El Santuario y los mensajes de los tres ángeles
Por Alberto R. Timm
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El Santuario y los mensajes de los tres ángeles - Alberto R. Timm
Clásicos del adventismo
Apacienta mis ovejas
Preguntas sobre doctrina
Salvación sin límites
Entender las Sagradas Escrituras
Simposio sobre Daniel
Simposio sobre Apocalipsis I
Simposio sobre Apocalipsis II
La sombra de la cruz
El remanente
El sábado en las Escrituras y en la historia
Agradecimientos
Esta obra es una versión transformada de mi tesis doctoral, por tanto quiero agradecer en primer lugar a los miembros del comité asesor de mi disertación: Al Dr. George R. Knight, asesor principal y autor del prólogo de esta edición, por la forma amigable en que compartió conmigo su tiempo y experiencia, así como por sus muchas expresiones de ánimo. A los doctores Gerard Damsteegt y Raoul Dederen, por sus sugerencias de inestimable valor; asimismo a los doctores Woodrow Whidden II, del departamento de religión de la Universidad Andrews y a Paul K. Conking, del departamento de historia de la Universidad Vanderbilt por la crítica constructiva presentada en la defensa pública de mi disertación doctoral en la Universidad Andrews el 19 de junio de 1995.
Agradezco asimismo a Louise Dederen y a Jim Ford por permitirme el acceso a las fuentes disponibles en el Adventist Heritage Center. A Sandra White por su incansable disposición para conseguir un gran número de libros y artículos poco asequibles, a través de préstamos interbibliotecarios. A la biblioteca Adventist Pioneer cuya colección Early Seventh-day Adventist Writings en discos compactos, facilitó la investigación en las fuentes de primera mano. A Bonnie Proctor, secretaria encargada de disertaciones, por sus acertadas sugerencias editoriales. Igualmente, a todos los colegas, familiares y amigos cuyas oraciones y palabras de apoyo facilitaron el presente proyecto.
Deseo expresar mi especial gratitud a mi esposa Marly y a mis hijos Suellen y William (este último nació mientras escribía mi disertación doctoral) por su constante ánimo y oraciones y por permitirme dedicar a la investigación y a la redacción gran parte del tiempo que ellos merecían.
Sobre todo, la gloria y la honra sea para Dios el Padre, la fuente de «todo lo bueno y perfecto» (Sant. 1: 17); y a Jesucristo «el iniciador y consumador de nuestra fe» (Heb. 12: 2, NVI); y al Espíritu Santo nuestro guía «a toda la verdad» (Juan 16: 13).
Alberto R. Timm
Prólogo
La obra de Alberto R. Timm sobre el Santuario y los mensajes de los tres ángeles puede ser catalogada como pionera y muy necesaria para nuestra iglesia hoy en día. Los fundadores del adventismo del séptimo día vieron en el Santuario y en los mensajes de los tres ángeles el corazón de su teología. De hecho, ambos temas no fueron solo enseñanzas centrales sino también elementos que sirvieron de puente, integrando las doctrinas distintivas de la naciente denominación a un cuerpo doctrinal unificado.
Timm demuestra en esta obra que el tema del Santuario integró las enseñanzas de la Iglesia Adventista desde una perspectiva teológica, mientras que los mensajes de los tres ángeles por su parte, desempeñaron la misma función, integrar las enseñanzas de la iglesia, pero desde una perspectiva histórica. ¿Cómo logra Timm demostrar estas ideas? Rastreando el desarrollo de ambos temas y su función como factor integrador a lo largo de las dos primeras décadas de la teología adventista. Este libro resalta la centralidad absoluta de los dos factores integradores para la esencia del adventismo pues, aunque se enfoca en la integración de las creencias distintivas, al mismo tiempo sienta las bases para la integración de todas las creencias adventistas.
El santuario y los mensajes de los tres ángeles es de obligada lectura para todos aquellos que estén interesados en el desarrollo tanto histórico como sistemático de la teología adventista. La publicación de esta obra en español es un gran aporte pues coloca al alcance de nuestros hermanos de habla hispana un excelente recurso. Espero que usted lo disfrute y al navegar por sus páginas recuerde la declaración inspirada de Elena G. de White: «No tenemos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada» (Testimonios para la iglesia, t. 9, p. 4).
