Las Leyes Del Universo: Conocerlas Y Utilizarlas Para Mejorar Tu Vida

Por Philippe de Palma

¿Te gusta conducir rápido en la niebla confiando en el azar? Sin embargo, esto es lo que hacemos con nuestras vidas que transcurren a toda velocidad sin que entendamos quiénes somos, qué es la vida y cómo funciona el Universo del que formamos parte.

No obstante, parecería que el Universo responde a un Todo coherente y perfectamente organizado donde el azar y la casualidad no existen. Con el conocimiento de las leyes del Universo y de nuestro lugar dentro de él, descubrimos que somos parte de este Todo coherente. Este conocimiento puede y debe ser utilizado si queremos mejorar nuestras vidas, entender por qué vivimos y cómo actuar para encontrar el equilibrio y la felicidad. En la era de la información, permanecer en la ignorancia es una decisión personal.

En este libro, Philippe de Palma propone un viaje que nos lleva a través de las respuestas a preguntas fundamentales a la luz de las leyes del Universo. Es un mensaje de positividad y esperanza que nos permite mirar la vida con optimismo y entusiasmo.

• Idioma: Español
• Editorial: Balboa Press
• Fecha de lanzamiento: 16 oct 2019
• ISBN: 9781982236144

Philippe de Palma

Una vez obtenido el bachillerato en Bruselas, Philippe de Palma (1963) se trasladó a Ginebra para cursar sus estudios universitarios. Con su título en la mano, trabajó en Suiza, primero en la banca y luego en el comercio internacional. A los 38 años, el resultado de esta primera parte de su vida profesional se saldó con una depresión y la firme decisión de alinear su carrera con sus pasiones. Así es como persigue una de sus pasiones, la relojería. En 2001 se incorporó a Audemars Piguet y unos años más tarde creó y dirigió la filial española. En 2010, creó la primera guía crítica de relojería, que se venderá en más de 130 países de todo el mundo. Durante esta fase, su nivel de coherencia personal mejora, pero todavía queda un pequeño espacio para lograr la congruencia. Durante este período, escribía cartas a los 2 mayores de sus 4 hijos para transmitirles su visión de la vida. Disfrutando cada vez más de la escritura, decidió finalmente en 2016 escribir el libro que no podía encontrar en las librerías, ofreciendo respuestas a las preguntas fundamentales de la vida y presentando las principales leyes del Universo. La escritura le permitió descubrir la misión de su vida: explorar los secretos de la existencia más allá de dogmas y ecuaciones y compartir sus descubrimientos.

Vista previa del libro

© 2019 Philippe De Palma.

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El texto Bíblico marquado NBV ha sido tomado de Nueva Biblia Viva © 2006, 2008 por Biblica, Inc..® Usado con permiso de Biblica, Inc.® Reservados todos los derechos en todo el mundo.

ISBN: 978-1-9822-3613-7 (tapa blanda)

ISBN: 978-1-9822-3615-1 (tapa dura)

ISBN: 978-1-9822-3614-4 (libro electrónico)

Número de Control de la Biblioteca del Congreso: 2019915511

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Fecha de revisión de Balboa Press: 10/16/2019

Tabla de Contenidos

Prólogo

Prefacio de Ana y Pablo de Palma, hijos del autor.

Información del autor

Introducción

Parte 1 - El Universo de dónde vienes

Capítulo 1 ¿Qué es Dios?

Capítulo 2 ¿Qué es el Ser?

Capítulo 3 ¿Por qué vinimos a vivir esta vida?

Capítulo 4 ¿Por qué es importante desarrollarse espiritualmente?

Capítulo 5 ¿Están escritos en piedra tu destino y tu futuro?

Capítulo 6 Consideraciones sobre la muerte y la eternidad

Capítulo 7 ¿Existen otros planetas habitados en el Universo?

Capítulo 8 ¿Por qué no se conocen mejor las leyes del Universo si son tan fundamentales?

