Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Solo $11.99/mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Dios dentro de mi: Confesiones de un psicologo
Dios dentro de mi: Confesiones de un psicologo
Dios dentro de mi: Confesiones de un psicologo
Libro electrónico257 páginas4 horas

Dios dentro de mi: Confesiones de un psicologo

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer la vista previa

Información de este libro electrónico

Hablar de acoso y de abuso fisico, psicologico y moral es mostrar una de las expresiones de la violencia humana en el mundo, desafortunadamente, a traves de la historia del mundo todo esto sigue sucediendo. A pesar de que el mundo avanza, la tecnologia despierta cada vez con mas herramientas para ayudar al planeta Tierra a modernizarse dia a dia. Lo unico que, al parecer, no avanza, es el cambio de conciencia o la elevacion de conciencia en los seres humanos, para dejar de hacer este tipo de acosos o de abusos en los seres mas vulnerables e inocentes del planeta Tierra.

Recuerdo, desde nino, esa busqueda continua de Dios, como les explique, desde muy pequeno busque esa comunicacion directa con Dios, sin pensar en todo lo que tenia que enfrentar para poder darme cuenta y llegar a la conclusion que Dios esta dentro de mi. Tome la decision de escribir este libro, ya que cuando estaba en la cuspide, en los medios de comunicacion tanto radio, television y prensa, logrando un importante lugar como figura publica en la comunidad, la gente me hablaba y me atacaba de cierta forma, diciendome: "Es muy interesante la forma de hablar de usted, una forma bonita, positiva, realmente cuando habla nos damos cuenta, todos los que lo escuchamos, que en realidad nunca ha pasado por cosas dificiles, que en su vida nunca ha tenido carencias, que siempre se le ha dado todo con facilidad". Cada que escuchaba sus palabras se me venian a la mente todas las experiencias negativas que habia tenido en mi vida, y me decia a mi mismo: <>.

Es simple solo darnos cuenta de que Dios es Yo y Yo soy Dios, ya que somos parte de su energia suprema, como una chispa divina.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento26 abr 2022
ISBN9781662492785
Dios dentro de mi: Confesiones de un psicologo

Relacionado con Dios dentro de mi

Libros electrónicos relacionados

Memorias personales para usted

Ver más

Artículos relacionados

Categorías relacionadas

Comentarios para Dios dentro de mi

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Dios dentro de mi - Sergio Perez

    Prólogo

    El día que este libro llegó a mis manos para su edición, no tenía idea de la joya que acababa de llegar a mí. "Dios dentro de mí. Confesiones de un psicólogo", es una obra que nos lleva de la mano por la vida de su autor, el doctor Sergio Pérez, quien nos narra su vida de una manera tan sensible que logra que el lector sienta todas sus emociones. Particularmente, a mí, me tocó muchas fibras, me emocioné con muchas de sus vivencias, me enojé, reí, lloré, en fin, lo viví de manera muy intensa.

    Es un libro que sensibiliza y nos lleva a pensar en cómo estamos llevando nuestra vida, nos hace cuestionarnos si estamos viviendo la vida de la manera correcta, si hemos aprendido de los errores, si somos valientes, si las cosas que hacemos a diario nos hacen crecer como persona, si hacemos cosas en beneficio de otros sin esperar nada a cambio, sin ningún tipo de interés. Esto es, precisamente, lo que el autor nos enseña contándonos su vida, una vida en la que ha pasado por muchos momentos, unos muy bonitos, otros muy tristes, otros terriblemente atroces y, a pesar de esos eventos, nunca ha dejado que esto lo insensibilice, por el contrario, siempre está dispuesto a ayudar a sus semejantes.

    Una de las cosas que más me llamó la atención fue que él cuenta que desde muy pequeño sentía que debía buscar a Dios, y que eso que le decían tanto su mamá como su abuela, y hasta los curas, de que Dios es un ser castigador, nunca lo percibió de ese modo. Siempre lo ha sentido como un ser de amor que quiere que todos sus hijos tengan una increíble vida, cosa que yo también empecé a entender en una época de mi vida, ya que a mí también me llegaron a decir que Dios me iba a castigar. Sin embargo, él siempre supo que Dios es un ser de amor, a pesar de solo ser un niño, entendía que lo que le decían los adultos no era así.