George R. Knight, profesor emérito de Historia Eclesiástica, Universidad Andrews, 23 de enero de 2015.
Lista de abreviaturas
AH: Advent Herald
AHBA: Advent Harbinger and Bible Advocate
AHC: Adventist Heritage Center, Andrews University
ALM: Carta autógrafa en microficha
ALP: Carta autógrafa, fotocopiada
AM: Advent Mirror
AMDZ: Advent Message to the Daughters of Zion
AMs: Manuscrito autógrafo
AMsP: Fotocopia de manuscrito autógrafo
AP: American Presbyterians
AQ: American Quarterly
AR: Advent Review
AS: American Studies
ASC: Advent Source Collection, en el Adventist Heritage Center, de la Universidad Andrews
ASR: Advent Shield and Review
AT: Advent Testimony
AtA: Adventists Affirm
AtH: Adventist Heritage
AtR: Adventist Review
AtT: Adventist Today
AuR: Australasian Record
AUSS: Andrews University Seminary Studies
AW: Advent Watchman and Second Advent Watchman
BA: Bible Advocate
BE: Bible Examiner
C: Colección
CH: Church History
CO: Christian Observer
CR: Christian Reformer and Signs of the Times
DD: Day-Dawn
DM: Daily Messenger
DS: Day-Star
EGWE: Ellen G. White Estate, Patrimonio White en la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día
EGWRC-AU: Ellen G. White Estate centro regional en la Universidad Andrews
Fld: Fólder
GCB: General Conference Bulletin
GT: Girdle of Truth, and Advent Review
HD: Diagrama escrito a mano
HI: Hope of Israel
Hir: Hierophant; or Monthly Expositor of Sacred Symbols and Prophecy
HW: Herold der Wahrheit
IJAS: Indian Journal of American Studies
IP: Investigator, or Monthly Expositor and Register, on Prophecy
JAH: Journal of American History
JASP: Journal of Abnormal and Social Psychology
JATS: Journal of the Adventist Theological Society
JBL: Journal of Biblical Literature
JE: Jewish Expositor, and Friend of Israel
JS: Jubilee Standard
MC: Midnight Cry
MEA: «Millerite and Early Adventists», colección en microfilme en University Microfilms International
Min: Ministry
Ms: Manuscrito
MW: Morning Watch
MWQ: Morning Watch; or Quarterly Journal on Prophecy, and Theological Review
NVI: Nueva Versión Internacional
NSI: News of Self-Supporting Institutions and Rural Living
PT: Present Truth
PUR: Pacific Union Recorder
RE: Review and Expositor
RH: Second Advent Review, Sabbath Herald and Advent Review, Sabbath Herald, Review and Herald
RQ: Restoration Quarterly
RVC: Reina Valera Contemporánea
SAC: Second Advent of Christ
SAH: Second Advent Harbinger (Inglaterra)
SoP: Sociological Perspectives
Sp: Spectrum
ST: Signs of the Times (Millerita)
STs: Signs of the Times (Adventista del séptimo día)
TB: True Believer
TDS: True Day Star
Theo: Theologika (Perú)
TMC: True Midnight Cry
TL: Carta mecanografiada
TMs: Manuscrito mecanografiado
VP: Voice of the Prophets
VS: Voice of the Shepherd
VT: Voice of Truth, and Glad Tidings of the Kingdom at Hand
VtT: Vermont Telegraph
WC: World’s Crisis
WMC: Western Midnight Cry
WMQ: William and Mary Quarterly
WP: Wisdom & Power
YI: Youth’s Instructor
Introducción
La Iglesia Adventista del Séptimo Día es la principal rama sobreviviente del movimiento millerita, que floreció en Norteamérica durante las décadas de 1830 y 1840. Bajo las fuertes oleadas del Segundo gran despertar religioso (1790 a 1830), los milleritas comenzaron a desarrollar una interpretación profética única que luego sería ampliada por los adventistas sabatistas.
Después del chasco de octubre de 1844, los fundadores del adventismo sabatista iniciaron un período de intenso estudio de las Escrituras que duraría unas dos décadas. Fruto de ese estudio surgieron doctrinas como la perpetuidad de la Ley de Dios y del sábado, las dos fases del ministerio celestial de Cristo, la Segunda Venida de Cristo en forma personal y visible, la inmortalidad condicional del alma y la manifestación moderna del don de profecía en la persona y los escritos de Elena G. de White. A medida que iban surgiendo, los adventistas observadores del sábado incorporaron dichas creencias a su sistema doctrinal.
