El Kybalión

Por Tres Iniciados

El libro publicado bajo el título El Kybalión apareció por primera vez en 1908, en los Estados Unidos de América, bajo el seudónimo Tres Iniciados.
El Kybalión es un acervo de conceptos filosóficos sobre el universo cuya transmisión hasta antes de su publicación sólo se había hecho de boca a oído al interior de organizaciones secretas. A partir de la aparición del libro homónimo, que contiene los rasgos generales de este sistema de pensamiento atribuido a Hermes Trismegisto —fuente de todos los poderes ocultos—, el gran público ha dado en suponer que la obra lo dice todo, cuando de hecho la mayor parte de su contenido consiste en las disertaciones y explicaciones del autor —o los autores— sobre los principios básicos del pensamiento hermético y algunos de sus axiomas. Aun así, es posible que en realidad lo diga todo.
Si bien existe un buen número de versiones en español de El Kybalión, la mayoría de ellas parte de traducciones un tanto descuidadas o con pretensiones de corregir el estilo original del autor. En ellas, muchos términos se han usado indiscriminadamente, lo que termina por confundir al lector.
En esta traducción se ha cuidado especialmente de respetar el espíritu de la terminología original así como el estilo del autor, que en cierto modo revela su vocación de instructor.
Al final se incluye La Tabla de Esmeralda, único texto efectivamente atribuido a Hermes Trismegisto, del que se dice contener toda la verdad en unas cuantas líneas. Es nuestro deseo que el lector algún día logre comprenderla cabalmente. Entretanto, le deseamos un buen camino.

• Idioma: Español
• Editorial: 12 Editorial
• Fecha de lanzamiento: 20 jul 2014
• ISBN: 9781310274718

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El Kybalión

Tres Iniciados

Publicado por 12 Editorial ©

Copyright: 2014.

Traducción: © Alejandro Volnié

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CONTENIDO

Prefacio.

El Kybalión.

Introducción.

I - La filosofía hermética.

II - Los siete principios herméticos.

III - Transmutación mental.

IV - El TODO.

V - El universo mental.

VI - La paradoja divina.

VII - El TODO en todo.

VIII - Los planos de correspondencia.

IX - Vibración.

X - Polaridad.

XI - Ritmo.

XII - Causación.

XIII - Género.

XIV - Género mental.

XV - Axiomas herméticos.

La Tabla de Esmeralda.

PREFACIO

El libro publicado bajo el título El Kybalión apareció por primera vez en 1908, en los Estados Unidos de América, bajo el seudónimo Tres Iniciados.

El Kybalión, de cierto, es un acervo de conceptos filosóficos sobre el universo cuya transmisión hasta entonces sólo se había hecho de boca a oído al interior de organizaciones secretas. A partir de la publicación del libro homónimo, que apenas contiene los rasgos generales de este sistema de pensamiento atribuido a Hermes Trismegisto, el gran público ha dado en suponer que la obra lo dice todo, cuando de hecho la mayor parte de su contenido consiste en las disertaciones y explicaciones del autor —o los autores— sobre los principios básicos del pensamiento hermético y algunos de sus axiomas. Aun así, es posible que en realidad lo diga todo.

Publicado originalmente en inglés, nadie jamás se atribuyó abiertamente su autoría, aunque las especulaciones al respecto abundan. En todo caso, como suele suceder con las creaciones destinadas a permanecer, los autores han quedado atrás en el tiempo pero la obra permanece.

Si bien existe un buen número de versiones en español de El Kybalión, la mayoría de ellas parte de traducciones un tanto descuidadas o con pretensiones de corregir el estilo original del autor. Así, podemos encontrar que en algunas ediciones se usan indiscriminadamente términos como doctrina, cuando la presente obra cae muy lejos de presentar una doctrina, o se confunden acepciones como la de maestro, que para efectos de El Kybalión es un iniciado que ha logrado gran dominio, e instructor, que puede ser quien dirige el trabajo de los aprendices en una escuela dada.

En esta traducción se ha cuidado especialmente de respetar el espíritu de la terminología original así como el estilo del autor, que en cierto modo revela su vocación de instructor. Por momentos parece estar hablándole a un grupo en un salón de clases, repitiendo y recalcando algún término que considere relevante.

