Si tuvieras un auto (o tal vez ya lo tienes) y un día se enciende una luz en el tablero ¿ignorarías la luz o buscarías en el manual para saber qué es lo que significa? Probablemente lo segundo, ¿no? ¿Por qué entonces algunas veces hacemos lo contrario cuando se trata de nuestro cuerpo?

Imagina ahora que tu médico te receta anticonceptivos como “tratamiento” para atender algunos síntomas de los que le platicaste en la última consulta. De entrada, decides usarlo. Sabes que hace poco a tu amiga le recetaron lo mismo. Y a ella le ha funcionado bien. Unos días después de empezar tu “tratamiento”, te das cuenta que está causando un efecto que en menor o mayor medida es incómodo para ti. ¿Ignoras la luz o vas al manual?

¿Y si pensamos en una decisión que no incluya malestar de una u otra forma? ¿Y si cuestionarnos qué es lo que tomamos y cómo funciona?

En este capítulo, quiero platicar contigo sobre cómo es que actúan los anticonceptivos hormonales, para que tomemos siempre una decisión informada y sepamos que siempre hay otra manera de ver y resolver lo que nos pasa.