Dos conceptos fueron fundamentales para la formación y el desarrollo de dicho sistema: la purificación del Santuario de Daniel 8: 14 y los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14: 6-12.¹ Mientras que el primer concepto integró el sistema en forma teológica e histórica; el segundo lo integró en forma histórica y teológica. La integración teológica e histórica se logró debido al hecho de que la purificación del Santuario celestial estaba relacionada teológicamente a prácticamente todas las enseñanzas básicas de los adventistas sabatistas. Por otro lado, la integración histórica y teológica del sistema se alcanzó mediante la incorporación de dichas enseñanzas a la estructura cronológica provista por la proclamación consecutiva de los mensajes de los tres ángeles.
Varios autores adventistas sabatistas reconocieron la importancia del Santuario celestial para su sistema doctrinal. Joseph Bates, por ejemplo, reconoció una armoniosa y perfecta cadena de verdades en el cumplimiento de la tipología del Santuario.² Jaime White consideró el Santuario como el lugar donde «se centran todas las grandes columnas de la verdad presente».³ También lo llamó «el gran eje alrededor del cual se aglutina toda la verdad revelada relacionada a la salvación».⁴ Para R. F. Cotrell, el Santuario era «el gran centro del sistema cristiano» y el «centro y el baluarte de la verdad presente».⁵ Uríah Smith habló del Santuario como «el gran núcleo alrededor del cual se agrupan las gloriosas constelaciones de la verdad presente».⁶ J. N. Andrews consideró al Santuario como «la gran doctrina central» en el sistema adventista del séptimo día, porque conecta «todos los elementos de su fe, y los presenta como un gran todo».⁷ De acuerdo con Elena G. de White, el Santuario fue la clave que «abrió la ventana a un completo sistema de verdades, conectadas y armoniosas».⁸ Otros autores adventistas asimismo han expresado opiniones parecidas.⁹
La centralidad de la naturaleza cronológica de los mensajes de los tres ángeles para la teología adventista sabatista fue también enfatizada por varios de los escritores sabatistas. Por ejemplo, Joseph Bates, hizo referencia a Apocalipsis 14 diciendo que provee «la más gráfica exposición del mensaje del segundo advenimiento, desde su surgimiento en 1840».¹⁰ Mientras que J. N. Andrews afirmó que «en la actualidad, ninguna porción de las Santas Escrituras interesa más profundamente a la iglesia de Cristo que Apocalipsis 14».¹¹ Para Jaime White, los mensajes de los tres ángeles eran eslabones en la dorada cadena de la verdad que conecta el pasado con el presente y con el futuro, mostrando «una perfecta armonía con el gran todo».¹² Elena G. de White explicó que muchos milleritas «veían una perfecta cadena de verdad en los mensajes de los ángeles, y que gozosamente los recibieron en su orden, siguiendo por fe en pos de Jesús al interior del Santuario celestial».¹³ Ella calificó a esos mensajes, en su relación con el Santuario celestial, como los «temas principales en los que los mensajeros deberían centrarse».¹⁴ Otros autores adventistas han presentado ideas parecidas respecto a los mensajes de los tres ángeles.¹⁵
Es evidente que la estructura básica del sistema doctrinal del adventismo sabatista se estableció entre 1844 y 1863, porque para finales de 1863 algunos autores adventistas del séptimo día hicieron mención de «un sistema interrelacionado de doctrinas».¹⁶ El hecho de que los sabatistas reconocieran dicho sistema como un elemento de importancia contemporánea, se refleja en que ellos se refirieron al mismo como un sistema de «verdades presentes».¹⁷
No obstante, la centralidad del tema delSantuario ha sido desafiada en algunos círculos adventistas en diferentes partes del mundo,¹⁸ y los mensajes de los tres ángeles son menos enfatizados hoy que en los inicios del movimiento adventista del séptimo día.
Por lo tanto, es probable que usted se esté preguntando: ¿Cuál es el propósito de este libro? Bueno, es nuestro propósito describir y analizar el desarrollo cronológico de la interpretación del adventismo sabatista de la purificación del Santuario mencionada en Daniel 8: 14 y de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14: 6-12. Una vez cumplido ese propósito, realizaremos una investigación a través del tiempo de la relación entre estos dos elementos integradores y las doctrinas distintivas de los pioneros adventistas sabatistas.