    No tengo ninguna duda que "Dios dentro de mí. Confesiones de un psicólogo", será un éxito rotundo, ya que su narrativa es simplemente maravillosa. Le doy gracias a Dios por haber puesto en mi camino tan conmovedora historia, porque a través de ella pude saber de este extraordinario ser. Fue imperioso para mí conocer el rostro de quien me había hecho sentir tantas emociones, así que decidí entrar en sus redes sociales y, luego de escucharlo, le agradecí, porque a través de su historia de vida comprendí que mis pensamientos se conectaban con los de él. Y así comenzó esta relación que hoy se concreta en el honor de prologar su libro. Sin temor a equivocarme, les digo que cada vez que lo escuchen a través de su canal de YouTube, sentirán una gran conexión con él, porque sus palabras son sencillamente magia.

    Grisset Noroño.

    Prefacio

    Hablar de acoso y de abuso físico, psicológico y moral es mostrar una de las expresiones de la violencia humana en el mundo, desafortunadamente a través de la historia del mundo todo esto sigue sucediendo, a pesar de que el mundo avanza, la tecnología despierta cada vez con más herramientas para ayudar al Planeta Tierra a modernizarse día a día. Lo único que, al parecer, no avanza es el cambio de conciencia o la elevación de conciencia en los seres humanos, para dejar de hacer este tipo de acosos o de abusos en los seres más vulnerables e inocentes del Planeta Tierra.

    Recuerdo, desde niño, esa búsqueda continua de Dios. Como les expliqué, desde muy pequeño busqué esa comunicación directa con Dios, sin pensar en todo lo que tenía que enfrentar para poder darme cuenta y llegar a la conclusión que Dios está dentro de mí. Tomé la decisión de escribir este libro, ya que cuando estaba en la cúspide en los medios de comunicación tanto radio, televisión y prensa, logrando un importante lugar como figura pública en la comunidad, la gente me hablaba y me atacaba de cierta forma, diciéndome: Es muy interesante la forma de hablar de usted, una forma bonita, positiva, realmente cuando habla nos damos cuenta, todos los que lo escuchamos, que en realidad nunca ha pasado por cosas difíciles, que en su vida nunca ha tenido carencias, que siempre se le ha dado todo con facilidad. Cada que escuchaba sus palabras se me venían a la mente todas las experiencias negativas que había tenido en mi vida y me decía a mí mismo: Un día las compartiré en un nuevo libro, ya que con mis experiencias podría ayudar a las personas que han pasado por este tipo de situaciones, a enfrentarlas de una forma diferente, a darse cuenta de que si reconocemos que Dios está dentro de nosotros, podemos sacarle el mejor partido a todas las cuestiones negativas que pasen en nuestra vida. Entenderemos que Dios, en la vida, nos da oportunidades para cambiar nuestra historia, cambiar nuestra vida y no quedarnos en el papel de víctimas y con esto sufrir, amargarnos la vida, incluso llegar al borde del suicidio.

    Yo sé que es un poco difícil entender, como yo pude manejar todo este tipo de situaciones, desde muy pequeño, en una forma muy positiva, y dejándoselas a Dios, sobre todo cómo podía entender el lenguaje de Dios que me hablaba, constantemente, para no quedarme atorado, frustrado, amargado con este tipo de experiencias, aquí les platico de cómo me llegaba la señal, cómo podía entender el lenguaje para poder brincar y tener la claridad de ver la luz en la obscuridad, aprovechando esa luz por muy pequeña que fuera para poder subir un escalón más en mi crecimiento como ser humano y la elevación de mi conciencia.

    Siempre he pensado que no porque te violan tienes que convertirte en un violador, que no porque te golpean tienes que convertirte en un golpeador, no porque te abusen tienes que convertirte en un abusador y aquí se los demuestro como en lugar de tomar lo negativo, por lo contrario, tomamos lo positivo, te conviertes en un mejor ser humano y vas caminando en tu vida con el propósito de crecer, triunfar y lograr, sin pisar a nadie, sin lastimar a nadie y mucho menos abusar de nadie. Al estar escribiendo el libro revivir todos esos momentos y por muy dolorosos que fueron, no me despertaron ningún sentimiento o emoción negativa, al contrario, me sentí feliz de darme cuenta de todo lo que he logrado en la vida gracias a estos maestros con los cuales me tocó compartir mi vida, así es amigos, todas las personas que nos ayudan positivamente, al igual que las que nos atacan negativamente, para mí fueron unos grandes maestros y eso es lo importante, reconocer que son maestros, que son experiencias que en la Tierra, como escuela, nos da una gran oportunidad de aprender y crecer en esta vida. Porque al final de cuentas a lo que venimos a este mundo es a crecer y evolucionar, espiritualmente, para luego regresar a Dios.

