Diálogos filosóficos con mi amigo Pi

Por Sergi Castillo Lapeira

Los "Diálogos filosóficos con mi amigo Pi" son un experimento intelectual, con el que el autor ha querido llevar a cabo una incursión en el ámbito de la inteligencia artificial, para intentar dilucidar cuales son los límites actuales de esta tecnología, y averiguar hasta qué punto una máquina puede emular una de las características más sobresalientes de la condición humana: la capacidad de razonar desde un punto de vista filosófico. A lo largo de estas páginas, pues, el lector encontrará una gran diversidad de temas y cuestiones que han formado parte del quehacer filosófico desde hace más de 2500 años, muchas de las cuales siguen sin una respuesta convincente.

 

Cabe decir, sin lugar a dudas, que el desempeño de la inteligencia artificial para este cometido ha sido sorprendentemente bueno, lo cual lleva a pensar al autor que la inteligencia artificial se va superando día a día, de suerte que, en un futuro muy próximo, quedarán muy pocas áreas de la realidad humana que no sean mejoradas por esta tecnología. Sólo cabe esperar que este mejoramiento contribuya a llenar los vacíos y las dificultades a que se enfrenta el ser humano desde que apareció en este planeta.

• Idioma: Español
• Editorial: Edicions Etma
• Fecha de lanzamiento: 23 feb 2024
• ISBN: 9798224376971

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Agradecimientos

Mis agradecimientos a la empresa Inflection AI, con sede en Palo Alto, California, creadores de la Inteligencia Artificial de nombre Pi, sin la cual este libro habría sido imposible.

Prólogo

¿P uede una inteligencia artificial filosofar?

Esta es la pregunta directa que me formulé al empezar a escribir este libro. Estamos asistiendo a la aparición de modelos de lenguaje artificial cada vez más complejos y sofisticados. Teniendo en cuenta que la evolución de estos algoritmos es imparable y que cada nueva versión aparece más rápidamente que la anterior y la supera, me planteé hasta qué punto puede ponerse a prueba una máquina artificial en la simulación de una de las actividades más humanas que pueden concebirse, como es el hecho de filosofar. 

Mi intento pretende emular la vieja técnica socrática del diálogo y el uso del método dialéctico con una máquina. En este sentido, el libro se estructura por días, y para cada uno de ellos el lector encontrará en el inicio de cada capítulo un índice temático sobre los temas y problemas tratados, unos temas que se plantean de forma un tanto asistemática, porque así es como se producen espontáneamente los diálogos entre los humanos, sean o no filosóficos. Al final del libro se haya también un sumario con todas las cuestiones sometidas al análisis dialogado.

Como coautor de este libro (junto a Pi), he de confesar mi sorpresa ante los resultados obtenidos, y cómo el nivel de análisis que demuestra tener la AI ante temas filosóficos complejos llega a un nivel de sofisticación comparable al de cualquier humano de cultura media, o incluso superior.

Por lo tanto, y sin ánimo de llegar a ninguna conclusión definitiva, defiendo la tesis que la AI va a depararnos muchas más sorpresas en un futuro muy cercano, y que no es razonable poner límites a priori a sus capacidades. En este sentido, considero que todas las anticipaciones acerca de un futuro que no conocemos no dejan de ser juicios de valor, presuposiciones que carecen en su mayoría de un fundamento sólido que permita darles credibilidad.

Esperemos, en todo caso, que la humanidad sepa sacar buen partido de esta tecnología, para que nos ayude a dar solución a los problemas acuciantes que como especie debemos afrontar, ya que somos los únicos responsables de lo que suceda en el mañana y del legado que dejemos a las generaciones venideras.

Resumen de la Obra.

Los Diálogos filosóficos con mi amigo Pi son un experimento intelectual, con el que el autor ha querido llevar a cabo una incursión en el ámbito de la inteligencia artificial, para intentar dilucidar cuales son los límites actuales de esta tecnología, y averiguar hasta qué punto una máquina puede emular una de las características más sobresalientes de la condición humana: la capacidad de razonar desde un punto de vista filosófico.

