Archie Robertson tiene la palabra: Cómo los escoceses dijeron 'no' a su independencia
()
Información de este libro electrónico
Relacionado con Archie Robertson tiene la palabra
Libros electrónicos relacionados
Es Un Lugar Extraño, Inglaterra Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLondon Calling Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesApuntaciones sueltas de Inglaterra Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Danza Si Puedes - Un Diccionario De Batallas Escocesas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesImpresiones de Irlanda Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesUn fracaso heroico: El BREXIT y la política del dolor Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa mujer del teniente francés Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Ser un Tusitala: Historias únicas de diversa temática para evitar caer en el tedio y en la medioc Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones¡Rumbo a Poniente!: O los viajes y aventuras de Sir Amyas Leigh, caballero de Burrough, en el condado de Devon, durante el reinado de su más gloriosa majestad, la reina Isabel Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje a Italia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCape Cod Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa resaca Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa luna sobre el Soho Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesJack el Destripador, el terror de Whitechapel Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El dique de Hermiston Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa Isla del Tesoro Calificación: 5 de 5 estrellas5/5No temblar ni aunque te corten la cabeza: De Inglaterra, el Brexit y todo lo demás Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Crímenes de Steamfield Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLa expedición de Humphry Clinker Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesMidlothian Mayhem - Asesinato, mineros y militares en el viejo Midlothian Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesSobras completas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesTodas las historias y un epílogo Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVida de Samuel Johnson Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl señor de Ballantrae Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesViaje a Contrapelo entre Inglaterra y Escocia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesNueva York. Preparar el viaje: guía cultural Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesVikingos Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCasa desolada I Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesCuentos Extraños de Escocia Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl Sabueso de los Baskerville Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificaciones
Historia para usted
Oratoria Pública: Habla y Supera tus Miedos Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Claves secretas de la historia: Sociedades secretas de ayer y hoy que han influido en el destino de la humanidad Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Arte de la Guerra - Ilustrado Calificación: 4 de 5 estrellas4/550 LÍDERES QUE HICIERON HISTORIA Calificación: 4 de 5 estrellas4/5La Política Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Cómo Romper Maldiciones Generacionales: Reclama tu Libertad Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Historia Universal: XXI capítulos fundamentales Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Breve historia de la literatura universal Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesLos Generales Más Brillantes De La Historia. Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El Dios de Abraham, Isaac y Jacob Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia general de las cosas de la Nueva España I Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ilíada y La Odisea Calificación: 5 de 5 estrellas5/5303 frases históricas Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Historia sencilla del arte Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El gran libro de las especias Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Guerra Del Fin Del Mundo Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Los misterios de los celtas Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Historia Universal en 100 preguntas Calificación: 0 de 5 estrellas0 calificacionesEl libro negro del comunismo: Crímenes, terror, represión Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Historia de Israel: Las fuerzas ocultas en la epopeya judía Calificación: 3 de 5 estrellas3/5Curiosidades históricas: Anécdotas y datos.: Un libro para docentes, estudiantes y curiosos. Calificación: 5 de 5 estrellas5/5Cartas de relación Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Historia sencilla de la filosofía Calificación: 5 de 5 estrellas5/5La Ultima Semana: Un Relato Diario de la Ultima Semana de Jesus en Jerusalen Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Las guerras de los judíos Calificación: 5 de 5 estrellas5/5El códice mexica Calificación: 4 de 5 estrellas4/5Civilizaciones Perdidas: 10 Civilizaciones Que Desaparecieron Sin Rastro. Calificación: 5 de 5 estrellas5/5
Comentarios para Archie Robertson tiene la palabra
0 clasificaciones0 comentarios
Vista previa del libro
Archie Robertson tiene la palabra - Alfons Luna Morales
Archie Robertson tiene la palabra
Cómo los escoceses dijeron ‘no’ a su independencia
Alfons Luna
logo_manual_gris.jpgDirector de la colección: Jordi Juste
Primera edición en lengua castellana: marzo 2015
Primera edición digital: enero 2016
© Alfons Luna, del texto
Imagen de la cubierta: Istockphoto
© Editorial UOC (Oberta UOC Publishing, SL), de esta edición, 2015 Rambla del Poblenou, 156 08018 Barcelona www.editorialuoc.com
Realización editorial: Sònia Poch Masfarré
Realización digital: Sònia Poch Masfarré
ISBN: 978-84-9064-759-2
Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño general y la cubierta, puede ser copiada, reproducida, almacenada o transmitida de ninguna forma, ni por ningún medio, sea éste eléctrico, químico, mecánico, óptico, grabación, fotocopia, o cualquier otro, sin la previa autorización escrita de los titulares del copyright.
