Esta mañana ver al Almirante Ojeda tratando de descalificar los reportajes de las televisoras británicas Sky News y Channel 4 fue un verdadero un ejercicio lamentable, de verdad. La parte que a mí me más me brinca obviamente no es la parte del intento fallido de desmentido de que en México no se produce fentanilo, cuando hace apenas dos semanas, el propio secretario de Sedena dijo que sí se producía fentanilo y de hecho el propio gobierno de López Obrador le pidió al gobierno de China que dejaran de enviar fentanilo.
O sea, la contradicción en la que cayó el almirante Ojeda fue grave, supina, vergonzosa. Aquí el punto radica en ¿cómo es posible que la Presidencia de la República no tenga justamente todos los hilos de la información que se va a tratar en la propia mañanera?. Bueno, si usted quiere, ya ni siquiera la Presidencia de la República, el propio Presidente.
Caray! ¿Qué no se dio cuenta de que el almirante Ojeda estaba contradiciendo lo que él mismo y la Sedena habían informado dos semanas antes? Algo muy raro está pasando en el esquema de comunicación de la Presidencia de la República, al grado de haberle permitido al almirante Ojeda o en todo caso, es haber empujado al Almirante Ojeda a caer en un ridículo increíble.
La mañana de ayer, en la mañanera. Este intento muy fallido, dramático y de plano de vergüenza de desmentir o de tratar de hacer creer que no se produce fentanilo en México también a mí me parece que es una pérdida miserable de tiempo por parte de la República, por parte de la Presidencia de la República, por supuesto. Me refiero específicamente a que es cierto.
No es nada más México, donde se produce fentanilo, por supuesto que se produce en Estados Unidos y por supuesto que se produce en Canadá. Eso queda bastante claro. Esa es precisamente la peligrosidad que tiene justo el fentanilo, que no es médico: es tan fácil de producir y además requiere desde tan poco espacio para instalar un laboratorio que es donde precisamente radica la peligrosidad.
Pero de ahí a insistir y decir que en México no se produce y que en México no se produce, y que México no se produce, pues es tratar de tapar el sol con un dedo. Es absolutamente ridículo. Como la Presidencia de la República está incurriendo en tirar tiempo, dinero y esfuerzo, en tratar de desmentir algo que a luces, a todas luces lo vemos todos los ciudadanos.
Se hace en México y eso es perder también miserablemente el tiempo, porque en vez de estar atacando a los que están fabricando fentanilo, pues entonces pierde el tiempo tratando de desmentir a dos cadenas británicas muy importantes y muy serias en sus contenidos. Es una guerra perdida que obviamente no está orientada a la opinión pública, está orientada a los que ven y aplauden desde gayola. Si los chairos y los solovinos y la gente que por una u otra razón está muy resentida con la vida misma y que únicamente sabe hacer lo mismo que hacen las focas, dedicarse nada más al aplauso facilón a una persona que supuestamente desmanteló a los poderes fácticos. Nada más perdido y erróneo. Y mientras además de perder miserablemente el tiempo en esto, los más beneficiados de esta intentona ridícula y absurda de la presidencia son los propios narcotraficantes.
Y hay que decirlo, son los “chapitos”, es el cártel de Sinaloa, es el Cártel del Golfo, es el Cártel Jalisco Nueva Generación, los que están encantados de que la presidencia esté perdiendo miserablemente el tiempo en tratar de desmentir algo imposible de desmentir. ¿Por qué? Porque mientras se está perdiendo tiempo en la mañana, en ese tipo de cosas, ellos están tranquilamente meneando el perol.



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