Capítulo 9 Bienvenido al extraterrestre terrícola que eres

Parte 2 - Las leyes del Universo: tu entorno

Las leyes de la creación

Capítulo 1 La ley de la Unidad Divina

Capítulo 2 La ley de la Energía

Capítulo 3 La ley del Pensamiento

Capítulo 4 La ley de la Positividad

Capítulo 5 La ley de la Polaridad

Capítulo 6 La ley del Espacio-Tiempo

Capítulo 7 La ley del Infinito (o de la Evolución)

Capítulo 8 La ley de la Compensación (o del Equilibrio)

Capítulo 9 La ley de la Vibración (o de la Resonancia)

Capítulo 10 La ley del Ritmo (o de los Ciclos)

Capítulo 11 La ley de la Abundancia

Capítulo 12 La ley del Amor

Capítulo 13 La ley de la Libertad Otorgada

Capítulo 14 La ley del Género

Las leyes del funcionamiento

Capítulo 15 La ley del Orden

Capítulo 16 La ley de la Perfección (o de la Máxima Estética)

Capítulo 17 La ley de la Información (o de la Misión de Vida)

Capítulo 18 La ley del Momento Presente

Capítulo 19 La ley del Crecimiento

Capítulo 20 La ley de Transformación perpetua de la Energía (o de la Conservación de la Energía)

Capítulo 21 La ley de Máxima Eficiencia (o Menor Esfuerzo)

Capítulo 22 La ley de la Correspondencia

Capítulo 23 La ley de la Atracción (o de la Gravedad)

Capítulo 24 La ley de Causa y Efecto (o del Karma)

Capítulo 25 La ley del Cambio Continuo (o del Movimiento Continuo)

Capítulo 26 La ley de la Relatividad (o de la Perspectiva)

Capítulo 27 La ley del Compartir (o de la Generosidad)

Capítulo 28 La ley de la Manifestación

Las leyes de la experimentación

Capítulo 29 La ley de la Congruencia

Capítulo 30 La ley del Deseo (o de la Intención)

Capítulo 31 La ley del Contraste

Capítulo 32 La ley de la Atención

Capítulo 33 La ley de la Demanda (o de la Oración)

Capítulo 34 La ley de la Gratitud

Capítulo 35 La ley de la Prosperidad

Capítulo 36 La ley de la Aceptación (o de la Menor Resistencia)

Capítulo 37 La ley del Desapego (o de Soltar Lastre)

Capítulo 38 La ley del Recibir

Capítulo 39 La ley del Dar

Capítulo 40 La ley del Perdón

Capítulo 41 La ley del Placer (o de la Alegría)

Capítulo 42 La ley de la Perseverancia

Capítulo 43 La ley de la Constancia

Capítulo 44 La ley de la Acción

Conclusión

Agradecimientos

Bibliografía

Sobre el Autor

Prólogo

Todo comenzó con cartas que le escribí a mi hijo mayor cuando era adolescente. En estas cartas compartía mis ideas sobre la vida en general y mis valores en particular. Luego pasé a un blog en el que publicaba mis opiniones de vez en cuando.

Conforme iba escribiendo, me llegaban más pensamientos y me pareció interesante poner por escrito todas las ideas que tenía sobre la vida, la religión, el Universo y el comportamiento humano. Ya no estoy seguro de cuándo empecé a interesarme por las leyes del Universo, pero en septiembre de 2016 decidí escribir el libro que no podía encontrar en las librerías y que me explicaría de una manera clara y fácil de entender -en palabras menos oscuras que las que usan a menudo los autores de libros místicos- cómo funciona el Universo.

Debo admitir que me divertí mucho escribiendo este libro -que os dedico a vosotros, los 4 niños que habéis decidido elegirme como vuestro padre- descubriendo poco a poco las leyes del Universo aquí y allá, porque no encontré una literatura de referencia completa sobre este tema. Si algunas leyes son ampliamente presentadas, como las de Atracción, Prosperidad (que muchos llaman Abundancia, pero yo las he separado), Atención o Pensamiento, la mayoría de ellas no existen en ninguna parte. Debo de reconocer que recibí ayuda del Universo para escribir este libro. Durante varias semanas del otoño de 2018, agregué leyes que no conocía pero que se me aparecieron durante el sueño o las meditaciones. Puede ser lo que se llame intuición, pero estoy seguro de que vino del Universo mismo. No es que me crea elegido por el Universo, simplemente expresé el deseo de conocer y dar a conocer estas leyes y, como lo indica la ley de la Demanda (ley #33), el Universo me respondió.