La intención original de quien haya escrito esta obra fue poner sobre el sendero al buscador de la verdad. Es una invitación al trabajo individual, a la reflexión y a la observación. Sus conceptos de poco valen si solamente son aprendidos —en el sentido de memorizarlos—, pues es necesario aprehenderlos —captarlos e incorporarlos— para que surtan efecto. Por lo mismo, quien se tome en serio su contenido, a lo largo del tiempo seguramente volverá una vez y otra sobre cada explicación, hasta haber logrado aprehender su mensaje.

Al final se incluye La Tabla de Esmeralda, único texto efectivamente atribuido a Hermes Trismegisto, del que se dice contener toda la verdad en unas cuantas líneas. A primera vista puede parecer simple palabrería, sin embargo, a medida que el aprendizaje progrese los significados se irán revelando.

Es nuestro deseo que el lector algún día logre comprenderla cabalmente. Entretanto, le deseamos un buen camino.

El editor.

EL KYBALIÓN

INTRODUCCIÓN

Con gusto presentamos a los estudiosos e investigadores de las doctrinas secretas esta obra basada en las ancestrales enseñanzas herméticas. A pesar de las innumerables referencias a sus enseñanzas en muchas obras sobre ocultismo, se ha escrito tan poco sobre este tema que los buscadores de las verdades arcanas seguramente darán la bienvenida a este libro.

Nuestro propósito no es la enunciación de alguna filosofía o doctrina en especial, sino brindar a los estudiantes una exposición de la verdad útil para conciliar los segmentos de conocimiento oculto que hayan adquirido, pero que parecen oponerse entre ellos y a menudo desaniman y disgustan al principiante. Nuestro intento no es erigir un nuevo templo de conocimiento, sino poner en manos del estudiante la llave maestra con la que pueda abrir las muchas puertas interiores del Templo del Misterio, cuyo portal principal ya ha cruzado.

No hay otro conocimiento arcano que haya sido tan celosamente guardado como los fragmentos de las enseñanzas herméticas, que han llegado hasta nosotros tras las decenas de centurias transcurridas desde la aparición de su gran fundador, Hermes Trismegisto, el escriba de los dioses, que habitó el antiguo Egipto cuando la raza actual estaba en su infancia. Contemporáneo de Abraham y, si la leyenda es verdadera, instructor de aquel venerable sabio, Hermes fue y es el Gran Sol central del ocultismo, cuyos rayos han iluminado las innumerables doctrinas promulgadas desde su tiempo. Todos los conceptos fundamentales de los que parten las enseñanzas esotéricas a lo largo de la historia pueden ser atribuidos a Hermes. Aun las más antiguas enseñanzas de la India se basan indudablemente en las enseñanzas herméticas originales.

Muchos ocultistas avanzados viajaron de la tierra del Ganges a la tierra de Egipto para sentarse a los pies del maestro. De él obtuvieron la enseñanza maestra que explicaba y conciliaba sus puntos de vista divergentes, y en consecuencia fue establecida la Doctrina Secreta. Vinieron también instruidos y principiantes de otras tierras, todos ellos considerando a Hermes como el Maestro de Maestros, y su influencia fue tan grande que a pesar de la negación de este hecho por cientos de instructores de estas diferentes tierras, aún en nuestros días se puede encontrar la similitud y la correspondencia que subyacen en las muchas teorías que sobreviven en los tiempos actuales. El estudiante de religiones comparadas percibirá la influencia de las enseñanzas herméticas en todas las religiones conocidas por el hombre, se trate de alguna extinta o de una vigente en este tiempo. Las similitudes son evidentes no obstante los rasgos aparentemente contradictorios, y las enseñanzas herméticas actúan como el gran conciliador.

