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Cómo discipular bien: Una guía práctica para el discipulado
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Libro electrónico134 páginas1 hora

Cómo discipular bien: Una guía práctica para el discipulado

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¿Qué significa «discipular bien»?

El discipulado no es solo un momento que se experimenta con la salvación. Es más bien un proceso continuo en que con su ministerio usted le muestra a las personas cómo hacer un compromiso de por vida de hablar de Jesús con quienes lo rodean. Esta guía ha sido preparada para ayudar al líder a discipular exitosamente a los creyentes en tres áreas:

(1) el estudio sistemático
(2) la enseñanza eficaz
(3) la excelencia en el liderazgo

Embárquese en este viaje en que enriquecerá su fe, equipará su ministerio, y sobre todo, aprenderá a discipular bien.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento15 jun 2021
ISBN9781607316565
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    Cómo discipular bien - Assemblies of God Christian Education and Discipleship

    Conclusión

    INTRODUCCIÓN

    En un estudio del grupo Barna en el 2015, sólo el 1 por ciento de los líderes de la iglesia describieron a sus adherentes como «muy buenos para formar discípulos de los creyentes nuevos y jóvenes».¹

    Dedique un momento a leer nuevamente esa declaración y piense cómo se relaciona con su iglesia. ¿Afirmaría usted que a su iglesia le va bien en el discipulado de los creyentes? ¿Está trabajando para llevar a cabo la tarea que Jesús dio a su iglesia? Él dijo: «…vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado…» (Mateo 28:18–20). ¿Qué significa discipular bien a un creyente?

    Craig Blomberg escribió lo siguiente sobre el mandato de Jesús:

    El verbo «hacer discípulos» también ordena una especie de evangelismo que no se detiene después de que alguien hace una profesión de fe…. Hacer discípulos implica: «bautizarlos» y «enseñarles» obediencia a todos los mandamientos de Jesús. La primera interpretación sería una iniciación única y definitiva en la comunidad cristiana. La segunda, expresa una tarea perpetuamente incompleta y de por vida.²

    En otras palabras, el discipulado no es solo un momento que se experimenta con la salvación. Discipular a los creyentes es un compromiso de por vida de enseñar a las personas acerca de Jesús usando la Biblia como el texto principal.

    Después de leer la definición de Blomberg, pregúntese de nuevo: ¿Qué tan bien le va a mi iglesia en el discipulado a los creyentes? ¿Está usted ayudando a los creyentes a ir más allá de la profesión de fe inicial con el fin de participar en la tarea perpetua de hacer discípulos?

    Hemos creado esta guía de discipulado para ayudar al líder —esa persona que realiza fielmente el trabajo, sea un pastor, un maestro de la escuela dominical o un líder de un grupo pequeño—a experimentar el éxito en su labor de instruir a los creyentes en su iglesia. Nuestro objetivo es enriquecer su fe, estimular sus dones y capacitar su ministerio para que alcance a su mundo. Queremos ayudarlo a ser un buen hacedor de discípulos.

    Esta guía lo ayudará a discipular bien en tres áreas clave: (1) el estudio sistemático, (2) la enseñanza eficaz y (3) la excelencia en el liderazgo. Al final de cada sección principal, incluimos algunos recursos sugeridos para un estudio más profundo en esa área en particular.

    __________

    1https://www.barna.com/research/new-research-on-the-state-of-discipleship/ (consultado el 12/7/2020)

    2Craig Blomberg, Matthew, vol. 22, The New American Commentary (Nashville, TN: Broadman & Holman Publishers, 1992), 22:431.

    SECCIÓN 1

    DISCIPULAR BIEN A TRAVÉS DEL

    ESTUDIO SISTEMÁTICO

    DE LA BIBLIA

    Es cierto que el aumento del acceso a la información a través de las redes sociales ha contribuido a la difusión de las buenas nuevas de la Biblia. Sin embargo, el aumento de las voces y la información que tenemos a nuestro alcance también ha traído desafíos. La iglesia enfrenta lo que L. V. Orman describió como la «paradoja del exceso de información».³ En esencia, tenemos un problema con Google. La saturación de información en la actualidad permite que las personas encuentren fuentes que justifiquen cada una de sus ideas.

    La amplia propagación de información contaminada y falsa sobre la Biblia es en una distracción de las buenas nuevas del Evangelio y se ha convertido en un problema para la iglesia. ¿Cuál es la solución? Hacer discípulos a través del estudio sistemático de la Palabra de Dios. Para cumplir la tarea de preparar discípulos centrados en Cristo, que conocen la sana enseñanza bíblica, el discipulador primeramente debe saber cómo estudiar y enseñar la Biblia.

    Aunque la Biblia está compuesta de muchos libros escritos en diversos estilos y en períodos diferentes, es una historia con un principio y un fin. «La Biblia es una narración épica de cómo Dios comisionó a la humanidad [que Él creó] para gobernar este hermoso mundo en su nombre…. Trata cómo estropeamos la asociación con Dios y cómo Él está restaurándonos a nosotros y a su mundo a través de Jesús…. La Biblia es una historia unificada que nos guía a Jesús».

