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La semilla del odio en el fútbol base

La semilla del odio en el fútbol base

DeSolo Fútbol Formativo


La semilla del odio en el fútbol base

DeSolo Fútbol Formativo

valoraciones:
Longitud:
14 minutos
Publicado:
16 sept 2022
Formato:
Episodio de podcast

Descripción

Llegan noticias de vandalismo en los campos de fútbol y uno se pregunta si también en su club puede ocurrir que unos padres salgan al campo a darse entre ellos. Lamentablemente lo que se lee y se ve en los medios es de alarma social. Pero sólo a corto plazo. Pasa el tiempo y las cosas vuelven a su sitio, como si no hubiera ocurrido nada.
Pocos se preocupan por evitar que la misma situación desastrosa se vuelva a producir. Pocos se dan cuenta de que existen soluciones. Quizá precisamente porque las soluciones para acabar con la violencia en el fútbol empiezan por uno mismo.
Por los propios jugadores, que a menudo critican a sus compañeros lanzando auténticos dardos envenenados y creando división en el equipo; por los entrenadores, que anteponen el resultado a todo lo demás; por los padres, que presionan a sus hijos y acaban despojándoles de su personalidad; y, sobre todo, por los clubes, los auténticos responsables de que aún existan episodios de violencia en el fútbol base.
Un sólo día en un campo cualquiera de cualquier ciudad es suficiente para darse cuenta de cómo estos factores influyen negativamente en el deporte y acaban abonando un terreno fértil para la violencia.
La cruz de los porteros
Un portero de 12 años acaba de jugar su segundo partido de liga. Llevaba tiempo esperando que la Federación le diera el permiso y tenía muchas ganas de competir. Desde el comienzo de la temporada había estado entrenando mucho y muy bien, pero cuando llegaba el fin de semana veía cómo sus compañeros disfrutaban de lo más atractivo del fútbol, el partido, mientras él se quedaba en la banda contemplándolos.
Marcos es un portero tranquilo. No muestra su nerviosismo externamente. Todo lo lleva por dentro. En una falta en contra organiza la barrera con seguridad y se dispone a detener el lanzamiento del equipo rival.
Por desgracia, se coloca mal y el delantero ve claramente que hay un hueco dónde puede colocar el balón sin problemas. Y así lo hace, ante los comentarios de desesperación de los compañeros de Marcos, que ven cómo se les escapa la liga.
Al portero se le notan mucho más los errores con respecto al resto de jugadores. Sus fallos son goles. En cambio, el jugador de campo puede permitirse fallar con más frecuencia. Sus errores casi nunca traen consecuencias tan nefastas como el error de Marcos.
Se trata, sin embargo, de fallos muy habituales para un guardameta. Tanto que esa misma mañana otro portero de una categoría diferente recibe un pase de su defensa y, ante la presión del delantero, se pone nervioso perdiendo el balón y encajando el único gol del partido.
Su equipo está jugando de cine. Domina al rival manejando el balón con toques cortos y precisos. Hacía tiempo que no se veía un equipo jugando tan bien. Sin embargo, un único error del portero es suficiente para perder el partido.
En su banquillo se oyen comentarios muy duros por parte de sus compañeros. El guardameta cae al suelo tras encajar el tanto y tienen que asistirle. El partido queda parado un buen tiempo y desde el banquillo se oye: “¡Cada partido comete un error parecido! Ya está, siempre con el cuento de que está lesionado…”
Comentarios que sobran y que es muy duro oír de tus propios compañeros. Pocos minutos antes un jugador cometía un error en un pase y desde el otro lado del campo se oía un grito de ánimo de su delantero para demostrarle su solidaridad. Sin embargo, con el portero no existe perdón ni comprensión.
Ser guardameta es muy duro ya de por sí. El resto del equipo debería ser más comprensivo. Actitudes de este tipo entre los chicos son constantes en el deporte y fuera de él, y hay que atajarlas, porque las consecuencias pueden ser nefastas, ya que lo que producen es una desunión entre los propios jugadores del equipo. Toda crítica tiene que ser constructiva y no se debería permitir ninguna a un compañero sin estar él mismo presente.
Publicado:
16 sept 2022
Formato:
Episodio de podcast

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Me dirijo a padres con hijos deportistas y a entrenadores con interés por formarse para mejorar su forma de enseñar fútbol