El trabajo de Hermes parece haberse enfocado en sembrar la semilla de la verdad, que ha crecido y florecido en formas muy diversas y a veces extrañas, más que en establecer una escuela filosófica que dominara el pensamiento del mundo. No obstante, la verdad original enseñada por él ha sido conservada intacta, en su pureza original, por unos cuantos hombres en cada época que, rehusándose a recibir a principiantes y estudiosos parcialmente desarrollados, en apego a los principios herméticos reservaron su conocimiento para los pocos que estaban listos para comprenderlo y dominarlo. La verdad ha sido transmitida de boca a oído entre estos pocos. Siempre han existido unos cuantos iniciados en cada generación y en las diversas regiones de la tierra que mantengan viva la llama sagrada de las enseñanzas herméticas, deseosos de usar sus lámparas para reencender las lámparas menores del mundo profano cuando la luz de la verdad languidecía y se nublaba por negligencia, o cuando su pabilo se contaminaba con materia extraña. Siempre han estado ahí los pocos que vigilan fielmente el altar de la verdad, sobre el cual arde la lámpara perpetua de la sabiduría. Estos hombres han dedicado sus vidas a la labor de amor que el poeta tan bien describiera en sus versos:

"¡Oh, no dejes que se extinga la llama! Mantenida edad tras edad en su oscura caverna —en sus templos sagrados cuidada. Nutrida por puros sacerdotes de amor— ¡no dejes que se extinga la llama!"

Estos hombres nunca han buscado la aprobación popular ni una multitud de seguidores. Son indiferentes a estas cosas, pues saben cuán pocos hay en cada generación que estén preparados para la verdad, o que la reconocerían si les fuera presentada. Reservan la carne para los hombres mientras los demás dan leche a los niños. Reservan sus perlas de sabiduría para los pocos elegidos capaces de reconocer su valía y llevarlas en sus coronas en vez de echarlas a los cerdos que las pisotearían en el fango y las revolverían con el resto de sus repugnantes conceptos. Sin embargo estos hombres no han olvidado las enseñanzas de Hermes acerca de la transmisión de las enseñanzas a quienes estén preparados para recibirlas, según se establece en El Kybalión cuando dice: donde caen las pisadas del maestro, los oídos de aquellos preparados para su enseñanza se abren de par en par. Además: cuando los oídos del estudiante están listos para oír, entonces vienen los labios a llenarlos con sabiduría. Sin embargo su actitud habitual siempre se apega a otro aforismo, también en El Kybalión: los labios de la sabiduría están cerrados, excepto para los oídos capaces de entender.

Y son los oídos incapaces de comprender quienes han criticado esta actitud de los hermetistas y lamentado públicamente que no expresen el verdadero espíritu de su conocimiento sin reservas ni reticencias. Sin embargo bastará con una ojeada a las páginas de la historia para probar la sabiduría de los maestros, que sabían lo insensato que era intentar enseñar al mundo algo para lo que no estaba preparado ni deseaba recibir. Los hermetistas nunca han buscado ser mártires; en cambio, se han apartado para observar sonrientes y en silencio cómo han sido llevados a la tortura y la aniquilación aquellos ilusos que suponían poder forzar a una raza de bárbaros a comprender verdades sólo reservadas para quienes han avanzado a lo largo del sendero.

El espíritu de persecución no ha muerto en la tierra. Existen ciertas enseñanzas herméticas que, si se publicaran, atraerían sobre sus divulgadores el escarnio y el desprecio de las multitudes, que volverían a clamar: ¡Crucificadlo! ¡Crucificadlo!.

En esta obra hemos intentado dar una idea de las enseñanzas fundamentales de El Kybalión, asentando cuanto se refiere a los principios funcionales pero dejando que el estudioso los aplique por su cuenta en vez de tratar cada uno de ellos en detalle. Un verdadero estudiante será capaz de comprender y aplicar estos principios; si el lector no lo consigue, entonces deberá encontrar el modo de desarrollarse, pues en caso contrario las enseñanzas herméticas sólo serán palabras, palabras, palabras para él.

Los Tres Iniciados.

I - LA FILOSOFÍA HERMÉTICA

"Los labios de la sabiduría están cerrados,

excepto para los

Comentarios para El Kybalión

[Adán Marchena · Calificación: 3 de 5 estrellas]

Es básicamente un libro religioso más. Tiene partes bastante interesantes, que hasta cierto punto se acercan a la realidad, pero tiene otras partes que son superstición pura. Teniendo un poco de conocimiento en física te podrás dar cuenta de errores que se expresan como verdades y que no lo son. Encontré algunas contradicciones, como que al principio te dice que las verdades solo serán dichas a quien esté listo para escucharlas, pero al final te dice que seas tacaño con lo que sabes y que divulgues el conocimiento. En resumen, es entretenido, pero no para tomárselo en serio.