    Es momento de dejar que la sociedad nos siga controlando, sin permitirnos ser nosotros mismos, ya que con mi experiencia de cuarenta años de trabajo profesional, sigo atendiendo personas que llevan doble vida, que viven en la mentira, guardando los grandes secretos de familia, sin saber todo lo que perjudica tanto a ellos mismos como a la familia, así que es momento de ser uno mismo y vivir sin miedos, ataduras o manipulaciones, porque así lo dicta la sociedad, aquí les platico como yo me libere de la sociedad a los siete años de edad y con esto fui yo mismo, sin máscaras ni caretas ante los demás, me dediqué a vivir la vida y a disfrutar, al máximo, mis experiencias.

    Así que en esta obra les quiero volver a recalcar que no importa lo que pase Dios está dentro de mí, de ti y de todo ser vivo en este planeta y que desde muy pequeño entendí que yo soy Dios y Dios es yo y el entender esta gran conexión que existe entre los dos, y que yo soy una chispa divina de su energía suprema, entendí que soy parte de él, y con esto nada en la vida se me puede complicar y nada ni nadie me puede dañar, es simplemente el aprendizaje dentro de mi proyecto de vida para poder regresar a Dios.

    El hecho de compartir mis experiencias espirituales o el aprendizaje espiritual que grandes maestros, tanto físicos como espirituales, me dieron en esta vida, no trato de cambiarle sus creencias o religiones, ya que reconozco que cada uno está en la religión o crecimiento espiritual de acuerdo con su nivel de conciencia.

    Introducción

    Bien amigos, les platico que lo que me motivó a escribir este libro fue que cuando estaba en lo más alto del éxito en radio, televisión y prensa, las personas se me acercaban o me llamaban al programa de radio o televisión y comentaban: Usted habla muy bonito, muy positivo, pues claro cómo nació en cuna de oro y nunca le ha pasado nada malo y mucho menos tener carencias, por eso da esos consejos, a lo cual solo me concretaba a contestar: Todos tenemos experiencias positivas y negativas en la vida, lo importante es lo que aprendemos de ellas.

    Con este libro quiero compartir todas las experiencias positivas y negativas que pasé a lo largo de mi vida y como Dios siempre estuvo conmigo y me ayudó a que por cada cosa negativa que me pasaba en la vida yo mismo le encontraba la enseñanza positiva que podría aplicar en mi vida, les quiero compartir que todo lo que vivimos en nuestra vida es una experiencia maravillosa, sin importar que tan grave sea, en ocasiones me he preguntado cómo yo, desde niño, pude tener la visión de que todo lo que nos pasa y vivimos es por algo y que nada es casualidad, por muy difícil que sea.

    Claro, estas palabras no las conocía de niño, pero de una u otra forma yo entendía, y vivía, la vida con intensidad aprendiendo de cada experiencia positiva o negativa que fuera ocurriendo en mi desarrollo y crecimiento como alma en esta nueva reencarnación y gran oportunidad para evolucionar y después involucionar a Dios y regresar a él para lograr ser un gran colaborador de Dios.

    Por supuesto que viví cosas hermosas, como también cosas demasiado fuertes y traumáticas en mi crecimiento y desarrollo en esta vida, pero les puedo asegurar que en cada etapa que iba pasando sentía, o sabía, que no me tenía que preocupar por nada, que Dios estaba siempre conmigo, de una u otra forma me lo dejaba saber, yo lo sentía siempre cerca de mí, por eso elegí este título de "Dios dentro de mí", en el desarrollo del libro les iré narrando las diferentes etapas de mi vida, donde les platicaré todas las cosas, tanto negativas como positivas, que me ayudaron a ser quien soy hoy por hoy.

