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El arte de educar; la aventura del homeschooling
El arte de educar; la aventura del homeschooling
El arte de educar; la aventura del homeschooling
Libro electrónico110 páginas2 horas

El arte de educar; la aventura del homeschooling

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Tenemos una idea de lo que es la educación en el hogar o “homeschooling”, el niño no va a la escuela o lo educan sus padres. Sin embargo, ésta breve explicación provoca otras interrogantes como por ejemplo; ¿Cómo son evaluados estos niños? ¿Dónde adquiero los temas adecuados para mis hijos? o ¿Quién me garantiza que el padre puede o no educar mejor que un maestro con preparación académica? En la actualidad, existen más de 1.5 millones de niños educados en el hogar de acuerdo a las estadísticas mostradas por el “Census Bureua” del 2014 de los Estados Unidos de Norte América. Por tanto, muchas familias optan por ésta opción. ¿Qué ocurre con las instituciones educativas, que aún ofreciendo educación gratuita, no pueden llenar las necesidades de todos estos estudiantes? Éste libro promete llenar la curiosidad y posibles preguntas de los padres que no conocen del homeschooling. En cuanto a los padres que ya nos hemos embarcado en esta aventura, pretendo brindarles mi apoyo y con mis experiencias enriquecer las suya.

IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento6 abr 2021
El arte de educar; la aventura del homeschooling

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    El arte de educar; la aventura del homeschooling - Alba D Reboyras

    Tabla de Contenido

    Prólogo

    ¿Harás qué?

    Crianza en una burbuja

    Ser el mejor

    Hospital sinónimo de malas notas

    Con el Ritalín todos seremos felices

    Maestros y padres

    Bullying

    No me siento preparado

    Necesito dinero para educar en el hogar

    Evaluación

    Desertor escolar

    Homeschoolers son niños raros

    La libertad es peligrosa

    Sueño reparador y sana alimentación

    Patrones alimenticios

    El gobierno se beneficia del homeschooling

    Que no te enseñan en la escuela

    El mundo no está dividido en asignaturas

    Universidades y homeschoolers

    Prólogo

    Existe una cualidad muy distintiva entre nosotros los humanos y todo lo que nos rodea. Tenemos la capacidad de preguntar, reflexionar y concientizar sobre todos los aspectos del ser y el mundo exterior. Cuando somos niños, esta natural curiosidad de explorar el mundo, nos hace maestros del arte de vivir y por tanto del arte de aprender. Poco a poco vamos creciendo y las influencias externas nos animan o nos cohíben de experimentar la vida a flor de piel. Por tal motivo, es importante comprender que los padres seremos los anfitriones y los principales responsables de cómo nuestros hijos se relacionarán con su mundo interno y externo. Ellos ven la vida a través de nuestros ojos. Aquellos que comprendan que los niños nacen con el potencial para lograr lo que se propongan, son padres que educarán a ciudadanos seguros de sí y amantes de la vida. Si alguna institución educativa, comprendiera lo importante que es educar con amor, libertad de expresión y compromiso real, no tendría maestros, sino padres.

    Aunque la escolarización es un esfuerzo social, bien intencionado, para mantener controles académicos a nivel nacional, muchos sabemos que no es suficiente. Me referiré al sistema de educación de cualquier país y generalizaré. En los pasados 50 años, aproximadamente, no ha ocurrido un cambio sustancial a nivel curricular y de metodología que compita con la capacidad que muestran los niños del presente.

    Podemos hacer instituciones educativas con un currículo diverso, contratar a maestros bien capacitados, contar con facilidades bien planificadas o tener al servicio un buen capital publicitario, pero esto jamás podrá suplantar a padres amorosos e incondicionalmente entregados a la educación de sus hijos. Muchos nos hemos dado cuenta de esto que afirmo y hemos optado por la alternativa de educar a sus hijos en el hogar.

    Con este libro propongo reflexionar sobre aspectos importantes a considerar cuando se trata de la educación de nuestros hijos.

    Al escribir sobre las agencias del gobierno de Puerto Rico, no hablo en sentido particular. Se puede tomar el término Departamento de Educación para cualquier autoridad educativa de cualquier país. Tomo de referencia mi isla natal por ser la que me proveyó las bases educativas y la experiencia de comenzar la aventura del homeschool. Entiendo que cada país tiene alguna vía práctica, sostenible y factible para hacer de este tipo de educación un estilo de vida práctico.

    No intento convencer a la persona que piense lo contrario de lo aquí descrito. Acepto que mi trabajo como maestra, me llenó de maravillosas experiencias. Disfruté a mis estudiantes, los amé con mi alma y los sigo haciendo. En todo caso, mi intención con esta lectura es inspirar a una minoría y a la que solo le falta ese pequeño empujón para tomar la gran decisión.