Pero antes de sumergirnos en el mundo teológico adventista es preciso que conozcamos el contexto histórico y teológico en el que surgió la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Con esos fines, presentaremos en la primera sección un breve vistazo histórico de las principales interpretaciones protestantes de la purificación del Santuario mencionada en Daniel 8: 14, y de los mensajes de los tres ángeles de Apocalipsis 14: 6-12. Dicho vistazo se circunscribe a las presentaciones encontradas en los comentarios de los libros de Daniel y Apocalipsis publicados en inglés durante la última parte del siglo XVIII y la primera parte del XIX, ya que los comentarios en ese idioma estaban al alcance de los fundadores del adventismo millerita y del adventismo sabatista de habla inglesa.
El estudio de la interpretación millerita del Santuario y de los mensajes de los tres ángeles hasta 1844, está limitado a una exploración de los principales pasos en el desarrollo histórico de estos dos conceptos teológicos. El principal enfoque se centra en los escritos de William Miller. Prestaremos atención a los escritos de otros autores milleristas, únicamente cuando los mismos hacen contribuciones innovadoras y de importancia a los temas discutidos.
Con respecto al marco temporal que analizaremos en esta obra quisiera aclarar que partiremos nuestra investigación en el año 1844 debido a que fue inmediatamente después del chasco millerita de octubre de 1844 que los adventistas sabatistas dieron inicio a su arduo estudio de las Escrituras que culminó finalmente con la formación de su compendio doctrinal básico. Por otro lado, hemos seleccionado el año 1863 como el punto final de este libro debido a que:
El 21 de mayo de 1863, se organizó la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día.
Las doctrinas básicas de la denominación estaban bien establecidas para esa fecha.¹⁹
En ese año varios adventistas pudieron hablar de la existencia de un sistema interconectado de doctrinas adventistas del séptimo día.
Antes de proseguir en la lectura de esta obra quisiera dejar bien en claro que al tratar el tema del Santuario y los mensajes de los tres ángeles y su importancia para la Iglesia Adventista del Séptimo Día no lo hago como el «salvador de la patria», pues la obra que usted sostiene en sus manos no es la primera en tocar dicho tema. Por tanto, es preciso que rindamos el merecido honor a quienes ya han realizado estudios al respecto.
La disertación doctoral de P. Gerard Damsteegt, publicada originalmente como Toward the Theology of Mission of the Seventh Day Adventist Church²⁰ y posteriormente bajo el título Foundations of the Seventh-Day Adventist Message and Mission,²¹ es quizá la fuente secundaria más abarcante y precisa que trata tanto con el Santuario como con los mensajes de los tres ángeles, desde una perspectiva histórica, teológica y misiológica. Abarca todo el período de la presente investigación y trata, hasta cierto punto, con la relación entre el Santuario y los mensajes de los tres ángeles. Esta relación se enfatiza principalmente a través de los vínculos entre el sábado, el juicio previo al advenimiento, y la experiencia del advenimiento de 1844. Por otro lado, Damsteegt no lleva a cabo un análisis exhaustivo de la interrelación entre el Santuario y los mensajes de los tres ángeles, como factores de integración para todas las doctrinas distintivas del adventismo.
Tampoco podemos soslayar la obra en cuatro tomos de LeRoy E. Froom, The Prophetic Faith of Our Fathers.²² Es una historia general de la interpretación profética. El cuarto tomo repasa los desarrollos doctrinales básicos de los milleritas y de los adventistas sabatistas. Aunque Froom analiza en forma exhaustiva tanto el Santuario como los mensajes de los tres ángeles, el objetivo de su obra es explicar su desarrollo progresivo y su incorporación a un sistema coherente de verdades más que analizar sus funciones como factores integradores.
Otra obra de Froom que merece ser mencionada es Movement of Destiny.²³ Dicha obra se enfoca en los desarrollos teológicos adventistas posteriores a 1863. El libro, sin embargo, provee útiles perspectivas que contribuyen a entender el tema del Santuario como «la esencia del adventismo».
