La disputa por la madera
El cultivo de mariguana se reduce paulatinamente en los estados del Triángulo Dorado del Narcotráfico: Sinaloa, Durango y Chihuahua. Hoy, la producción y la comercialización de estupefacientes resultan menos rentables para los cárteles de Juárez y el de Sinaloa debido a la formalización de la industria de esa droga en varias entidades de Estados Unidos.
Y aun cuando algunos adictos aún consumen mariguana, sobre todo de Chihuahua, la fuerte incursión de droga sintética, como el cristal, resta clientes a los cárteles, cuyos integrantes llevan dos años disputándose el control de la tala de árboles y el comercio ilegal de madera.
De manera informal, las organizaciones criminales instalaron sus propios aserraderos y, bajo amenazas de muerte, obligan a ejidatarios a entregarles la madera en rollo, al tiempo que cooptan a los dueños de aserraderos establecidos para obtener ganancias millonarias que las autoridades de Chihuahua no han logrado calcular.
De acuerdo con peritajes oficiales, un camión que traslada 60 troncos deja a la delincuencia organizada más de 300 mil pesos. Por lo general ellos no invierten nada porque los vehículos son robados.
El titular de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua (FGECH), César Augusto Peniche, revela a que el acaparamiento del mercado de la madera es uno de los factores que han incrementado los enfrentamientos entre los dos cárteles, con resultado de cientos de muertos y heridos en los últimos meses.
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