Resiliencia docente. Charlas en confinamiento sobre innovación educativa y futuro

Por José Carlos Vázquez Parra , Patricia Torres Sánchez y Francisco Guadalupe Ayala Aguirre

Este libro busca, a través de una charla entre amigos y colegas, compartir experiencias de innovación educativa en el nivel superior, que permitan que el lector se identifique con algunos momentos importantes en la innovaci

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Digital del Tecnológico de Monterrey
• Fecha de lanzamiento: 15 dic 2021

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Índice

Acerca de este libro

Directorio

Prólogo

Introducción

Capítulo 1. El estudiante inquieto y el docente talentoso

1.1 Del estudiante inquieto al docente que supo aprovechar sus talentos

1.2 El reto de innovar: un primer paso para el desarrollo de competencias

1.3 La COVID-19: un nuevo reto para la innovación educativa

1.4 El futuro de las universidades

1.5 Comentarios sobre el capítulo 1

Capítulo 2. La vocación por lo educativo y el aprendizaje por competencias

2.1 El cultivo de la semilla educativa

2.2 De la pedagogía por objetivos a la pedagogía por competencias

2.3 ¿Qué relación hay entre la pandemia y el desarrollo de competencias?

2.4 ¿Y la educación en el futuro?

2.5 Comentarios sobre el capítulo 2

Capítulo 3. Género y educación con la llegada del internet a México

3.1 Estudiante mujer en el mundo de internet

3.2 El papel de la mujer en la Universidad Virtual

3.3 Internet llega a México para la educación

3.4 COVID-19 y nuestra cultura tecnológica instalada

3.5 Apertura, la educación del futuro

3.6 Comentarios sobre el capítulo 3

Capítulo 4. El método de casos y su Centro

4.1 De estudiante a profesor. Confrontando la realidad con la teoría

4.2 Responder a la realidad. El método de casos

4.3 De un ideal al Centro Internacional de Casos

4.4 El método de casos como respuesta educativa a los retos de la COVID-19

4.5 El método de casos, una oportunidad para la innovación

4.6 La educación del mañana

4.7 Viendo a futuro

4.8 Comentarios sobre el capítulo 4

Capítulo 5. El aprendizaje basado en retos para el desarrollo de competencias

5.1 Sobre el desarrollo de la identidad profesional docente

5.2 ¿Qué es para ti el nuevo modelo educativo del Tecnológico de Monterrey?

5.3 El proceso de enseñanza-aprendizaje en el contexto de la pandemia

5.4 La definición de la identidad profesional docente

5.5 ¿Qué ha sido lo que has descubierto a través de tu experiencia en innovación educativa?

5.6 ¿Y la educación en el futuro?

5.7 Comentarios sobre el capítulo 5

Capítulo 6. La docente activista de gafas moradas

6.1 De estudiante social a una profesora inspiradora

6.2 El interés en los estudios con perspectiva de género. El proceso de una iniciativa institucional

6.3 La perspectiva de género como innovación educativa

6.4 Las necesidades ante la pandemia por COVID-19

6.5 Los próximos pasos de la educación superior con perspectiva de género

6.6 Comentarios sobre el capítulo 6

Capítulo 7. El compromiso de los estudiantes y el manejo responsable de datos

7.1 Y me enamoré de la docencia

7.2 Big data, el futuro y la educación superior

7.3 Ficción y realidad en la contingencia por COVID-19

7.4 Una pandemia que nos sorprendió a todos

7.5 La cuarentena, zoombies y la flexibilidad

7.6 Seguir siendo profesor, el cuarto Rey Mago y la experiencia de Doctor Doctor

7.7 Big data y los sesgos

7.8 Innovación educativa, técnicas didácticas y el CEDDIE

7.9 ¿Y la educación en el futuro?