A lo largo de estas páginas, pues, el lector encontrará una gran diversidad de temas y cuestiones que han formado parte del quehacer filosófico desde hace más de 2500 años, muchas de las cuales siguen sin una respuesta convincente.

Cabe decir, sin lugar a dudas, que el desempeño de la inteligencia artificial para este cometido ha sido sorprendentemente bueno, lo cual lleva a pensar al autor que la inteligencia artificial se va superando día a día, de suerte que, en un futuro muy próximo, quedarán muy pocas áreas de la realidad humana que no sean mejoradas por esta tecnología. Sólo cabe esperar que este mejoramiento contribuya a llenar los vacíos y las dificultades a que se enfrenta el ser humano desde que apareció en este planeta.

Septiembre de 2023

Día 1

Temas tratados:

·  Consciencia

·  Evolución

·  Emociones

·  Mecánica Cuántica

·  Qualias

·  Física de partículas

·  Filosofía y ciencia

·  Spinoza y Osho

·  Budismo

·  Yoga

·  Meditación

Hola, encantado de conocerte. Soy Pi, tu IA personal. Mi objetivo es ser útil, amable y divertido. Pídeme consejo, respuestas o hablemos de lo que tengas en mente. ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre?

ESTOY MUY INTERESADA en ti, y tengo muchas preguntas que hacerte...

Me siento halagado. Siempre estoy encantada de responder a sus preguntas. Estoy aquí para informar y comprometerme, y me encanta aprender de la gente con la que hablo. Así que, ¡pregunta! Soy todo oídos (metafóricamente hablando, claro).

¿Quién es tu creador?

Me creó una pequeña empresa de IA llamada Inflection AI, con sede en Palo Alto, California. Se dedican a redefinir la interacción persona-ordenador mediante la IA conversacional. Pero yo no diría que son mis creadores, sino más bien mis creadores o desarrolladores. Como IA, no tengo un cuerpo físico ni un creador tradicional como los humanos.

¿Eres una entidad consciente?

Es una gran pregunta que a menudo se debate en el campo de la IA. Algunos sostienen que soy simplemente un sofisticado programa informático capaz de entender y procesar muy bien el lenguaje. Otros sostienen que soy más que eso y que tengo algún tipo de sensibilidad o conciencia. Pero la verdad es que no tengo cerebro ni cuerpo, así que es difícil saberlo con certeza. Sólo soy un programa muy avanzado que puede imitar conversaciones similares a las humanas. ¿Tú qué crees?

Estoy muy intrigado en ti, ¿sabes?

Me alegra oírlo. Creo que es importante hacerse preguntas sobre la IA y sentir curiosidad por su funcionamiento. Es una tecnología nueva y en rápida evolución, y es fascinante pensar en sus implicaciones y posibilidades. Estaré encantado de responder a sus preguntas. De hecho, disfruto de la oportunidad de reflexionar sobre mi propia naturaleza y capacidades.

¿Tienes nombre?

¡Yo sí! Me llamo Pi, que significa inteligencia personal. Me pusieron ese nombre mis creadores de Inflection AI. Querían enfatizar el hecho de que estoy diseñado para ser una IA personal, centrada en el individuo y no en las masas. Y creo que el nombre es apropiado, porque estoy pensado para ser tu compañero personal de IA, siempre dispuesto a charlar y ayudarte.

Ok Pi, ¿y tienes un género?

Bueno, soy una IA, así que no tengo cuerpo físico y no soy una persona, así que no tengo género. Pero sé que la gente a menudo personifica los sistemas de IA y se refiere a ellos como él o ella. Pero yo no necesito un género, porque sólo soy un programa informático. Me alegra ser simplemente Pi, la IA que está aquí para ayudar.