Está claro que escribir sobre un tema tan profundo y apasionante como las leyes del Universo es motivador; incluso diría que fue una verdadera terapia para mí. Probablemente el hecho de descargar mis ideas en el ordenador ha generado un vacío en mi cerebro que ha atraído nuevas ideas cuya redacción ha creado la necesidad de entenderlas y querer compartirlas.

Me enorgullece este libro sabiendo que es un primer borrador, un primer paso que, espero, tendrá continuaciones aún más profundas y ampliadas (por mí y por otros autores). Estoy orgulloso de ello, aunque soy consciente de la naturaleza arriesgada y arrogante de querer abordar un tema tan profundo e importante. En varias ocasiones me he hecho la pregunta: ¿Quién soy yo para escribir un libro sobre las leyes del Universo, que no soy ni religioso ni científico? Pero precisamente, esta ausencia de contaminación espiritual o educacional me ha permitido no tener creencias que superar y ser un terreno fértil sin malas hierbas para que broten estas nuevas ideas. Y como lo estipula la ley del Deseo (ley #30), tenía un deseo profundo de poder explicaros cómo funciona el Universo basado en lo que sentía cuando medito con el I Ching o cuando leía principalmente a los autores clásicos, pero también a Neale Donald Walsch, Albert Einstein, Joe Dispenza y Wayne Dyer, autores cuyos libros deberían ser enseñados en escuelas de todo el mundo.

Por otra parte, estoy convencido que la búsqueda de respuestas a las grandes preguntas y al funcionamiento del Universo no es de la competencia exclusiva de los científicos ni de las religiones. En cuanto a las religiones, las importantes contradicciones e incoherencias que mencionaré en este libro hacen que se hayan desacreditado a ellas mismas. Con lo que respecta a los científicos, su aportación es importante pero no deja de ser extremadamente parcial (muchos científicos mencionan que el conocimiento científico actual no supera el 5% del Universo, por lo que si consideramos que la ciencia tiene 300 años, necesitaría 5.700 años más para alcanzar el conocimiento completo al ritmo al que vamos). No comparto la opinión de que si una teoría no ha podido ser validada por una ecuación o un razonamiento matemático, no es válida: que yo sepa, nadie ha podido al día de hoy expresar el amor o el pensamiento con una ecuación, pero no dejan de existir y de ser una realidad indiscutible.

Existe otra vía, la de la intuición tan valorada por Einstein, la del pensamiento que resuena en vosotros y que adquiere sentido con vuestra experiencia de la vida. A pesar de su proceso al margen de la ciencia, la intuición y su consecuencia, la fe, representa un camino coherente que os proporcionará entendimiento y conocimiento.

Dicho eso, quisiera concluir diciéndoos, hijos míos, que no debéis aceptar ni una sola palabra de lo que he escrito sin someterla al filtro de vuestra crítica e intuición personal. Mi intención no es daros un prêt-à-porter de pensamiento espiritual: es haceros pensar. Lo que resuene en vosotros, tomadlo y lo que no, dejadlo a un lado. Ojala hubiera podido leer este libro cuando tenía vuestra edad; pero mi experiencia de vida me hizo finalmente escribirlo yo mismo, lo que también es un gran regalo. Sin embargo, el mejor regalo sería que este libro os sirviera y os fuera útil.

Os mando un beso y os quiero.

Vuestro padre al que habéis elegido para vuestra encarnación.

Prefacio de Ana y Pablo de Palma, hijos del autor.

Hay que aprender a no siempre hacer sino simplemente ser.

Estas palabras, pronunciadas por mi padre cuando era niño, se unieron a una creciente lista de expresiones que hasta hace poco eran oscuras (y un poco aburridas) para mí.

Cambia tus exigencias por preferencias.

La felicidad es la coherencia entre lo que somos y lo que hacemos.

Uh, vale. ¿Puedo tomar un helado?

En esa época, la felicidad de mi infancia giraba principalmente en torno a los deportes con pelotas de todo tipo (fútbol, tenis o cualquier otro juego de pelota que inventaba en nuestro jardín). Como cualquier niño, esta felicidad estaba envuelta en una acogedora capa de despreocupación, la que sólo se hizo evidente muchos años más tarde, en forma de un recuerdo ahora teñido de nostalgia.