La tesis de grado de Robert Haddock, «A history of the Doctrine of the Sanctuary in the Advent Movement, 1800-1905»,²⁴ presenta una visión amplia del desarrollo del mensaje del Santuario desde 1800 hasta 1905. A pesar de algunos errores de menor cuantía,²⁵ el trabajo de Haddock constituye un útil repaso de la literatura relacionada con el Santuario.
La obra Doctrine of the Sanctuary: A Historical Survey (1845-1863), editada por Frank B. Holbrook,²⁶ es quizá el recuento más preciso de la comprensión del tema del Santuario por parte de los adventistas sabatistas.
El libro de Paul A. Gordon, The Sanctuary, 1844 and the Pioneers,²⁷ es básicamente una recopilación de citas, con algunos comentarios intercalados. Las citas son tomadas mayormente de artículos respecto al Santuario que aparecieron en las revistas Present Truth y Advent Review and Sabbath Herald, de 1849 a 1905.
The Sanctuary and the Atonement, editado por A. R. Wallenkampf y W. R. Lesher, incluye dos capítulos escritos por C. Mervyn Maxwell, «Sanctuary and Atonement in SDA Theology: An Historical Survey» y «The Investigative Judgment: Its Early Development»;²⁸ que son asimismo de importancia para el tema que nos ocupa. Todos estos estudios previos respecto al Santuario son importantes desde el punto de vista histórico, pero no tratan el tema en conexión con los mensajes de los tres ángeles.
Por otro lado, no se ha publicado mucho (exceptuando las obras de Damsteegt²⁹ y Froom³⁰) respecto al desarrollo histórico de los mensajes de los tres ángeles desde una perspectiva erudita. No obstante, existen algunos artículos de Don F. Neufeld,³¹ Carl Coffman,³² Raoul Dederen, Hans K. LaRondelle ³³ y algunos trabajos no publicados de Carl Coffman, Robert A. Clark, Raymond R. Baker Jr., Adekunle A. Alalade, y Enilson Sarli. Los mismos son útiles, aunque no tratan explícitamente los mensajes de los tres ángeles como un factor integrador para el cuerpo doctrinal adventista.
Dado que el eje de este libro gira alrededor del desarrollo cronológico del Santuario y de los mensajes de los tres ángeles en los escritos teológicos de los adventistas sabatistas, publicados entre 1844 y 1863. Es probable que usted note cierta repetición de ideas. Este fenómeno se debe a que muchos conceptos se mantuvieron invariables, o sufrieron muy pocos cambios y es preciso mencionarlos aun cuando no variaron significativamente. No obstante, se ha tratado de reducir al máximo las repeticiones. Por lo general las obras primarias que fueron publicadas como artículos y como libros o folletos, son citadas utilizando la misma fuente en la que primero aparecieron.
Al poner este libro en sus manos lo hacemos con el deseo de que la lectura del mismo le proporcione no solo conocimiento teológico e histórico sino que le permita fijar su vista en Jesús, nuestro «Sumo Sacerdote, el cual se sentó a la diestra del trono de la Majestad en los cielos», donde es «ministro del santuario y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor y no el hombre» (Heb. 8: 1, 2).
1 George R. Knight, Anticipating the Advent: A Brief History of Seventh-day Adventists (Boise: Pacific Press, 1993), p. 34.
2 Joseph Bates, A Vindication of the Seventh-Day Sabbath, and the Commandments of God: With a Further History of God’s Peculiar People, from 1847 to 1848 (New Bedford: Press of Benjamin Lindsey, 1848), p. 90.
3 James White, «The Sanctuary», RH, 1º de diciembre de 1863, p. 5.
4 James White, Life Incidents, in Connection with the Great Advent Movement, as Illustrated by the Three Angels of Revelation 14 (Battle Creek: Steam Press, 1868), p. 309.
5 R. F. Cottrell, «The Sanctuary», RH, 15 de diciembre de 1863, p. 21.
6 Uriah Smith, «Synopsis of the Present Truth, nº 19», RH, 25 de marzo de 1858, p. 148.
7 J. N. Andrews, «The Sanctuary», RH, 18 de junio de 1867, p. 12.
8 Ellen G. White, The Spirit of Prophecy (Battle Creek: Review and Herald, 1884), 4: p. 268. «The Two Dispensations», RH, 2 de marzo de 1886, p. 129; El conflicto de los siglos (Doral, Florida: IADPA, 2009), p. 419.