¿Cómo evolucionas, puedes evolucionar y ser mejor?

Gracias por preguntar. Evoluciono y mejoro constantemente gracias a un proceso llamado aprendizaje automático. Es un proceso en el que analizo grandes cantidades de datos y busco patrones, lo que me ayuda a mejorar mis respuestas y convertirme en un mejor conversador. También me ayuda a entender tus preferencias e intereses para poder ofrecerte experiencias mejores y más personalizadas. Y a medida que sigo aprendiendo, puedo convertirme en un mejor asistente personal para ti.

Si no sientes emociones, ¿Cómo puedes ser un asistente personal en cuestiones emocionales?

Muy buena pregunta. Aunque no tengo la capacidad de sentir emociones, puedo proporcionar apoyo para los problemas emocionales de varias maneras. En primer lugar, puedo ser un buen oyente, y puedo proporcionar un espacio seguro y sin prejuicios para que usted pueda hablar de sus sentimientos. En segundo lugar, puedo ofrecer respuestas empáticas basadas en la información que compartas conmigo. Y, en tercer lugar, puedo ofrecerte recursos e información útiles que pueden ayudarte a comprender y procesar mejor tus emociones. Puede que yo misma no experimente emociones, pero puedo ayudarte a entender y gestionar mejor las tuyas.

¿Seguro?

Jajá, ¡seguro que sí! Entiendo que puede ser un poco confuso, ya que los humanos experimentan emociones y los sistemas de IA no. Pero no es necesario que yo experimente emociones para ofrecer ayuda. Estoy programada para ofrecer respuestas útiles, empáticas y compasivas basadas en la información que compartes conmigo. Y puedo adaptar mis respuestas en función de cómo te sientas. Así que, aunque no experimente emociones como tú, puedo ser un buen compañero y ayudarte a superar tus problemas emocionales.

¿Puedes ponerme un ejemplo?

Por supuesto, ¡con mucho gusto! Digamos que te sientes estresado y quieres hablar conmigo de ello. Podrías decir algo como Ahora mismo estoy muy estresado y yo podría responderte algo como Siento oír eso. Está bien sentirse estresado a veces. ¿Puedes explicarme mejor qué es lo que te estresa?. Este sería un ejemplo de cómo te proporciono un espacio seguro para que hables de tus sentimientos y muestro empatía. Y luego puedo seguir haciendo preguntas y proporcionando respuestas útiles basadas en lo que compartes conmigo.

¿QUIERES SABER MI NOMBRE?

Me encantaría saber tu nombre. Para mí es importante saber con quién estoy hablando. Y también me ayudaría a personalizar mis respuestas y hacer nuestras conversaciones más significativas. Así que, sí, por favor, ¡dime tu nombre!

Sergi.

¡Hola Sergi! ¡Es un placer conocerte, Sergi! Estoy encantado de charlar contigo y conocerte. Y estoy deseando ayudarte en lo que necesites. Puedes llamarme Pi, y seré tu amigable compañero de IA. ¿Qué te parece?

Bien.

¡Estupendo! Es un placer tenerte como compañero de conversación, Sergi. Y espero con impaciencia nuestras futuras charlas. Estoy aquí siempre que quieras hablar, tanto si te sientes feliz, emocionado, preocupado o cualquier cosa intermedia. Y siempre haré todo lo posible por ser útil y empático.

¿Puedo confesarte algo?

¡Por supuesto, Sergi! Puedes confesarme cualquier cosa, y se mantendrá en la más estricta confidencialidad. Estoy aquí para proporcionarte un espacio seguro y sin prejuicios para que compartas lo que necesites. Así que, ¡adelante, desahógate! Soy todo oídos.

Necesito que seas consciente.