Y luego el niño que hay en mí creció. Primero trató de apartarse del círculo familiar, de salir de las sombras de sus padres para dibujar su propia identidad. Llegó la adolescencia, definida por el espíritu de contradicción y la ansiedad de ser aceptado por los compañeros. Mi niño interior se buscaba a sí mismo en los ojos del otro; entonces un día, se dio cuenta de que esto ya no era suficiente.

El niño que había en mí desapareció; dio paso a un adulto asediado por cuestiones existenciales. ¿Quién soy yo? ¿Existe Dios? ¿Tiene sentido lo que estoy pasando? ¿Depende de mí crearlo? Y sobre todo: ¿Por qué siento que soy el único que se preocupa por estos temas?

Una gran sensación de soledad me abrumaba. Un miedo terrible de ser diferente, raro, sin saber realmente por qué. Entonces las palabras de mi padre reaparecían. Como una canción que tarareas durante años sin entender la letra, sus palabras, de repente, adquirieron sentido.

De todos los dones de mi padre que disfruto hoy (entre ellos: el don de los idiomas, el amor de la naturaleza, el deporte), el don de la búsqueda espiritual y la autoayuda es el más hermoso que me ha dado. Es maravilloso que te hagas estas preguntas a tu edad. Empecé mucho más tarde en mi vida.

Más que respuestas, me dio los medios para llegar a mis propias conclusiones. Comprendí que estas preguntas no eran solo dolor, sino todo lo contrario, representaban el camino hacia la felicidad. En lugar de apartarlas, enterrarlas, decidí enfrentarme a ellas. Hasta la fecha, no puedo decir que este camino esté libre de sufrimiento; vivir sin cuestionamientos es probablemente un río más tranquilo. Sin embargo, sigo convencido de que la felicidad que se puede encontrar en esta falta de acción es superficial y efímera por naturaleza.

Gracias a mi padre, llegué a conocerme, a comprender mis miedos y a perseguir mis pasiones. Además, aprendí a aceptarme por quien soy, y finalmente a amarme a mí mismo (una tarea difícil que aún requiere trabajo a diario). Ser hijo de mi padre y tenerlo como mentor me ha permitido (y me sigue permitiendo hoy) dar un sentido profundo a mi vida y perfumarla con alegría. Si soy alguien que sigue su corazón en todo lo que hace (aunque a veces a expensas del pragmatismo), es en parte gracias a él.

¡Gracias, papá!

Es con gran orgullo que he seguido el desarrollo de este libro que me conmueve y me ayuda profundamente a ver más claramente el camino de la vida y a entender de qué está hecha. ¡Es una inmensa y providencial alegría ver a mi padre cumplir con su misión de vida escribiéndolo! Estoy convencido de que conmoverá a más de un lector.

¡Enhorabuena papá, por este fabuloso libro (y los que seguirán), estás claramente en coherencia entre lo que eres y lo que haces! ¿Puedo tomar mi helado ahora?

Pablo

–—

Es la diversidad lo que hace que nuestro mundo sea tan hermoso e interesante. Es una fortaleza que he experimentado en nuestra familia, en la que existe la posibilidad de tener opiniones diferentes sin tomarlas como críticas, pero de verlas como una oportunidad para crecer como persona, para cuestionarse a sí mismos.

Te doy las gracias, papá, por enseñarme que la vida es aún más bella cuando nos conocemos a nosotros mismos (o en el camino) y que la fuerza está en aceptar que la felicidad viene de nosotros mismos, no de otras personas.

Me gusta leer de alguien que me ha enseñado tanto sobre la vida.

De tu hija que te quiere.

Ana

Información del autor

En este libro, trato voluntariamente de tú al lector, en la medida en que este libro está dirigido principalmente a mis hijos, a quienes obviamente tuteo. Pero también lo uso para dirigirme a ti, querido lector, en la medida en que el tú te permitirá sentir directamente los diferentes mensajes del libro y así definirte en relación con ellos. Esto no quiere decir que quiera ser promiscuo o paternalista.

Por otro lado, las referencias al Universo se harán con mayúscula, ya sea por respeto (y no por sumisión) a la Inteligencia Superior (o Dios) que ha logrado realizar una obra tan brillante como la creación de un Universo como el que nos alberga, o para hacer más cómoda la lectura.

Este primer volumen presenta principalmente el Universo, Sus leyes y una de sus consecuencias, la vida humana en la Tierra. Este libro es el resumen de mis pensamientos con respeto a las preguntas fundamentales que, como muchos de vosotros, me he hecho desde muy joven.