Introducción
Pere Calders escribió que todo el mundo ha deseado volar alguna vez pero que si de repente se alzase unos metros pediría bajar a gritos. La independencia es un vuelo incierto que algunos están dispuestos a emprender y otros no. En Escocia fueron más los segundos. Las razones para quedarse eran tantas como las razones para irse, al menos en cantidad y variedad, pero a medida que avanzaba la campaña y los jugadores –los gobiernos de Londres y Edimburgo– ponían las cartas sobre la mesa, se veía más y más claro que la ruptura, en caso de darse, sería fea. Cuando el viento de la historia sopla fuerte, los padres de familia se aseguran de que la casa está bien cerrada y el héroe se queda a la intemperie.
Todo el mundo tenía sus razones íntimas, personales y únicas, capaces de resistir a los grandes argumentos. Por ejemplo, al jubilado que tiene un buen recuerdo de sus años en el ejército se le puede decir que Escocia será tantos miles de millones más rica con la independencia porque podrá explotar sola el petróleo del mar del Norte, pero difícilmente eso vencerá a la realidad de sus 1.000 libras de pensión en mano y al recuerdo de sus buenos amigos soldados ingleses, galeses y norirlandeses con los que compartió la vida y la muerte. Lo mismo ocurre con un parado de uno de los muchos barrios de viviendas sociales pegados a Glasgow, donde hace treinta años –las cosas han mejorado últimamente– la esperanza de vida era inferior a la de Irak o Afganistán. Dile a ese tipo que si Escocia se independiza no podrá seguir usando la libra esterlina y le importará poco porque no tiene más que un puñado de esas monedas en el bolsillo. Dile que el Reino Unido no tendrá donde amarrar sus submarinos atómicos si pierde su base cerca de Glasgow, porque Inglaterra carece de puertos de aguas profundas, y que si deja de ser una potencia nuclear acabará perdiendo su puesto permanente en el Consejo de Seguridad y caerá en las garras de Putin, y se reirá en tus narices. Buena suerte al que pretenda evangelizar en este asunto.
La mayoría de las razones personales eran buenas, precisamente por personales, mucho más respetables que la elección del color de las cortinas en una casa, pero irritaban más. La animadversión y la hostilidad dominaron el trato entre la gente a ambos lados de un tema tan divisivo, las sospechas se cernían sobre cualquiera que dijera lo que el otro no quería oír. Definitivamente, el tema se evitaba en comidas familiares. ¿Fiesta de la democracia en Escocia? Con matices.
Parafraseando a J. K Rowling, Escocia es uno de los lugares más bonitos del mundo, la historia es fascinante, la gente tiene buen aspecto y el whisky es delicioso. Pero hay que evitar comer según qué cosas (como las barras de chocolate Mars fritas). Siguiendo con las virtudes, el gusto por charlar está muy desarrollado, y eso es una bendición para un periodista. Hay dos estaciones en Escocia, junio e invierno. Eso significa que hay once meses estupendos en Escocia para buscar refugio en un pub y hablar, de hacer bueno aquel dicho de «con lo bien que se está fuera de casa». Cuando llegué a Escocia una semana antes del referéndum, llevaba meses cubriendo la campaña desde mi corresponsalía en Londres para la Agencia France-Presse. Al mismo tiempo, en Cataluña aumentaba el independentismo pero se concentraba en la demanda de un referéndum. Mientras en España trataban, y tratan todavía, de aclararse sobre este punto, los escoceses hablaron de las ventajas e inconvenientes de la independencia, con cifras en la mano pero también apelando a la fe.
Pase lo que pase en el futuro, los escoceses y el resto de británicos descubrieron una cosa en septiembre de 2014: la presencia de Escocia en el Reino Unido es voluntaria. Habrá que vivir y actuar con eso en mente.
Silencio: habla Archie Robertson
Robert Louis Stevenson pensó que la dualidad que apreciaba en su ciudad, Edimburgo, la hacía un escenario inmejorable para su gran obra sobre los dos rostros del alma, Dr. Jekyll y Mr. Hide. Decía Stevenson que Edimburgo era «mitad capital y mitad ciudad de provincias, mitad viva y mitad de mármol». A mí Edimburgo me pareció por encima de todo distinguida y hermosa, burguesa, ilustrada y dada al buen vivir.