    Si queremos aprender acerca de Jesús a través de nuestro libro de texto principal, la Biblia, debemos saber cómo estudiarla e interpretarla correctamente. Esto es lo que llamamos hermenéutica. Para practicar la buena hermenéutica debemos leer y estudiar la Biblia sistemáticamente. Eso significa que consideramos de manera ordenada toda la amplitud, profundidad y la soberanía de la gracia de Dios, la obra redentora de Jesús y la guía del Espíritu Santo a través de toda la Biblia. Si intentamos enseñar la Biblia de una manera descuidada y fragmentada, nos arriesgamos a enseñar la verdad de manera errónea y a pasar por alto que el texto bíblico como un todo es la historia de Jesús.

    Por ejemplo, cuando leemos Génesis, admiramos a Abraham, a quien el escritor de la carta a los Romanos atribuyó una gran fe y llamó padre de muchas naciones. Aunque Abraham tenía muchas cualidades admirables y una gran fe en Dios, él también se acostó con la sierva de su esposa, quebrantando evidentemente su pacto matrimonial e imitando la cultura impía que lo rodeaba. Del mismo modo, podríamos considerar en alta estima al rey David como un hombre conforme al corazón de Dios que derrotó al vengativo rey Saúl, gobernó a los israelitas generosamente y compuso muchos salmos hermosos e íntimos. Sin embargo, él cometió adulterio y asesinato.

    A veces las personas leen esas historias y sienten una desconexión con personas como Abraham y David que fueron exaltadas por Dios a pesar su pecado. Las personas se preguntan por qué deben creer en un Dios que permitió un comportamiento tan atroz.

    Lamentablemente estas preguntas y dudas surgen cuando leemos e interpretamos la Biblia de manera selectiva en vez de leerla como la historia de la redención de Dios tal como se narra desde Génesis hasta Apocalipsis. La historia de la Biblia presenta el fracaso reincidente de la humanidad, y también habla del amor y el cuidado de Dios por la humanidad a pesar de su constante fracaso. Revela la gran necesidad de un Salvador, señalando el nacimiento, la muerte y la resurrección de Jesús. Las historias de Abraham y David ilustran el plan de Dios de usar como instrumento a la humanidad a pesar de nuestra imperfección. Esta historia nos enseña que nadie, por grande que sea, puede salvarse a sí mismo. Sólo Dios, en su gran misericordia y a través de la muerte expiatoria de Jesús, puede perdonar nuestros pecados. Estas son las buenas nuevas del Evangelio que aprendemos al leer y entender sistemáticamente la Biblia como una unidad.

    Queremos ayudar a los líderes de la iglesia a entender la Biblia como una historia unificada para que puedan enseñarla de esta manera a los demás. Queremos entregarles las herramientas necesarias para estudiar la Biblia y enseñar a otros a hacerlo también. La siguiente sección se centrará en algunas de estas herramientas, específicamente el contexto y el género, las doctrinas y cómo evitar las falacias, o mentiras.

    __________

    3L. V. Orman, Information Overload Paradox: Drowning in Information, Starving for Knowledge (CreateSpace Independent Publishing Platform, 2016).

    4Timothy Mackie, The Bible Project, www.thebibleproject.com .

    CAPÍTULO UNO

    CONTEXTO Y GÉNERO

    Para estudiar eficazmente y sistemáticamente la Biblia, necesitamos entender el contexto y el género. El contexto nos muestra lo que estaba sucediendo en la vida de las personas que escribieron el texto y las personas para las que ellos lo escribieron. Ellos vivieron en un tiempo y una cultura muy diferentes a los nuestros. Para entender lo que escribieron, necesitamos entender su cultura. Considéralo como cruzar un puente de nuestro mundo moderno al antiguo mundo de la Biblia. La Biblia también fue escrita en una variedad de formas literarias, estilos o géneros. Por ejemplo, el estilo de escritura en un poema es muy diferente al de una historia o un texto sobre la historia. El estilo afecta el significado del texto. Para entender el significado correcto de un texto bíblico necesitamos entender el estilo o género que utilizó el autor. Los géneros incluyen la historia, la ley, los cantos, la poesía, profecía y las metáforas apocalípticas.

    Debemos considerar varios tipos de contextos y géneros dentro de las Escrituras para entender mejor la historia unificada de la Biblia. (Al final de la Sección 1 encontrará herramientas de estudio adicionales.)

    CONTEXTO

    Contexto histórico-cultural. Para entender el verdadero significado de un texto bíblico, primero debemos entender lo que el escritor quiso decir a su público original. Es como emprender un viaje para descubrir el significado, y debemos comenzar ese viaje respondiendo a una pregunta básica: ¿Cuáles eran las costumbres, la cultura y el lenguaje de los receptores del mensaje? Estos forman parte del contexto histórico-cultural. Al entender los diversos contextos histórico-culturales de la Biblia, aprendemos cómo aplicar el texto a nuestra vida con mayor precisión. «Para que nuestra interpretación de cualquier texto bíblico sea válida, debe ser coherente con el contexto histórico-cultural de ese texto. Si nuestra interpretación de hoy no hubiera tenido sentido en ese entonces, probablemente estamos equivocados».

    Nuestro objetivo es descubrir lo que el escritor quiso decir.

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