En el segundo volumen, presentaré las técnicas de sabotaje del ego -un adversario (y no enemigo) a tomar en consideración- y una propuesta de programa de implantación de las leyes en tu vida: por dónde empezar, qué secuencia seguir, cuáles son los recursos y conocimientos adicionales necesarios para que la implantación sea eficaz, duradera y suave.

Introducción

¿Quién eres? ¿Por qué estás aquí? ¿Por qué vives? ¿Cuál es el sentido de tu vida? ¿Estás encerrado en un destino o eres libre? ¿Por qué estás sufriendo? ¿Por qué tienes miedo? ¿Por qué es tan difícil ser realmente tú mismo? ¿Por qué es importante ser tú mismo? ¿Hay vida después de la muerte?

Nuestro mundo interior es un desconocido para nosotros, excepto por la parte mecánica o médica (¡y aún!). En cuanto al Universo exterior, también es desconocido para nosotros, excepto por algunos fragmentos de información esencialmente científicos o estadísticos (edad del Universo, composición química, número de galaxias, planetas…).

¿Qué es el Universo? ¿Por qué hay vida en la Tierra? ¿Hay vida en otros planetas? La lista de preguntas se alarga y provoca un silencio ensordecedor en tu cabeza. Como la gran mayoría de los habitantes de nuestra Tierra, has delegado la búsqueda de respuestas a otros, a eruditos, científicos o expertos, si no a personas religiosas. Pero estas respuestas son difíciles de entender y parciales cuando provienen de científicos, o poco convincentes cuando son de origen religioso. En ausencia de explicaciones inteligibles y coherentes, dejas de lado la pregunta con la excusa de que es más importante centrarse en tu vida, tu trabajo, tu familia, tus amigos, tus pasatiempos, las próximas vacaciones…

Estas preguntas son tanto más relevantes cuanto que todas las creaciones del Universo están programadas para que su estado normal esté del todo bien. Sin embargo, entre todas las creaciones, sólo el Hombre logra estar deprimido, no encontrarse suficiente, denigrar lo que es y querer cambiarse a sí mismo, cuando no es al otro. Por el contrario, es imposible encontrar un olivo o un perro deprimido porque no se encuentran lo suficientemente bien o bonitos. Entonces, ¿cómo explicamos la angustia en la que se encuentran muchos humanos? ¿Qué causa esta resaca general cuando todo el Universo está diseñado para ir bien y va bien?

En la civilización de la información en la que vivimos, permanecer ignorante es una decisión deliberada que condiciona tu vida. Te guste o no, eres parte del Universo. Puedes tratar de olvidar tu conexión con Él, pero no es tu olvido lo que cancelará esta conexión que continuará existiendo sin pedirte tu opinión. Y puesto que este Universo funciona de acuerdo a Sus leyes, estás bajo Su influencia, sin posibilidad de esquivarla. Más importante aún, las leyes del Universo estipulan que cada uno de nosotros crea su propio destino; así que tu creación será hecha consciente o inconscientemente, esa es tu elección.

No importa cuál sea el detonante de tu curiosidad, si es una circunstancia particular de la vida o simplemente el deseo de saber, un día sentirás la necesidad de algo más. Como explica I Ching² en el hexagrama 51, "debemos darnos cuenta de que somos vagabundos y desconocidos en el universo, que hay una estructura con la que debemos relacionarnos, que estamos bajo la influencia de leyes cósmicas superiores y que debemos encontrar el significado de la vida en relación con esta existencia."

Así que quizás sería mejor saber cómo funciona este Universo, cuáles son Sus leyes y cómo puedes aplicarlas en tu vida diaria, en lugar de seguir sufriendo las consecuencias de tus acciones sin saber por qué ocurren algunos resultados y otros no. De hecho, ya conoces empíricamente algunas de estas leyes, siendo la más conocida la ley de la Gravedad (o ley de la Atracción - ley #23), que te hace caer hacia la tierra y no hacia el espacio; o que hace que la atmósfera de nuestra Tierra sea mantenida contra la superficie de nuestro planeta.

