A nadie le gusta un rompimiento amoroso. Es doloroso. Es intenso. Es una separación emocional a la que no estamos preparados. Mucha gente necesita un rompimiento. Tiene heridas que necesita sanar, o simplemente está con una persona completamente desagradable. A pesar de cualquier realidad que puedas estar viviendo (que tu seas el malo o la otra persona), los rompimientos son reales, crudos y necesarios. Estaremos abordando qué y quién causa los rompimientos, por qué somos tan malos asimilando un rompimiento y cuál es la visión de Dios con respecto a estos.

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