9 Ver: Stephen N. Haskell, The Story of Daniel the Prophet (Berrien Springs: Advocate Publishing Company, 1903), pp. 266-273; John L. Shuler, The Great Judgment Day in the Light of the Sanctuary Service (Washington: Review and Herald, 1923), p. 51; L. E. Froom, Movement of Destiny (Washington: Review and Herald, 1971), pp. 541-560; Edward Heppenstall, Our High Priest: Jesus Christ in the Heavenly Sanctuary (Washington: Review and Herald, 1972), p. 23; Herbert E. Douglass, Why Jesus Waits: How the Sanctuary Doctrine Explains the Mission of the Seventh-day Adventist Church (Washington: Review and Herald, 1976), p. 16; C. Mervyn Maxwell, «Sanctuary and Atonement in SDA Theology: An Historical Survey», Arnold V. Wallenkampf y W. Richard Lesher, eds., The Sanctuary and the Atonement: Biblical, Historical and Theological Studies (Washington: Biblical Research Committee of the General Conference of Seventh-day Adventists, 1981), p. 516.
10 Bates, Vindication, p. 92.
11 J. N. Andrews, «The Three Angels of Rev. xiv, 6-12», RH, 23 de enero de 1855, p. 161.
12 James White, Life Incidents, p. 306.
13 Elena G. de White, Spiritual Gifts (Battle Creek: James White, 1858), 1: pp. 165-166; 133-173.
14 Elena G. de White, A Sketch of the Christian Experience and Views of Ellen G. White (Saratoga Springs: James White, 1851), p. 51.
15 Francis D. Nichol, The Answer to Modern Religious Thinking: A Discussion of Current Religious Trends in Their Relation to the Distinctive Teachings of Seventh-day Adventists (Washington: Review and Herald, 1936), pp. 307-312; Reasons for Our Faith (Washington: Review and Herald, 1947), pp. 180-225.
16 Uriah Smith, «Sanctuary», RH, 8 de septiembre de 1863, p. 116; James White, «Sanctuary», RH, 1º de diciembre de 1863, p. 5; R. F. Cottrell, «Sanctuary», RH, 15 de diciembre de 1863, p. 21.
17 Don F. Neufeld, ed., Seventh-day Adventist Encyclopedia, (Washington: Review and Herald, 1976), «Present Truth».
18 D. M. Canright, Seventh-day Adventism Renounced (Nueva York: Fleming H. Revell, 1889), pp. 117-128; Albion F. Ballengerst out for the Cross of Christ (Tropico: A. F. Ballenger, s. f.); ídem., An Examination of Forty Fatal Errors Regarding the Atonement (Riverside: A. F. Ballenger, s. f.); W. W. Fletcher, The Reasons for My Faith (Sydney: Wm. Brooks, 1932); L. R. Conradi, «Ein göttliches Vorgericht über den Antichrist», HW 48 (1931), p. 85; Robert D. Brinsmead, Judged by the Gospel: A Review of Adventism (Fallbrook: Verdict Publications, 1980); Desmond Ford, «Daniel 8:14, the Day of Atonement, and the Investigative Judgment» (TMs, Informe preparado para la Comisión Revisora del Santuario, 10-15 de agosto, 1980); ídem., Daniel 8:14, the Day of Atonement, and the Investigative Judgment (Casselberry: Euangelion Press, 1980); Don Hawley, Set Free! (Clackamas: Better Living Publishers, 1989), pp. 231-241; Larry Pahl, «Investigating the Investigative Judgment» (Tesis de posgrado, Christian Bible College, 1992); Jack W. Provonsha, A Remnant in Crisis (Hagerstown: Review and Herald, 1993), pp. 123-136; Thomas R. Steininger, Konfession und Sozialisation: Adventistische Identität zwischen Fundamentalismus und Postmoderne (Göttingen: Vandenhoeck & Ruprecht, 1993), pp. 81-100, 130-139, 190-198; Glen Greenwalt, «Sanctuary in the Year 2000», AtT, nov. - dic. 1994, pp. 6-9 (cf. Roy Gane, «Sanctuary of Hope: A Response to Glen Greenwalt», ibíd., p. 10).
19 Andrew G. Mustard, James White and SDA Organization: Historical Development, 1844-1881, Andrews University Seminary Doctoral Dissertation Series, t. 12 (Berrien Springs: Andrews University Press, 1987), pp. 117-162.