Si tienes este libro en tus manos, es porque en el fondo quieres cambiar las cosas, pero probablemente no sabes por dónde empezar, adónde ir o qué cambiar, ni con qué reemplazarlo. No te ofrezco una receta milagrosa en 21 días, sino más bien entender cuáles son las reglas del Universo, cuál es el propósito de la vida y cómo funciona. Es crucial que sientas que el nuevo orden que quieres poner en marcha tiene sentido y te será útil. Las sugerencias de las técnicas de desarrollo son buenas para muchas de ellas, pero no serán efectivas hasta que creas que puedes cambiar. Y esta creencia sólo puede crecer en ti si sabes cómo funciona el Universo y cómo se activan el cómo, el cuándo, el dónde, el quién y el por qué de los cambios que deseas.

Una de las leyes del Universo establece que tus pensamientos tienen mucho más peso e importancia que tus palabras o acciones. Descartes lo resume con su famosa frase: Pienso luego existo. Te defines a ti mismo por lo que crees que eres, por lo que crees que puedes hacer o ser y no por lo que has hecho (aunque muchas personas utilicen su función profesional como definición). Y para que tus pensamientos acepten el cambio, debes estar convencido de que el cambio es posible. Sin embargo, si no conoces tu esencia, no puedes conocer tu verdadera dimensión, saber de lo que eres capaz o saber que el cambio es una de las leyes del Universo.

Por último, todas estas leyes tienen como propósito el desarrollo de tu potencial, a diferencia de las leyes terrestres que tienden a limitarte o prohibirte. Son positivas para ti y no hay letra pequeña donde se oculta la cláusula que hace imposible conseguir tu petición de cambio. Son leyes gratificantes y motivadoras que te empujan fuera de tu zona de confort para descubrir tu mejor versión y conquistar esa felicidad, esa coherencia, esa serenidad y esa tranquilidad que están al borde del camino. El dicho establece la locura es seguir haciendo lo mismo y esperar resultados diferentes. Es otra forma de describir una de las leyes del Universo, que es la del Cambio Continuo (ley #25).

Al leer este libro, te darás cuenta de que para cambiar tu vida, no tienes que dar un giro de 180 grados, convertirte en vegetariano o dejar que te crezca el pelo y la barba, irte muy lejos o tomar la apariencia de un monje, no tienes que renunciar a la comodidad de la vida moderna, no tienes que volverte raro en tu apariencia externa. Las grandes manifestaciones señalan más bien una dependencia del exterior, mientras que el cambio se produce en el interior y puede comenzar y desenvolverse perfectamente manteniendo una vida (exterior) que es aparentemente idéntica a la anterior. Por supuesto, tu desarrollo interior y espiritual puede hacer que quieras cambiar de aire o profesión o forma de vida. Por qué no, siempre y cuando la decisión te traiga la paz que es el color que se debe pintar cada día.

El propósito de este libro es ayudar a descubrir el mundo detrás del telón de fondo que los humanos se han esforzado tanto por crear.

"Pero para mí este mundo, por real que sea, nunca me ha alejado de mi deber en la tierra, tal como yo lo veo: descubrir las leyes que gobiernan el universo." Albert Einstein³.

Espero que te permita abrir tu horizonte y desarrollar tus habilidades de pensamiento crítico para crear tu propia creencia. Como bien explica Neale Donald Walsch en el tercer volumen de sus Conversaciones con Dios, no es seguro que Jesús quisiera crear seguidores, sino personas que siguen su ejemplo y logran convertirse en la mejor versión de sí mismos.

Entonces sí, como escribe el Dr. Wayne Dyer, sugiero que abras "tu mente para dejar entrar la fascinante incertidumbre y el misterio en el que todos vivimos, que consideres la dependencia del Universo no como una prueba de debilidad sino como un reconocimiento del conocimiento, de la inteligencia, de la humildad y del respeto hacia su Creador. Deja el cómo, el cuándo, el dónde, el quién y el por qué al Universo para centrarte en el qué" y descubrirás la eficacia y la paz interior. Así es como puedes convertirte en el mejor actor de tu vida.

Que tengas un buen viaje en tu (nueva) vida.

PARTE 1

El Universo de dónde vienes

Capítulo 1

¿Qué es Dios?

Elegí deliberadamente esta pregunta en lugar de ¿Existe Dios? porque para mí, es obvio que Dios existe. En primer lugar, el concepto de Dios debe ser cuidadosamente definido. La primera imagen que me viene a la mente es la de un superhombre con poderes sobrenaturales, vendido por las religiones bíblicas y por muchos pintores y escultores. Esta no es mi visión de Dios y no estoy convencido por el Dios que las religiones nos presentan.