7.10 Comentarios sobre el capítulo 7

Capítulo 8. La conciencia del entorno

8.1 Siempre me percibí con un mayor nivel de conciencia

8.2 La definición de la identidad vocacional docente

8.3 Seguir ejerciendo la docencia

8.4 Innovación curricular en el Modelo Tec21

8.5 Un modelo educativo que reivindica la labor del cuerpo docente

8.6 El proceso de innovación educativa y la vivencia de la cuarentena

8.7 ¿Y la educación en el futuro?

8.8 Comentarios sobre el capítulo 8

Capítulo 9. De la pasión por explicar al liderazgo

docente del big data

9.1 Mis inicios como docente

9.2 La educación hoy

9.2.1 Enfrentando los cambios

9.2.2 La necesidad de renfocarnos en todo momento

9.2.3 Siempre innovar, pero hacerlo con sentido

9.2.4 Nuevas oportunidades para la innovación. Los retos del big data

9.3 Viendo a futuro

9.4 En el docente se busca un líder

9.5 Comentarios sobre el capítulo 9

Capítulo 10. El futuro son las niñas STEM

10.1 La docencia, una vocación que nació en mi infancia

10.2 Espacios de interacción en la COVID-19

10.3 Mujeres en la ciencia

10.4 La educación del futuro

10.5 Comentarios sobre el capítulo 10

Capítulo 11. Del estudiante que no encaja a maestro del futuro

11.1 El chico del futuro

11.2 El ingrediente provocador

11.3 Centro de futuros

11.4 COVID-19 como el acceso a la diversidad y al talento del mundo

11.5 Educación del futuro, el skill tree de la tête à tête

11.6 Comentarios sobre el capítulo 11

Capítulo 12. El potencial de la ciencia en México

12.1 Dónde debe iniciar la educación…

12.2 Los cambios a causa de la pandemia

12.3 ¿Cómo motivar a los estudiantes en su desarrollo?

12.4 ¿Y la educación en el futuro?

12.5 La perspectiva de género en educación

12.6 Comentarios sobre el capítulo 12

Capítulo 13. La perspectiva del futuro desde una educadora en formación

13.1 De la intensidad de ser estudiante al ejemplo de ser docente

13.2 La vivencia más innovadora

13.3 La realidad actual durante la pandemia

13.4 Los próximos pasos —brincos— de la educación

Agradecimientos

Aviso legal

Acerca de este libro

El Tecnológico de Monterrey presenta su colección de libros de texto para programas de nivel preparatoria, profesional y posgrado. En cada título se integran conocimientos y habilidades que utilizan diversas tecnologías de apoyo al aprendizaje.

El objetivo principal de este sello es el de divulgar el conocimiento y experiencia didáctica de los profesores del Tecnológico de Monterrey a través del uso innovador de los recursos. Asimismo, apunta a contribuir a la creación de un modelo de publicación que integre en el formato de eBook, de manera creativa, las múltiples posibilidades que ofrecen las tecnologías digitales.

Con la Editorial Digital, el Tecnológico de Monterrey confirma su vocación emprendedora y su compromiso con la innovación educativa y tecnológica en beneficio del aprendizaje de los estudiantes dentro y fuera de la institución.

Directorio

Coordinación de obra

Patricia Torres Sánchez

Profesor de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño

Francisco Guadalupe Ayala Aguirre

Director de Diseño y Desarrollo Curricular

José Carlos Vázquez Parra

Profesor investigador de la Escuela de Estudios Humanístico del Tecnológico de Monterrey

Prólogo

David Noel Ramírez Padilla

Rector Emérito del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 1. El estudiante inquieto y el docente talentoso

Pedro Luis Grasa Soler

Vicepresidente de PrepaTec y Desarrollo Regional del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 2. La vocación por lo educativo y el aprendizaje por competencias

Rafael Rendón Padilla

Director de Desarrollo Ético y Ciudadano del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 3. Género y educación con la llegada del internet a México

Bertha Alicia Saldívar Barboza

Directora de Tecnologías para la Educación del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 4. El método de casos y su Centro

