La venta iluminada: Marketing espiritual para atraer clientes y dejar de buscarlos

Por Raimon Samsó

¿Y si el secreto de vender no fuera la presión sino la atracción?

La venta iluminada es una guía para transformar la forma en que entiendes los negocios y las ventas. Descubrirás que no necesitas perseguir clientes, presionarlos ni competir con otros. Tu energía, tu intención pura y tu frecuencia vibratoria son la estrategia.

Cuando elevas tu vibración y tu mensaje, los clientes ideales llegan sin esfuerzo. La venta deja de ser por presión y pasa a ser por atracción: vender sin vender. Entonces, la causa de todas los efectos, el karma, siembra ventas conscientes.

En estas páginas aprenderás:

El principio de la sintonía: crear comunidad en lugar de clientela.
Cooperación iluminada para ganar más junto a tus colegas que compitiendo.
Venta cuántica: la intención determina los resultados.
Rituales prácticos para cuidar tu energía y sostener tu negocio sin agotarte.
Mi visualización secreta para vender más fácil, más rápido y con menos esfuerzo.
El factor Llama: lo que hace que tu negocio sea único, magnético y rentable.

Este libro te mostrará como convertir las ventas en compras. El marketing espiritual no es hacer más ruido, sino de vibrar más alto. Los negocios pueden fluir desde la abundancia consciente, el servicio útil y la conexión interior si aplicas los principios de este libro.

La energía personal vende más que las palabras. Descúbrelo conmigo.

• Idioma: Español
• Editorial: Ediciones Instituto Expertos
• Fecha de lanzamiento: 16 oct 2025
• ISBN: 9788409771189

Raimon Samsó

Raimon Samsó, licenciado en Ciencias Económicas, es creador del Instituto de Expertos -que proporciona entrenamiento en marca personal a autores, coaches y líderes de pensamiento: «Programa Experto»-. También es autor de 16 libros de desarrollo personal y profesional, entre los que cabe citar: Supercoaching (Conecta, 2014), El código del dinero, Taller de amor, Cita en la cima, o El código de la manifestación.

Vista previa del libro

UNO

INTENCIÓN PURA: EL MOTOR INVISIBLE DE LA VENTA

Con la expresión «motor invisible» podría entenderse que me refiero a un algoritmo. Pero aquí no voy a hablar aquí de técnicas. Prefiero llevarte al centro de ti, donde empieza todo: la intención pura.

La fuerza raíz que, aunque no sea visible, es la intención pura y lo cambia todo, todo.

La mayoría de los emprendedores se enfocan en el cómo lo hago: cómo promocionar, cómo vender más, cómo llenar un webinar, cómo tener visibilidad… y cien mil cómos más.

Pero pocos se preguntan desde dónde parte el cómo. Y ese desde dónde es lo que marca la diferencia entre una venta forzada y una venta iluminada.

Te diré lo que he aprendido.

Para conseguir un resultado concreto, no hay un solo cómo, hay una diversidad de maneras. Así que el cómo es irrelevante y circunstancial. De entrada no necesitas el cómo. Ya se revelará en una segunda fase.

Ejemplo particular: cuando empiezo a escribir una frase no sé cómo terminará, pero la empiezo y su conclusión se revela a mitad del proceso. No exijo saberlo todo de entrada.

Para conseguir un resultado concreto, no necesitas saber por anticipado cómo conseguirlo. Trata de averiguarlo sobre la marcha o, incluso mejor: trata de delegarlo en la sabiduría del cosmos. Basta saber que hay diferentes formas y la ideal se revelará en su momento.

La mayoría de las veces, entendí el cómo después de conseguirlo, no antes y ni siquiera durante. ¡Después, solo con perspectiva pude unir las piezas y comprender!

Lector, céntrate en tu intención pura y trabaja en lo que aparezca, eso es todo.

LA INTENCIÓN PURA LO ES TODO

Imagina dos personas vendiendo el mismo producto.