    Aquí mencionaré a personas, familiares, amistades, unos con sus nombres y otros con nombres ficticios dependiendo de la experiencia que tuve con ellos, pero de antemano les comento que todos para mí fueron grandes maestros, tanto los que me enseñaron cosas o me dieron cosas positivas, así como los que me lastimaron o me dieron experiencias negativas en esta evolución de vida. Hoy por hoy les puedo decir, gracias, gracias ya que a ninguno le tengo rencor y mucho menos odio, al contrario, agradecimiento ya que de alguna forma siempre he entendido que todo lo que pasa en la vida es experiencia y todo nos ayuda a elevar nuestra consciencia y ser mejores seres humanos, liberando karma y no creando nuevo karma en esta vida.

    I

    Hablando un poco de mi familia

    En mil novecientos sesenta y uno, nace un niño en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, México, al cual le ponen por nombre Sergio Eduardo, este mero soy yo, ya les platicaré más adelante por qué me quede solo con el nombre de Sergio. Soy el tercer hijo de una familia de siete, donde fuimos cuatro hombres y tres mujeres.

    En mi primera infancia viví en una colonia donde todos éramos amigos, muchos niños de las mismas edades, eran los tiempos hermosos donde podías estar en la calle sin peligros y convivir con los de tu misma calle o incluso de otras calles alrededor de tu casa, un ambiente familiar y de armonía, todos los vecinos convivíamos. A dos casas vivían mis abuelos paternos, mi abuelo un gran hombre, siempre de buenas, amable y cariñoso, pero mi abuela, hay caramba una mujer recia, un tanto amargada y resentida con la vida, lo digo porque todos le teníamos miedo, no solo los nietos, sino todos los niños vecinos, una mujer dura, maltratadora, maldiciente y para que decirles más era, realmente, un reto todos los días para poder convivir con ella.

    Mi papá y abuelo trabajaban en el mercado corona, en esta etapa de mi vida tenían una bodega, vendían frutas y verduras en mayoreo, mi mamá en el hogar encargada de todos nosotros, en este tiempo, ya que después cambiaron las cosas y se convirtió en una gran empresaria y negociante.

    Recuerdo como siempre estábamos jugando en la calle todos los niños y en casa de mis abuelos tenían un cancel que protegía su casa, igual que la de nosotros que estaba a dos casas de la de ella y cuando jugábamos con pelotas o balones salía la abuela Chuy y gritaba: Nada más que caiga aquí la pelota y se las voy a ponchar con un cuchillo muchachos cabrones, lárguense a jugar a otro lado, en ocasiones salía con la escoba y nos perseguía tratando de pegarnos, corríamos todos los amigos y nosotros, nos metíamos a la casa y corríamos debajo de las camas. ¡Ah!, pero sin contar que ella se agachaba y metía la escoba tirando palazos a Dios dar y claro, salíamos todos golpeados a correr de nuevo y luego gritaba: Pero ya los encontraré y les pondré unos chingadazos, y nosotros corríamos y corríamos, lo más triste era cuando en realidad caía una pelota dentro de su casa, sacaba un cuchillo y nos ponchaba la pelota y se reía: Se los advertí cabrones conmigo no se juega, y soltaba la carcajada diabólica.

    II

    Mi primer recuerdo de querer encontrar a Dios

    Se daría más o menos como a los cinco o seis años, siendo un niño curioso y siempre buscando aprender o experimentar algo nuevo en mi vida.

    Recuerdo como en esa edad con cajas, sábanas blancas imágenes, flores, etc., montaba todo un altar, juntaba a todos mis vecinos y me ponía a dar misa completa dando sermón, la comunión, he incluso regañaba a los asistentes si se portaban mal. Que impresión, yo tan pequeño y con estas cosas, creo que era tan fuerte mi devoción y seriedad en el asunto que casi todos los días daba la misa, por lo cual se me puso mi primer apodo, fue padre Benito, este, supongo, por haber nacido el día de Benito Juárez, realmente nunca he preguntado por qué el apodo.

    Siendo un niño superhiperactivo, pasados los cinco años me mandan a la doctrina para poder llevar mi preparación para hacer mi primera comunión, un evento que me emocionaba demasiado, ya que era algo que tenía que ver con Dios.

