LA PANDILLA DE LOS NAUSEABUNDOS

Por Salud Sánchez Roldán

Sócrates, su hermano Tiago y sus amigos Alba, Esteban y Pituso viven cerca de Córdoba, en el pequeño pueblo de Castro del Río. Este pequeño grupo de adolescentes atípicos tendrá que enfrentarse a las burlas y la violencia de un puñado de estudiantes de su pueblo. Descubre cómo, gracias a la inesperada ayuda de los aldeanos, serán capaces de desbaratar la trampa tendida, y demostrarán un extraordinario valor al salvar a uno de sus peores enemigos.

• Idioma: Español
• Editorial: DES NOUVELLES D'AILLEURS
• Fecha de lanzamiento: 1 abr 2023
• ISBN: 9782490586387

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SÓCRATES

Sócrates nació en el pequeño pueblo de Castro del Río, en la provincia de Córdoba, en Andalucía. Sócrates es un nombre raro en un lugar donde los niños suelen llamarse Juan, Antonio o Rafael, por eso la gente se burlaba de esa elección. Pero es que todos decían del papá de Sócrates que era un tipo raro. El papá de Sócrates se llama Juan y es pintor y fotógrafo. Al no ser como no es una profesión común en el pueblo lo consideraban un poco excéntrico. Ya se sabe los artistas son muchas veces vistos de este modo. Su mamá Famara preparaba cucuruchos de helados. No ganaban mucho pero vivían felices en una preciosa casa antigua en el antiguo barrio de La villa en lo más alto de la localidad.

Todos los problemas de Sócrates comenzaron cuando empezó a ir a la escuela. Sus padres no lo llevaron al colegio hasta un poco más tarde que el resto de los niños, a los séis años, porque pensaban que los niños, ante todo, tenían que ser niños y jugar en la calle y estar en contacto con la naturaleza. Así que Sócrates jugaba en el campo mientras que otros niños de 6 años ya tenían tablets y móviles, y estaban en sus casas sentados toda la tarde sin respirar el aire puro del pueblo y sus alrededores.

Cuando llegó al colegio con séis años ya había nacido su hermano Tiago, otro nombre extraño en Castro del Río, pero muy común en las Islas Canarias. Se trata de un nombre guanche que su mamá, originaria de la isla de Lanzarote, quiso ponerle a su segundo hijo. Esto supuso las burlas de toda la localidad. La gente no entendía que hubiera otros nombres en España y había comentarios del tipo anda qué vaya nombre le han puesto al niños, se van a reír de él toda la vida" y cosas por el