    ¿Harás qué?

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    Cuando decidí comunicarle a mi familia que educaría a mis hijos en casa, hubo una gran conmoción. No los culpo, fue una decisión drástica que tomé en el verano del 2010. Hacía un año había investigado sobre los pros y contras de educar en el hogar y no me sentía preparada para lograrlo. Mi situación económica no me permitía dejar mi trabajo y dedicarme de lleno al homeschool. De cierta forma, creo que este escenario, es una de las incomodidades de muchos para no tomar la decisión de educar en el hogar: el factor dinero ¿Cómo cumplir con los pagos mientras renuncio a mi trabajo? Lo que no sabía era que para comenzar esta aventura, como bien le llamo, hay que educar la mente pequeña (mi mente chica) para ver posibilidades a grandes escalas.

    Al terminar ese verano ya estaba decidido. Me mudaría al estado de Oregon, USA, para comenzar un estilo de vida distinto. Muchas cosas fueron ajustándose en mi vida con esta decisión y aunque me quedé en Puerto Rico por más tiempo, pude lograr mis objetivos con determinación. Todo me llevó a educarme, investigar, modificar conocimiento, debatir en foros y asegurarme que hacía lo correcto para mis hijos.

    En Puerto Rico hay una gran desinformación acerca de la educación en el hogar. Durante mi bachillerato en educación jamás se tocó directamente dicho tema. En la facultad de educación, pasa como en todas las escuelas, te enseñan lo que está en los libros, son poco los profesores que van más allá del currículo y lo establecido. Explico esto con un ejemplo; a los estudiantes de la carrera de medicina les muestran un cuerpo humano estudiado a través de la metodología científica, pero todos sabemos que el ser humano es una entidad holística y que con todos sus atributos psíquicos, ambientales e internos escapan de ser cuantificable o medible. En dicha facultad no se introduce la medicina alternativa. Bajo el concepto clínico, el ser humano se cura principalmente bajo efectos químicos provenientes de fármacos. Por tal motivo, si en mi formación pedagógica no me facilitaron la información adecuada para conocer toda la gama y diversidad educativa, sería egoísta pedirle a mi familia que comprendieran la razón de mi resolución. Solo mi hermana, la cual en ese momento estudiaba educación preescolar, tuvo la iniciativa de ir más allá e informarse con la Lcda. María Luisa Inserni (le agradezco por su diligencia, disponibilidad y apoyo en el proceso legal) y ser mediadora en este proceso que tomó varios meses.

    En septiembre del 2010 comencé formalmente con la estructura de clases en el hogar. Hice lo que cualquier maestra haría, construí un currículo basado en los estándares del Departamento de Educación de Puerto Rico. Hice una lista de las expectativas y objetivos a cubrir durante ese curso y realice calendarios semanales para organizarme. En dicho calendario, copiaba enlaces que utilizaba como recurso. Preparando estos calendarios y buscando alternativas que no me obligaran a utilizar libros tradicionales educativos, encontré una mina de oro en internet para los homeschoolers. En esos momentos me di cuenta que ya todo está hecho, pensado y listo. Si eres un padre novato o inexperto en la preparación de planes o pruebas ya todo estaba inventado. Hay tanto material de forma gratuita, de calidad y bien intencionado que es absurdo preocuparse por no contar con el conocimiento para comenzar. Con el paso del tiempo me doy cuenta que no es necesario hacer nada de esto. No hay que hacer currículos, exámenes o planes. Abundaré sobre eso más adelante.

    Sentía que poseía algunas ventajas, ya que había trabajado de maestra. Realizar planes diarios, calendarios mensuales y construir un currículo anual no era algo nuevo para mí. Aunque esto me sirvió de base, comprendí que mi experiencia como maestra no me ayudó mucho. La dinámica en un salón dista mucho a la del hogar. Observé que mis conocimientos en pedagogía, rutinas o disciplina tienen poco o nada que ver con la dinámica que se da en el homeschool. Educar a nuestros hijos es muy distinto a educar estudiantes. Busqué distintos recursos y a otros padres que de igual forma estaban en la misma realidad. En resumen, mi experiencia como maestra solo sirvió para darme cuenta que estaba en la vía correcta.

    Mi familia, la cual influenciaba en mis decisiones para aquel momento, comprendió con el tiempo, que hice lo correcto para mis hijos. Ellos fueron la mejor prueba. Mi hijo mayor mejoró en solo seis meses en lectoescritura. El pequeño, comenzó rápidamente a adquirir destrezas de lectura y escritura que en su nivel escolar jamás pudiese haber alcanzado. En fin, era como si tuviesen una tutora privada, la cual les hacía planes ajustados a sus necesidades. Un lujo que la mayoría de los

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