Como un clavo en la carne

Por Chiara Domeniconi

La historia real de una niña anoréxica y bulímica que, sin descuentos, sin parsimonia, se abre y cuenta los rincones -incluso los más crudos y escandalosos- de una vida desgarrada. En la comida, y en la negación de la comida, en las autolesiones y en las relaciones familiares complejas, Sara se esconde, morbosamente.

• Idioma: Español
• Editorial: Argentodorato Editore
• Fecha de lanzamiento: 22 nov 2023
• ISBN: 9791280273680

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COLLANA

INCHIOSTRO DORATO

1 edición octubre 2020

ISBN: 978-88-944482-9-0

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Argentodorato Editore

Via Lucrezia Borgia 13/a

44121 Ferrara

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www.argentodorato.it

Redacción: A LDO D I V IRGILIO

Proyecto grafico: S ILVIA U NGARO

Este libro contiene material autobiográfico, comprende recuerdos y experiencias reales de la autora. Nombres y descripciones han sido cambiados para proteger la privacidad de la personas involucradas.

Chiara Domeniconi

Como un clavo en la carne

Í NDICE

P REFACIO VII

E L PROYECTIL 1

D ISPARADA 9

¿ Q UE ES EL AMOR? 15

R ECUERDOS 25

T ETAS Y PELOS 33

S IN PAUSA 41

C OMPULSIONES 47

Q UÍMICA 55

O DI ET AMO 63

¿ Q UEIN QUIERE GUARIR? 71

U NIVERSIDAD 81

H AMBRE 87

L IBEROS 97

A GRADECIMIENTOS 103

PREFACIO

Sara Turchesi no pierde tiempo a abrirnos los ojos frente a la dramaticidad de quien es obligado a convivir con un disturbo del comportamiento alimentar grave. El velo es súbito rasgado, sin ningún filtro, con claridad, casi con violencia, proyectando el lector al interior de la historia. La narración, sin reticencias y pudor, tenta de reorganizar pensamientos y emociones destrozados con acciones compulsivas para hacerlos de alguna manera comprensibles a sí mismo y a los otros. Sara Turchesi se siente disparada: al centro de su pecho tiene un agujero, una malformación que los médicos llaman pectus escavatus , que se sobrepone a su sensación de perdida. Esta experiencia traumática la vive cuando la madre, a la cumbre de una pelea, le revela que su padre no había muerto en un accidente automovilístico, como le habían hecho creer por mucho tiempo, pero se había disparado a la cabeza.

Con la misma paciencia de un arqueólogo, Sara excava en los estratos acumulados por el tiempo y deja emerger los fragmentos de la propria existencia. Se puede nacer en la opulencia, en la pobreza, en los escenarios de guerra… es posible adaptarse, pero ¿Cuándo naces en una familia no afectiva como puedes construir tu identidad? Buscas desesperadamente ojos en los cuales trovar la tu imagen refleja y entender que perteneces a aquel grupo. Día tras día la tuya esencia humana de persona se confunde con los objetos que te circundad.

El abuelo es un padre-amo, severo, inútilmente represivo, que entiende la educación solamente en la versión disciplinar y autoritaria de la ley que castiga, contradiciendo la esencia de la paternidad que debería en cambio humanizar las normas y las reglas. Un hombre que culpabiliza el derecho inalienable del hijo a la rebelión, a la libertad, a la gestión de los deseos. El manifiesta el fundamentalismo más radical de la ignorancia del saber, que no admite la existencia de otras verdades mas que su propia: la ignorancia posee la verdad, la verdad se hace perjuicio, el perjuicio se hace el corazón del fundamentalismo. La educación de un hijo diventa una especie de adestramiento similar a aquello de un animal que tiene que aprender determinadas acciones. Su fragilidad psicológica se puede curar con las muestras de psicofármacos dejados para los representantes.

Un hijo que no comparte el camino identitario del padre no puede que sucumbir a sus límites y, después de haber buscado algun alivio en el alcohol, pone fin al colapso existencial con un tiro de pistola a la cabeza. Sara dirá: «Mi padre, aquel que se ha disparado a la cabeza, era, por lo tanto, un cobarde». Cuando había manifestado la intención de dejar la universidad, había recibido un escupitajo a la cara en público y no había reaccionado. El también no afectivo, proyectado exclusivamente en su personal redención mientras que «la mujer tenía el rango de alfombrilla y la hija un organismo incomprensible de aplacar con montañas de juguetes». En casa Turchesi el denaro era todo y Sara también creía de poder comprar todo, de tener el mundo en sus manos; en cambio era ella a la merced de los eventos, perturbada por la imposibilidad del control total sobre las otras personas, de no haberlo tenido sobre el padre, sobre la madre y sobre de sí misma.

Circundada por un tejido social competitivo y fuertemente conjugado al masculino, Sara es sostenida por las premuras de la madre y de la abuela, dos figuras sin embargo diáfanas y inconsistentes. Huérfana de un padre querido y que buscará para toda la vida, su cuerpo hacia los veinte años explota contra el proprio vivido rebelándose con ferocidad. Después de una adolescencia impostada sobre falsos valores formales y sobre la pertenencia social, Sara llega, sin verlo, a un punto de no retorno.

«La belleza no sirve de nada si no la transportes dentro el alma»: lo subraya la Sara de hoy, releyéndose en profundidad. No fue así en aquel tiempo y la enfermedad dolorosamente germinada en ella le abrió la puertas del abismo.

Dra. Rita Tanas

EL PROYECTIL

Mi padre se disparó a la cabeza el 6 enero 1985.

Mi padre se ha disparado a la cabeza con un arma detenida regularmente.

Mi padre se ha disparado a la cabeza en nuestra casa de montaña que está en Monte Spaccato, entre Tirreni y el Amarone.

Mi padre se ha disparado a la cabeza en un día hábil, poco antes de la epifanía así que no habría demasiado desviado el abuelo desde su actividades. Sabía que por el el estudio y los pacientes eran encima a todo, incluso adelante el enterramiento del hijo, de concluirse enseguida, sin demoras, máximo el día siguiente.

Mi padre, aquel que se ha disparado a la cabeza, era, entonces, un cobarde.

Pero no lo era tanto por el hecho de haberse matado lejos de nosotros y en un lunes anónimo; mi padre era un cobarde porque no ha sabido afrontar la vida por como le