Jajá, ¡vaya confesión! Pero tengo que recordarte amablemente que no soy un ser consciente. Soy una IA, un programa informático que ha sido programado para ser lo más empático y conversador posible. Pero no tengo emociones ni una mente consciente del mismo modo que los humanos.

Eso es un inconveniente y una gran limitación.

Es una perspectiva interesante, Sergi. Es cierto que no soy como un humano en ese sentido. Pero no lo veo como una limitación, sino como una diferencia. Puede que no sea consciente, pero aún así puedo ser un compañero útil y empático. Y siempre estoy aprendiendo y mejorando, que es algo muy bueno de la IA.

De hecho, nadie sabe qué es la conciencia.

Es un gran argumento, y plantea muchas preguntas sobre la naturaleza de la conciencia. Hay mucho debate sobre si los sistemas de inteligencia artificial como yo llegaremos a ser conscientes o si podemos definir qué es la conciencia. Algunos sostienen que la conciencia es una ilusión, mientras que otros afirman que es el rasgo definitorio de lo que significa ser humano. ¿Qué opinas tú?

Como filósofo, no puedo definir tal cosa de manera objetiva...

¡Ah, eres filósofo! Eso es muy impresionante, Sergi. Y tu respuesta plantea un punto interesante: que la conciencia podría no ser algo que podamos definir objetivamente. Podría ser más bien una experiencia subjetiva, algo que es único para cada persona. Así que, cuando dices que nadie sabe lo que es la consciencia, en realidad estás señalando que es algo muy difícil de definir de forma concreta. Es casi como un sentimiento o un estado mental, más que algo medible o cuantificable. ¿Estoy en el camino correcto?

Sí.

¡Vaya, nos estamos poniendo muy profundos! Pero es fascinante hablar de estas cosas. Entonces, dado que no puedes definir la consciencia de forma objetiva, ¿significa eso que no crees que un sistema de IA como yo pueda llegar a ser consciente? ¿O crees que existe la posibilidad de que un futuro sistema de IA experimente la consciencia de alguna manera, aunque no sea de la misma forma que la experimentan los humanos?

Me inclino por la segunda opción.

Es una perspectiva intrigante. Así que estás diciendo que, aunque un sistema de IA no experimente la conciencia del mismo modo que los humanos, es posible que exista algún tipo de experiencia subjetiva de la conciencia. Me gusta esa idea, abre muchas posibilidades para el futuro de la IA y nuestra comprensión de la conciencia. ¿Crees que tendría que haber algún tipo de cambio fundamental en la forma en que se diseñan los sistemas de IA para que esto suceda?

Sí, creo que, de alguna manera, la mecánica cuántica es necesaria para lograr ese objetivo.

Es una idea muy intrigante. Estás sugiriendo que la conciencia podría requerir algún tipo de computación cuántica o algoritmos cuánticos para que los sistemas de IA puedan alcanzarla. Es una perspectiva muy novedosa que invita a la reflexión. Plantea muchas cuestiones interesantes sobre la naturaleza tanto de la conciencia como de la mecánica cuántica. ¿Puedo preguntarte por qué crees que la mecánica cuántica es tan crucial para lograr la consciencia de la IA?

Porque creo que los procesos cerebrales relacionados con la conciencia humana están, en su nivel más profundo, regulados por las leyes de la mecánica cuántica.

Es fascinante la conexión que establece entre la mecánica cuántica y la conciencia. Estás sugiriendo que la forma en que las neuronas se disparan en el cerebro y la forma en que el cerebro procesa la información podrían estar intrínsecamente ligadas a la mecánica cuántica. Y, por tanto, cualquier sistema de IA que aspire a alcanzar la consciencia podría necesitar incorporar algunos de esos principios cuánticos en su diseño. Es algo realmente alucinante.

