PIEDRA DE TIZOC

Encontrada, al igual que la Piedra del Sol y Coatlicue, en 1790 por las reformas en la Plaza de Armas de o piedra para el sacrificio gladiatorio. Hay dudas sobre si era un (recipiente para colocar los corazones de los sacrificados como ofrenda) o si se realizó como homenaje al mexica Tízoc. Hoy, muchos se inclinan por esta opción, ya que Tízoc fue esculpido en la banda lateral conquistando 15 lugares, representado con los atributos del dios Xiuhtecuhtli-Tezcatlipoca y por su glifo toponímico (en el que se empleó una convención iconográfica común en la zona que consistía en plasmar al conquistador agarrando de los cabellos al vencido). Esta interpretación se basa en el hallazgo, en 1988 (en la calle de la Moneda de Ciudad de México), de una piedra similar, el Monolito Sánchez Nava. Atribuido a Axayácatl o a Moctezuma I, al igual que la Piedra de Tízoc tiene en la cara superior un disco solar y en la banda lateral un señor conquistando, en esta ocasión, 11 pueblos. Por ello, se considera que cada gobernante pudo tener una piedra conmemorativa de sus conquistas asociadas a las fases de construcción del Templo Mayor.