Primero que nada, solidaridad con las familias de las víctimas de esta terrible tragedia. Solidaridad también con el partido Mc al enfrentar este tipo de cosas tan terribles ante las que nada te prepara. Y solidaridad con Jorge Álvarez Máynez y con los candidatos que estaban que apenas lograron salir con vida.

Ahora el análisis.

Uno espera de un líder no solamente que nos indique dónde está el camino. También se espera que además de capacidad, probidad y honestidad, también sea capaz de enfrentar los retos difíciles y duros de una manera congruente y consistente, y que incluso esté dispuesto a dar la vida por los demás, poniendo por delante el costo de su propia integridad.

Culturalmente, para bien o para mal, los mexicanos esperamos que el hombre, el varón, el macho, proteja y cuide. Anticipamos ante una tragedia que un varón se asegure primeramente que todos los que están a su alrededor estén bien, que enfrente las cosas por terribles que sean, que no se raje ni se vaya en ningún momento.

En todo esto falló Jorge Álvarez Máynez.

No solamente al momento de huir empujó a una de las candidatas lejos para que no le estorbara en el momento de correr. Probablemente si se hubiera detenido a protegerla a lo mejor no la cuenta, eso es cierto, pero su instinto de prevalencia se puso por delante.

Debió de haberse quedado a ver qué había pasado y obviamente atender a las víctimas. Pero no lo hizo. Corrió a un hospital para atenderse no sabemos de qué, porque no apareció ni con un chichón, ni con un rasguño, ni con nada. Hasta que se aseguró que él estaba bien fue cuando regresó al lugar de los hechos.

Su equipo de campaña es otro desastre. Al momento de "solidarizarse" lo hicieron primero con el candidato, y en un parrafito lejano con las víctimas. Ya muy entrada la noche trataron de salvar el tema emitiendo un comunicado que prácticamente desmentía la imagen que habían circulado ellos mismos.

Insisto, este es el tipo de eventos que le pueden dar la vuelta a cualquier elección siempre y cuando tengas a la persona correcta en el proyecto. Pero MC tiene a Jorge, quien carece de todo lo que se exige de un líder.

Probablemente Jorge reaccionó como todo el mundo, como incluso yo hubiera podido reaccionar. Pero precisamente por eso yo no me dedico a ser político, y con toda claridad Jorge no es el tipo de personas que necesita uno al frente.

Las redes ya se encargaron de hacer un juicio sumarísimo en este tema, pero el tamíz del análisis encuentra mucho de razón en el imaginario colectivo o cultural de la idea de lo que debe de ser un líder, incluso de lo que debe de ser un varón.

Es clave resaltar el desastroso manejo de esta crisis de reputación por parte del área de comunicación de Movimiento Ciudadano, lo menos que se puede decir es que ha sido trágico y patético.

Esta es una tormenta perfecta en la que ningún coordinador de comunicación quiere verse, pero eventualmente le va a caer. Cuando no hay preparación ni planes de contingencia comunicacional es cuando cometes pifias gravísimas como las que se cometieron a lo largo de la noche de anoche y que, parece ser, van a continuar a lo largo de este día terrible.

Una doble tragedia, sin duda.

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