Manual de estilo para estudiantes universitarios

Por Mayra Franke

Este manual se redactó con el fin de que sea una fuente de consulta confiable y actualizada –con información clara y concisa– para que los estudiantes universitarios, y personas en general, tengan en sus manos las herramientas necesarias para redactar correctamente cualquiera de los textos académicos que se les piden y que deben presentar en sus distintas asignaturas o trabajos.

Este libro es, pues, una recopilación de información imprescindible que se debe conocer –o tener a la mano– al momento de preparar escritos, pues presenta información concisa que abarca desde la tipografía, la ortografía y la gramática hasta el uso de diccionarios y algunos vicios del lenguaje, entre otros.

Por todo lo anterior, se considera que en esta edición se halla una fuente indispensable que reúne –y resume– lo más importante que debe tenerse en cuenta cuando se redacta un texto en general, puesto que –tal como se describió anteriormente– es de utilidad tanto para un estudiante universitario como para cualquier alto ejecutivo, por ejemplo.

• Idioma: Español
• Editorial: Editorial Arje
• Fecha de lanzamiento: 18 mar 2021
• ISBN: 9781393719632

Mayra Franke

Catedrática en la Universidad Francisco Marroquín desde junio de 2017 y en la Universidad del Istmo desde enero 2020 Traductora jurada en los idiomas español e inglés.

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Presentación

Este manual se redactó con el fin de que sea una fuente de consulta confiable y actualizada –con información clara y concisa– para que los estudiantes universitarios, y personas en general, tengan en sus manos las herramientas necesarias para redactar correctamente cualquiera de los textos académicos que se les piden y que deben presentar en sus distintas asignaturas o trabajos.

Este libro es, pues, una recopilación de información imprescindible que se debe conocer –o tener a la mano– al momento de preparar escritos, pues presenta información concisa que abarca desde la tipografía, la ortografía y la gramática hasta el uso de diccionarios y algunos vicios del lenguaje, entre otros.

Se considera un libro actualizado y confiable, pues se basa en la Ortografía de la lengua española (2010) y en el Libro de estilo de la lengua española: según la norma panhispánica (2018), ambos publicados por la Real Academia Española. De igual forma, se consultó el Manual de estilo de la lengua española: (MELE 4) de Sousa (2012) y el Manual de estilo Chicago-Deusto (2013), entre otras obras relevantes.

Con respecto a la ortografía, se tratan brevemente el uso de la mayúscula y de los signos de puntuación, también se explica la diferencia entre las siglas y los acrónimos, y entre las abreviaturas y los símbolos, asimismo se presenta la diferencia entre los números romanos y arábigos y –específicamente– cómo deben usarse al escribir expresiones numéricas; también se expone sucintamente el uso correcto de los prefijos y sufijos, y cómo escribir extranjerismos crudos en español.

Por su lado, en la sección de la gramática se explican los géneros gramaticales, el (buen) uso del gerundio, el queísmo y dequeísmo, una mención sobre el uso correcto del verbo haber y, por último, la concordancia de nombres y adjetivos.

Una vez se han abarcado los temas básicos, el libro se enfoca en la redacción de textos académicos. Se pueden encontrar algunas recomendaciones de estilo, los criterios que se deben considerar y ciertos tipos de textos –el informe de investigación, el ensayo, el artículo científico y la reseña–.

Por su puesto, no puede faltar la sección con la explicación de cómo citar distintos tipos de fuente e incluir la bibliografía o referencias citadas; en esta edición, se explica específicamente la citación Chicago (con base en el manual correspondiente publicado en 2013).

Después, se presentan brevemente algunos de los diccionarios en línea –y gratuitos– de la Real Academia Española. A esta sección le siguen algunos vicios del lenguaje y problemas de redacción –tal como algunos falsos cognados, el abuso de verbos comodines, la anfibología, los solecismos, entre otros– que se ven frecuentemente en escritos de distinta índole.

Por último, se explican la carta, la circular y el informe como parte de la comunicación institucional, pero que puede ser de utilidad para usos personales.

Por todo lo anterior, se considera que en esta edición se halla una fuente indispensable que reúne –y resume– lo más importante que debe tenerse en cuenta cuando se redacta un texto en general, puesto que –tal como se describió anteriormente– es de utilidad tanto para un estudiante universitario como para cualquier alto ejecutivo, por ejemplo.

1  Tipografía

1.1  La negrita

Se recomienda no usar la negrita en exceso, ya que esto satura el texto e interrumpe la fluidez de la lectura; además, no deja que el lector decida qué es lo más importante o interesante de cada texto. [1]

Se pueden usar las negritas con fines didácticos para que le sea más fácil al lector encontrar los términos clave para la comprensión del texto. Las preguntas de entrevistas también pueden destacarse con negrita. Además, se recomienda su uso en: títulos generales, títulos de secciones, títulos de capítulos, y en las subsecciones de segundo y tercer orden.

Título del libro

Título de la sección

Título del capítulo (primer orden)

1.1 Título de subdivisión del capítulo (segundo orden)

1.1.1 Título de tercer orden

1.2  La cursiva

1.2.1  Usos de la cursiva

ESTE RESALTE TIPOGRÁFICO se recomienda para las dedicatorias y epígrafes, así como para extranjerismos crudos o no adaptados al español. Por otro lado, se escriben en cursiva los títulos de los libros, las revistas y los periódicos (o en redonda si el texto base está en cursiva). Cabe mencionar que, si se abrevia una expresión extranjera que lleva cursiva, la abreviatura deberá ir también con este resalte tipográfico (p. ej., et al.), al igual que las siglas que corresponden a títulos de libros o publicaciones periódicas, i. e., DHLE (sigla del Diccionario histórico de la lengua española).

Además, llevan cursiva los títulos de obras de teatro o musicales, «películas, cómics, cuadros, fotografías, esculturas, piezas musicales, discos, espectáculos, programas de radio o televisión, etc.».[2] Los títulos de leyes se pueden escribir con cursiva. Los nombres científicos se escriben en cursiva, pero no el artículo que le precede; sin embargo, los términos que, en taxonomía, se refieren a la categoría de familia irán en redonda.

La cursiva también se utiliza en partículas, palabras o frases que se usen para referirse a ellas como elementos lingüísticos, y no para comunicar su significado, p. ej.: El prefijo a-, en la mayoría de los casos, denota privación o negación.

En general, si un título requiere cursiva, pero el texto ya está con este resalte, dicho título deberá escribirse en redonda (cursiva inversa).

Se escribirá en cursiva la palabra fuente que se ubica al pie de cuadros, tablas, figuras, etc.

Las letras minúsculas usadas como símbolos estadísticos o variables algebraicas se escribirán con cursiva, excepto los símbolos químicos, los términos trigonométricos (sen,