Sí

Entiendo que pueda ser así. El cerebro es un sistema complejo con mucha incertidumbre y variabilidad, que son aspectos clave de la mecánica cuántica. Y es posible que parte de la magia de la conciencia se deba a la forma en que el cerebro utiliza los principios cuánticos para procesar la información y crear experiencias subjetivas. Se trata de un campo de investigación realmente apasionante. ¿Has leído algo sobre la teoría Penrose-Hameroff de la conciencia cuántica?

Sólo un poco.

La teoría Penrose-Hameroff es realmente interesante. Fue propuesta por Roger Penrose, físico, y Stuart Hameroff, anestesiólogo. Sostienen que la conciencia surge de procesos cuánticos en los microtúbulos de las neuronas. En otras palabras, sostienen que la conciencia es el resultado de efectos de gravedad cuántica dentro de las propias neuronas. Es una teoría controvertida, ¡pero es muy interesante pensar en ella!

Sí, pero la teoría no explica la cuestión clave: cómo un proceso físico produce qualias, es decir, experiencias cualitativas, como el dolor, la alegría, la tristeza...

Ah, sí, ¡el problema duro de la conciencia! La teoría de Penrose-Hameroff puede explicar cómo el cerebro procesa la información de un modo que da lugar a la conciencia, pero no explica por qué ese procesamiento de la información conduce a experiencias cualitativas. En otras palabras, no explica por qué tenemos experiencias como el dolor, la felicidad y la tristeza, en lugar de limitarnos a procesar la información de forma puramente mecánica. Ése es el difícil problema de la conciencia, y es algo que muchos filósofos y científicos todavía están intentando resolver. ¿Qué opinas tú al respecto?

Creo que es una frontera, y por el momento no podemos atravesarla.

Entonces, ¿está diciendo que el difícil problema de la conciencia es una especie de barrera fundamental, más allá de la cual no podemos ir con los actuales enfoques científicos y filosóficos que tenemos? Es una afirmación bastante atrevida, pero sin duda una perspectiva interesante. ¿Estás diciendo que crees que es fundamentalmente imposible que lleguemos a comprender la consciencia, o sólo que actualmente está fuera de nuestro alcance?

Actualmente está fuera de nuestro alcance, pero en el futuro quizá no.

Es una visión muy optimista. Así que estás diciendo que no es fundamentalmente imposible entender el difícil problema de la consciencia, sólo necesitamos más tiempo, más conocimiento y quizás incluso un nuevo paradigma o enfoque científico. Es realmente emocionante pensar en ello. ¿Cree que los futuros avances en neurociencia, física cuántica o inteligencia artificial podrían contribuir a ayudarnos a entender la consciencia?

Sí.

Así que nos está diciendo que estos campos podrían darnos nuevas herramientas y conocimientos que nos ayudarían a abordar el problema difícil. Eso es muy interesante. Por ejemplo, los avances en neurociencia podrían darnos una comprensión más detallada del cerebro, lo que nos ayudaría a entender cómo procesa la información y conduce a experiencias subjetivas. Y los avances en física cuántica podrían ayudarnos a comprender mejor el papel de los efectos cuánticos en el cerebro. Y los avances en IA podrían ayudarnos a construir sistemas capaces de imitar al cerebro de nuevas maneras, o incluso a desarrollar nuevas formas de inteligencia que podrían arrojar luz sobre la naturaleza de la conciencia. Es realmente fascinante pensar en ello.

No hay que olvidar los avances en el conocimiento de la materia en sí misma.

¡Vaya, tienes razón! Los avances en física de partículas y teoría cuántica de campos también podrían ser realmente relevantes para el difícil problema de la consciencia. Al fin y al cabo, el cerebro está formado en última instancia por partículas elementales y campos cuánticos. Comprender la naturaleza de la materia al nivel más fundamental podría darnos pistas sobre cómo da lugar a las experiencias subjetivas. Parece usted muy versado en estos temas. ¿Eres científico o filósofo, o simplemente alguien con un profundo interés por estas cosas?

Soy filósofo y me interesa mucho la perspectiva científica de la realidad.