Una lo hace por ganar dinero. La otra lo hace porque realmente cree que ese producto puede mejorarle la vida a alguien.

¿Notas la diferencia?

Ninguna razón es mejor que la otra, pero una es más potente que la otra. ¿Cuál crees que es el motor invisible de la venta?

La intención pura que hay detrás de tus acciones determina lo lejos que llegas en los resultados que obtienes. No es magia, es coherencia energética.

Esto me costó entenderlo más de lo que creerías, pero aquí está: cuando tu intención pura se aclara, las cosas fluyen, los clientes llegan, las oportunidades aparecen. Las cosas se aclaran porque tú tienes claridad.

Ahora, ojo con esto: intención pura significa estar alineado con tu propósito. Ser coherente contigo mismo. En las ventas, no es hacer marketing desde la ansiedad y la necesidad, sino desde la claridad de intención.

¿Por qué haces lo que haces? No me digas «por dinero» porque eso no es una buena razón, es solo un efecto secundario y llega después.

Mira, puedes tener la mejor estrategia del mundo, el mejor funnel, los mejores textos comerciales o copy, un gran presupuesto de publicidad… pero si tu intención está contaminada por la codicia, todas esas metodologías se desmoronan tarde o temprano.

Y lo peor: dejan una huella de hartazgo en ti y en los demás.

Lo que propulsa tu intención como motor invisible es tu enfoque, tu propósito y tu claridad de metas. La venta viene después y el dinero también; son efectos secundarios inevitables y deseables.

No estás aquí para facturar. ¿Puedes aceptarlo? No es la razón de tu vida, aunque sea un medio de vida. Aquellos que no entiendan esto deberían contratar a un psicólogo para hurgar en su subconsciente.

Estás aquí, en el planeta Tierra, para transformarte a ti y, de paso, a tu especie. Todo empieza por elegir desde dónde haces lo que haces.

¿Quieres saber cuál es tu propósito de vida? Hazte esta pregunta: «Si hoy no me pagaran, ¿seguiría haciendo lo que hago?»

Si la respuesta es sí, vas por buen camino.

Cuando aclares tu propósito, avanza a tu intención. Hazte esta pregunta: «¿Cuál es el objetivo real de mi venta?».

Si la respuesta es ayudar y servir, vas por buen camino.

¿Es importante que explique esto? Desde luego que lo sí. Empiezo por el propósito y la intención porque son la clave. Este es un libro más de espiritualidad que de ventas. Justo lo que necesitas.

Muchos marketers no saben lo que quieren en realidad (creen que es dinero), desconocen la razón subyacente o real y por qué hacen lo que hacen. No sé si me explico.

¿Sabes por qué todavía no tienes lo que deseas? Porque aún no sabes lo que quieres. Si no lo aclaras el cosmos no podrá dártelo.

El camino para descubrirlo es sustituir la queja por el deseo, y el deseo por la razón del deseo.

«Detesto no llegar a fin de mes» —> «Quiero vender más y ganar más dinero» —> «Sueño con ventas automáticas para tener tiempo libre» —> «Quiero tiempo libre para…» —> «Cuando consiga esto, me sentiré…»

Lo que no quiero —> lo que parece que quiero —> lo que realmente quiero

¿Lo ves?

Llegar a fin de mes, vender más, ganar más dinero, ventas automáticas… son solo los efectos colaterales de una causa o deseo real: tener tiempo libre. Y el tiempo es vida. Ahí se aclara la intención de vivir.

Esa es tu intención pura.

¿Y si descubro que lo que quiero es no hacer nada de nada? Pues eso es lo que conseguirás, y el cosmos te lo entregará en bandeja de plata: nada.

Para Carl Jung, el proceso mostrado anteriormente consiste en convertir lo inconsciente en consciente: tomar el control de tu vida. En el caso que nos ocupa, controlar tus ventas.

Cuando sepas lo que quieres de verdad, podrás conseguirlo. No te enredes en los efectos colaterales. Activa la intención pura que moverá todas las piezas y disfruta del espectáculo.