Jorge Alfonso González González

Profesor de la Escuela de Negocios Gestión y Liderazgo del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 5. El aprendizaje basado en retos para el desarrollo de competencias

Eliud Quintero Rodríguez

Director Nacional de Programa de Innovación Educativa del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 6. La docente activista de gafas moradas

Luz María Velázquez Sánchez

Profesora de la Escuela de Estudios Humanístico del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 7. El compromiso de los estudiantes y el manejo responsable de datos

Carlos Astengo Noguez

Profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 8. La conciencia del entorno

María Francisca Rodríguez Lázaro

Coordinador de Desarrollo Curricular de Profesional del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 9. De la pasión por explicar al liderazgo docente del big data

José Luis Gómez Muñoz

Profesor de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 10. El futuro son las niñas STEM

Ruth Rodríguez Gallegos

Profesora de la Escuela de Ingeniería y Ciencias del Tecnológico de Monterrey

Capítulo 11. Del estudiante que no encaja a maestro del futuro

Ignacio Tovar Fernández

Profesor de la Escuela de Arquitectura, Arte y Diseño

Capítulo 12. El potencial de la ciencia en México

Antonio Marcelo Juárez Reyes

Investigador en Instituto de Ciencias Físicas de la Universidad Nacional Autónoma de México

Capítulo 13. La perspectiva del futuro desde una educadora en formación

Viviana Lozano Villarreal

Docente en línea de la Universidad TecMilenio

Prólogo

David Noel Ramírez Padilla

Rector Emérito del Tecnológico de Monterrey

Me siento muy orgulloso de presentar esta obra que, más que una síntesis de experiencias educativas vividas en el contexto de la pandemia, es una síntesis de vidas dedi cadas a la vocación más noble a la que puede asp irar un ser humano: la de ser profesor y transformar vidas a través de la entrega y la pasión con la que cada uno de los autores de los diferentes capítulos ha vivido esta gran misión, muy especialmente ante el escenario al que nos ha enfrentado la COVID-19.

Un adagio popular afirma: No hay mal que por bien no venga. Esta pandemia provocó un punto de inflexión en la vida de millones de seres humanos, y los profesores universitarios también tuvimos la gran oportunidad de reinventarnos. Un servidor siempre afirmó que nunca impartiría clases sentado, mucho menos frente a un monitor. Hoy ejerzo la docencia frente a una computadora en mi semestre número 108 de dar clases de manera ininterrumpida. Me he vuelto experto en Canvas, en plataformas tecnológicas como Zoom, Microsoft Teams, Blue Jeans, etc.; aceleré el diseño de mis programas académicos para formar a los muchachos con base en retos, o bien, a través del método de casos… En fin, el escenario que surgió a raíz de la COVID-19 jamás hubiese pasado por mi mente hace dos años.

El común denominador de todos los profesores autores de este libro —y de un servidor— radica en que poseemos una gran resiliencia ante la adversidad. La mayoría de nosotros proviene de la cultura del esfuerzo, no del privilegio, lo que nos permitió asumir con coraje las circunstancias mediante la innovación y el rediseño en la manera en que impartimos nuestras clases. Todo lo anterior como respuesta a este contexto que hemos vivido desde hace un año y medio.

En cada uno de los capítulos del texto encontramos entrevistas con maestras y maestros que nos abren su corazón de educadores para compartir con todos los colegas universitarios las experiencias de aprendizaje que han vivido en los últimos años. En todos ellos apreciamos la férrea valentía de continuar a la vanguardia en su crecimiento como docentes, pues asumieron la responsabilidad de comprender y aprovechar cada una de las diferentes técnicas educativas y tecnológicas, algunas de las cuales quizá jamás pensaron utilizar, pero sobre todo por lograrlo en el corto plazo, tal y como ocurrió conmigo.

