Carta a un poeta: ...en agradecimiento a José Luis Perales

Por Lourdes M. Figueroa Pérez

Carta a un poeta es un libro sencillo cuyo mayor objetivo es el de rendir tributo con dignidad, respeto y un profundo agradecimiento a ese gran poeta y cantante, José Luis Perales, al que toda América y el Caribe reconocen como el gran poeta de la canción. Sus musas se desbordaban en el bullicio del silencio, ese silencio que le baut

• Idioma: Español
• Editorial: ibukku, LLC
• Fecha de lanzamiento: 11 oct 2023
• ISBN: 9781685745127

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Carta a un poeta

…en agradecimiento a José Luis Perales

Lourdes M. Figueroa Pérez

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Publicado por Ibukku, LLC

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Diseño de portada: Ángel Flores Guerra B. basado en el diseño de Carlos Figueroa Quintana

Ilustraciones de portada e interiores: Enrique O. Mármol y Lourdes Figueroa

Diseño y maquetación: Diana Patricia González Juárez

Copyright © 2023 Lourdes M. Figueroa Pérez

ISBN Paperback: 978-1-68574-511-0

ISBN Hardcover: 978-1-68574-513-4

ISBN eBook: 978-1-68574-512-7

Dedicatoria

A usted, JOSÉ LUIS PERALES, de quien emana tanta poesía,

en agradecimiento a ese ramillete de poemas que nos regaló a lo largo de su vida.

A todas las generaciones que han seguido los pasos de este gran poeta.

Introducción

Este libro es un encuentro personal vestido de vuelo cuyas alas ascendieron en libertad para llegar a uno mayor que fue muy fecundo y así posar en la solidez de su obra inacabable.

Todo aconteció el domingo 21 de octubre del 2012, tiempo de otoño. Ese día había asistido a un concierto de José Luis Perales, ese gran maestro de la canción vestida de poesía, celebrado en Lynn Auditórium, en el estado de Massachusetts. Recuerdo que el escenario brillaba entre luces y músicos, pero al momento de él salir a escena todo quedó opaco ante la sencillez que se vislumbraba en su persona. Como todos sus conciertos, estuvo espectacular. Al cierre de este, lo hizo con una canción que nunca antes le había escuchado. Sé que el mensaje de esta fue profundo, despertando cierta nostalgia con sabor a adiós. Fue como una canción de despedida en la que repetidas veces él mismo decía: «Os quiero», mientras, lleno de emoción, se dirigía al público. Fue tan profundo el mensaje que le comenté a la persona que me había acompañado a ver el mismo que alguien tenía que decirle a aquel señor que era un poeta. ¡Como si no lo supiera!

Ante lo que despertó la huella de aquella canción me propuse escribirle en respuesta, a quien nos regalaba un profundo mar de poemas por medio de sus canciones. Esa noche pude sentir su sensibilidad, que nace y es innata, al escribir cada canción-poema; siempre pintadas en acordes, con sabor a poesía, llenas de amor, de carácter social a veces, de historias vividas, de nostalgias, de despedidas, de libertad y de paz; poesía que enaltece toda esa virtud sembrada en él, predestinada desde antes que naciera; escritos que reflejan la autenticidad de sus sentimientos atados a una melodía que arropa a millones de corazones, sembrando la ternura nacida de las mismas al ser escuchadas. ¡Todo un océano poético!

Simplemente un día me encontré escribiendo y, después de tantos años, nació este libro, pequeño, sencillo, pero lleno de dignidad y respeto, en agradecimiento a este gran poeta, quien refleja la brillantez de las virtudes más puras: la humildad. Le tributo este libro acompañado de una fuerte ovación en nombre de los millones de admiradores que, al igual que yo, aman la huella sembrada durante toda su vida como escritor y como cantante. No sé si algún día llegará a sus manos. Si fuese así, le pido disculpas por haberlo tratado con tanta confianza al inicio de mis escritos, porque mi vuelo es frágil, muy pequeño; solo trato de abrazar en sus alas la profundidad de su poesía.

Otro detalle que no puedo pasar por alto fue que, conociendo de la gran sensibilidad de la persona que me acompañó al concierto, le había solicitado que redactara el prólogo del libro, porque, además de amar la poesía, conocía de su gran admiración hacia este cantante. Gustosamente accedió. Pasaron los años y, ya decidida a finalizar el libro, le solicité que leyera la introducción que había redactado y me dejara saber su opinión. Así lo hizo, pero para mi sorpresa, al recibir sus observaciones, vino acompañado del prólogo que años atrás le había solicitado que escribiera, el cual tituló: «Un prólogo retrasado… de un amigo que te admira». Retrasado por los años que estuve esperando por el mismo. Al leerlo, observé que su contenido era todo un poema, diría yo escrito desde la profundidad de un poeta que duerme dentro de él. Considero que el mismo es una alegoría a la fidelidad plasmada ante el amigo; una representación de todos aquellos millones de admiradores que, al igual que él, pudieron haber sentido lo mismo, escribiendo lo que él ha exteriorizado aquí; aquellos que fueron fieles desde un principio y que enseñaron a apreciar a segundas y terceras generaciones el languaje, la belleza, la sensibilidad y el encanto, la dulzura de la lírica que late en la musa de este poeta, y cuya inspiración se plasma en el poema al ritmo de la música.

Gracias, Francisco, por añadir más gotitas de poesía a este libro, gotitas abonadas con un profundo agradecimiento.

Muchas veces me preguntaba: «¿Y cómo llegar a él?». España estaba muy lejos de este mi suelo…, por lo que me dispuse a bogar hasta llegar a este gran POETA en las alas de mi imaginación.

Un prólogo retrasado… de un amigo que te admira

¿C ómo capturar el alma de un poeta? ¿Cómo escudriñar un cofre de riquezas y no ser vislumbrado por su brillo? ¿Con qué te quedarías, con el oro, con los diamantes o con la esmeralda? ¿Cómo comenzar a describir lo que inspiran tus palabras, tus canciones…, tu persona?

Te conocí de adolescente, tus melodías empezaron a resonar en mis oídos. Tal vez no entendía la profundidad de su mensaje, pero me atraían y llenaban un espacio de mi vida con natural alegría. ¿Quién iba a pensar que creceríamos juntos? ¿Quién se iba a imaginar que, estando tan lejos, al otro lado del Atlántico, estuvieras tan cerca? Era como si conocieses mis pensamientos, mis sentimientos… Le cantabas a mis ilusiones de juventud, a mis sueños, a