    Siempre feliz acudía a mis clases los sábados a las 10:00 am en la parroquia que se encontraba a, tan solo, tres calles de mi casa, siempre con entusiasmo poniendo atención en todo lo que me explicaban sobre Dios y su creación, pero pasaba algo curioso en mi mente y a cada momento me preguntaba: «¿Por qué dicen que Dios castiga, si somos sus hijos, su creación?». No me quedaba con la duda, preguntaba y la respuesta de la señora que daba la clase era esta: "Si te portas mal Dios te va a castigar y te vas a ir al infierno", a lo cual en mi cabeza se formaba otra pregunta: ¿el infierno, qué es el infierno?

    Bueno, ya no pedía explicación sobre este tema, pero lo que si pasaba es que, en ese momento, se me venía a la mente un cuadro grande, bastante grande que mis padres tenían en su recámara, en el cual estaba pintada mucha gente quemándose en el fuego completamente desnudos y mis papás me decían que era el purgatorio donde las almas pagaban sus pecados. De nuevo otra pregunta ¿qué es el purgatorio?

    Realmente les tengo que confesar, era un cuadro impresionante que de tan solo verlo te ocasionaba miedo, que digo miedo, terror ya que en el momento que volteas a verlo podrías pedir perdón, perdón Dios mío jamás quiero estar ahí quemándome con el fuego, pero en ese mismo momento me decía a mí mismo: «pero yo soy un niño bueno, muy tremendo e hiperactivo, pero creo que jamás dañe a nadie».

    Siguiendo mi preparación y, por supuesto, con mayor intensidad seguía dando misa en mi casa y decorando mis altares cada vez mejor, en ese momento llega mi madre y me da la noticia de que mi tío Juan Manuel sería mi padrino, esta noticia me dio mucha felicidad, ya que yo quería mucho a mi tío Juan Manuel y a la tía Carmen, su esposa, la cual era hermana de mi mamá.

    Poco antes de hacer mi primera comunión, en los ensayos me dan la noticia que yo sería el primer niño que entraría a la iglesia y el primer reclinatorio sería el mío, ya que pasé con excelencia mi examen. Con lo que no contaba es que tres semanas antes de la misa de primera comunión tuve un accidente, les platico, como niño tenía una costumbre de pasearme en la puerta del cancel de mi casa, un cancel pesado de hierro, llegaba subía mis dos pies y le daba para enfrente y para atrás y así me pasaba un rato feliz con los pies arriba del cancel y yendo solo de frente hacia atrás.

    Mi abuela pasaba y me gritaba: Bájate de ahí muchacho cabrón te puedes caer, así era todos los días yo jugaba y mi abuela me maldecía, hasta que un día, sin yo pasearme se cae la puerta del cancel y mi papá la coloca recargada en la pared de la cochera, llego yo con toda la inocencia de un niño, pongo mis dos pies en la parte de abajo, lo tomo con mis dos manos y doy el jalón y obvio era de esperarse, me fui de espalda con todo y cancel, caigo en el piso de la cochera que era de cantera con uniones de piedra graba, golpeo con la cabeza el piso y en seguida me cae la puerta del cancel en la frente con la barra de hierro que une los barrotes del cancel, así que ya se pueden imaginar, me abrí toda la cabeza, literalmente, así como se los digo, toda la cabeza por enfrente y por atrás.

    Con los gritos y llantos sale mi abuela de su casa y me dice riendo: "Ya ves Dios te castigó por desobediente y por no hacerme caso, muchacho cabrón", y seguía riendo. De nuevo la pregunta en mi cabeza adolorida: «¿De verdad Dios castigará?».

    Bien, a la vuelta de mi casa en la calle de atrás estaba un dispensario médico manejado por monjas donde yo ya era muy conocido, ya que seguido me llevaban, si no era por descalabrada, era por cortada o caída, pero seguido estaba con ellas, en este momento me suturan las heridas y me ponen una gran venda en toda la cabeza en esos momentos me sentía aturdido y atontado, fuera de mí. Cuando llego a casa, sorpresa, la abuela esperándome y luego en cuanto me ve entrar y dice: "Ándele muchacho cabrón Dios lo castigó por vago y desobediente, pero por muy pequeño que era, yo mismo me decía: Esto no puede ser cierto, ya que si yo no me vuelvo a subir al cancel ya no me pasará lo mismo», no sé cómo podría entender esa información que venía a mi cabeza.

    En esos momentos me invadieron dos emociones fuertes negativas en mi mente, primero: Ya viene mi primera comunión» y segundo: No quiero salir en las fotos y película con la cabeza completamente vendada», pasan

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1