De igual manera, el libro nos presenta a autores comprometidos en hacer realidad la visión 2020 y 2030 en cada uno de las y los estudiantes de nuestra alma máter; además, se han asegurado de que esta visión se alcance al acompañarlas y acompañarlos en su caminar por las tres avenidas esenciales en la formación de un ser humano: valores, competencias y conocimientos.

Ese grupo de profesores universitarios coincide —y me incluyo— en que el futuro de la educación —que para muchos de nosotros ya lo estamos viviendo— radica en que, a partir de ahora, estamos formando a los estudiantes con diversos enfoques: multimodal, multidisciplinar, multicultural, multidimensional, multiexperiencial, multinstitucional, entre otros.

En resumen, no hay duda de que, al leer este libro, confirmamos una premisa que he reconocido en forma reiterada cuando me refiero a los docentes: son la piedra angular y la estructura esencial en la que descansa la institución universitaria; ellas y ellos han sido, son y serán el detonador del prestigio y el respeto en México y el mundo.

Introducción

En tiempos de COVID19, donde todo cambia en cuestión de minutos, hay incertidumbre y la infodemia es un problema, en particular si no se tiene la objetividad para discernir la información. Por esto, resulta fundamental reflexionar sobre la resiliencia y la innovación educativa como un instrumento de adaptación y supervivencia docente ante los procesos de transformación.

A través de la historia, las circunstancias y el entorno, se han formulado distintas necesidades sociales, que hicieron que la educación se adaptara y transformara. Algunas de estas reacciones se dieron como parte de la inercia del momento histórico y otras fueron producto de la innovación educativa. Como plantea el economista Joseph Alois Schumpeter en sus ideas en torno a la destrucción creativa, lo único constante en la naturaleza es el cambio. Este libro busca, a través de una charla entre amigos y colegas, compartir experiencias de innovación educativa en el nivel superior, que permitan que el lector se identifique con algunos momentos importantes en la innovación educativa en México y se sensibilice sobre el rol que tiene ante los retos del futuro y la flexibilidad ante las circunstancias.

Cada capítulo está dedicado a una profesora o a un profesor que nos comparte su experiencia como estudiante, pero también como docente y, claro, su perspectiva sobre el futuro de la educación. Estos diálogos nos muestran la resiliencia docente actual, es decir, la capacidad que tiene un profesional de este ámbito para superar las circunstancias. Nuestro interés consiste en compartir historias de resiliencia e innovación para contribuir hoy a la construcción del futuro de la educación en México.

Este libro ha sido conceptualizado, creado y publicado durante el confinamiento. No tiene fines de lucro y está pensado en los colegas que disfrutan al hablar de educación.

Capítulo 1. El estudiante inquieto y el docente talentoso

Pedro Luis Grasa Soler

En el Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México, se ha desempeñado como profesor de tiempo completo, tanto a nivel licenciatura como posgrado. Además, ha obtenido en dos ocasiones el máximo galardón que puede obtener un Profesor del Tecnológico de Monterrey: el Borrego de Oro. En 2016, fue nombrado Egresado Distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

De igual modo, ha realizado una notable labor editorial, pues fungió como Coordinador del comité de arbitraje de la colección Ingeniería Mecánica, de AGT Editor, y fue Director de la revista Ingeniería Mecánica y Eléctrica, de la Asociación Mexicana de Ingenieros Mecánicos Electricistas, A.C., de junio de 1989 a junio de 1991.

Asimismo, ha publicado 25 trabajos diversos y ha participado como conferencista en más de 200 eventos nacionales e internacionales. Ha sido asesor de nueve proyectos terminales a nivel licenciatura en la UAM-Azcapotzalco; asesor de 62 tesis de nivel maestría en el Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México; coasesor de dos tesis de nivel doctorado y asesor de una tesis de nivel doctorado también en el Tecnológico de Monterrey.

Cuenta con una vasta experiencia en planeación, diseño y dirección de programas de capacitación en innovación y liderazgo educativo, manufactura, calidad, administración de la manufactura, sistemas flexibles de manufactura y liderazgo, entre otros.