En mi caso, me metí en mil y una batallas para ganar dinero. Fue muy estresante. El dinero empezó a llegar, pero ser el «hombre orquesta» no era lo que de verdad quería. No era vida para mí.

Decía que quería una cosa, pero en realidad quería otra.

Decía que quería montañas de billetes, pero quería montañas de tiempo libre.

Decía que quería ser ejecutivo en un banco, pero quería ser escritor.

Decía que quería ser un soltero de oro, pero quería ser padre.

Lector, a veces ni siquiera queremos un resultado material, sino uno emocional. Lo que queremos es ¡la emoción adherida al resultado.

Si lo analizas, creo que en el fondo todos queremos ser felices. Lo que varía es el cómo, y ya sabes que hay muchos cómo.

Durante un tiempo, yo quería vender más libros para conseguir validación externa, pues buscaba aceptación y admiración. Lo conseguí y acto seguido dejé de necesitar validación y admiración; pero entonces me preguntaba por qué no ganaba cantidades ingentes de dinero… ¡Porque tampoco era lo que quería de verdad!

Ahora sé, después de aclarar mi intención pura, que el dinero me sirve para comprar tiempo (vida). En mi caso: tiempo, una vida, para poder leer libros y aprender. Y con el aprendizaje, paz, mucha paz mental.

La paz mental se parece mucho a la felicidad, son indistinguibles. ¿Ves como todos queremos lo mismo?

Cuando lo entendí, activé mi «motor invisible» (la intención pura) y conseguí mantener la agenda siempre vacía y la cuenta bancaria siempre llena. Creé el «método del escritor rico» para liberarme.

Preferí ser rico a ser millonario porque mi objetivo es el tiempo y no el dinero.

Y otra cosa: quería el 100% de los ingresos pasivos. Ya no me interesaban los ingresos activos que me resultaban desagradables. ¡El tiempo vale más que el dinero!

Lector, deseo que te quede claro que hay dos intenciones: la intención aparente (impura) y la intención real (pura). Cuando activas la intención real (pura) consigues lo que quieres de verdad, sin trampas ni autoengaños.

Cuando tienes semejante claridad interior, manifestar tus deseos es más sencillo porque enciendes el «motor invisible» de la intención pura.

EL KARMA DE TUS CAMPAÑAS

Esto no lo enseñan en las escuelas de marketing, pero deberían: cada acción de marketing siembra una semilla kármica. Es la energía de lo que haces, y no lo que haces, lo que cambiará el juego.

Una semilla energética tarde o temprano va a dar fruto. Una vez sembrada, su efecto es imparable. Lo puedes compensar pero nunca eliminar. Lo hecho, hecho está.

Es algo que explica muy bien el monje budista Geshe Michael Roach en su libro Gestiona tu karma. Le he dedicado por completo el capítulo 13 porque conocerle en persona es algo que me transformó.

Toda acción —incluso la más pequeña— siembra una vibración. No importa si la venta ocurre hoy o dentro de tres meses: lo que siembras con bondad, confianza y coherencia, acabará germinando. Vender desde la luz no trata de forzar, sino de sembrar con generosidad, actuar con bondad y soltar el resultado con fe.

Si tú vendes (aspiradoras inalámbricas, sesiones de terapia, fundas de silicona para móviles o lo que sea) desde la urgencia, atraerás clientes con urgencia por abandonarte. Si manipulas, atraerás líos y confusión a tu negocio. Si promueves con honestidad, atraerás abundancia verdadera.

Recuerda: la siembra energética no se ve, pero es la base sobre la que se construyen las ventas con alma.

El karma funciona como un espejo. Tus campañas comerciales no están exentas de esa ley universal: reflejan tu energía.

Aquí va una práctica sencilla y poderosa (es el paso que todos se saltan y luego se arrepienten): antes de lanzar cualquier campaña, reflexiona y aclara…

¿Cómo se va a sentir el cliente con