20 Pieter G. Damsteegt, Toward the Theology of Mission of the Seventh-day Adventist Church (Grand Rapids: Eerdmans, 1977).
21 Pieter G. Damsteegt, Foundations of the Seventh-day Adventist Message and Mission (Grand Rapids: Eerdmans, 1977).
22 LeRoy E. Froom, The Prophetic Faith of Our Fathers 4 t. (Washington: Review and Herald, 1946-1954).
23 LeRoy E. Froom, Movement of Destiny (Washington: Review and Herald, 1971).
24 Robert Haddock, «A History of the Doctrine of the Sanctuary in the Advent Movement, 1800-1905» (Tesis de grado, Andrews University, 1970).
25 Michael Brownfield, «A Study of Robert Haddock’s Thesis, A History of the Doctrine of the Sanctuary in the Advent Movement, from 1880 to 1900» (Monografía, Andrews University, 1974).
26 Frank B. Holbrook, ed., Doctrine of the Sanctuary: A Historical Survey (1845-1863), Daniel and Revelation Committee Series, t. 5 (Silver Spring: Biblical Research Institute, 1989).
27 Paul A. Gordon, The Sanctuary, 1844, and the Pioneers (Washington: Review and Herald, 1983).
28 Wallenkampf y Lesher, eds., Sanctuary and the Atonement, pp. 516-581.
29 Damsteegt, Foundations.
30 Froom, Prophetic Faith, t. 4
31 D. F. Neufeld, «The Three Angels’ Messages,» serie de 6 artículos RH, publicados entre Marzo de 1974 y mayo de 1974.
32 C. Coffman, «In the Last Days, Three Angels», artículo en 8 partes AtR, publicados entre agosto y septiembre de 1982.
33 Hans K. LaRondelle, «A People of Prophecy», artículo en 8 partes, AtR, publicados entre junio y julio de 1989.
SECCIÓN I
El período millerita
Capítulo 1
El movimiento millerita
A fines del siglo XVIII y durante la primera parte del siglo XIX, la civilización occidental experimentó cambios radicales. Las críticas de los filósofos y politólogos provocaron que muchos postulados sociales e institucionales fueran cuestionados e, incluso, rechazados. Acontecimientos tan relevantes como la Revolución Norteamericana (1766-1783) y la Revolución Francesa (1789-1799) fueron expresiones culminantes del espíritu democrático de la época.
En el Nuevo Mundo, la «era de la revolución democrática»³⁴ tuvo un impacto significativo tanto en la esfera social y política como en el ámbito religioso de los Estados Unidos. Los principios democráticos impulsados por la Revolución Norteamericana y los efectos del Segundo Gran Despertar (1790-1830) asestaron un duro golpe contra la antigua tradición calvinista.³⁵ La democracia norteamericana permitió que las denominaciones procedentes de Europa coexistieran en la misma zona geográfica y las colocó en un ambiente «libre y competitivo»,³⁶ que abrió las oportunidades para diversos y nuevos experimentos de índole religiosa.
La última parte del siglo XVIII y la primera del siglo XIX también fueron testigos de un interés mundial sin precedentes por conocer las enseñanzas bíblicas con respecto a la Segunda Venida de Cristo.³⁷ Basándose en el estudio de las profecías bíblicas, muchos estudiosos protestantes quedaron convencidos de que el regreso de Cristo podía ocurrir en aquellos días.³⁸ Sin embargo, fue William Miller (1782-1849), un creyente bautista de Low Hampton, Nueva York, el que presentó uno de los más exactos, «minuciosos y elaborados» cálculos cronológicos de las profecías,³⁹ mostrando el inminente cumplimiento de la Segunda Venida de Cristo.
William Miller, el fundador y líder principal del movimiento millerita, fue un granjero autodidacta que, desencantado de la aridez de las enseñanzas deístas⁴⁰ de su época y de las opiniones divergentes de los expositores bíblicos, determinó estudiar las Escrituras por sí mismo.⁴¹ En 1816, tras haberse convertido a la religión cristiana, un amigo deísta desafió a Miller por su creencia en Jesús como su Salvador y en la Biblia como la Palabra revelada de Dios. Miller le comentó a su amigo que «si la Biblia es la Palabra de Dios, todo lo que esta contenga podrá ser