1.1 Del estudiante inquieto al docente que supo aprovechar sus talentos

Siempre fui —y me clasificaría— como un estudiante inquieto. Estoy hablando desde que estaba en la primaria, ya que siempre fui un estudiante muy inquieto en una perspectiva —yo diría— positiva: retaba muchas cosas, me retaba a mí mismo y quizá retaba a los profes, en el sentido de querer saber o conocer más elementos que me hicieran razonar o comprender mejor lo que estudiábamos en el día a día.

Como bien saben, aprendimos por el método de la memorización, es decir, lo importante es que nos aprendiéramos los contenidos de memoria para resolver bien un examen, tener buenas notas y que nos pusieran nuestra estrellita. Entonces todo mundo quería que nos quedáramos en casa y en la escuela... salvo nuestros compañeros.

Yo estudié en una preparatoria activa. Dicho de otro modo, en una preparatoria no tradicional con un sistema relativamente nuevo: el Sistema de Ciencias y Humanidades que adoptó la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). En realidad, ibas tres horas al día a clases; había que trabajar o hacer muchas cosas y existía poco contacto con el profesor, lo que representaba estar en una preparatoria particular que ponía más ingredientes a la vivencia o a la cercanía y no tanto a la memorización.

Yo me acuerdo mucho de que nosotros discutíamos la historia, no aprendíamos fechas, sino que discutíamos el porqué de tal evento o situación. A final de cuentas, había que tener las referencias históricas del tiempo y ese tipo de datos, pero era más divertido y te invitaba a leer, investigar, llevar a cabo una serie de tareas. Claro, si es que te gustaba hacerlo, porque también tuve compañeros que duraron dos meses y no les gustó el modelo. Quizá porque era gente muy estructurada, yo soy muy estructurado, pero a pesar de eso creo que me hizo bien.

Tiempo después, me tocó ingresar a una institución que apenas tenía un año de nacida: la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Yo soy de la segunda generación de la UAM y también me formé bajo un modelo organizado en 12 trimestres y con mucho acercamiento a laboratorios, conversaciones, entre otras actividades.

Creo que todo esto ayudó a que yo me interesara por la educación, porque en realidad cuando yo empecé a estudiar ingeniería, después de que estudié la prepa, lo que buscaba era regresar algo de lo que yo me había enamorado cuando era un niño, que era una fábrica. Y me enamoré porque yo tenía en la primaria un compañerito cuyo papá era dueño de una fábrica, en la que había un campo de fútbol y una cancha de basquetbol, incluso, los sábados nos invitaba a jugar futbol en esa cancha a todos los compañeritos y a mí. Curiosamente, como yo tengo dos pies izquierdos, es decir, no soy bueno para el fútbol, pues jugaba básquet y de repente me escapaba a la fábrica a ver qué había ahí. Yo tendría 10 o 12 años en ese momento y me llamaba muchísimo la atención que ahí entraban unos pedazos de fierro y salían unas piezas ya armadas. Yo no sabía ni lo que ocurría, pero me llamaba mucho la atención.

Alguna vez platicando con el papá de Miguel le pregunté: Bueno, y para estar aquí ¿qué se necesita?, y me respondió, Estudiar ingeniería. Desde ese momento, se me quedó la historia de estudiar ingeniería. Porque inclusive mucha gente que me conoce más a fondo dice que no se explica por qué soy ingeniero, que hubiera estudiado humanidades o alguna otra cosa, por mi forma de ser, por mi carácter. Pero, bueno, era y soy bueno para las matemáticas, la física y todas esas cosas extrañas que se necesitan en la ingeniería.

A final de cuentas, decidí estudiar ingeniería por aquel recuerdo de que yo tenía que ir a una fábrica; sin embargo, la docencia en primera instancia vino a mí cuando estaba en segundo o tercer cuatrimestre, al concluir el primer año de ingeniería, porque había algunos compañeros que no entendían muy bien algunas materias, entonces me puse a repasar los temas con ellos y