos que no estábamos de acuerdo con ella, que había progresado más que cualquier otro niño de la clase.  Sacamos su libro de escritura y comparamos su trabajo desde el principio del año hasta ahora (4 meses más tarde).  Respondió que podía ver que su escritura había mejorado, pero aún era tonto y que no quería leer más.  Buscamos el nivel de lectura en el cual había empezado y lo comparamos con el nivel en el cual se encontraba ahora.  Había avanzado 6 niveles en muy poco tiempo.  Esto le levantó el ánimo y su humor mejoró.

    Llamamos a la mamá de Dan y le pedimos una entrevista para discutir su progreso.  Sus palabras fueron muy negativas, quería saber qué había hecho mal Dan.  Dijimos que nada, que de hecho nos encontrábamos muy felices con su progreso.

    A la mañana siguiente Dan y su mamá vinieron a la entrevista.  Dan parecía muy nervioso y su mamá se veía bastante incómoda.  Comenzó la conversación diciendo que ella fue tonta en la escuela y que todavía no podía leer muy bien.  Dan salió a mí, nunca va a aprender, mientras más rápido salga de la escuela mejor.

    La mamá de Dan transmitía a su hijo su experiencia negativa en la escuela y la mala percepción de sí misma.  Enviamos a Dan a jugar y hablamos con ella acerca de lo mucho que había progresado ese año.  También le dijimos lo emocionado que estaba de llevar los libros a casa para enseñarle lo que había mejorado y qué decepcionado estuvo al regresar a la escuela.  No sabía realmente qué decir.

    Hablamos del tipo de cosas que diríamos a Dan para fortalecer su confianza y le preguntamos si podría intentar hacer lo mismo.  Dijo que lo haría, pero finalizó la conversación diciendo, Saben que es genético, él no tiene posibilidad alguna, ni a su padre ni a mí nos fue bien en la escuela.

    Dan estaba recibiendo mensajes diferentes; no estaba seguro cuál creer.  Continuó mejorando en nuestra clase y mantuvo una actitud positiva durante el resto del año.  Desafortunadamente abandonó los estudios en la secundaria a los 14 años y comenzó a vivir en la calle.

    Este niño no era tonto.  Podría haber sido exitoso

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