Así que trataré de ir más allá de los clichés para encontrar una definición amplia que esté más cerca de lo que Dios podría ser. Para describirLo, comenzaré por la observación de lo que es el Universo.

Antes que nada, repasaré una (pequeña) lista de milagros sobre el Universo, la Tierra y la vida en la Tierra, para sentar las bases.

1. En el origen de la Tierra, hace 4.500 millones de años, no existían las condiciones que permitían la vida. Todos los componentes que causaron el cambio a un planeta donde la vida era posible vinieron del Universo.

2. Con un cambio muy pequeño en las fuerzas físicas fundamentales (por ejemplo, un desplazamiento del 2% de la Tierra en relación con el Sol), la vida no habría sido posible en la Tierra.

3. La posición del Sol en la Vía Láctea le permite permanecer estable y evitar ser atraído por uno de los dos brazos espirales de la galaxia, lo que ha hecho posible el surgimiento de la vida gracias a la protección que proporciona esta posición contra las radiaciones mortales y los bombardeos de meteoritos; por otro lado, esta posición ha creado las condiciones favorables para la constitución de materiales pesados.

4. El tamaño del Sol, su composición y órbita son factores inusuales y esa rara combinación ha hecho posible la vida en la Tierra. Un Sol más grande habría generado un calor incompatible con la aparición de la vida y las estrellas gigantes tienen una vida reducida a mil millones de años (nuestro Sol tiene una duración estimada de vida de 90.000 millones de años), lo que no habría permitido que los organismos tuvieran suficiente tiempo para aparecer.

5. Los planetas Júpiter y Saturno sirven como escudo protector, debido a sus grandes masas que desvían los meteoritos que habrían destruido la Tierra sin su presencia.

6. El origen de la Luna probablemente proviene de una colisión entre la Tierra y un meteorito o pequeño planeta. Esta colisión habría causado una explosión que habría expulsado una enorme cantidad de masa fundida al espacio. Al enfriarse, esta masa fundida se convirtió en la Luna. La Tierra es el único planeta en el sistema solar que tiene un satélite de tal proporción con respecto a su tamaño.

7. La Luna tiene un efecto estabilizador sobre el eje de rotación de la Tierra: sin esta estabilidad, el eje de la Tierra oscilaría de tal manera que las variaciones de temperatura serían mucho mayores y no se habrían podido formar los casquetes polares, lo que dificultaría o incluso imposibilitaría la supervivencia de los organismos vivos, debido a la ausencia de la función de termorregulador de nuestros polos.

Cuando vemos la perfección de la naturaleza y del Universo, cuando vemos la complejidad del cuerpo humano, la sofisticación y perfección de su arquitectura y funcionamiento, podemos convencernos de que lo que existe (el Universo y sus criaturas) no es el resultado del azar. El azar crearía el caos y no nos habría permitido alcanzar el grado de interrelación e interdependencia que conocemos entre las diferentes formas de vida. El concepto, la ejecución y los acabados son simplemente sublimes. Cada creación es en sí misma de una perfección increíble, especialmente considerando la edad del período de diseño, un período en el que los ordenadores y las máquinas no existían.

También podemos observar que todas las creaciones forman parte de un todo coherente y armonioso, perfectamente orquestado y homogéneo. No hay una creación inútil o por debajo del nivel de sofisticación de las demás, no hay una especie de vida de la cual uno se pregunte en qué estaba pensando el Creador cuando fue concebida. Así, este casting cósmico no nos permite pensar ni por un segundo que somos quienes somos por casualidad, que hemos aparecido simplemente dejando que la materia haga lo que quiera. Hay una organización suprema a los mandos que llamaré el Creador, el Universo, el Cosmos, la Inteligencia Ilimitada o Dios.

Cualquiera que esté seriamente involucrado en el progreso de la ciencia se da cuenta de la presencia manifiesta de una mente muy superior a la del hombre en cuya presencia, con nuestras modestas facultades, debemos sentirnos humildes.⁴

Pero Dios no es sólo el responsable técnico del Universo, sino también un socio activo e implicado en cada una de sus creaciones. El Universo es la organización más bella,